Grifos, enigmas y adivinanzas - Gilberto Rendon Ortiz

"Ponese en el principio dc estas Enigmas Filosoficas el Geroglifico, ó Emblema antecedente, significando en la muger, que lleva vendados los ojos, y grillos en los pies, la misma Enigma, que por ser tan oscura, camina con un velo en ellos, y por ir atada al verso de las Quintillas, con prisiones en los pies, y tan fiada en su escuridad,que le parece casi imposible, que nadie sin el comento la acierte. Y asi el ingenio humano, significado en el hombre que la sigue, le dice, que va con gran cuidado, corrido de no alcanzalla, viéndola ciega, y con impedimento para poder huir; y ella responde, que si con cuidado se pone á especular, será posible acertar alguna".
Cristóbal Pérez de Herrera

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Lo que es para los ojos la hermosura
y para los oídos la consonancia,
esso es para el entendimiento el concepto.

Baltasar Gracián

Introducción

La intención primaria de este escrito es explorar uno de los pequeños géneros literarios más curiosos e interesantes de la creatividad humana, el Enigma, como parte de las recreaciones de la lírica española desde una perspectiva propia de la Literatura para niños y jóvenes, en una época en la que la palabra misma se encuentra en una profunda crisis relacionada con la supremacía de los medios de comunicación masiva y la cultura de la imagen. Desde esta visión, los juegos de palabras, los acertijos, adivinanzas y enigmas que coronaron las agudezas literarias de nuestra lengua en los siglos pasados, son un tesoro que habría que desenterrar, en favor de los niños y jóvenes quienes sin duda encontrarán motivos para pensar, para volver a jugar, para regocijarse, para maravillarse con la belleza de nuestro idioma y el ingenio sin límite de nuestros poetas y escritores.
La enigmática, sin embargo, no se queda en el enigma o la adivinanza, sino que comprende otros géneros menores que brillaron en el Siglo de Oro, como los jeroglíficos, emblemas, empresas, apólogos y preguntarios, además de otras formas muy menores, igualmente agudas y misteriosas que convendría revisar y conocer sus nuevas posibilidades. Los géneros enigmáticos, por su naturaleza dialógica, tienen singular atractivo por tratarse de retos que de manera natural gusta enfrentar el ser humano desde niño. Más que homo ludens el ser humano es homo curiosus, ávido de respuestas. No dudo que entre más intrincado sea un acertijo, entre más lleno de artificio se encuentre un enigma, mayor interés despierta, mayor actividad cerebral suscita. Por esa misma razón los enigmas en su contexto original, en el interior de los cancioneros o de la comedia o novela donde nacieron o se acomodaron, son una experiencia más rica y disfrutable, más cargada inclusive de otras referencias literarias.
Es el propósito de estas notas acercarse al otro lado de la adivinanza popular, al enigma culto, aquel lado del que dijera Gracián "Si el percibir la agudeza acredita de águila, el produzirla empeñará en ángel: empleo de cherubines y elevación de hombres que remonta el ser a extravagante hierarquía"(1). Conocer los vuelos de la imaginación debe también inflamar la imaginación del joven lector. Y como añadiría Alonso de Zamora sobre los enigmas de Alonso de Ledesma "aunque juego de niños, el hombre más docto puede leerlos, y no hará poco si sabe estimarlos"(2).
El enigma es una metáfora oscurecida, y la metáfora es consustancial de la habilidad lingüística adquirida por la especie humana desde tiempos muy tempranos cuanto que toda lengua es, como diría Sapir, "una representación simbólica de la realidad sensible"(3). Si el elemento lingüístico es, primordial y fundamentalmente, un "concepto", el enigma y la metáfora surgieron en la invención y construcción misma del lenguaje, tanto como una necesidad de aprehender el mundo en todas sus formas, como en el artificio lúdico de las palabras, cuanto que la mayor parte de nuestro sistema conceptual es metafórico.
La metáfora es la figura retórica mejor conocida y también el más frecuente de los tropos, y doy por sentado que se tienen amplias nociones suyas, pero siempre conviene detenerse en algunas precisiones como punto de arranque.
El término fue tomado, a través del latín, del griego metaphora, un verbo que significa llevar hacia otro lado, trasponer, es decir se trata de la expresión lingüística en la que un término se identifica con otro término, utilizado éste como imagen.
Es de suponer que la metáfora como un ornamento y, por consiguiente, un objeto de goce, surge después de una larga etapa donde se construye y se afina el concepto en la más remota antigüedad, pero sin dejar de observar, como apuntara Quintiliano que la metáfora es "tan natural que la usan hasta los ignorantes sin advertirlo". La metáfora dio paso a las primeras adivinanzas en la misma prehistoria. No hay que esperar a los egipcios o a los griegos para que el espíritu humano vuelque su imaginación en conceptos que luego ha de estudiar la retórica.
"Entre los hechos generales relativos al lenguaje no hay uno que nos impresione tanto como su universalidad. Podrá haber discusiones en cuanto a si las actividades que se realizan en una tribu determinada son merecedoras del nombre de religión o de arte, pero no tenemos noticias de un solo pueblo que carezca de lenguaje bien desarrollado. El más atrasado de los bosquimanos de Sudáfrica se expresa en las formas de un rico sistema simbólico que, en lo esencial, se puede comparar perfectamente con el habla de un francés culto… Muchas lenguas primitivas poseen una riqueza de formas, una latente exuberancia de expresión que eclipsan cuantos recursos poseen los idiomas de la civilización moderna… La universalidad y diversidad del habla nos llevan a una deducción muy importante…debemos convenir en que el lenguaje es una herencia antiquísima del género humano. Es dudoso que alguna otra posesión cultural del hombre, sea el arte de hacer brotar el fuego o el de tallar piedra, pueda ufanarse de mayor antigüedad. Yo me inclino a creer que el lenguaje es anterior aún a las manifestaciones más rudimentarias de la cultura material y que, en realidad, esas manifestaciones no se hicieron posibles, hablando estrictamente, sino cuando el lenguaje, instrumento de la expresión y la significación hubo tomado alguna forma".
Esto mismo, de otra manera, indirectamente. sería expresado por Lakoff(4) en su teoría de la metáfora, al proponer que la metáfora constituye uno de los mecanismos conceptuales fundamentales por medio de los cuales representamos el mundo y lo expresamos en relativa concordancia con la manera en que lo experimentamos. Para Jean Paul(5), esto en el siglo XVIII, toda lengua es, en consideración de relaciones espirituales, un diccionario de metáforas palidecidas, de palabras que primero fueron metáfora y luego pasaron al uso común.
Hay que advertir que la metáfora ha dejado hace tiempo de ser considerada exclusivamente un artificio literario para estudiarse en muchos campos que, como la escuela de Lacan, rebasan las fronteras en las que nos hemos acomodado.
La adivinanza como la entendemos, debió aparecer en esas edades tempranas y se consolidó como un género del discurso de los pueblos en las mismas etapas de la prehistoria. Los ilongotes de Filipinas, conocidos como cazadores de cabezas, uno de los pueblos más atrasados del orbe, tendrían tres clases de discurso a los que Michelle Rosaldo denominó "discurso recto, discurso torcido y discurso de conjuros"(6). En el discurso torcido había cinco géneros de discurso bien desarrollados, a saber: acertijos, poesía infantil, canciones, representaciones didácticas (de conductas temerarias) y oratoria.
La adivinanza o enigma no es patrimonio exclusivo de algún pueblo en particular, sino que es parte integrante del acervo y folklore de la totalidad de las culturas. Para Jolles, el enigma (Rätsel) o adivinanza es uno de las nueve formas simples que determinan las formas discursivas que subyacen en la literatura como sistemas intermedios entre el lenguaje y el sistema cultural o literario, con sus formas sabias.
Jolles señala el uso de la adivinanza preliteraria como un modo de saber si un sujeto interrogado era miembro de cierto clan, de algún grupo que poseyera sabiduría oculta o si pertenecía a algún círculo de iniciados, lo cual, añado, debió ocurrir en esa temprana edad sólo después de que el concepto mismo de enigma hubiera encontrado la envoltura lingüística apropiada para su uso generalizado; sólo entonces, en esa forma preliteraria, se emplearía en los círculos de iniciados o como identificación del clan de pertenencia(7). Podemos decir que la adivinanza aparece en el corpus de tradiciones y composiciones de carácter enigmático de los pueblos en la infancia de la raza humana, cuando el ser humano era niño y se permitía jugar juegos de niños.

Referencias

(1) Baltasar Gracián. Arte de Ingenio, tratado de la agudeza, Madrid, 1642, Discurso II, p. 3
(2) Alonso de Ledesma. Juegos de Nochebuena moralizados a la vida de Christo, martyrio de Santos, y reformación de costumbres, con unas enigmas hechas para honesta recreación, Barcelona, 1611, Carta de fray Lorenzo de Zamora.
(3) Edward Sapir. El lenguaje, México FCE 1971, pp.30—31
(4) George Lakoff. The contemporary theory of metaphor, en Ortony, Andrew. (ed.),Metaphor and Thought, 2ª ed., Cambridge: Cambridge University Press, 1993, pp.204. "...metaphor is a major and indispensable part of our ordinary, conventional way of conceptualizing the world, and that our everyday behavior reflects our metaphorical understanding of experiences".
(5) Héctor A. Piccoli, Para una reflexión histórica sobre la metáfora, Edición virtual traducida por el autor del aleman.
http://www.bibliele.com/?CILHT_Para_una_reflexi%C3%B3n_hist%C3%B3rica_ sobre_la_met%C3%A1fora, Consulta realizada en julio de 2014
(6) Michelle Rosaldo. Contest and metaphora in Ilongot oral tradition.
Disertación doctoral, Universidad de Harvard, Departamento de Antropología, 1971, pp.67—94
(7) Andre Jolles, Las formas simples, Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1972 p. 125:
"En las fases más profundas donde hemos de buscar nuestras formas simples... el que formula el enigma —lo hemos llamado sabio— no está solo, no es independiente, representa un saber, una sabiduría o grupo unido por el saber. Por su parte el que adivina no es sólo uno que responde a la pregunta de otro, es uno que postula a ser aceptado en aquel grupo y que, por medio de su respuesta, demuestra poseer la madurez suficiente. La solución, por lo tanto, es una especie de consigna, de santo y seña que proporciona la entrada a un círculo cerrado".

Parte I
La enigmática en el Siglo de Oro

§ 1. Una aproximación al enigma

En la segunda parte de su libro de Proverbios (1618) el doctor Cristóbal Pérez de Herrera(1) publicó 323 ingeniosos y doctos enigmas en quintillas octosílabas. Sólo el primero y el último de ellos se extienden a seis versos; en el primer caso con el objeto de construir un acróstico que se nos presenta como una definición clara de enigma. Cada enigma llevaba aparte su correspondiente explicación como vemos en seguida.

Enigma primera
Estoy de discreción rica,
Ningún necio me entendió
I si el ingenio se aplica
Gustara quien me lo oyó
Mi principio significa
A cualquiera quien soi yo.
La misma enigma
Llamase Enigma la oscura alegoría que con dificultad se entiende, si no se declara o comenta. Algunas tiene la Sagrada Escritura; y antiguamente los Reyes principalmente los Egipcios, hablaban por enigmas. Dice, pues, la primera nuestra que está rica de discreción, porque quien la desatare, y explicare ha de ser discreto, que el necio para nada es bueno. No hai persona curiosa, de ingenio claro, e inclinado a buenas letras, que no se aplique, y guste de leer Enigmas, con deseo de entenderlas. Y esta primera se entenderá mui fácilmente, advirtiendo las primeras letras de los seis renglones, que dicen ENIGMA.
Parecería que el doctor Herrera se ha tomado el trabajo de consultar el Tesoro de la lengua de Covarrubias(2), ya que su definición se parece mucho a la que propone dicho diccionario etimológico. En efecto, ahí leemos:
ENIGMA, es nombre griego, aenigma, es una oscura alegoría, o cuestión y pregunta engañosa, y entrincada, inventada al albedrío del que la propone, tal fue la que Sansón propuso  Judicum C.14. Del que comía salió el manjar, y del fuerte la dulzura. Díxose del verbo obscure loquor. Enigmático, lo que se propone con obscuridad.
Aquí (Jueces, C. 14) se hace referencia al conocido episodio en que Sansón plantea a los filisteos una adivinanza cuya solución sólo él conoce; se ha vuelto un ejemplo clásico lo mismo que el enigma que la Esfinge plantea a Edipo. Las dudas que nos pudiera generar la definición se extienden en las palabras alegoría y obscuridad, por lo que recurrimos al mismo Covarrubias y su Tesoro de la lengua:
OSCURO: Lat. Obscuru, lo ofuscado y tenebroso, por translación, llamamos obscura la escritura que no se entiende con claridad. Oscuridad, Lat. Obscuritas, las tinieblas. Oscurecerse, entenebrarse.
ALEGORÍA: es una figura cerca de los Retóricos, quando las palabras que dezimos significan una cosa, y la intención con que las pronunciamos otra, y consta de muchas metaphoras juntas.
Seguimos revisando el Tesoro de Covarrubias en pos de aclaraciones.
METAPHORA: Lat. Traslatio, es un tropo, con el qual significamos alguna cosa con palabras impropias por alguna semejanza como dar riendas a las naves (Virgilio), tomada la semejanza del caballo. La metáfora para que sea tratable y bien conducida ha de ser ajustada para hazer inteligible el concepto más oscuro, y escondido.
Luis de Escobar(3), creador de una de las colecciones más interesantes de enigmas, dice al respecto al abrir la quinta parte de su libro Cuatrocientas respuestas: "Quinta parte de enigmas. En la qual es de saber que Enigma es la pregunta de que cosa y cosa que alguno haze con palabras encubiertas y escuras para que los otros no la puedan entender sin que el mismo la declare. Como quando alguno pregunta por las trevedes diziendo. Que cosa y cosa tres pies y una corona. Y por la vaca preñada dize, que cosa y cosa va por el río y no se moja. Y destas preguntas que se llaman  enigmas es toda esta quinta parte, y algunas veces se llaman metáforas por otro nombre".
¿Qué tanto nos hemos acercado al enigma? Veamos dos ejemplos de corte diferente del propio Herrera para acabar de penetrar en su definición. Sus enigmas nos llegan del siglo XVII, muy al comienzo, lo cual hay que tener en cuanta para la comprensión del autor y su época. En el primer enigma se hace referencia para resolverlo a una cuestión religiosa, de acuerdo a la Biblia, mientras que el segundo enigma es del tipo de la solución escondida en las propias palabras, tal como lo explica Herrera en la solución..

Enigma VI
No ha mucho que tuve vida,
y aunque agora muerta estoi,
vivo, y sirvo en tu comida,
y qual hombre resumida
me vuelvo cuando me voi.
La leña

Todos los árboles tienen vida vegetativa, con que se aumentan, y crecen, y por ello dice la Enigma, que ha poco que la tuvo la leña, aunque después hecha brasa torna a vivir, y no vegetable, sino accidentalmente. Sirve el fuego de ella para aderezar de comer. Conviertese en ceniza cuando se acaba, como acontece al hombre; y así se lo trahe a la memoria la Santa Iglesia el Miércoles de Ceniza.
Enigma LIII
Quien es aquella que espera
en nuestra sangre volverse,
y puede reconocerse,
en que es verde  defuera
y también suele venderse?
La Pera

La misma Enigma dice, que espera convertirse en alimento del cuerpo, como hacen todos los mantenimientos, y que se vende, y conoce por su color verde. Tiene particular  curiosidad, porque se dice en la misma Enigma el nombre de lo que ella significa, como se hace en otras.
En todo esto las palabras adivinanza y acertijo no han aparecido. Las buscamos en el diccionario de etimologías y sólo encontramos referencias a Acertar, Adivino y Adivinar. Cuando la palabra acertijo aparece en el Diccionario de Autoridades, a principios del siglo XVIII, es un término sin autoridad, esto es sin que fuera definido o referido por autor alguno con anterioridad. Veamos primero la definición que Covarrubias ofrece de Acertar.
A C E R T A R, se dijo de certum, y su contrario es errar; entre los sastres significa recortar las ropas que han cortado poniéndolas en el justo que han de tener. Acertar, responder a la duda, ó enigma que se propone: algunas vezes significa acontecer, o  suceder alguna cosa a caso, como, acertó a passar por mí puerta el medico quando me tomo el mal. Ser acierto, ser ventura , ser acertado, ser conveniente.
El Diccionario de autoridades(4) es más certero, pese a basarse en Covarrubias:
ACERTAR. v. a. Decir bien y al caso alguna cosa, ò hacerla con tanta felicidád, que se consiga el fin que se desea, o a que se destina y dirige. Covarr. deduce esta palabra del Latino Certum, y otros de Acierto.
De acertar se deriva acertijo, como vemos en el Diccionario de Autoridades. Esto es de la segunda edición:
ACERTIJO. s. m. Especie de enigma, que en la conversación familiar se suele proponer para divertirse en descifrarla: v. g. Qué cosa es la que entra en el agua y no se moja? El Sol: y porque quien responde así, acierta, se llamó acertijo. También se llama acertajo, adivinanza, ó quisicosa.
Aenigma.
María Luisa Pascual Fernández(5), en su tesis doctoral sobre el Diccionario de Autoridades, advierte que la definición de esta palabra en particular parece insuficiente  para la comprensión de acertijo, pero que sin embargo con el ejemplo aporta toda la información necesaria para su inteligibilidad. Curiosamente el ejemplo del diccionario es el mismo de Fernán González de Eslava, bastante más comprensible que el otro ejemplo que se da en la primera edición del diccionario, que es todo un enredo:
ACERTIJO. s. m. Uno como enigma, ò duda intrincada y obscura, que se propone para que se descifre y declare: y porque el que la desata y declara da en el punto y acierta, se dixo Acertijo, qual es del botón y capullo de la rosa, que por tener cinco hojas, dos lisas y sin pelillos, dos con ellos, y una lisa por una parte, y por la otra con pelillos, se propone y figura debaxo del concepto de cinco hermanos todos de un parto, dos barbádos, dos sin barba, y otro con media barba. Es voz familiar, que algunos dicen Acertájo. Lat. Aenigmatis. Comparamos las dos definiciones y sorprendemos en la segunda edición del diccionario los términos adivinanza y quisicosa para tratar de hacer más comprensible la definición; términos que no aparecen en la primera. En cambio una palabra curiosa salta a la vista en la primera edición: acertótilis, que no viene al caso excepto como curiosidad.
ACERTOTILIS. Voz inventada de los muchachos, que se conserva en la phrase que usan quando juegan al juego del que yerra, diciendo: Acertóle, y Acertótilis, quatro y quatro son once, que aplican al que gana, y responde à lo que se propone y pregunta. Lat. Conjice mihi. Augurare. Divina. El acertijo ha requerido de Quisicosa para hacerse comprensible. Veamos lo que se dice de ella. La autoridad citada es Salvador Jacinto Polo de Medina.
QUISICOSA. s. f. Enigma o objeto de pregunta mui dudosa, y dificultosa de averiguar. Es voz familiar. Latín. Aenigma, atis. JACINT. POL. pl. 141.
Animada quisicosa
ente de razón que habla,
puede sobre las de Apeles
echar tu cuerpo otra raya.
El término adivinanza aparece en su acepción moderna de una clase de acertijo o enigma solamente luego de depurarse al paso de los años su relación con los adivinos, brujos y nigrománticos que ejercían la adivinación, depuración que aún no se hacía al tiempo que se publica el diccionario de autoridades.
ADIVINAR, dezir lo que está por venir, sin certidumbre, ni fundamento, con temeridad, y gran cargo de conciencia, y á los que profetizan esta mala arte llaman adivinos y si lo hazen consultando el demonio, son castigados con graves penas, del verbo Lat. Divínare.
El término adivinanza primeramente hace referencia a un "juego" que consiste en sonarle a alguien descuidado un sopapo en la cabeza y preguntarle adivina quién te dio, martirio que aplicaron a Cristo los romanos y, curiosamente seguía siendo un juego muy popular en los siglos XVII y XVIII. Una variante menos agresiva era el juego "Adivina qué te ponen", tratándose de prendas de vestir a una niña que oculta el rostro.
ADIVINO, adivinanza. Ay un juego que llaman, Adivina quién te díó. Este éxecutaron los ministros de Satanás en lesu Christo Redemptor nuestro. Luc. cap.22, num. 63. Et viri, qui tenebant illum, illudebant ei, percussit 64. Et velaverunt eum, et percutiebant faciem eius: et interrogabant eum, dicentes: Prophetiza, quis est, qui te percussit? Ay algunos proverbios, como lo que con el ojo se ve, con el dedo se adivina. Por adivino le pueden dar cien azotes. Quando alguno piensa que díze una cosa, que aunque está por acontecer, es ya prevista de todos por las causas de donde procede.
La cita en latín se refiere precisamente al episodio donde Cristo es maltratado con los ojos vendados: Lucas 22:63  "Y los hombres que custodiaban a Jesús se burlaban de él y le golpeaban;  64  y vendándole los ojos, le golpeaban el rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza, ¿quién es el que te golpeó?"
Se comprenderá los reparos que existían para aceptar adivinanza como un juego de acertijo. De alguna manera adivinanza tenía de antiguo el significado que conocemos, pero por razones religiosas no se admitía. Las voces Adevinanza y Adivinanza en el diccionario de 1726 siguen sosteniendo la función supersticiosa, y contienen citas de diversos autores como Cervantes ("Que no quiero llamarlas profecías, sino adivinanzas") con el sentido supersticioso. Una de las pocas referencias antiguas que confiere a la adivinanza el concepto actual la hace Fernán Gonzalez en su Ensalada de las Adivinanzas.
El moderno diccionario de la Real Academia se hace eco en cierto sentido de esos reparos y ofrece esta definición:
ADIVINANZA. (De adivinar) 1. f. Adivinación  2. Acertijo.
Fernán Caballero las llama "adivinas" precisamente en el libro que publica en 1877: "Cuentos, oraciones, adivinas y refranes populares é infantiles"(6),
Con el tiempo adivinanza llegaría a popularizarse más que enigma término que se ha hecho frecuente en asuntos más oscuros que un simple acertijo, pero al mismo tiempo enigma ha dado origen a la misma enigmática que comprendería algunos otros términos. La riqueza y belleza de la lengua española se manifiesta con una gran variedad de términos para una idea o concepto, y si rascamos tantito en la historia del idioma, podemos encontrar muchos otros términos en el español antiguo asociados a enigma. Así por ejemplo, en el Libro de Apolonio(7), con los titubeos del idioma, ya se atisba el termino "adivinanza" en distintos versos:
Por fincar sin vergüenza que non fuese reptado,
Fazia huna demanda e vn argumente zerrado:
Al que lo adeuinase que ge la daria de grado,
El que no lo adeuinase seria descabezado.
En donde vemos que "argumento cerrado" es un sinónimo de enigma. Por otro lado "vieso o viesso", tiene en esta obra la acepción además de verso o canción, la de enigma en verso, como se usa en por lo menos dos ocasiones.
A partir de estas consideraciones, costaría trabajo apuntar que la Esfinge planteó un acertijo a Edipo o que Cervantes hace jugar a las adivinanzas a los pastores, cuando en su tiempo el enigma no era ni acertijo ni adivinanza. Para hablar de esa manera habría que ir con Jolles quien sugiere Rätsel, una de las formas simples del discurso, término que en alemán comprende acepciones como enigma, adivinanza, cosicosa, quesicosa, acertijo y algunas más. Sin embargo, la traducción  en la edición chilena de Las Formas Simples se advierte en una nota: Hemos traducido Rätsel como enigma, no como adivinanza porque hemos entendido la adivinanza como una forma actualizada del enigma(8). Antonio Alatorre en el extraordinario estudio y edición de los enigmas de Sor Juana Inés de la Cruz, tras hacer un recorrido por el Tesoro de la lengua, comenta que "Covarrubias parece rehuir cualquier equiparación entre enigma y adivinanza", inclinándose por cosicosa como el sinónimo de enigma. Y al mismo tiempo se detiene en uno de los términos que los griegos dieron al enigma muy elaborado, gripisma palabra derivada de Grifo, de donde Alatorre obtiene la ecuación "Esfinge es a enigma, como Grifo a Gripisma"(9).
En efecto, Covarrubias escribe lo siguiente:
GRIFO: es un animal monstruoso fingido, con pico, y cabeza de águila, alas de buitre, cuerpo de león, y uñas, cola de serpiente; el nombre es griego griphus: es una otra quimera, ó esfinge; y así γρίπισμα(gripisma) est quaestio aut sermo implicitus in symposiis poni solita, lo que vulgarmente llamamos que es cosi cosa, que por entretenimiento los antiguos después de mesas alzadas en los convites se proponían unos a otros, y a la primera vista parecían como monstruos compuestos de cosas incompatibles; y dándese por vencidos, el que había propuesto lo declaraba. Y falta una cosa muy ordinaria, o en naturaleza, o en arte; y muchas veces una doctrina moral provechosa: y ello era grifo. Lexicón Graecum griphon, vel griphos, sermo ímplicitus, aenigma, argumentum, nodosum, insolubile rete, sagena; porque con el enigma, o que es cosi cosa, queda un hombre como atado, y enredado cuando no le sabe desatar, y dar la verdadera respuesta. Clearco filosofo peripatético, definiendo el termino Grípho, dice ser una cuestión jocosa, aguda, y artificiosa, propuesta por entretenimiento para probar los ingenios de los circunstantes por conversación de sobremesa en los convites, entreteniendo entre estas platicas la música; pero lo que agora se usa veo, que es tratar de vidas agenas, y hablar descomposturas, y este es el verdadero monstruo, mas que el grifo, y que la quimera, ni esfinge(10).
Mientras que en el Diccionario Castellano con las voces de ciencia y arte (1787), de don Esteban de Terreros y Pando encontramos la siguiente definición donde se reitera la seriedad de los grifos como enigmas(11):
«Grifo: término de Escuelas, es una descripción ingeniosa, y obscura, o según otros un problema agradable, que se da para que se resuelva, cuales eran los que se proponían antiguamente mientras se comía, brindando o regalando al que le resolvía. Fr. Griffe. Lat. Gryphus. Algunos le univocan con el Logogrifo; pero otros dicen que el Logogrifo suele ser jocoso, y el grifo siempre es serio. al enigma de Sansón Bochart le llama grifo. // Grifo: ave efectiva o que existe, parecida al áquila. Fr. Griffon. Gr. griy [...] Este animal sirve de geroglífico en los escudos de armas. Fr. Griffe. Lat. Gryphus.
Aquí conviene destacar que hay una diferencia sustancial entre enigma y gripisma, o sea grifo.

Referencias

(1) Cristobal Pérez de Herrera. Proverbíos morales,y consejos christianos, muy provechosos para concierto, y espejo de vida, adornados de Lugares, y Textos de las Divinas, y Humanas Letras. y Enigmas Philosoficas, Naturales; y Morales con sus comentos. Adornadas con trece Emblemas y sus estampas mui curiosas, apropiadas a sus asuntos. Libro segundo. Trescientas Enigmas Filosoficas, Naturales y Morales. Madrid, 1733, p.91
(2) Sebastian de Covarrubias Orozco. Tesoro de la lengua Castellana o Española, Parte primera, Madrid 1873 p.238
(3) José A, Sánchez Paso. Tesis doctoral sobre Las quatrocientas respuestas de fray  Luis de Escobar. La literatura de problemas en el siglo XVI, Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana, Facultad de Filología, Universidad de Salamanca, 1998. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2012, p. 985, http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc9k4z7, Consulta, julio de 2014
(4) Real Academia Española. Diccionario de Autoridades (1726—1739). Múltiples consultas en línea. (Diccionario de la lengua española, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las frases o modos de hablar, los proverbios o refranes y otras cosas convenientes al uso de la lengua).
(5) María Luisa Pascual Fernández. Diccionario de autoridades (2a ed.) Técnica lexicográfica y lengua de la ciencia, Tesis doctoral, Departamento de Filologia Espanyola, Facultad de Filosofía y Lletres, Universidad Autónoma de Barcelona, 2013, pp. 174, 191.
(6) Fernán Caballero. Cuentos, Oraciones, Adivinas y refranes populares e infantiles recogidos por Fernán caballero. Liepzig, 1878
(7) Libro de Apolonio, an old spanish poem Edición de C. Carroll Marden Princeton University Press, Princeton N.Y. 1922, Parte I, versos 17c, 85c. pp 3, 11
(8) Andre Jolles, Ob. Cit. p.118
(9) Sor Juana Inés de la Cruz. Enigmas ofrecidos a la Casa del Placer. Edición y estudio Antonio Alatorre. México, El Colegio de México, 1994, p.40
(10) Sebastián de Covarrubias Orozco. Op. Cit. Parte segunda p.40.
(11) Esteban de Terreros y Pando. Diccionario Castellano con las voces de ciencia y arte, Tomo II, Madrid, 1787, p.239

§2. La metáfora en la poesía náhuatl

In xochitl in cuicatl, quiere decir "poesía" en náhuatl. Su traducción literal es "flores y cantos", una doble metáfora de algo que en si es metáfora, la poesía.
Mi acercamiento a la poesía náhuatl data de la adolescencia, precisamente cuando hice el intento de aprender el idioma mexicano; ese temprano interés se ha visto reflejado en mi obra para niños y jóvenes, a partir de 1980 cuando escribo Grillito Socoyote en el circo de pulgas y otros cuento de animales y adapto unos versos del Chalca cihuacuícatl como si fuese el canto zumbante de una mosca axayacate. El Canto de las mujeres guerreras de Chalco, tal su traducción, estaba dedicado al señor Axayacatl, de ahí la relación que se establece con la mosquita acuática.
Unos años después escribo Cuentos para soñar, dormir y despertar; el primer cuento se titula Brazos con alas y el muchacho de la lluvia de flores, que luego se publico en álbum ilustrado como Tuiiiiii, el murciélago. Es en este cuento donde la poesía náhuatl anima y justifica algunos motivos literarios. Cierto día se celebra la fiesta de las flores y por eso estallan las canciones:
Brotan, brotan las flores,
abren sus corolas las flores.
Escuchar un canto 
es contemplar una flor.
¡Ojalá no se marchite!
Y se establece la idea metafórica tantas veces vista en la poesía náhuatl entre la flor y el canto. Tuiiiiii, el murciélago, se despierta con la sorpresa de la fiesta y Coco Cabogh, su amigo humano, se solaza con los cantos y se pregunta el significado de ellos.
"De por si en el idioma perdido de los chanes había palabras con doble significado, igual que los jeroglíficos"
He llegado a los brazos
del árbol florido,
yo florido colibrí, 
con aroma de flores me deleito,
con ellas mis labios endulzo,
Mientras Coco Cabogh indaga el significado de los versos, el murciélago comete un sacrilegio y la fiesta se interrumpe, la gente se espanta y estalla en llanto. Cuando la desgracia parece enseñorearse con los chanes, el poeta, émulo de aquel Quecholcohuatzin que salvó a los chalcas de la vergüenza, empezó a golpear el carapacho de una tortuga y con el tun tun elevó su voz:
No acabarán mis flores  
no acabarán mis cantos.
Yo los elevo 
soy tan sólo un canto.
En efecto, el sacrilegio no fue tal y unas semanas después los chanes tenían algo que celebrar con Tuiiiiii y Coco Cabogh.
Aquí donde llueven las blancas flores,
las blancas flores preciosas,
en medio de la primavera,
en la casa de las pinturas
yo procuro alegrarte.
La significación precisa de los versos apenas se sugiere en el cuento. De alguna manera el desarrollo de la historia permitiría comprender al lector atento que la casa de las pinturas, era donde surgían los versos, donde se escribían estos como blancas flores preciosas. De hecho el mismo protagonista no logra descifrar el significado de los cantos y la interpretación de los mismos queda abierta al lector .
"Los versos a veces le seguían siendo enigmáticos, pero al mismo tiempo encontraba en ellos un sentido nuevo, no el que el cantor había dado, sino uno propio, que latía en su pecho".
La poesía, sabemos, es así.

§3. Zazaniles, acertijos de los tiempos olvidados

El idioma náhuatl a partir del siglo XX se ha ido relegando de la nacionalidad mexicana. En todos los siglos de la colonia española, y en su mayor parte del primer siglo de independencia, el idioma mexicano tuvo una gran presencia que alcanzó a impregnar inclusive a los hombres de la Reforma. En aquellos siglos pasados quien poseyera las luces de la alta cultura también hablaba náhuatl. Luego, nos hemos apartado tanto de la lengua de nuestros antepasados que simples palabras, no digamos frases completas, nos resultan extrañas. Más todavía las metáforas, que de por si enfrentan una doble dificultad para los traductores de cualquier idioma.
Sahagún en el valioso libro sexto de la Historia General de las Cosas de la Nueva España(1), titula el Capìtulo XLIII "De algunas metáforas delicadas con sus declaraciones". Entre los numerosos ejemplos tenemos la número 31 que dice en español: "Plumaje rico y de perfecto color. Dícese por la oración perfecta, elegante y muy bien dispuesta". Una metáfora sobre la elocución, el buen decir, distinta al flor y canto de la poesía. A la lejanía, una metáfora náhuatl es un enigma casi irresoluble para nosotros, pero quiso la fortuna que en ese mismo libro donde se da cuenta de muchas y lucidas metáforas, quedaran consignadas 46 adivinanzas con las que se regocijaban los niños, tal como lo asientan los informantes de Sahagún.
Los juegos de acertijo de los antiguos pobladores de México nos son ahora poco comprensibles, sin embargo, lo mismo podemos decir de la mayoría de los trescientos enigmas y proverbios de Herrera, referidos a las cosas e ideas de su tiempo. Difícilmente podemos comprender un acertijo dedicado a un barco de velas o al espíritu santo o al sartén. De acuerdo a Angel María Garibay el texto que luego traduce Sahagún se escribió en 1547, más de cincuenta años antes que los Proverbios del doctor Herrera.
En el libro sexto de la monumental obra de Fray Bernardino de Sahagún encontramos una serie preciosa de zazaniles o sea de adivinanzas de los antiguos mexicanos. De ahí tomé yo la idea de escribir precisamente el cuento Zazaniles con el que abro el libro Grillito Socoyote en el Circo de pulgas y otros cuentos de animales.
El cuento narra cómo se da la reunión de diversos animales cazadores con su presa, pero de tal modo que se forma una cadena que va de la mosquita axayacatl a un cazador humano. Pasa la cadena por el charal, el chichicuilote, el tlacuache y un coyote. Al principio cuando el charal se ve atrapado por el chichicuilote pide la gracia de escuchar por última vez una adivinanza de las que se sabe la mosquita axayacatl a la que había sorprendido por su cuenta cantando un himno a la hueva que ha puesto en una hoja. La mosca cuenta una adivinanza diferente ante cada apresamiento que se da sucesivamente.
Así la oímos decir:
¿Qué cosa y cosa es una cosa,
del campo maravilla,
que va sobre las rosas
como si echara tortillas?
Esta es mi versión corregida. El original en Sahagún dice: "Qué cosa y cosa que va por un valle, y va dando palmadas con las manos, como la mujer que hace el pan. Es la mariposa que va volando.
En la edición de Porrúa con las notas, composición y arreglos del padre Angel María Garibay, aparecen 25 acertijos en el libro VI y otros 21 en el Apéndice del mismo libro. Sahagún los presenta de esta forma: "De algunos zazaniles de los muchachos que usa esta gente mexicana, que son los "Que cosa y cosa de nuestra lengua" (Acertijos).
Sobre esto último que dice Sahagún, lo vemos al principio de muchas adivinanzas, pero quiero citar a Fernán González de Eslava con su Ensalada de adivinanzas, la cual comienza de esta forma:
Generosa compañía
Al qué es, qué es y qué es juguemos,
Porque todos nos holguemos
Pues es noche de alegría(2)
Los Coloquios Espirituales y Sacramentales y Poesías Sagradas del presbítero de Eslava se publican casi al mismo tiempo que la obra de Herrera y otro de los preciosos libros al que hemos de referirnos en su momento, Juegos de Nochebuena, de don Alonso de Ledesma, solo el Tesoro de la lengua es anterior a ellos.
Angel M. Garibay aclara que zazaniles es un mexicanismo del redactor que no arraigó. La palabra justa es zazanilli y proviene del texto nahuatl que dice zazanilli mitoa zazan tleinon, que literalmente significa "consejuelas de solaz y regocijo que se llaman ¿qué es esto?":
Veamos los zazaniles que aparecen en mi cuento.
Qué cosa y cosa es una cosa:
un bien, antes que un mal,
el que diez piedras a cuestas
haya alguno de cargar?
Se trata del acertijo 4 del texto de Sahagún, el cual dice: "Qué cosa y cosa diez piedras que las tiene uno a cuestas? Estas son las uñas, que están sobre los dedos".
Luego tenemos el acertijo 1 el cual dice: "Qué cosa y cosa, una jícara azul, sembrada de maíces tostados que se llaman momochtli. Este es el cielo que está sembrado de estrellas". Aquí el redactor consideró importante distinguir la clase de maíz a que se refiere la adivinanza: momochtli es el maíz reventado que llamamos palomitas de maíz. Mi versión fue la siguiente y mejor pude haberme referido a las palomitas de maíz, una curiosa metáfora para las estrellas.
¿Que cosa y cosa es una cosa:
Jícara azul, a la mitad,
con maíces tostados
muy bien reventados
en plena oscuridad?
El acertijo número 2, no es de tan fácil comprensión, pero dándole vueltas al asunto, se resuelve:
¿Qué cosa y cosa es una cosa
que va por el valle
y arrastrando lleva,
en pasitos de  baile,
las tripas afuera?
La versión en Sahagún: "Qué cosa y cosa, que va por un valle, y lleva las tripas arrastrando? Ésta es la aguja cuando cosen con ella, que lleva el hilo arrastrando.
El acertijo número 11 es universal, lo encontramos repetido de mil maneras. En Sahagún se dice: "Qué cosa y cosa, un espejo que está en una casa hecha de ramos de pino? Es el ojo, que tiene las cejas como ramadas de pino. 
¿Que cosa y cosa es 
el espejo guardado  
con todo buen tino,
en un jacal ornado
con ramos de pino?
Tratándose de un cuento corto, la inclusión de cinco zazaniles era, a mi entender, una medida justa. Quedan más de cuarenta acertijos, entre ellos algunos de fácil comprensión como el número 18. "¿Qué cosa y cosa que entramos por tres partes y salimos por una? La camisa." Y otros que pertenecen a una época, una cultura y un medio ambiente de los que nos hemos alejado: 15. "¿Qué cosa y cosa que dice: salta tú que yo saltaré? Es la mano del teponaztli con que lo tienen".

Suplemento
Un zazanile recogido en Galicia

La obra de Sahagún escrita a mediados del siglo XVI, no vio la luz sino hasta 1829 por obra de Carlos María Bustamante(3). Sin embargo, el manuscrito anduvo siempre de un lado a otro, primeramente secuestrado en México por el virrey y luego enviado a España; pasó por muchas manos que lo copiaron, lo leyeron o simplemente lo guardaron o traspapelaron. Lo curioso del caso es que en 1880 el folklorista español Antonio Machado y Alvarez, estudioso de enigmas y adivinanzas, da cuenta de una adivinanza recogida en Galicia muy parecido a uno de los zazaniles de Sahagún contenido en el libro VI publicado en el Tomo Segundo de la edición de 1829.
La pista de este hallazgo la proporciona sin querer Heliodoro Flores en sus Adivinanzas Corrientes en Chile (1911), Cuenta Flores que algunas de las adivinanzas del Diccionario de Machado se repiten en Chile con algunas variantes que no dejan duda de que se hayan tomado precisamente del folclor español y pone de ejemplo algunas adivinanzas. La siguiente mención no podíamos menos que reconocerla:
"La española (Galicia): ¿Qué cosa es que anda con las tripas a la rastra? La aguja enhebrada.
La chilena: Pica picando/ colita arrastrando. La aguja."(4)
La versión en Sahagún: "Qué cosa y cosa, que va por un valle, y lleva las tripas arrastrando? Ésta es la aguja cuando cosen con ella, que lleva el hilo arrastrando".
La muestra que hace Machado, bajo el seudónimo de Demófilo, es todavía más semejante, pese a encontrarse en gallego:
"Qué cousa è cousa qu’anda co—as tripas arrastro?"
Y su derivada: "De burato en burato/  vai co—as tripas arrastro." /Demófilo, (5)
No es una coincidencia. Los zazaniles llegaron también al otro lado del mundo y de allá regresaron. Magdalena Fuentes Zurita, en las adivinanzas de tradición oral chilenas que reúne, vuelve a consignar estas dos adivinas. Los números corresponden a la selección antológica de la que es autora.(6).
16.Pica picando
la colita arrastrando. La aguja
17.Que será, qué será
que con el pico picotea
y con el culo tironea.
La aguja

Referencias

(1) Fray Bernardino de Sahagún Historia General de las Cosas de la Nueva España, Editorial Porrúa, México, D. F., 1979, Libro VI, Capìtulo XLIII.
(2) Fernán González de Eslava
Coloquios Espirituales y Sacramentales y Poesías Sagradas del presbítero de Eslava. Edición de Joaquín García Icazbalceta, México, 1877, pp. 271—72
(3) Fray Bernardino de Sahagún. Historia General de las Cosas de la Nueva España, Edición y notas de Carlos María Bustamante, 1829, Tomo II, Libro VI, Capìtulo XLIII, p.236.
(4) Heliodoro Flores. Adivinanzas Corrientes en Chile Memorias Científicas y Literarias, Universidad de Chile, Tomo CXXVIII, 1911, Versión digital, pp. 773—774.
(5) Antonio Machado y Alvarez (Demófilo). Colección de Enigmas y Adivinanzas en forma de Diccionario Sevilla, 1880, p.344
(6) Magdalena Fuentes Zurita, Selección. Antología de la Adivinanza
LOM Ediciones, p.19, Santiago de Chile, 2004

§ 4. El Lenguaje de Zuyúa

Un par de años después de Grillito Socoyote escribí una nueva colección de cuentos que titulé Pok a tok, el juego de pelota, uno de tales cuentos con una serie de adivinanzas mayas del llamado lenguaje de Zuyúa. Se titula Maquech, el nombre corresponde a un escarabajo propio de la península de Yucatán el cual suele adornarse con piedras de colores para semejar una joya viviente que, atada a una cadena se trae como prendedor o se tiene como curiosidad. Es un souvenir típico de tierras yucatecas y en mi cuento hace las veces de príncipe que será iniciado y revestido de las insignias reales al responder acertadamente los acertijos mayas.
El Lenguaje de Zuyúa es propiamente un lenguaje de iniciación, como quiere Jolles, así se dice en el Chilar Balam de Chumayel(1), "llega hoy el tiempo en que sean interrogados con acertijos los Batabes de los poblados para saber cómo es que merecen el Señorío, si es que lo saben por generación, si es cierto que lo saben y comprenden los Batabes y Halach Uiniques, jefes, como jefes que son. Si es cierto que descienden los batabes de Ahues, Señores Príncipes, de Halach Uiniques, Jefes, realmente, han de demostrarlo".
Aquí me tropecé con lo incomprensible que sería adaptar el Lenguaje de Zuyúa a un cuento infantil, de modo que opté por seguír el estilo retórico de los acertijos y cambiarlos por algunos zazaniles. El único acertijo maya que incluí entonces fue el siguiente:
—…Dime ahora, ¿dónde he de hallar una doncella de blancas y relucientes pantorrillas? Quiero alzarle su enagua hasta los muslos...
En el texto original leemos casi lo mismo: "Hijo mío, tráeme una doncella de blancas y relucientes pantorrillas, aquí, quiero alzarle su enagua hasta los muslos". "Así ha de ser, ¡oh padre!", Lo que pide es la jícama; alzarle la enagua hasta los muslos es quitarle la cáscara. Habla es de Zuyúa".
Algo quedó en el subconsciente porque casi veinte años después escribo La saga de los jugadores de pelota y retomo el Lenguaje de Zuyúa de una manera que pudiera trabajarse en su contexto cultural. El primer capítulo se titula "Adivinanzas mayas".
Corre el año de 1968 y los indios separados de Quntana Roo han comprendido el peligro que significa la construcción de una carretera que cruce toda la península maya en sus territorios entonces vírgenes, a los que fueron empujados en las guerras de castas. El rey blanco de los maya cruzoob sabe que algún día ha de dejar el trono y escoge a un chiquillo como posible sucesor para que se pruebe y se instruya. El Consejo de Ancianos lo examina con una adivinanza
"El general Pohto, en representación del Consejo, por ser el más anciano, se dirigió muy ceremonioso al muchacho con estas enigmáticas palabras.
—Hijo mío, trae para mí la luciérnaga de la noche, aquella que al norte y al poniente deja pasar su olor; que venga lamida por la lengua del brujo.
Tzinzinbactoc, estaba impresionado por encontrarse en la reunión de los Principales. A todos ellos los conocía por su nombre y rango, por haberlos visto llegar a la aldea algunas otras veces y haberlos visto el año anterior presidiendo la ceremonia de la Santa Cruz en Chancah. El sitio de la reunión también era de impresionar a un jovencito: el templo católico maya donde se veneraba a la Santísima Cruz. Se trataba de un gran edificio rectangular lleno de imágenes santas, reliquias sagradas, velas y veladoras, con un pequeño altar y el tabernáculo. En éste se guardaban los libros sagrados que, hacía muchos años, escribieran ilustres antepasados sobre las hojas de papel del árbol copo. Frente al altar había una mesa llena de velas encendidas y, al fondo de la iglesia, colgaban tres campanas de bronce y dos tambores.
Las palabras que le dirigiera el comandante lo sacudieron de golpe, como cuando se está dormido y estallan al amanecer los cantos de los pájaros, despertándolo a uno. No las comprendió para nada, pero se apresuró a responder:
— Así ha de ser, padre — y dicho esto, salió de la choza dispuesto a cumplir el encargo.
Afuera, donde lo esperaba una parvada de chiquillos, Tzinzinbactoc, despertó por completo del ensueño y se encontró con que no sabía con exactitud qué hacer.
—¿Para qué te querían los comandantes? —le preguntaron sus compañeros de juego.
—Voy a un mandado... —respondió y se alejó rápidamente sin ponerse las sandalias.
Algunos chicos trataron de seguirlo, él les advirtió que no lo hicieran. Dio algunos pasos indeciso, corrió en seguida hacia su casa y a la mitad del camino se detuvo.
—¡Oh, mono aullador! —exclamó— Si me ha hablado de modo figurado, en lenguaje de Zuyua.
Sí, eso era: el anciano le había formulado una adivinanza que él debería de interpretar. Se avergonzó por haber salido a la carrera pensando que en verdad le pedía una luciérnaga. No, se trataba de otra cosa.
—La luciérnaga de la noche que al norte y al poniente deja pasar su olor —se dijo al fin— es el cigarro, y la lamida de la lengua del brujo, es el fuego cuya lengua lo enciende. ¿No parece una luciérnaga el cigarro encendido en la noche? ¿No desparrama su olor el tabaco?"
Básicamente el acertijo original ha sido trascrito literalmente y de la misma manera se le presentan al personaje nuevas adivinanzas, en el lenguaje de los libros de Chilam Balam
"Hijo mío, tráeme la claridad que alumbra el Petén, el país llano, tengo deseos de comerla… Lo que pide es la miel líquida.."
Los huérfanos de padre envueltos en siete capas, son los Dzotob Chay, tamalitos rellenos de huevo en salsa de semilla de calabaza envueltos en hojas de chaya; "los huesos de tu padre, aquellos que enterraste hace tres años", son la yuca cocida bajo tierra. Ante la manifiesta dificultad para poder comprenderlos, podemos hacer paráfrasis de los Chilam Balam y preguntar con ellos: ¿Quién será capaz de interpretar correctamente estos signos reales?
En el precioso libro Canek de Ermilo Abreu Gómez, encontramos algunas adivinanzas de los Chilam; en memoria de don Ermilo, escogí las mismas que él
"— Hijo mío —dijo el general Pohto ese primer día en la iglesia—¿Dónde están las dos piedras en medio de las cuales hay una cruz alzada?
Por costumbre, Tzinzinbactoc iba a salir del templo a la carrera a buscar las piedras y la cruz, cuando una chispa en la mirada del general Pohto, le dio la clave de la adivinanza. Estuvo a punto de hacer el ridículo de ir a buscar a otra parte los ojos del hombre, pues esas dos piedras entre las cuales se alza una cruz, son los ojos del hombre. En cualquier rostro hay una cruz dibujada entre la nariz y la frente."
Más adelante en la historia llega, naufrago, un niño que vivía en la ciudad de México. Y en una oportunidad, charlando con Tzintzin se da el siguiente diálogo que ilustra el alejamiento en que nos encontramos. La adivinanza maya también aparece en Canek.
—¿Sabes tú que es una cosa torcida en tres ramales?
—No tengo idea.
—Es la iguana, pero no se lo digas a nadie más, porque es lenguaje de Zuyua.
—No sé cómo son las iguanas, ¿son reptiles como cocodrilos chiquitos?
—Ya te mostraré una la próxima vez que vayamos con Puc de paseo y verás que, en efecto, es una cosa torcida en tres ramales.
—¿Te gustan las adivinanzas? A ver, si sabes esta: chiquito como un ratón cuida la casa como un león.
—¿La culebra ratonera? — se apresuró Tzinzin a responder.
—No. Estás frío.
—A ver, déjame pensar...
— ¿Te rindes?
—No, espera.
A Tzinzinbactoc le fue difícil reconocer que no sabía la respuesta a algo que Yuc había planteado tan alegremente y que parecía juego de niños. Fabián rió para decir:
—Tonto: se trata del candado.
—¿Y qué es un candado? —preguntó Tzinzin.
Con esto ambos comprendieron la distancia que mediaba entre sus dos mundos.
Este es el reto maravilloso de la literatura infantil, acercar los mundos, acercar distintas visiones de la vida, acercar a los seres humanos.

Referencias

(1) Alfredo Barrera Vázquez y Silvia Rendón. El libro de los libros de Chilam Balam, Fondo de Cultura Económica, México,1965, pp. 131—32.

§5. Las viejas adivinanzas

Ni mayas ni aztecas son los únicos mundos lejanos en el tiempo o en el espacio para nosotros. Hay regiones del país, en las fronteras, en la Sierra Madre, en las selvas, que también son distantes para el ser globalizado que ahora somos. Uno de esos mundos lejanos ya lo mencionamos en las voces del doctor Herrera y de nuestro Fernán González de Eslava: la época colonial, con todo lo que venía de España y todo lo que aquí también se gestaba.
En una novela inédita que recién escribí situada en el siglo XVIII, logro colocar entre los colegiales de una famosa escuela, la Ensalada de Adivinanzas de Eslava y algunos enigmas de don Cristóbal Pérez de Herrera. Caben en la época y en las circunstancias, de donde se justifica su inclusión en una historia de la Colonia; pero veamos qué esfuerzo representan para el lector de nuestro tiempo fuera de su contexto original.
Conviene mencionar que, tal como lo hace Sor Juana, Eslava juega con un concepto religioso muy comprensible en su tiempo. No se puede olvidar que la religión reina en la época. Todo, absolutamente todo, se encuentra bajo el yugo o égida de la religión. Nadie escapa de eso, ni Newton, ni Leonardo, ni sor Juana, ninguno de los espíritus esclarecidos de la época se pudo alejar de la religión, absolutamente nadie en los reinos cristianos.
Las adivinanzas de Eslava tienen además la particularidad de que se escribieron para ser cantadas a varias voces:
–Generosa compañía,
Al qué es, qué es y qué es juguemos,
Porque todos nos holguemos
Pues es noche de alegría.
Comenzá,
Si quisierdes preguntá,
Que todos estos señores
Monacillos y cantores
Cada cuál responderá.
No acertareis en un mes
Lo que quiero preguntaros:
No presumáis de alabaros
Que yo os diré, aqueste es,
¿Qué es y qué es y qué es
Que te da y tu no lo ves?
–El viento
La respuesta conocida, es el viento, y así responde una segunda o tercera voz, pero es un juego del autor porque va a cambiar el significado conocido por otro "a lo divino", haciendo referencia a la gracia invisible de Dios, tal como se explica en seguida:
Es Dios en el Sacramento
Que tu vista no lo ve,
Y veráslo con la fe
Y con sano entendimiento.
La razón dice sin tiento
En misterio tan subtil:
Alúmbrame ese candil,
Que no veo nada;
Que ni sé si es alguacil,
Si cabo de escuadra.
Esta adivinanza, no es la primera de la Ensalada, la escogí a sugerencia de reconocerla en La letra niña, hermoso libro del doctor Arnulfo Uriel de Santiago Gómez, como de fácil comprensión, si cabe decirlo. Pese a todo el enredo religioso de la Ensalada, a la que hemos de volver, es un juego de niños y a la distancia, no sabemos si Sor Juana también hace un juego de niños con su adivinanza a San José, cuanto que es del mismo tenor que las de Eslava y las de Alonso de Ledesma. Aquí, aunque se habla de señores, se dirige a monacillos y cantores, grupos compuestos por lo general por niños y jóvenes.
En la historia que cuento, la Ensalada sirve de entrada a un concurso escolar de enigmas, de las que el maestro ha dado algunos ejemplos tomados de Pérez de Herrera. Veamos las que tengo apuntadas en dicha novela:
ENIGMA CCLXXVII
–Solo á Dios tengo por padre,
que el hombre no me engendró;
antes el ser le di yo.
Todos me tienen por madre,
y otra madre los parió.
La solución a cada enigma la dispuso Herrera en la página opuesta enfrentadas una y otra; una larga explicación en cada caso.
LA TIERRA.
Dios la crió, y la hizo, y no tiene otro padre ella. Fue de lo que se formó el hombre: tienenla todos por madre, pues de ella nacimos, y en ella paramos: si bien el parirnos no lo hizo, sino nuestras madres, á quienes debemos reverenciar, y; estimar en mucho, por el gran trabajo que padecen, sustentándonos, y sufriéndonos en sus vientres y pariéndonos con tan vehemente dolor, y después criándonos con tanto amor, y solicitud.
Los trescientos enigmas de Herrera son todos en versos octosílabos, quintillas, propiamente redondillas, la composición más española que se conoce, junto a los villancicos, los romances, las glosas y las coplas. Don Gaspar Mercader, de la Academia de los nocturnos, nos dice:
Son los versos mas de España
las tassadas redondillas 
y assi Español muy de veras 
se muestra quien las cultiva…(1)
Rengifo llama redondillas a cinco versos de ocho sílabas que podían asumir varias combinaciones que el pueblo ha adoptado en diversos usos. La estructura puede ser ABBAB, como en el anterior y el siguiente enigma, lo mismo que ABAAB, como en los enigmas 199 de este apartado y 6 de un apartado anterior.
ENIGMA CCLXXVIII;
Es muy amigo de vino,
y da aviso con trompeta,
guárdense de su lanceta:
el que tiene bueno el tino,
le mata en su misma treta.
En este Enigma la explicación correspondiente nos sitúa en la época en que el vino se fabricaba muy artesanalmente. Veamos la respuesta:
EL MOSQUITO.
Bien se sabe quantos mosquitos se crían en las Bodegas, aficionados a el vino de ellas: y assí para dar á entender, que una persona es amiga de este Licor, suelen llamarle mosquito, por el amor que unos, y otros le tienen. Con el ruido que hace, que es mas grande que se puede esperar de cosa tan pequeña, parece que avisa se guarden de él: y si tiene buen tino, y le aguarda la persona al tiempo que pica, le mata con mucha facilidad.

ENIGMA CXCIX.
Soi ligera como el viento
peso como hierro y plomo 
ando sobre un elemento,
aire, y agua es mi sustento,
de comer tengo y no como.
El enigma 199 es de los menos comprensibles para nuestra época. Cabe, como lo he dicho, en mi historia que ocurre en los tiempos de la Nao de China; de otro modo, sin el apoyo de su contexto cultural, sería más difícil el apropiarse de este hermoso material en nuestras historias. Hasta la explicación del autor contiene frases que podían conducir al diccionario, por ejemplo cinglar velas, o sea empujar la nave, y matalotage, o sea matalotaje, las provisiones que lleva. Veamos la solución:
LA NAVE, ó GALERA.
Es ligera la galera, ó nave, quanto el viento quiere hacerla cinglar leguas. Ya se vé quanto debe de pesar, que es casi infinito. Anda sobre las aguas de el mar, este la sustenta, y el aire; y aunque es verdad que lleva mucho matalotage y cosas de comer, para sustento de la gente que va dentro, ella no come, porque es incapaz de mazcar, y comer.
Mientras nos enfrentamos al libro original y examinamos la conveniencia de adaptar un enigma, un acertijo o una adivinanza para su comprensión lectora en nuestros días, surge también el impulso contrario, y uno se pregunta si no sería conveniente acercar al joven lector a la lectura original con alguna clase de iniciación literaria en los clásicos para lograr que fuera capaz de interpretarlas por si mismo.

Referencias

(1)Gaspar Mercader, El Prado de Valencia. Avec une introduction, des notes et un apprendice par Hernri Marimee, Paris, Auguste Picard, rue Bonaparte, 82, P.88

§6. La metáfora

La metáfora es imposición de nombre ajeno, dice Aristóteles, lo cual debe entenderse en el sentido de trasladar el sentido recto de las voces a otro figurado, en virtud de una comparación tácita, como suscribe el Diccionario de la Real Academia. A partir de esta clara definición, la naturaleza de la metáfora se puede contemplar desde múltiples puntos de vista según el propósito de quien la estudia y cómo la instrumenta y para qué. En la Poética, Aristóteles(1) contempla, grosso modo, cuatro clases de metáforas: "hácese del genero a la especie, o de la especie al genero, o de una a otra especie y por analogía"; es decir, los dos primeros casos, son de lo general a lo particular y de lo particular a lo general. En el cuarto caso que me parece el más curioso habla de proporciones en términos de lógica matemática, como decir,

a/b = c/d,

lo cual explica de esta manera: "Por vía de proporción se pone el nombre, cuando el segundo está con el primero, como el cuarto con el tercero: porque en tal caso el cuarto se puede poner en vez del segundo, y el segundo en vez del cuarto. Y algunas veces se pone en lugar de aquello, cuya es la cosa, aquello a que se aplica, como por ejemplo: de la misma manera es la taza para Baco, que el escudo para Marte; y así se puede llamar la taza escudo de Baco y el escudo taza de Marte Y también por haberse la tarde con el día de la manera que la vejez para con la vida; por eso se podrá llamar la tarde vejez del día, y la vejez tarde de la vida."
Quintiliano(2), en su Instituto Oratoria, hace la siguiente observación al hablar de los tropos: "La metáfora, esto es, traslación, es entre todos los tropos el más hermoso y frecuente; tan natural que lo usan hasta los ignorantes sin advertirlo, y tan gustoso que da mayor luz a la oración ya por sí clara".
Luego explica que "la fuerza de la metáfora parece ser principalmente de cuatro modos: si en las cosas animadas se pone una por otra; si cosas inanimadas se toman por otras del mismo género; si las cosas inanimadas se toman por las animadas; o si las animadas por inanimadas, brotando una cierta sublimidad de esta última".
Martínez Amador(3) habla precisamente de esas cuatro clases de metáforas con claros ejemplos:
1°, la de un ser animado a otro, como cuando se dice que una muchacha ruborosa es una sensitiva, que un hombre taimado es un zorro, etc.;
2°, la de una cosa inanimada a otra, como la cumbre del poder, este negocio es una mina, etc.;
3°, de lo inanimado a lo animado, v. gr., al decir que un guerrero fue un baluarte de la independencia de su patria, que Don Quijote era el escudo de los menesterosos, que un buen hijo es el báculo de la vejez de sus padres, etc.;
4°, la de lo animado a lo inanimado, como el llamar gusano a un remordimiento, o decir que un hombre devoró su herencia".
La cita completa de Quintiliano, que interrumpí para dar lugar a los ejemplos de Martínez Amador, termina diciendo: "El moderado y oportuno uso de la metáfora hace clara la oración, el frecuente no sólo la obscurece, sino que la hace enteramente fastidiosa, y continuado viene a dar en alegoría y enigmas. La metáfora, o debe llenar un hueco, o si ocupa el lugar de otra palabra debe expresar más que aquélla por la que se sustituye". Un claro consejo a los poetas.
Luis de Escobar en la presentación que hace a la parte quinta de sus Cuatrocientas respuestas, señala el estrecho parentesco entre enigma y metáfora de esta forma: "Y destas preguntas que se llaman enigma es toda esta quinta parte y algunas vezes se llaman metháforas por otro nombre".
Algunas viejas metáforas del habla popular devendrían en pequeños enigmas al oscurecerlas el tiempo y otras lejanías, como algunas de las metáforas de que da cuenta Sahagún en su Historia General de las Cosas de la Nueva España (4), mientras que otras de esas mismas metáforas del pueblo azteca, siguen teniendo sentido en la actualidad. Veamos algunos ejemplos tal como los traduce Sahagún que no era precisamente un retórico
4. Es mi comida y bebida. Quiere decir con esto gano de comer y de beber.
5. Hanme puesto un penacho de esclavo, y hanme rodeado el cuerpo de una sonaja. Quiere decir, por metáfora: En este oficio o cargo que me han dado, hanme hecho esclavo y siervo de la república, o de las personas a quien rijo.
8. Está lleno este lugar de alacranes, y de ortigas, espinas y abrojos. Por metáfora se dice: andas de pleito con el señor o delante del señor o juez; mira que andas en peligro entre alacranes, etc.
9. Está llena de polvo y estiércol, y por metáfora se dice de los que han ganado el señorío que tienen, o la hacienda que poseen, con engaño o con mentiras, y así le dicen: tu hacienda, o tu señorío, no es limpiamente ganado, que está lleno de polvo y estiércol, y de engaños y hurtos.
11. Del cielo, o de entre las nubes, ha venido. Por metáfora se dice de alguna persona notable, que vino de algún lugar o reino que no lo esperaba, y hace gran provecho a la república.
12. Aún no se ha desecho el humo, o la niebla de él. Que quiere decir que aún no se ha perdido la memoria de su fama y de su loa.
17. Cabellos, uñas, espina, barbas, cejas, astilla de piedra preciosa. Se dice por el que es noble o generoso, o de linaje de señores.
22. Cofre y arca. Y por metáfora quiere decir: persona que guarda bien el secreto que le está encomendado, o persona muy callada.
31. Plumaje rico, y de perfecto color. Dicese por la oración perfecta, elegante y muy bien compuesta.
32. Eres cedro y árbol de gran sombra. Se dice de cualquiera señor o principal que es liberal y defiende y cela a sus vasallos.
Fray Bernardino de Sahagún, luego de consignar poco más de ochenta metáforas, termina haciendo un apunte interesante: "Otras metáforas hay, cuyo lenguaje es más necesario a los confesores para entender a los naturales el curioso sentido de ellas, en lecturas de libros; y por esta razón no puse más de estas, pareciéndome bastar para entender la plática y trato de estos naturales"(4).
Sahagún hacía referencia propiamente a los cantares y la literatura que empezó a transcribir el pensamiento indígena en caracteres latinos. Se trataba, ciertamente, de ejercitar la censura en tales escritos, eliminando las referencias a los antiguos dioses o corrigiendo lo que consideraban impropio, como los llamados cantares graciosos, llenos de alusiones sexuales ocultas en metáforas y dobles sentidos.
Existían, pues, metáforas del habla popular y metáforas propiamente poéticas. En uno de los cantares graciosos, el Xochicuicatl cuecuechtli(5), una farsa teatral llena de delicadísimas y audaces metáforas, después de que el bufón ha representado diversos animales, tira el último de sus disfraces y termina entonado estos versos en honor de la poesía;
"Ladrón de cantares, corazón mío
¿Dónde los hallarás?
Eres menesteroso, como de una pintura, toma bien lo negro y rojo,
Y así, tal vez, dejes de ser un indigente".
Lo negro y lo rojo de una pintura, es el conocimiento.
Patrick Jhohansson considera que en los versos de este cantar se dan dobles, triples y hasta cuádruples sentidos propios del albur mexicano(5). Ladrón de cantares, tiene aquí, analiza, el sentido de ladrón de amores.
Si durante mucho tiempo predominó el concepto de metáfora como ornamento, luego, en el curso de los siglos se han formulado reflexiones filosóficas, estéticas, etnológicas. lingüísticas y psicológicas que ahondan en diversas disciplinas. Jacobson, por ejemplo, considera que la metáfora es uno de los mecanismos principales, no sólo de la producción literaria y artística, sino del pensamiento simbólico en general: toda creación del espíritu humano, incluso la inconsciente, el trabajo onírico, son, de acuerdo a este pensador, determinados y provocados por relaciones de significación preponderantemente metafóricas o metonímicas.
No es el objeto de estas notas abundar al respecto, pero no se puede dejar de señalar la sobrada atención que desde distintos campos los especialistas han puesto en la metáfora como madre primigenia de las formas estilísticas. Como lo anoté al principio, circunscribimos estos apuntes en un ámbito más modesto de la lírica española en donde, para mi modo de ver el mundo, tienen cabida los textos indígenas que llegaron a traducirse al idioma español hace mucho tiempo o más recientemente. Estudiosos de gran autoridad han andado antes este sendero que no tengo por original.
Hay, y eso desde el inicio de los tiempos, metáforas en el habla popular que oscureciéndose un poco, como previene Quintiliano, y sugieren otros autores, devienen en enigmas, en juegos de acertar; y, a lo mejor desde esas edades remotas en que el lenguaje adquiría riqueza de formas y esa exuberancia de expresión, que menciona Sapir, los adelantados de la tribu, clan o pueblo, adornaron la lengua con elegantes y hermosas metáforas, que a su vez, dieron pie a primorosos enigmas. La poesía oral, los cantos, himnos y leyendas de los pueblos preliterarios nunca estuvieron exentos de belleza.
Sin embargo, la metáfora requería de la escritura, de formas literarias, para manifestar su potencial artístico, explotado principalmente en la poesía. Y si la poesía hacia gala de metáforas, no tardó en oscurecerlas en cuaderna vía o en octosilabos, dando origen al enigma culto y marcando la pauta a la adivinanza popular que, tomando el ejemplo, trataría de hacerse en verso.
El libro de Apolonio en español antiguo, contiene algunos enigmas que Apolunio tenía que resolver para obtener primero la mano de una princesa y luego para, sin saberlo él, encontrar a su hija. Escrito probablemente en el siglo XIII, en versos alejandrinos o cuaderna vía, son una rara muestra de enigmas cultos del Mester de clerecía, de los más antiguos en lengua castellana. El autor compara el río con una casa que murmura, da voces, y a los peces con los huéspedes; con eso tiene las metáforas, y para construir el enigma las enlaza en una pregunta en verso (6)
Dime cuál es la casa —preguntó la criada—
que nunca se está queda, siempre anda lacerada,
los huéspedes son mudos, da voces la posada.
Si esto adivinases te quedaré obligada.
— Esto —dijo Apolonio— yo lo voy ideando:
el río es la casa que corre murmurando.
Los peces son los huéspedes que siempre están callando.
Esta está terminada, ve otra preguntando.
La adivinanza, sin embargo, no sólo se deriva de metáforas oscurecidas, sino también de metonimias y sinécdoques, tropos que muchas veces son confundidos con metáforas.

Referencias

(1) Aristóteles. La Poética de Aristóteles, dada a nuestra lengua castellana por don Alonso Ordoñez das Seijas y Tobar. Añádese nuevamente el texto griego, la versión latina y notas de Daniel Heinsio, y las del Abad Batteux traducidas del francés. Madrid, 1778, Cap. XXI, 4. pp. 99, 101.
(2) M. Fabio Quintiliano. Instituciones Oratorias. Traducción directa del latín por los padres Ignacio Rodríguez y Pedro Sandier, Madrid 1877, Tomo II, Cap VI.  I. pp 68—70
(3) Emilio Martínez Amador. Diccionario gramatical y de dudas del idioma. Barcelona: Ramón Sopena, 1953
(4) Fray Bernardino de Sahagún Historia General de las Cosas de la Nueva España, Editorial Porrúa, México, D. F., 1979, Libro VI, Capìtulo XLIII
(5) Patrick Johansson. Revista de Literaturas Populares, Año VI, Nímero 1, Enero—Junio de 2006. Dilogía, metáforas y albures en cantos eróticos nahuas del siglo  XVI p.72
(6) Anónimo. Libro de Apolonio. Madrid: Castalia, 1974,  p, 113

§ 7. El enigma

En nuestro idioma enigma tiene equivalencia con términos como acertijo, adivinanza, quisicosa, cosicosa e, inclusive, misterio; podría también acercarse a otras palabras del vasto idioma español, pero por lo pronto ya es bastante tratar de diferenciar acertijo de adivinanza y quisicosa o cosicosa.
Este diccionario establece, como apuntamos en otro apartado, que acertijo es "uno como enigma", mientras que la quisicosa es "enigma o objeto de pregunta mui dudosa". Ahora que la definición que hace de enigma es la misma del Tesoro de la lengua: "Sentencia obscura, o propuesta y pregunta intricada, difícil y artificiosa". .
Lo único claro es que todas las definiciones se hacen a partir de enigma; del enigma la quisicosa y sólo más tarde el acertijo y finalmente la adivinanza, sin que propiamente exista una clara diferenciación entre un término y otro. Ha sido en tiempos más o menos recientes cuando se ha querido dar a enigma una connotación de mayor oscuridad y a la adivinanza la forma popular que tuvo la quisicosa y se ha tratado de hacer del acertijo algo menos elaborado. En un principio, si hemos de creer a Covarrubias y al Diccionario de autoridades, eran lo mismo. Es en el ejercicio de la quisicosa y el enigma, de tanto acertar y adivinar (A ver si adivinas, a ver si aciertas), que se generan adivinanza y acertijo como términos equivalentes. Ciertamente hay una gran diferencia entre acertar y adivinar, de donde, con el tiempo una se apropia de las formas cultas y populares y el otro se extiende a nuevos campos, como el de las matemáticas, así como enigma se prefiere para asuntos, digamos, más profundos o misteriosos.
Para Antonio Machado "enigma y adivinanza no son la misma cosa, aunque son formas análogas que se desenvuelven paralelamente: el enigma es, en cierto modo, la adivinanza erudita, la adivinanza es el enigma popular; en la primera parece predominar una finalidad didáctica, la segunda parece hecha más bien con intención poética"(1).
Este es uno de los muchos intentos por definir adivinanza, en este caso separando los enigmas muy elaborados de los enigmas sencillos que por su "falta de artificio y complejidad" parecieran ser obra "del pueblo", dando por hecho que el pueblo es bastante rústico. Ciertamente es una definición generalizada, convencional, pero sin sustento a pesar de que Machado afirma que en Las Cuatrocientas respuestas a otras tantas preguntas de Luis de Escobar ya se mira esa diferencia, por el hecho de que, después de las cuatrocientas cultas respuestas, Luis de Escobar pide que "no le envíe tales preguntas que parecen niñerías de que cosa y cosa". Escobar incluye en su preguntario setenta y cinco enigmas, al lado de preguntas digamos de religión y conocimientos: Cómo se cura la gota, qué fruta es mejor para la digestión y cuán benéficos o no son los vientos, etc.
Por otro lado, no falta quien trate de hacer una distinción clara entre acertijo y adivinanza y establezca como principio que el acertijo suele ser en prosa y la adivinanza en verso, planteamiento que requiere de una sustentación teórica y no solo de facto, como se quiere dar en tiempos recientes, pero que retrospectivamente no se puede avalar por falta no sólo de autoridades, sino de una clara definición. En nuestros días cualquier pregunta se trata por acertijo; de alguna manera la Real Academia da cierto sustento a dicha opinión en el segundo caso de su definición de acertijo:
  1. Enigma o adivinanza que se propone como pasatiempo.
  2. m. Cosa o afirmación muy problemática.
De donde se da por hecho que un acertijo puede ser prácticamente en ciertos casos una pregunta escolar, pero se sigue aceptando que en otros es lo mismo que un enigma o adivinanza.
Al hacer la distinción, entre adivinanza en verso y acertijo en prosa, algunos autores sostienen graciosamente que la adivinanza, a diferencia del acertijo (envuelto este "en una prosa lineal… menos creativa"), tiene "una estructura más compleja, y elaborada con parámetros más definidos en su construcción, como el uso de lenguaje simbólico y rimado con el que logra conformar un rodeo de palabras, una descripción metafórica "(2). Ante esta curiosa definición, el estudioso del folklore español Antonio Machado asegura, por el contrario, que las adivinanzas son de escaso artificio poético en comparación con los enigmas. Mientras que Fernán Caballero(3), cuando hace la presentación de las adivinas que ha recopilado, advierte claramente:
"En estas adivinas infantiles no se espere, ni la exactitud ni lo correcto en la composición, ni aun lo ingenioso del pensamiento (aunque en varias de ellas se encuentran estas tres circunstancias)."
Villarroel en la colección de enigmas que presenta en verso en sus almanaques, los llama unas veces enigma y otras acertijo sin mayor diferencia.
No faltan los estudiosos modernos, como Gisela Beutler(16) por ejemplo, que siguen llamando acertijo a enigmas presentados en forma de verso, o bien, como Pascuala Morote Magan, que reitera lo que he repetido de otra manera: "Las definiciones que encontramos en diversos diccionarios de la palabra adivinanza coinciden en considerarla como sinónimo de "acertijo""(17), y cita a María Moliner.
Rafael Boira (4), en 1862, establece por su cuenta una gran diferencia entre enigma y adivinanza bajo el mismo principio de Machado, al tiempo que suele confundir adivinanza con acertijo. La obra de Boira fue muy popular en su época al grado que a ella se debe el auge que cobró nuevamente el enigma en esos años. Para enigma, Boira sigue al pie de la letra las construcciones en octosílabos de Herrera (de hecho las copia). En el índice anuncia los Enigmas por un lado y señala para otras paginas "Adivinanzas, símiles, disímiles, acertijos y semblanzas". En el interior, en las páginas marcadas por el índice, siempre aparece el anuncio Adivinanzas para toda la siguiente clase de preguntas. Se sobre entiende que entre ellas habría no sólo adivinanzas.
77. ¿Por qué hierran a los caballos?
78. ¿Qué diferencia hay entre lo bueno y lo bello?
79. ¿Hay alguien que sea hijo de tu padre y de tu madre sin ser hermano tuyo?
80. ¿Qué diferencia hay entre la rueda de un coche y un abogado?
La quisicosa, que es la adivinanza popular tal como la quieren ver Machado y otros autores, es muy anterior al término de acertijo que aparece sin antecedentes en el diccionario de autoridades.
Para el objeto de estas notas, en base a las autoridades, los acertijos son enigmas, adivinanzas o quisicosas ya sea en verso o como se puedan presentar; con el tiempo mutarán unas y otros y serán válidas o no nuevas definiciones.
Veamos dos ejemplos de acertijo del Diccionario de autoridades, uno en verso y el otro como Dios les dio a entender:
¿Qué es cosa y cosa,
Entra en el mar y no se moja?
¿Qual es del botón y capullo de la rosa,
que por tener cinco hojas,
dos lisas y sin pelillos, dos con ellos,
y una lisa por una parte,
y por la otra con pelillos?
Sobre el primer acertijo, habría que señalar que Machado(5) alega que "las adivinanzas verdaderamente populares son las de dos versitos pareados ó las hechas en coplas romanceadas y otras combinaciones que por su escaso artificio y la sencillez y espontaneidad que á primera vista revelan, trascienden tiro á legua al anónimo autor que las creara". Opinión ocurrente que choca con Alonso de Ledesma que considera las coplas de España de mayor estima. De igual forma, Machado pasa por alto la larga tradición enigmática de escribir en versos pareados, muchos de un solo dístico elegíaco, tal como encontramos en la Antología griega o en la colección de Juan de Lorich (1528). De esta larga tradición de los viejos enigmata griegos, latinos y medievales podía derivarse la costumbre que se hizo popular de construir un enigma en un par de versos.
Es posible que los comentarios de Machado manen al tener a la vista la recopilación de Fernán Caballero de Adivinas infantiles y Acertijos Populares, ya que las primeras 63 adivinas son de dos versos pareados y muchos de los que siguen son coplas en romance. Más adelante Fernán Caballero, queriendo hacer una distinción entre acertijo y adivinas, presenta 138 Acertijos Populares, igualmente en verso. Contra la idea de que el acertijo no se viste de verso y es muy escaso de creatividad, los que presenta doña Cecilia, son todos no sólo en verso, sino más elaborados que las 200 adivinas. Un ejemplo, el  acertijo 108 de su cuenta:
Apellídanme Rey, y no tengo reinos
Dicen que soy rubio , y no tengo pelo,
afirman que ando, y no me meneo,
relojes arreglo, sin ser relojero.
—El sol.
El maestro Antonio Alatorre asegura que quienes se dedicaron a idear enigmas y exponerlos ingeniosamente por escrito "no hicieron más que refinar, elevar a nivel "literario" la folklórica adivinanza, el qué es cosa y cosa". A esta aserción de Alatorre, Raúl Flores(6) agrega que difícilmente se puede asociar a las adivinanzas folklóricas el ambiente enigmático referido en los autores clásicos. y digo yo que el cosa y cosa parece más bien haberse desprendido de algunos enigmas que lo anunciaron para diferenciarlo de los Problemas, las preguntas y respuestas eruditas, y hacerlos "cosa de niños" que en realidad, como los cuentos folclóricos de ese tiempo, eran para todos. La infancia es un invento del siglo XX. Covarrubias, en el Tesoro de la lengua, no explica que el cosa y cosa fuera adoptado de los aires populares, sino que afirma se deriva de la práctica del propio enigma: "En la proposición de los enigmas se suele preguntar, que es cosicosa; porque es cosa, y cosa; como si dijera qué significa esta cosa propuesta". Semejante juicio vierte Juan Díaz Rengifo(7): "hablan a veces los poetas en los enigmas, preguntando, cual es la cosa, que proponen; y otras veces la misma cosa que en aquellos se contiene."
Tengo algunas reticencias sobre lo que se llama popular en el arte, tal vez impregnado de Jean Charcot cuando en un estudio sobre Manuel Manilla, exclama, en referencia a las artes plásticas, que "se inventó el truco del "arte popular", gracias al cual se podría rendir homenaje al objeto de arte y seguir despreciando al autor de ellos…"
No creo en la creación de un corpus de adivinanzas sin la presencia de un autor y un compilador con clara conciencia de lo que hacen. Machado mismo, en la crítica que hace de la recopilación de Fernán Caballero, descubre muchísimas muestras de enigmas cultos ya sea enteros, transformados, reinterpretados o mutilados en vox populi, que es en realidad lo que hace el pueblo: toma lo que quiere o puede de sus adelantados y lo hace suyo. Por ejemplo la juguetería popular recrea las invenciones de autor. Muchos de los juguetes mexicanos que se venden como artesanía popular tuvieron de origen una patente de invención antes de llegar a los artesanos, como es el popular maromero, el muñeco que rotando desciende una escalera, el silbato de agua y hasta los espantasuegra.
Sí pienso que existen momentos particulares en que la "masa anónima" de los pueblos crea o recrea o enriquece el corpus de sus tradiciones, como lo fue en los esfuerzos de la prehistoria por construir su lenguaje y sustentar su cultura, y puede serlo en los momentos de crisis cultural, pero ¿no se podría llamar culto al recopilador y creador de la forma de conservar tales tradiciones? Un ejemplo moderno de esta idea lo es el músico "popular" Jesús Meza, conocido en su tiempo, fines del siglo XIX, como Chucho el Muerto, quien crea 72 sones para las danzas del chinelo y más de 50 jarabes para el jaripeo, todo esto sin saber escribir su propia música. ¿Cabe este genio vernáculo, en la "masa anónima" de lo popular? Es popular porque su obra echa profundas raíces en el alma del pueblo de Morelos, pero sobresale a una altura superior a la de muchos estudiosos del folclor. Desde esa altura su música alcanzó al pueblo, lo mismo que el enigma se fundía en las tradiciones populares.
Cuando se habla de poesía popular y poesía culta en los siglos XVI y XVII, por ejemplo, se suelen hacer precisiones para dividir lo popular y lo culto entre "aquellas obras publicadas esencialmente en pliegos sueltos que se dirigían a un público muy amplio y en las que, editadas en forma de libro o circulando en la copia manuscrita" se circunscribían a grupos reducidos, lo cual no nos conduce a la masa anónima del pueblo haciendo rimas consonantes, sino a la producción impresa que se le dedicaba como producto de consumo. Se dice que lo que el pueblo piensa, el letrado lo pone en verso. Algo hay de cierto en ello, como decir que un poema es hechura de su tiempo. Lo cierto es que lo que se ha preservado en el tiempo por medio de la letra impresa, el pueblo lo retoma con facilidad, de otro modo, sin la memoria escrita, se pierde.
En una de las comedias menos estudiadas de Lope de Vega(8), Con su pan se lo coma, aparecen estos versos que se cantan repetidas veces en la boda de los pastores:
Erame yo niña;
y niña en cabello,
guardaba ganado
no guardaba el pecho,
andando cazando,
viome el caballero,
palabras me dijo,
que me estremecieron,
ten Amor el arco quedo,
que soy niña y tengo miedo.
Al arma al arma,
al arma pensamientos,
que quiere defenderlos
en alto me veo,
capillo de oro tengo,
Moros veo venir,
no puedo huir,
y aunque pudiera, no quiero,
ten Amor el arco quedo,
que soy niña y tengo miedo.
En negritas una adivinanza que Antonio Machado(9), en su estudio de literatura popular (1884), supone de la edad media, "la primera adivinanza de la granada", por su referencia a los moros. La adivinanza de Lope es la bellota, que tiene capillo, una pequeña capa, o mejor dicho cascabillo, y no corona, data de 1622. Luego fue adaptada a la granada como el mismo Demófilo lo constata al recoger esta versión que se repite al extenderse en España:
En alto me veo
Coronita de oro tengo,
Moros veo venir,
Y no puedo huir.
Tratándose de Lope de Vega, sin embargo, cabe decir, que Cervantes lo llamó Monstruo de la Naturaleza por su inmensa capacidad creadora. Y esta, como lo prueban muchos estudios, se sustenta no sólo en su genio creador, sino en lo que toma de otros autores para recrearlo a su manera. Por ejemplo, en el canto de la boda de los pastores que acabo de transcribir, Lope toma el estribillo "Ten amor el arco quedo, que soy niña y tengo miedo", del Romancero General (1600) donde aparece en una composición anónima, que no quiere decir que salió del vulgo.
Una adivinanza trascendente no se crea cada hora o cada semana de manera espontánea, debe existir el creador de la adivinanza o de las adivinanzas que las difunda  ya sea por escrito u oralmente; para reunir un pueblo un conjunto de quisicosas o enigmas lo bastante amplio, se requiere la presencia de autores que den cuerpo, gracia y sustancia, a la adivinanza tenida por popular, y deben aparecer sus compiladores o rescatistas para que perduren o se mezclen en las tradiciones populares. No podríamos explicar de otro modo los 46 zazaniles que llegan a Sahagún, ni las adivinanzas mayas que alcanzan a inscribirse en los libros sagrados. Véase en el apartado XIV dedicado a las Hojas Volantes y Almanaques, cómo el Patán de Caravanchel documenta la creación de un par de enigmas como algo extraordinario y cómo los almanaques y los pliegos de cordel se nutren del enigma culto.
Un estudio de Donald McGrady(10) publicado en 1984, señala por ejemplo cómo las metáforas que utiliza Simposio en el tercer siglo de nuestra era, en sus cien Enigmas, van pasando de una a otra colección de enigmas siglo tras siglo; así aparecen en el Libro de Exeter, siglo VIII, y llegan a Le piacevoli notti de Giovanfrancesco Straparola, publicadas en dos partes en 1550 y 1553. A lo que acota McGrady: "Entre las 64 preguntas incluidas por Straparola en sus novelle, encontramos casi todas las metáforas de las colecciones anteriores". Si esto ocurre en la tradición escrita, culta, en la oral, que se supone del pueblo, este va tomando lo que puede de sus adelantados y lo conserva y repite, lo deforma, lo recrea, lo hace suyo… y atesora las mismas cosas.
Dejando este enredado asunto, vemos que la intención primaria de la metáfora en las remotas edades del hombre, habría sido un artificio, un ejercicio, del propio idioma, tal vez lúdico, o/y una búsqueda para aclarar ideas y explicar conceptos al grueso de la tribu.
En esa temprana etapa de desarrollo cultural, el clan o tribu tiene que haber aplicado alguna matética y métodos heurísticos de enseñanza para trasmitir los conocimientos del grupo social. Es imposible que sobrevivieran sin aprender unos de los otros, de suerte que esa matética los condujo de manera indefectible al primer sistema de enseñanza que dice Frenk, ha existido en el mundo: el de preguntas y respuestas.
De acuerdo a Frenk de este ejercicio didáctico se generó el juego de adivinar y esto se sustenta no sólo en la lógica, sino en los diversos preguntarios que contienen enigmas a la vez que otra clase de preguntas y respuestas. En el Discurso XL de la obra de Gracián, que trata de la agudeza enigmática, se declara: "Son muy semejantes a los problemas los enigmas; formanse por una dificultosa pregunta…" (11),
Lo reitera Jolles en su estudio de las formas simples: Y una segunda forma se realiza mediante el juego de pregunta y respuesta: el enigma(12).
De este popular sistema didáctico se deriva un género de poesía de pregunta y respuestas de carácter científico, acuñado en el Siglo de Oro, bajo el modelo de los Problemas aristotélicos y, con ellos, las obras homónimas de Plutarco y Alejandro de Afrodisia.
Primero fue la pregunta, podría decirse, y después el enigma que revistió a aquella de las agudezas del ingenio literario. O mejor dicho. tras la metáfora, llegó el enigma.
Garfer y Fernández señalan: "Primero fue el acertijo y, cuando este se arropó con el verso, nació la  adivinanza"(13), para ellos acertijo tiene la acepción más de pregunta que de otra cosa y a la adivinanza la revisten en parte con el ropaje del enigma clásico, en uno de los muchos intentos de redefinir con criterios muy personales, sin el respaldo de autoridades y mejores argumentos, este pequeño género literario.
Ahora bien, si el enigma proviene de la metáfora oscurecida, habría que volver a Quintiliano(14), para hacer una valiosa observación. El gran retórico latino asume que la metáfora "es una comparación abreviada, en la que lo comparado se hace uno con su copia." A la comparación "Aquiles luchó como un león" corresponde la metáfora "Aquiles fue un león en la batalla".
El pueblo nahuatl, o por lo menos el inventor de la adivinanza que se popularizó en el México antiguo, hizo las siguientes comparaciones: el cielo es como una jícara azul y las estrellas son como palomitas de maíz. De ahí las metáforas y en seguida el zazanil: "Qué cosa y cosa, una jícara azul, sembrada de palomitas de maíz".
Los ojos se pueden comparar con espejos, con estuches o cajas, con una casa o choza que tiene ramadas de pino y de muchas otras maneras del ingenio popular. Por ejemplo son como arcas pequeñas que se abren y cierran, y ese cerrar y abrir se puede comparar con un balanceo sin parar, pero, además, la pupila se conoce también como niña de los ojos y podemos compararlas con niñas de verdad que están una al lado de la otra. De todo esto salen adivinanzas, tras adivinanzas. 
Ya conocemos el zazanile que se refiere al ojo y sus pestañas, veamos estas adivinanzas populares. La primera de ellas es recogida por Fernán Caballero, y la presenta Rafael Jijena(15) con las que siguen en su libro 500 Adivinanzas(1948) tomadas de diversas fuentes. La numeración es de Jijena:
323. Dos arquitas de cristal,
que abren y cierran sin rechinar.
324. Dos niñas a la par
Que no se pueden mirar.

325. Dos caballitos
en una balanza
siempre corriendo
nunca se alcanzan.

326. Dos fuentes muy cristalinas
Están en medio de un llano:
Y cuando las fuentes manan
No está muy contento el amo,

Referencias

(1) Antonio Machado y Alvarez. Estudios sobre literatura popular. Biblioteca de las tradiciones populares Españolas Tomo V, Sevilla, 1884, p. 230.
(2) Jose Luis Garfer, Concha Fernández. Acertijero antológico español, Madrid, Anaya, 2010, p. 9.
(3) Fernán Caballero. Op. Cit. p.119
(4) Rafael Boira. El libro de los cuentos, Madrid 1862 p. 312
(5) Antonio Machado y Alvarez. Op. Cit.p. 197
(6) Enrique Flores. Sor Juana Inés de la Cruz. Enigmas ofrecidos a la Casa del Placer. Edición y estudio Antonio Alatorre.Reseña en Revista Literatura Mexicana, UNAM, V.1, 1994, p.227.
(7) Juan Díaz Rengifo. Arte poética Española, Barcelona 1759, Cap. CXIL, p. 177
(8) Lope de Vega, Con su pan se lo coma, Edición de 1622, digitalizada por la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes ; Madrid : Biblioteca Nacional, 2009, Folio 21
(9) Antonio Machado y Alvarez.  Op. Cit. 173—174
(10) Donald McGrady. Notas sobre el enigma erótico, en Criticón, 27, 1984
Université de Toulouse—Le Mirail, Revista digitalizada por la Biblioteca Virtual Cervantes,  pp.75—78
(11) Lorenzo Gracián. Obras de Lorenzo Gracián, Tomo II, La agudeza y arte del ingenio, Barcelona, 1748, Discurso XL, p. 227
(12) Jolles Op. Cit. 118.
(13) Garfer y Fernández Ob. Cit. p. 9
(14) Quintilianao, Op. Cit. p. 69
(15) Rafael Jijena. Adivina adivinador, Editorial Albatros, Buenos AIres, Aregentina, 1948
(16) Gisela Beutler, Alusiones a adivinanzas en La Aurora en Copacabana de Calderón. Consulta en línea, julio de 2014: http://www.iai.spk—berlin.de/fileadmin/dokumentenbibliothek/Indiana/Indiana_9/IND_09_Beutler.pdf p.50
"En nuestra terminología no diferenciamos aquí entre el enigma {culto), adivinanza y el acertijo (tradicionales o populares) y las cuestiones o problema de ascendencia medieval". p.40
(17) Pascuala Morote Magan. Actas XLV (AEPE) Juegos de lengua y literatura. Adivinanzas y trabalenguas. Versión digital. Univesitat de Valencia, España. Centro Virtual Cervantes. p.188.

§ 8. Entre lo culto y lo popular

Una de las cien "enigmas hechas por honesta recreación" de Alonso de Ledesma, se refiere, como las anteriores, a la niña de los ojos(1); muestra como Ledesma exprime a lo máximo la idea de tal modo que fácilmente podrían salir dos o tres adivinanzas de la suya. He corregido la ortografía de algunas palabras.

Enigma Treinta y Ocho
Metáfora de dos retratos de niñas, Pintase esto mismo debajo de unos veriles cristalinos.
Romance
Dos bellísimos retratos
hizo un famoso pintor
de dos mellizas hermanas
que en vida y muerte lo son.
De mirar y ser miradas,
tuvieron inclinación,
y aun a veces de parlar,
nacieron mudas las dos.
La condición de mujeres,
en estas niñas se vio,
pues suelen ser de cien años,
y juran que niñas son.
El Rey tiene sus retratos
en tanta veneración,
que los cierra cuando hay polvo,
y los guarda cuando hay Sol.
Es pintura delicada,
y por aquesta ocasión,
la traen entre dos veriles,
para que luzcan mejor.
Si reparáis en sus visos,
están con tal proporción,
que si vos, y yo las vemos,
parecen a mi, y a vos.
Son las mas hermosas niñas,
que formó en la tierra Dios,
y no las dejéis de ver,
porque muy para ver son.
Fray Alonso de Ledesma en su precioso libro Juegos de Nochebuena realiza una singular e importante labor que tiene mucho de recopilación de los juegos populares y mucho de creación literaria. Los juegos van desde ¿Qué me lo dices, pares o nones? Hasta el juego del escondite, pasando por Coscorrón, coscorrón, está acá tu señor, La gallina ciega, Salta tú y dámela tu, Donde pica la pájara pinta, y muchos otros "usados en toda España", para plasmar en seguida cien enigmas totalmente originales, pues si se inspiró en alguna adivinanza popular o culta, las coplas no lo dejan ver.
En la primera parte del libro dedicada a los juegos, presenta el Juego de que es cosa y cosa, propiamente el juego infantil de adivinanzas, el cual describe a lo divino. Como en todos los demás juegos parte de lo que hacen los muchachos y por esta razón a mi entender, inicia las dos versiones que hace del juego, con viejas adivinanzas, mismas que encontramos en nuestro Fernán Gonzalez en su Ensalada de las Adivinanzas.
Que es cosa, y cosa.
es aquel que todo lo abarca,
cabe en el puño,
y no cabe en el arca.
Que es cosa y cosa
Que pasa por el mar y no se moja.
Que sean viejas adivinanzas sugiere que eran populares en el sentido de muy conocidas, no necesariamente de origen popular, si bien no podemos asegurar lo contrario. Lo popular en los enigmas cultos se desvanece con mucha facilidad, cuanto que no podemos certificar cuándo y cómo brotaron. La sencillez, lo simple, la falta de artificio, no es prueba de nada en adivinanzas muy antiguas. En cambio, existen muchos testimonios de cómo los enigmas cultos se han dispersado por toda la geografía asumiendo formas populares. Por otro lado tampoco es fácil calificar los grados de dificultad en la creación de una metáfora, o alguna figura retórica, y por consiguiente del enigma o adivinanza. Un ejemplo es la primera quisicosa y para explicarla veamos lo que dice Gracián: "Hazele más dificultoso el enigma cuando incluye las contrariedades de un mismo sujeto, así en este del filósofo Anacarsis: cuál es la cosa mejor, y juntamente la peor del hombre, y responde que la lengua"(2). En el segundo acertijo, también podría aplicarse otra de las observaciones de Gracián: "No es necesario que la oposición de los extremos del enigma sea siempre contrariedad, bastará una diversidad extravagante", como es la de suponer que el sol o la luna pasan a través del océano, idea que llevada a la metáfora, por extravagante que sea, pudo ocurrírsele lo mismo al más humilde pescador, que al pensador más ilustrado de aquellas edades.
La forma y el lenguaje poético tampoco puede ser la pista para descubrir los orígenes del enigma como se ha querido ver.
Ledesma es uno de los creadores de enigmas más sofisticado e ingenioso que se conoce y sin embargo, tal como advierte en el prólogo de los Juegos de Nochebuena(3):
"Bien sé que muchos que rebientan de Poetas, entre curiosos y prolijos, repararan ser todos Romances, y Redondillas y no verso heroico, pareciéndoles que las coplas Castellanas es punto menos de poesía, pero respóndeles tu por mi, que fuera de que en este género de verso luce mas cualquier concepto, no es menos dificultoso, sino mucho más ceñirle en cuatro pies de una redondilla, que dilatarle en ocho de una octava, cuanto mas que la Poesía, respecto de la sentencia, una es hoja y otra es fruta, una plata, la otra vianda y en razón desto tu que eres mi combidado, prueba la sazón del manjar, echándole tu la sal que les falta, y si gustas del, no repares si te sirvo a la mesa con bajilla de plata o de talavera, pues cada cual da lo que puede en lo que tiene".
La didáctica de la adivinanza ha ido echando raíces en la escuela y entre los estudiosos, de modo que se ha podido sistematizar su creación rudimentaria en el salón de clases, lo que crea una especie de niebla para juzgar las dificultades propias de un género que brilla inclusive en las sociedades más primitivas, como los ilongotes de Filipinas. El goce estético que brinda un enigma es posiblemente mayor en el creador que en el lector, por lo que, desde remotas edades, a mayor ilustración de los creadores mayor conciencia de ese placer creativo. La originalidad que siempre busca el creador se reflejaría en más sofisticación para diferenciarse de las agudezas del ingenio popular que podían competir con él. Es la razón por la que Ledesma advierte a los críticos que esperarían "el verso heroico" italianizante de su parte, que no es tan fácil la copla castellana. Lo sabe quien la práctica y ganó numerosos certámenes poéticos.
Otro de los grandes creadores de enigmas lo es Cristóbal Pérez de Herrera con sus  más de trescientos enigmas, doce de ellos sin comentario esclarecedor, por lo que, advierte el autor "se echará de ver cuán difícil fuera sin comento declarar algunas". Lo singular de Herrera es que, a diferencia de Ledesma, su invención se aleja mucho de lo divino por lo que sus creaciones han llegado a ahondar en la tradición popular y se hayan diseminadas por todos los rincones ya sea mutiladas, reinventadas, transformadas o enteras. Las encontramos en Fernán Caballero, en Boira, en las adivinanzas chilenas, en la campiña sevillana; en todas partes "corren en los labios del vulgo, como verdaderas adivinanzas ó enigmas populares", al igual que en los adivinanceros populares modernos. Y esto es de lo más lógico y natural, pues las fuentes de la invención de cualquier índole, son dos: la naturaleza y las propias obras del hombre.
Herrera nombrado por Machado como el "Príncipe de los enigmas", se inspiró lo mismo en sus observaciones de los fenómenos naturales, que en los objetos materiales y espirituales creados por el hombre. Entre estos últimos, de manera natural habría de basarse en algunas viejas adivinanzas. En efecto, abrevó de fuentes más antiguas: tomó un enigma de las Cuatrocientas respuestas, otro de las Doscientas preguntas de Juan González, alguno más de Alexandre Sylvano, sin faltar otro del Cancionero llamado Flor de enamorados. Algunas de sus adivinanzas aparecen de manera idéntica en el Tesoro de la Lengua de Covarrubias, de donde sale la interrogante de si el autor del diccionario etimológico conoció la obra de Herrera antes de publicarse o si Herrera no sólo tomó los enigmas del Tesoro sino que se basó en ellos para escribir en quintillas los suyos.
El creador sabe que las ideas puras y castas están en el aire sin certificado de autor, son libres para todos, y que cuando uno ha tenido una idea brillante simplemente significa que esa idea ha pasado ya por la cabeza de otros, de modo que para ser verdaderamente original hay que llevar esa idea uno o dos escalones más arriba, envolverla en versos propios o asociándola a ideas contrarias o de alguna otra manera. Las ideas nunca son originales; la forma y el enfoque personal, podrían serlo.
En el Siglo de Oro el enigma como manifestación literaria reviste las formas retóricas en las que aparecía en la literatura clásica. Los muchos y grandes autores que dedicaron su ingenio en crear toda clase de enigmas, problemas, preguntas, cuestiones, motes, apodos, emblemas, jeroglíficos… no dejan de deleitarnos en pleno siglo XXI con sus agudezas. Estas siguen vigentes y son, tendrían que ser, un instrumento de la palabra de nuestros niños y jóvenes. Las posibilidades maravillosas que los educadores han encontrado en las sencillas adivinanzas populares, se multiplican si el enigma, tenido como culto, se conoce en su propio contexto o con los referentes posibles para hacerlo más vivo y claro.
Se puede armar, por ejemplo, un pasaje muy cargado de interesantes referencias a partir del enigma que menciona Aristóteles(4) en el capítulo XXII de la Poética. ¡Un buen pretexto para hablar un poco de la Poética y de Aristóteles! El estagirita  comienza hablando de la locución y tras algunas precisiones dice al lector que "Hará enigmas, si compone el hablar con metáforas… como esta: "yo vi a un hombre que pegaba en hombre el bronce con el fuego". El enigma completo es el siguiente:
Yo vi a un hombre que pegaba
a otro hombre el bronce con el fuego
y pegaba tan bien, que la sangre circulaba
en el bronce como en el hombre,
La respuesta es la ventosa, instrumento de cirugía que por entonces eran de bronce y se aplicaban para sangrías haciendo vacío con el fuego.
Se trata, al decir de Plutarco en El Banquete de los siete sabios, de un enigma original de Cleobulina sabia mujer del siglo VI anterior a nuestra era, "la cual compuso enigmas en versos hexámetros", según cuenta Diógenes en La Vida de los filósofos más ilustres en el apartado dedicado a Cleobulo, padre y educador de esta sabia mujer y uno de los siete sabios de Grecia. Cabe en este posible cuadro referir un enigma del propio Cleobulo, citado por Diógenes(5):
Tiene un padre doce hijos,
y cada uno de ellos hijas treinta,
todas bien diferentes en aspecto;
pues por un lado blancas como nieve,
oscuras por el otro se presentan.
También, siendo inmortales, mueren todas.
—El año.
Se pueden agregar alusiones a lo poco que se sabe de la vida de esta mujer que mereció que grandes sabios y autores se refirieran a ella. Cretino, autor satírico, le dedica una obra de teatro, Las Cleobulinas. Un ingrediente más sería el libro de Diógenes, un tesoro de noticias antiguas. Las referencias, siempre ampliadas y comentadas, podrían encadenarse hasta llegar a Los Miserables de Víctor Hugo, en donde el señor Mabeuf tenía La vida de los filósofos como el más valioso de sus amados libros, lo único que no quería vender cuando acabó arruinado. O pueden seguir otros derroteros, por ejemplo acercarse a Juan de Mena y su Laberinto de la Fortuna, en cuyas glosas a la primera copla de la cuarta orden de Phebo, se trae a colación el enigma de Cleóbulo y llegar a Sebastián de Horozco que versa de otro modo el mismo enigma.
Decía que el enigma tenido como culto sería un ejercicio escolar muy enriquecedor si se le conoce en su propio contexto o con los referentes posibles para hacerlo más vivo, interesante y claro. La sugerencia es construir un cuadro con los elementos contextuales que se requieran o se antojen para el disfrute de un enigma culto cualquiera.

Referencias

(1) Alonso de Ledesma. Op. Cit. pp.118—119.
(2) Lorenzo Gracián. Op. Cit. Discurso XL, p. 227
(3) Alonso de Ledesma. Op. Cit. s/n
(4) Aristóteles. Op. Cit. Cap. XXII, 2, p. 105
(5) Diógenes Laercio. La Vida de los filósofos más ilustres. Grupo Edutirual Tomo. México, 2004, p. 39

§ 9. Algo más que enigmas

Muchos autores, de manera conciente o inconsciente, describen en su propia obra literaria su método creativo, o sus métodos. En la literatura infantil esto sobresale en la Matilda de Roal Dahl, cuando Dahl explica los extremos a que llega la directora contra los niños, Sorprendemos a Roal Dahl encarnado de pronto en Hortensia la niña que ha elevado el arte de la picardía a la cota más alta de su perfección. Otro caso es Lygia Bojunga quien dibuja su alter ego en Raquel, la protagonista de El bolso amarillo. Esta distracción viene al caso para señalar cómo Alonso de Ledesma nos descubre con toda naturalidad e intención el método de trabajo en sus propios enigmas. Este se basa en un juego ingenioso que se practicaba en la antigüedad clásica y cobró particular auge en el Siglo de Oro, entre los conceptistas y simbolistas.
El año de 1600, Ledesma publicó la primera parte de los Conceptos espirituales en donde entre otras obras exhibe los géneros especiales que él llama "Conceptos, jeroglíficos y enigmas", que son el antecedente formal de los Juegos de Nochebuena que aparecen en 1611.
En el enigma 37, trascrito en el anterior apartado, comienza el texto mencionado afirmando que usa como metáfora el retrato de dos niñas y que esta se representa con una pintura que consiste precisamente en el retrato de dos niñas debajo de dos veriles cristalinos. En el enigma 14, dedicado al huevo, la metáfora es "un parto monstruo" y la pintura es "un hombre de amarillo cubierto de velos blancos", y así enigma tras enigma, los cien son representados por una metáfora y una pintura. El número 75 dice "es metáfora de un enamorado, pintase un hombre con muchos ojos y un pie solo"; el enigma 79 es metáfora de un confesor. "Pintase un ermitaño con un saco y una soga al cuello". La solución al enigma 79 es el potro del tormento y al 75, el calentador. Esto se entenderá mejor si trascribimos un enigma completo. En este caso el truhán debe entenderse en la acepción de un personaje chistoso y bufonesco, como asegura Adolfo de Castro en sus apuntes biográficos de autores españoles: "El nombre de decidor equivalía en aquellos tiempos al de bufón o truhán".
ENIGMA  OCTAVA
En metáfora de un truhán. Pintóse un
hombre con cadena de oro
al cuello a la mesa de un
Rey.

Romance,
Soy un gracioso truhán
y desde niño fui siempre
el muchacho más salado
que naturaleza tiene.
Hasta el Rey me da su mesa,
y escudos sobre mi vierte,
solo porque le dé gusto
cuando coma, o cuando cene
Las cosas mas desabridas
que otros por suyas las venden,
estas puestas en mi boca
las doy la sal que requieren.
Aunque en banquetes y fiestas,
es menester que me temple,
que soy un poco mordaz,
y picante muchas veces.
Mi punta tengo de noble,
y si mis partes no mienten,
vengo a estar en tercer grado
con los finos Pimenteles,
Mas al cabo soy truhán,
y no hay pícaro que encuentre
que con ceniza, y con agua
la cara no me refriegue.
Y en faltándome por esto
la sal, el gusto, el sainete
todos dicen sal de aquí,
como si yo perro fuese.
— El salero.
La pintura que menciona Ledesma como parte del enigma, hace la función del jeroglífico que suele usar en otros géneros, esto es un símbolo o figura, a imitación de la escritura jeroglífica de los egipcios. En su época, y desde tiempo de los griegos y romanos, cualquier figura simbólica, animal, vegetal u objeto, era tenida como jeroglífico y se explicaba con su respectiva alegoría. El padre Isla(1) en su Historia del famoso predicador Gerundio de Campazas, alias Zotes(1758), considera al jeroglífico como la cuarta fuente de invención a la que acuden los creadores de sermones, y hace esta definición:
Los jeroglíficos son una explicación misteriosa, figurada y muda de lo que se quiere dar a entender, por medio de alguna o algunas imágenes, ya realmente dibujadas en el papel, en el lienzo o en la tabla, ya abultadas en el mármol, en el bronce o en la madera, o ya únicamente ofrecidas a la imaginación por medio de una descripción verbal viva, enérgica y expresiva, que imprima bien en la idea lo que se quiere representar.
Existen, ciertamente muchos ejemplos en grabados de la época, pero al mismo tiempo hay que hacer mención de las dificultades que tenían en las prensas españolas para la estampación de dichos grabados, por lo que habían de ser sustituidos por una "descripción verbal viva", como diría el padre Isla, de la pintura.Algunos ejemplos de jeroglífico que aporta el Tesoro de la lengua, pueden ilustrarnos al respecto(2):
"Por el abeja que labra la miel, significan el Rey, aludiendo al que ellas tienen, que dicen faltarle el aguijón, con que nos proponen su clemencia, y la solicitud, y cuidado con que anda en el gobierno de su Reyno, para que esté abastecido, y todos trabajen, echando fuera los zánganos que comen de la labor y trabajo ajeno. Por el gavilán significaban la presteza y velocidad con que algunas cosas se deben poner en ejecución, especialmente las tocantes a la materia de guerra, y a atajar disensiones por la ligereza de esta ave. Por el ciervo, el hombre anciano, que ha vivido muchos años... Por el león, la fortaleza, y la vigilancia. De su fortaleza confía; la vigilancia se le atribuye, porque tiene siempre los ojos abiertos, y ligero sueño, porque vivir sin él poco mucho es imposible a ningún animal. Por la mano la ejecución de la obra que aun vulgarmente le decimos poner mano en alguna cosa, por ejecutarla. Por el ojo la providcncia, y así le esculpían sobre un cerro. Por la hoz, el tiempo que todo lo siega, corta y destruye. Por el cuchillo, la crueldad".
Ahora bien, a partir de estas figuras simbólicas, se creo un género literario que consiste en encajar a la figura un nuevo concepto alusivo de manera ingeniosa y en verso. Este pequeño género literario se ha llamado de igual modo "jeroglífico" o "hieroglífico". Contiene en primer término el objeto de una pintura, a la cual se alude con un mote, que a su vez se halla seguido de una glosa que consta de una breve estrofa de tres o cuatro versos octosilábicos. El mote o lema, contiene cierta oscuridad enigmática relativa a la figura, y es lo que se ha de glosar, de comentar.
Veamos cómo define el moderno diccionario de la lengua española de la Real Academia, los términos que configuran el jeroglífico, como son lema, letra, mote y glosa:
LEMA: m. Letra o mote que se pone en los emblemas y empresas para hacerlos más comprensibles.
MOTE. s. m. Sentencia breve, que incluye algún secreto o mystério, que necessita explicación.
La Real Academia repite la definición del Diccionario de autoridades que tiene una segunda acepción:
MOTE: Se toma también por apodo, dicho con una voz o palabra.
LETRA: f. p. us. Lema de los emblemas y empresas.
GLOSA: f. Explicación o comentario de un texto oscuro o difícil de entender.
Esto es, la estructura interna del jeroglífico integra en una unidad dos discursos que tratan de complementarse: el discurso plástico y el discurso literario. En lo literario se encuentran conectados el lema o mote y la glosa. Diríamos que es una pinturita, una metáfora condensada.
Juan Díaz Rengifo en su Arte poética española, explica claramente el también llamado hieroglífico, que él escribe hieroglyphico(3).
"Es el hieroglyphico: Figura significativa de otra cosa ordinariamente sagrada. Se declara con Lema, o Letra… Usan los poetas de los hieroglyphicos para exprimir alguna agudeza, o sentencia, y procuran, que las figuras, o las propiedades de ellas convengan al objeto a que las dirigen. Estos se forman, o de la forma o de la naturaleza o de el efecto o propiedad de las figuras, como: la Palma, por la similitud de sus hojas con los rayos de el Sol significa este planeta; porque no cede su leño al peso, significa la victoria y porque es mas fértil en la Judea, que en otras partes, significa esta Región, como explica Antonio Ricciardo Brixiano.
El Hieroglyphico se puede explicar con cualquier género de Poema; pero ordinariamente con un Lema, o Mote, que es una sentencia, dicho, o agudeza, que declare lo que representan las figuras; después con un terceto, o una redondilla.
Sea ejemplo el siguiente, en que se pintó un florido jardín muy pomposo, por la hermosura de sus bellísimas flores, con el Lema: Apolo rigavit. Dirigido a mi Angelico Maestro Santo Thomas de Aquino.
¿Cómo tan bellas flores
La primavera nos dio?
Porque Apolo las regó".
Hasta aquí Rengifo.
Apolo rigavit hace referencia al Apolo que riega, que cultiva, que fecunda la vistosa planta.
Regresando a Alonso de Ledesma, recurrimos a la sabia interpretación de uno de sus hieroglíficos de su obra Conceptos espirituales publicada en tres tomos. Un ejemplo de cuanto se decía con este pequeño género literario(4):
A LA CONCEPCIÓN DE NUESTRA SEÑORA
Pintóse un Sol, y una Luna llena, y en medio
la tierra, sin hacer sombra.
Tota pulchra es ámica mea, et sine macula. (Cantic, 4)
/Toda tú eres hermosa amiga mía, y sin mancha. (Canción, 4)
Pues la tierra de la culpa
jamás del Sol la enajena,
siempre será Luna llena.
Ante lo críptico y el extraordinario artificio de esta composición poética cargada de simbolismos sagrados reproduzco la docta explicación que hace Gustavo Correa(5);
"La sugerida representación pictórica propone ya en sí el contrasentido de una luna llena que sigue siendo alumbrada por el sol, a pesar de encontrarse interpuesto, entre estos dos astros, el cuerpo opaco de la tierra. El resultado no es una luna eclipsada (enajenada del sol), la cual astronómicamente sería invisible y estaría representada en color negro en los almanaques. Por el contrario, la luna sigue siendo "luna llena" en franca violación de las leyes naturales. La glosa expande simbólica y metafóricamente la significación sobrenatural. La Virgen es perpetuamente "Luna llena", a pesar de su humanidad opacante, en virtud de la luz que eternamente se refleja en ella, Proveniente del "Sol" (Dios), que ella tuvo en sus entrañas".
Otros ejemplos de los menos crípticos de Ledesma pero siempre de una gran agudeza conceptual, acabaran por ilustrar este curioso género enigmático(6).
A SAN PEDRO SOBRE
aquellas palabras que dijo a Christo
Tu es Christus Filius Dei vivi
(Tu eres Cristo el hijo de dios viviente)
Pintóse un brazo abriendo una zanja
con un azadón
Super hanc petram aedificabo ecclesiam meam
(Sobre esta roca edificaré mi iglesia)
Vos Pedro halláis el cimiento
que en la parte do caváis
en piedra viva tocáis
San Juan Evangelista mereció en los Conceptos Espirituales de Ledesma algunos chistes muy celebrados sobre el tormento que sufrió en aceite hirviendo y del cual salió indemne. El jeroglífico que le dedica es más de carácter espiritual(7).
A SAN JUAN EVANGELISTA
Pintóse un Águila con una pluma tajada en el pico
 
In principio erat Verbum
(En el principio era la Palabra)
 
Con aquesta pluma sola
tanto buelo
que me remonto hasta el Cielo.
No faltan autores que en comedias o novelas utilicen los jeroglíficos como tema de su historia. Lo hace Alonso del Castillo en las Tardes y lo hace también Lope de Vega. El Fénix de los Ingenios en Los pastores de Belén, donde describe y explica de esta manera uno de los jeroglífico dedicados al nacimiento de Juan el Bautista(8):
En un óvalo estaba pintado un cielo de la manera que se rompe con un relámpago, con esta letra latina en lo alto:
Statim.
Y debajo ésta:
Poco tardará la luz
que en cerrada nube está,
pues suenan los truenos ya.

Quiso decir Darinto en este hieroglífico que poco tardaría de nacer Cristo, pues la voz suya, que era Juan, se había oído en la tierra; que aunque nos parece que es primero el trueno que el relampago, no es así, sino que los ojos no tienen necesidad para ver más que del objeto presente,
Hay una gran diferencia entre estas metáforas condensadas y los enigmas de Ledesma. Sin embargo, los enigmas siguen el mismo método creativo que tanto probó en los jeroglíficos. Ambos géneros parten de una figura, pero mientras el cuadro del enigma suele ser muy compuesto, la figura jeroglífica es muy simple. El mote se puede comparar con la metáfora, pero la glosa del jeroglífico siempre es ajustada a tres líneas y en la exposición del enigma el autor suele extenderse cuanto le es posible.
Ahora bien, Ledesma concibió sus jeroglíficos para servir de adorno en celebraciones determinadas. Se exhibían en grandes cartelas, colgaduras, banderas… Sus textos servían de modelo al trabajo de pintores y artesanos encargados de la decoración en determinadas festividades religiosas. Sólo después de tales representaciones, pasaban los jeroglíficos, empobrecidos, sin imagen al libro impreso.
La misma función decorativa en fiestas y celebraciones tuvieron algunos de los géneros especiales cercanos al jeroglífico, inclusive el enigma.
Cerremos el círculo y volvamos a los Juegos de Nochebuena para presentar uno más de los cien enigmas de Ledesma. Ahora podemos apreciar mejor la asociaciones de la metáfora y la pintura con el enigma(9).
ENIGMA CATORCE.
En metáfora de un parto monstruo.
Pintase un hombre de amarillo cubierto  de velos blancos.

Romance
Hijo soy de padres vivos,
puesto que salí del parto,
falto de todas tres vidas,
de hombre, de bestia, de árbol.
Salí de velos cubierto,
de do se colige claro,
que en el color, y en la forma
me dejó mi padre en blanco.
Una cosa tengo de hombre,
y es que sin ser bautizado,
compran bula para mi,
como si fuera Christiano.
Suele mí madre subirse
a parirme en lo mas alto,
y temo hazerme tortilla,
si por mi desdicha caygo.
Muchos me llaman por tierra
a las jornadas que marcho,
aunque el pasarme por agua
suele ser muy de ordinario.
Cuando no temía perder
la vida que Dios me ha dado,
me estrellaba con qualquiera
aunque fuera Viernes santo.
Metí paz en mil pendencias
y era tan desatinado,
que con el que estaba herido
iva a romperme los cascos.
pero ya que tengo seso,
préciome de tan humano,
que me dan nombre de Pío,
y yo mismo me lo llamo,
Muchos juzgarán por clara
esta enigma de que trato,
ya se, que no es clara toda
como lo verá el mas sabio.
—El huevo.

Referencias

(1) Alonso de Ledesma. Op. Cit. pp.118—119.
/2) Lorenzo Gracián. Op. Cit. Discurso XL, p. 227
(3) Alonso de Ledesma. Op. Cit.
/4) Aristóteles. Op. Cit. Cap. XXII, 2, p. 105
(5) Diógenes Laercio. La Vida de los filósofos más ilustres.
§ 9:
(1) José Francisco de Isla. Historia del famoso predicador Gerundio de Campazas, alias Zotes, Edición, introducción y notas de Joaquín Álvarez Barrientos, Barcelona, España, Planeta, 1991, p. 564
(2) Sebastian de Covarrubias Orozco, Op. Cit. Parte Segunda, p.53
(3) Juan Díaz Rengifo, Op. Cit. Cap CXIII, p, 178—179.
(4) Gustavo Correa, El conceptismo sagrado de Ledesma: Thesaurus. Tomo XXX. Núm. 1 (1975), Centro virtual Cevantes, p.54. Consulta junio de 2014.
(5) bidem
(6) Alonso de Ledesma. Conceptos espirituales, Madrid, 1642, p 275.
(7) Ibidem.
(8) Lope de Vega: Pastores De Belén: Prosas, y versos divinos de Lope de Vega y Carpio, Texto preparado por Enrique Suárez Figaredo, Biblioteca Virtual Cervantes, Barcelona, 2011, p.116
(9) Alonso de Ledesma. Juegos de Nochebuena, pp.99—100

§ 10. Emblemas, empresas, apólogos y otros

Ya que he tocado uno más de los géneros enigmáticos que brillaron en las letras españolas, cabe mencionar que sin ser términos equivalentes, son figuras emparentadas al enigma no sólo el jeroglífico sino también el emblema, la empresa, la fábula, las preguntas conceptuales, las cuestiones ingeniosas… Gracián diría de todo esto:
"Emblemas, jeroglíficos, apólogos y empresas son como piedras preciosas en el oro de un elegante discurso", mientras que Covarrubias, en el Tesoro de la lengua, considera que son de tan buen efecto y del gusto de la gente que hasta el Espíritu Santo recurre a ellos para alcanzar sus propósitos: "Usó de Apologos, de symbolos, de enigmas y parábolas el Espíritu Santo, por la grandeza de las mismas cosas y porque con mas codicia, y diligencia procurásemos entenderlas, para no olvidarlas, y ejecutar lo que para ellas ordena"(1).
Veamos a Rengifo, esta vez el Compendio en verso de su Arte Poética(2), donde relaciona algunos otros términos con enigma y jeroglífico.
Enigma, es un decir obscurecido,
y muy dificultoso de entenderse;
lleva encubierto su sentido,
en gran dificultad de resolverse.
La Fabula también trae escondido
aviso con ficción, que ha de saberse;
y por mas que fingidas sus deidades,
no dejan de encerrar muchas verdades.
 
El Geroglyfico, es una escultura,
que suele declarar cosa Sagrada.
De el Emblema también bajo figura,
enseñanza común viene cifrada.
El fin particular bajo pintura,
Empresa comúnmente celebrada,
Insignias, y Divisas, son señales
con que se diferencian los mortales.
Mientras que el jeroglifico fue cultivado en la antigüedad y puesto de nuevo en boga por Ledesma, la emblemática es un género renacentista un género que aparece en 1531 con la publicación de la Emblemata de Andrea Alciato, con grabados de Breuil, mismos que asoció el editor para hacer más comprensibles las sentencias morales. La asociación corrió con tanta fortuna que no se concibe el emblema de otro modo. Nació con un claro componente enigmático y lúdico, un juego intelectual plagado de referencias clásicas, históricas y mitológicas. Se convirtió en un medio de propaganda religiosa, en un instrumento de la contrarreforma y en un arte público al trasladarse visualmente como arte pictórico literario a las efímeras conmemoraciones civiles y religiosas del barroco español.
Los libros de emblemas son un referente de la época para todo absolutamente.
En su mayoría son sentencias morales, pero no se quedan en asuntos religiosos sino que abordan todos los aspectos de la vida de suerte que para cualquier celebración civil o religiosa se encontraban emblemas a modo. Al arte efímero de los arcos triunfales, mojigangas y mascaradas, se sumaron obras de teatro, textos literarios y toda clase de composiciones artísticas inspiradas en los emblemas.
El más Antiguo y Real Colegio de San Ildefonso, imprimió la obra de Andrea Alciato para que sirviera a sus estudiantes de libro de texto, al tiempo que Sor Juana Inés de la Cruz elaboraba un efímero monumento arquitectónico, el Neptuno alegórico, como un precioso libro de emblemas que se erigió primero como arco triunfal para recibir al nuevo virrey. Su impresión en libro fue más tarde.
El diccionario de autoridades define emblema de este modo:
EMBLEMA: En Castellano por Emblema se entiende un cierto género de Geroglifico, symbolo o empressa, en que se representa alguna figura o cuerpo de qualquier género o especie que sea, al pié de la qual se escriben unos versos, en que se declara el concepto o intento que se encierra en ella: y casi siempre es de cosas morales y graves.
Uno de los emblemas de Alciato (147) en la ediciòn de Diego López (1611)) se titula Principis clementia (La clemencia del príncipe) que en un cuarteto de versos latinos que se inspiran en un antiguo jeroglífico, se refiere a que "el rey de las abejas", que es del doble de tamaño que los súbditos, gobierna su palacio sin hacer uso de su poderoso aguijón, "porque no sería lícito que el que gobierna y dirige a tantos súbditos les causase algún daño"(3). En dicha edición, se presentan los versos latinos de Alciato y se hace una abundante interpretación de ellos. En la edición de Bernardino Daza(4) en 1545, que es una traducción en verso al español, el mismo emblema se presenta en un soneto.
El emblema, aunque se inspire en antiguos jeroglíficos, se parece poco a ellos en su representación literaria; pero suele confundirse con la llamada empresa. Ante esta clase de textos y pinturas, Gracián llegó a exclamar: "Prodigiosa es la fecundidad de la inventiva. Corta esfera le parece la de palabras y de escritos quando pidió prestados a la pintura sus dibuxos para exprimir sus conceptos. Que es otro linage de invención, y puede llamarse figurada por geroglíficos, emblemas y empresas"(5).
Luego, poco a poco, va hilando el siguiente discurso: 
"El más sublime género es de las empresas. Su mismo nombre las difine, y dize que se inventaron para exprimir empeños del valor … Descúbrese en las empressas mucha variedad, y essencial, porque unas se forman por jeroglífico, exprimiendo el intento por la semejança natural; como aquel que pintó dos ramas cruzadas, de palma y de ciprés, con este mote: Erit altera mercès: o vencer, con la palma, o morir, con el ciprés… Con más artificio, no por acomodación y semejança, sino por oposición, fué el Plus Ultra del Emperador Carlos Quinto.
Tan clara puede ser la significación de la pintura que no nécessite de letra. Fué delicias del ingenio la de aquel César que fué delicias del genero humano, el humaníssimo Tito Vespasiano, que, para declarar su innata clemencia gravó el rayo de Júpiter, durmiendo en una cama, sin ruido de letra, ni otro mote...
Las amorosas empresas no pueden dexar de ser ingeniosas, porque lo es el amor. Tal fué la del valeroso Solimán, que pintó un Cupidillo, sacándose una espina de una rosa, otros dizen que flechándola."
Muchas universidades usan de la empresa en sus escudos, tal es el Sursum Versus(Hasta la cúspide) de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Díaz Rengifo tiene su propia explicación de empresa, menos clara, pero podemos darle la palabra porque desea añadir algunos términos a la misma cuestión(6)
"Son bien semejantes a las empresas las insignias, dichas así de el latín signa, señales: que son unas figuras o señales que traían los capitanes en sus estandartes. Fue el manojo de heno sobre una hasta, insignia de los romanos que usaron en las batallas.
Las divisas son muy semejantes a las insignias, y se llaman así de divisas. Son también señales, con que se diferencian los que las traen. Antiguamente llevaban los soldados divisas en los escudos, y de aquí es que las insignias de las familias nobles se llaman escudo de armas, estas insignias se llaman propiamente divisas, porque por ellas se dividen, y diferencian unos de otros.
El symbolo (de atribuir, griego) es común en orden al hieroglífico, emblema, empresa, insignia y divisa: mas se tomaba algún tiempo en la guerra por una señal, que ahora decimos Dar en nombre y que cualquiera seña en que se diferenciaba un ejercito de otro..."
En el diccionario de la real academia española, una de las acepciones de símbolo remite a una "Figura retórica o forma artística especialmente frecuente a partir de la escuela simbolista, a fines del siglo XIX…", pero para los siglos pasados, el diccionario de autoridades nos acerca más a Rengifo: 
SYMBOLO. Por extensión vale la obscura, y breve sentencia, ò enigma, que significa alguna cosa oculta, y escondida, y es particular, ò characterística de algún sugeto.
En todos estos pequeños ingenios de carácter enigmático se puede ver la oscuridad que reta al entendimiento para su comprensión, pese a lo cual no se suelen presentar como retos propiamente siéndolo a su manera. Lo mismo ocurre con los apólogos, motes y apodos cuya oscuridad se ofrece sin requerir respuesta y lo contrario sucede con los problemas y preguntas que se asemejan al enigma en cuanto un reto a resolver, si bien con sus propias características. Antes de revisar la clase de preguntas que se entienden como agudezas enigmáticas, detengámonos un momento en la fábula, ese antiguo género donde conversan animales y se obtiene una cierta enseñanza. El diccionario de autoridades hace mención de Cervantes, en su Quijote.
FÁBULA. Se entiende tambien por cuento o narración de cosa que ni es verdad ni tiene sombra de ella, inventado para deléitar, yá sea con enseñanza o sin ella: y las de la primer espécie se llaman Apólogas y las de la segunda Milesias. Latín. Fabula. CERV. Quix. tom. 1. cap. 47. "Y según a mi me parece, este género de escritura, y composición cae debaxo de aquel de las fábulas, que llaman Milésias, que son cuentos disparatados, que atienden solamente a deleitar y no a enseñar; al contrario de lo que hacen las fábulas Apólogas, que deleitan y enseñan juntamente".
Se dice que Esopo es el creador de esta clase de cuentecillos de animales y se cuenta que durante muchos siglos pasaron inadvertidos por los grandes literatos, al tiempo que corrían esas historias reinventándose en el pueblo llano. A estas pequeñas historias se refiere Gracián cuando habla de los apólogos(7).
"Son las verdades mercadería vedada, lo les dejan pasar las puertas de la noticia y del desengaño, y así han menester tanto disfraz, para poder hallar entrada a la razón, que tanto la estima. Para esto se inventaron también los apólogos, que desengañan mucho, y dulcemente: parece vulgar su enseñanza, más su artificio no lo es, como se ve en este, que lo ilustraron muchos grandes ingenio… Propónese passar entre los irracionales brutos, árboles, y otras cosas inanimadas, por ficción, lo que entre los racionales por realidad".
Lo cierto es que en el Renacimiento, con esa compulsión didáctica de la contrarreforma, la fábula llamó la atención de los creadores y estos para diferenciarse de las antiguas creaciones, hicieron a un lado los graciosos animalitos que entretenían y enseñaban, y dieron su lugar a los hombres, los dioses y los héroes de la antigüedad y de igual manera que se acogían al monte Parnaso, elevaron el nivel de sus conceptos y enseñanzas. Se apropiaron entonces del término apólogo para sus creaciones y dejaron el de fábula para género de animales y cosas. Así, por ejemplo, Callandrelli explica esto mismo en el Diccionario Filológico Comparado de la  Lengua Castellana (1880)(8):
El apólogo es una historieta fabulosa, que bajo el velo de la alegoría nos presenta una verdad; la fábula una relación ó cuento, bajo cuyo velo se nos hace agradable la verdad: se diferencian en que la fábula solo presenta por interlocutores á los animales, y cosas inanimadas; y el apólogo, que es mas extenso, hace hablar á los animales, á los dioses, á los hombres, á las cosas insensibles, y aun á los seres abstractos y metafísicos: así pues' miraremos al apólogo como género y á la fábula como especie, mas en lenguaje común se usan alternativamente estas palabras una por otra; aunque la de apólogo es mas erudita. 
La alegoría no necesita explicar la verdad que en sí encierra, pues la exactitud de sus relaciones con ella, se manifiesta á cada paso; distinguiéndose en este del apólogo, cuyo mérito es ocultar el sentido moral hasta el instante mismo de la conclusión, que se llama moralidad ó adfabulatio.
La fábula pareciera un emblema construido al revés, de suerte que si la moraleja de aquella la ponemos en el lugar del adagio o proverbio del emblema, el cuentecillo haría las veces de los "versos en que se declara el concepto o intento que encierra". Tan es así que tenemos fábulas transformadas en emblemas desde el mismo Alciato. Por ejemplo, la fábula del águila y el escarabajo, en que el escarabajo, por venganza, se dedica a tirar los huevos del nido del águila, tiene como moraleja:
Nunca desprecies lo que parece insignificante,
pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte
Mientras que el emblema 167 en Diego López bajo el adagio A minimis quoque timendum(9)que Daza traduce "Que los pequeños también se han de temer", se basa totalmente en la antigua fábula para desarrollar el concepto enunciado. La traducción es de Bernardino Daza(10):
QUE LOS PEQUEÑOS
TAMBIEN SE HAN DE TEMER
Guerra el Escarabajo mantenía
Con el águila mayor en fortaleza,
Mas con consejo la fuerza vencía
D'ella que en poco tiempo tuvo su nobleza.
Entre las plumas de ella se escondía
Hasta subir al nido, y con destreza
Quebrándole los huevos, satisfecho
Quedaba de aquel mal que le auia echo.
En un estudio de Alejandrina Alcántara sobre la emblemática en la literatura de la Nueva España(11), menciona el legado de múltiples obras escritas o impresas que "entre sus páginas guardan innumerables enigmas forjados en la fragua del ingenio y la agudeza", refiriéndose precisamente a los emblemas que aparecían en los festejos callejeros, "festivo aparato" le llama, en los desfiles, procesiones y sobre todo en las mascaradas que tanto se celebraban en México, hasta su prohibición en diciembre de 1731 tras la máscara universitaria que acabó trágicamente. Cada contingente en esos desfiles, cada comparsa, carro alegórico y hasta cada persona disfrazada solía representar un emblema. Las obras de teatro o mojigangas que se representaban en esos desfiles igualmente se basaban en alguno de los emblemas de Alciato o de los otros autores de emblemas. Queda el testimonio de la fuerte influencia de la emblemática en una obra del padre Juan de Cigorondo "Comedia a la gloriosa Magdalena", basada en los emblemas 109 y 153 de Alciato, de acuerdo al estudio que hace de la comedia Alejandro Arteaga Martínez(12). El emblema 109 se titula Anteros Amor virtutis alium Cupidinem superans, El virtuoso Amor vence a Cupido, y el emblema 153, De Morte, et amore, De la muerte y el amor. Este último con el siguiente epigrama en la traducción de Bernardino Daza(13):
La Muerte y el Amor siendo perdidos
juntos pasaron una noche oscura,
Durmieron juntos, y mi desventura
A ambos hizo ciegos sin sentidos.
Que allá al amanecer medio dormidos
Les trocó los virotes mi ventura,
Los de oro vuo tomar la Muerte dura,
Y el niño los de hueso amortecidos.
Alciato plantea un supuesto enredo cuya simbólica trasciende, cuando las flechas de Cupido se las lleva la Muerte y él a cambio se lleva las armas del esqueleto.
Voy a cerrar la enumeración de las agudezas enigmáticas con algunas palabras sobre los preguntarios. De ellos dice Covarrubias: "Soltar questiones, es declarar proposiciones obscuras y enigmas".
Las colecciones de problemas y preguntas tienen una larga historia. Uno de los preguntarios que, pese a su pobre nivel literario, fascinó a nuestros antepasados desde la edad media hasta bien entrado el siglo XIX, fue la Historia de la doncella Teodor, un cuento de procedencia árabe, que, graciosamente algunos códices mayas intercalaron entre predicciones astrológicas como el Cuento del mercader y la doncella Teodora.
La historia de la doncella Teodor se encuentra originalmente entre los cuentos de Las Mil y Una Noches y de ahí aparece por primera vez en España en árabe y en plena edad media, se traduce al español y comienza su largo periplo editorial, edición tras edición en este idioma. La mayor parte de las preguntas son de carácter enciclopédico, tal como Las 400 respuestas, de Luis de Escobar; pero en la segunda parte algunos estudiosos han señalado algunas preguntas que emparientan con las adivinanzas:
¿Qué cosa es más dulce que la miel?—El amor filial..
¿Y más pesada que la montaña?—La mentira.
¿Y más cortante que la espada?—La lengua.
¿Y más veloz que la flecha?—El mirar de los ojos.
En los códice mayas la doncella Teodora, tiene cabida no sólo por la fascinación de la historia que alcanzó al reino maya en la Colonia, sino porque el género de preguntas y respuestas tenía una larga tradición en Mesoamérica y podía adaptarse al interés de los sabios de documentar de esa manera conocimientos de medicina. El cuento se encuentra en el Códice Pérez, páginas 31 a 37 como parte del Chilar Balam de Maní, y aparece también en el Chilar Balam de Chan Cah, páginas 74 a 98 y en el Chilar Balam de Kaua en las páginas 99 a 117. Se supone que la historia se copió de un antiguo almanaque español, del cual también se sirvieron para apuntes astrológicos. La particularidad del asunto es que "al comparar las versiones mayas se descubre que no son las unas copias de las otras, sino traducciones diferentes de un mismo original".
Pero no son los escritores mayas los únicos que se dejaron atrapar por el cuento arrancado de las Mil y Una Noches, sino que la fascinación alcanza al Fénix de los ingenios y Monstruo de la Naturaleza, lo mismo que a otros ilustres personajes. Lope de Vega toma en sus manos el cuento de la doncella y construye la deliciosa comedia La doncella Teodor. Aquí los primeros versos:
Sabed que esta gran ciudad,
Como en los tiempos pasados,
Tiene encantamientos hoy.
Tiene prodigiosos casos.
¿No habéis oído decir,
De la cueva y los candados
Que rompió el rey don Rodrigo
Cuando, en alarbes caballos,
Vio tanto bonete rojo,
Vio tanto turbante blanco.
Tanta jineta y adarga,
Y tanto alfanje africano?
No es lícito confundir las preguntas de carácter enciclopédico y función pedagógica, con las agudezas que conducen al verdadero enigma. Gracián(14) nos dice que "Consiste el artificio y gracia desta principal especie de agudeza en una pregunta curiosa, recóndita y moral, en cuya solución extravagante halla fruición el entendimiento". Y luego apunta
"Puédense reducir a los enigmas morales que se forman por question ; como aquel de Bión: ¿Quál es la cosa más mala que el mismo mal? Y responde, que el no saberlo sufrir. Quanto más morales, más plausibles; como éste: ¿Quién sean aquellas dos hermanas, que la una, de donde una vez sale, nunca más buelve, y la otra, donde una vez entra, nunca más sale? Y responde que son la vergüenza y la sospecha. Házese más dificultoso el enigma quando dize dos contrariedades de un mismo sujeto. Anacarsis : ¿Quál es en el hombre la mejor cosa, y la peor? Dixo, que la lengua. "
Más se admira Gracián de las respuestas ingeniosas que de las preguntas intrincadas, y alaba mucho el género de preguntas que no requieren solución ni respuesta, porque toda la agudeza está en el énfasis de la pregunta y pone de ejemplo una agudeza(15)"donde un ingenioso moderno encerró una exageración, una antitesi y una rara enfasi:
"Centellas líquidas vierten
dos soles de par en par;
cuando es el agua de fuego
¿los rayos de qué serán?
El ingenioso moderno al que se refiere Gracián es el poeta madrileño Gabriel Bocangel; los versos pertenecen al romance Filis llorando…
El género de preguntas y respuestas, comenzó como una especie de primitiva enciclopedia popular, hasta llegar a revestirse de formas poéticas en algunos cancioneros en donde el enigma se planteaba como un reto en verso que había que responder no sólo galanamente a la pregunta, sino "con los mismos consonantes", como veremos en otro apartado.

Referencias

(1) Sebastián de Covarrubias Orozco. Ob. Cit. Parte Segunda, p.3
(2) Juan Diaz Rengifo. Op.Cit. p.192
(3) Diego López. Declaración Magistral sobre las emblemas de Andres Alciato
Ciudad de Najera, 1615
(4) Los emblemas de Alciato traducidos en rhimas españolas  por Bernardino Daza Pinciano, Lyon, Guilielmo Rouillio, 1549
(5) Lorenzo Gracián. Arte de Ingenio, tratado de la agudeza. Discurso XLVII  p.139—140
(6) Juan Diaz Rengifo. Ob, Cit. 179—180
(7) Lorenzo Gracián. Ob. Cit. Discurso XLVI  pp.292, 295
(8) M. Callandrelli. Diccionario Filológico Comparado de la  Lengua Castellana, Tomo Segundo, Buenos Aires, Argentina, 1880, p. 427.
(9) Diego López. Declaración Magistral sobre las emblemas de Andres Alciato, Ciudad de Najera, 1615, p. 388.
(10) Los emblemas de Alciato traducidos en rhimas españolas  por Bernardino Daza Pinciano, Lyon, Guilielmo Rouillio, 1549, p 77
(11) Alejandrina Alcántara Ramírez. Versión digital. Emblemática en la literatura novohispana. El Festivo aparato. Tesis de maestría. Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, 2010, p.9
(12) Alejandro Arteaga Martínez. Alciato en una comedia jesuita novohispana
Versión digital, Revista Tramoya, julio—septiembte 2000, no. 64, Universidad Veracruzana p. 133—138
(13) Bernardino Daza Pinciano. Ob. Cit. p.89
(14) Lorenzo Gracián. Arte de Ingenio, tratado de la agudeza, Discurso XXXIV pp.. 95
(15) Ibidem p. 96

§ 11. Apodos y motes

Si no lo supiera ya el amable lector se sorprendería de saber que la enigmática se ocupa también de los apodos y los motes, tan comunes y a veces nada afortunados en nuestra época, y a los que Gracián califica con entusiasmo como "relámpagos del ingenio". ¿Pudiera ser que la enigmática empezara a comprenderse en el colegio a través de esta a veces despreciada figura? ¿Y que el acoso escolar a través de apodos ofensivos cesara al retar a los alumnos a sustituir apodos injuriosos por apodos ingeniosos y amables?
Covarrubias en el Tesoro de la lengua, define apodo como "una comparación que hacemos con gracioso modo de una cosa á otra, por la semejanza que entre si tienen. Es nombre Griego, Apódosis, reditio, porque retrae una cosa a otra. Bien es verdad que Apódosis es una figura retórica galana, cuando a una cláusula de diversos miembros le responde otra con otros tantos acomodados a cada uno el suyo… Apodosis reditio: muy ordinaria cosa es decir, cuando un hombre se parece a otro. Fulano retrae mucho a fulano, se le parece mucho: el apodar es cosa de mucho ingenio, y de gusto…"
El diccionario de autoridades suele recurrir mucho a Covarrubias y en este término añade algo por su parte:
APODO. s. m. Comparación hecha con gracioso modo, de una cosa à otra por la similitud que tienen entre sí. Covarr. cree viene del Griego Apodosis, que vale repetición, y contraposición. Otros le derivan del Griego Podos, que significa Pié, por cuanto el apodo es un pié y mote gracioso, dicho con viveza y discreción. Lat. Urbanus & festivus jocus. Lepidum scomma. ESPIN. Escuder. fol. 211. Volví la hoja, porque la ví corrída del apódo, y el mozo de mulas enojádo. QUEV. Mus. 2. Epist. Satyr.
Las descendéncias gastan muchos Godos,
Todos blasonán, nadie los imíta,
Y no son sucessóres, sino apódos.
Las autoridades citadas son Espinel con La Vida del Escudero Obregón, y don Francisco Quevedo. Urbanus & festivus jocus. Lepidum scomma, se puede traducir como "alternativa divertida y sofisticada. Gracejada ridícula".
Veamos con qué entusiasmo y pertinencia describe Gracián(1) las cualidades de este género mínimo: los apodos son
"unas semejanzas breves y prontas: relámpagos del ingenio que en una palabra encierran mucha sutileza, mucha alma de concepto. Fórmense de muchas maneras, ya por semejanza y cuando tiene el fundamento de alguna circunstancia especial, son más ingeniosos. Desta suerte el Gran Capitán, eminente en este género de donosa prontitud, a un caballero que amaneció muy armado en su caballo, después de una sangrienta batalla, cuan gloriosa victoria, dudando los circunstantes quién era, y altercándole, dijo: ¡San Telmo, señores, San Telmo! "
El Gran Capitán es un personaje histórico que comandó las tropas españolas en guerras bajo el reinado de los reyes católicos. San Telmo, es el santo patrón de los navegantes a quien se adjudican los fuegos de San Telmo. Sigue Gracián diciendo:
"Las mismas reglas que se dan para las semejanzas conceptuosas se pueden aplicar a los apodos, pues se fundan en ella y no son más que semejanzas breves a la ocasión. Del nombre se toma pie con gran artificio para el apodo… 
En el equívoco el apodo se funda con mucha gracia.
A la semejanza da mucha viveza el encarecimiento. A Tiberio apodó su maestro "pedazo de lodo amasado con sangre", lodo por su imperfecta naturaleza y sangre por su crueldad. A Pompeyo llamó a Marcial "frente coronada" ; y a Cicerón, "boca laureada de Roma". De la gran ciudad de Hormuz se dijo que si el mundo fuera un anillo, ella fuera la piedra preciosa del. 
Los apodos sentenciosos merecen todo aprecio. La hermosura sin honestidad, dijo Jacob Almanzor que era "vianda sin sal". Rufo la llamó "flor pisada". Las palabras dijo un filósofo que eran "sombra de los hechos". Las leyes, Anacarsis, "telas de araña". A la hermosura apodó la reina católica doña Isabel "carta de recomendación" ; y a la almohada, "sibila muda".
Los apodos satíricos son plausibles. A un rico llamó Sócrates "aureum mancipium". De un avaro dijo uno que su bolsa era "boca de infierno". A un mentiroso llamó Rufo "mentiroso trilingüe"; y a uno que tenía muchos nombres, "don Ledanía" ; a un hablador muy necio, "cascabel de plomo".
Los apodos juiciosos son admirados por su profundidad. Al fisco real llamó Traxano "el bazo de la monarquía", que, cuanto más engorda él, enflaquece más ella. A los palos de la horca llamaba Luis Undézimo "puntales de la república". A la necesidad apodó uno "sexto sentido". A la España, un político, "boca del mundo", que traga el oro y plata de las Indias, quedándose con solo el gusto y dando a todas las demás provincias el provecho. Son estas semejanzas breves grande ornato del estilo, perfección de la elocuencia, que van dando cita a las palabras".
Muchos apodos tienen historia. Sólo me voy a referir al que se adjudicó Vicente Riva Palacio, uno de los escritores más destacados del siglo XIX mexicano, tras una crítica muy fuerte que lanzó un periódico en 1880. Ahí el editor llamaba Don Ceros a un personaje del que no decía su nombre, acusándolo de haberse hecho con sus actos varios ceros a la izquierda. Siempre quedó la duda de si el periódico criticaba a un personaje en particular o a todos los integrantes del gabinete de Porfirio Díaz, pero Vicente Riva Palacio, se apropió del apodo de Cero y así firmó varios de sus trabajos. Lo hizo suyo del mismo modo que los liberales hicieron suyo y famoso el apodo despectivo de chinacos con que se burlaron de ellos los conservadores.
Si bien apodo y mote son términos equivalentes, mote se distingue por su frecuente aparición en emblemas y jeroglíficos como lema o letra de los mismos. Es otro de los pequeños géneros enigmáticos que conviene rescatar para afinar agudezas en los jovenes. Gracián dice "El mote es el alma de la pintura" en referencia al emblema y al jeroglífico, así de importante se le considera.
Veamos en principio su definición  en el Tesoro de la lengua:
MOTE, vale tanto como una sentencia dicha con gracia y pocas palabras. El Griego la llama apophthegma. El francés mot, de donde nosotros decimos mote. Algunas veces significa dicho agudo y malicioso, que en latín llamamos dicterium y de ahí se formó el vocablo motejar, que es poner falta en alguno.
Dicterium se puede traducir como agudeza, bon mot en francés. Esta definición nos ofrece el término apotegma, que el mismo Covarrubias, enuncia de esta manera:
APOTEGMA, es una sentencia breve, dicha con espíritu, y agudeza por persona grave.y de autoridad: honrosa para el que la dice, y provechosa para el que la oye. Es nombre Gríego. Escribieron muchos autores libros de Apotegmas entre los antiguos Plutarco, y en nuestros tiempos entre otros Erasmo.
Parte constitutiva de emblemas y jeroglìficos, el mote, como alma o lema es la parte inmaterial, no palpable, del emblema o jeroglífico, a diferencia de la imagen de uno y otro que si lo es. Por lo general se escribía en latín y raras veces en castellano, ya sobre la imagen o dentro de ella.
En un raro libro de emblemas sobre el amor, Amoris Divini Emblemata (1615)(2), Alonso de Ledesma alterna con otros poetas que en distintos idiomas interpretan el mote y la imagen a su manera. Uno de los motes dice Sit en amore reciprocatio, como si dijéramos "amor en reciprocidad", a lo que Ledesma compone el siguiente epigrama:
Ama à Dios de corazón,
Para que se satisfaga
Que amor con amor se paga.
Algunos motes que se encuentran en los emblemas de Alciato o en los jeroglíficos de Castillo Solórzano, dan idea de una función y conceptos que podrían trabajarse en algunos colegios, cursos y talleres, con jeroglíficos o emblemas modernos. Veamos algunos jeroglíficos de Castillo para apreciar precisamente esa función en algún nuevo tipo de motes. Los encontramos en las Tardes entretenidas dentro de una novelita burlesca(3). En ella los jeroglíficos son broma y el caso es que los jeroglíficos se presentan para burlarse, sin que lo sepa, de cierto personaje que pretende graduarse de culto.
Primero la pintura de un "volteador vestido de arlequín, que andaba con las manos por el suelo, y los pies derechos hacia arriba. Debajo estaba escrito este mote latino con unas letras góticas doradas:
Quid interest?  (¿Cuál es la diferencia?)
Y más abajo esta letra escrita en castellano:
Poco importa andar así;
que cuando culto me ves
mis manos sirven de pies."
Segundo: "en un ovalo se veía pintado un halcón, y encima dél una mano que salía entre unas nubes a ponerle su capirote,  y el mote latino, opuesto al común y ordinario, decía:
 Post licen tenebras (Licencia para la oscuridad)
Y el castellano:
Cuando a ponérmele llega
hace mi Oriente Noruega".
El oriente en esta glosa se refiere a la manera de orientarse, y la alusión a Noruega es por el despistado. El siguiente es un enorme lienzo con la pintura del monte Parnaso con Apolo y las musas y un letrero que lo identifica como El parnaso de los bisoños. El mote que aparece:
"Nemo superat. (Nadie lo supera)
Y un poco apartado de este otro castellano que decía:
Camino del Parnasso
tanto anda el cojo como el manco".
La siguiente pintura "contenía un monte en que andaba un hombre á caza de erizos, procurando cogerlos á mano, y decía el mote latino:
Quo vadis? (¿Adónde vas?)
Y la letra castellana:
Sin guantes de culta malla,
en parte tan montuosa,
la caza es dificultosa".
En la última tarjeta "había pintados dos perros, el uno chino, y el otro lanudo, destos que llaman de agua, estaban con postura de acometerse el uno al otro, sobre el perro chino estaban unas letras que, como mote, decían Facile, y sobre el lanudo otras que decían Dificile,
  Facile    Dificile
Y la letra castellana:
Lo liso se esta espulgado;
mas entre lanas la pulga,
difícilmente se espulga".
La gracia y sentido de estos jeroglíficos, con su mote latino y la glosa castellana, contrasta con los emblemas de la época, demasiado moralistas, como estos de Alciato:
Ex literarum studiis inmortalitatem acquiri (Del estudio de las letras nace la inmortalidad)
Principis clementia (La clemencia del príncipe)
Opulentia tiranni, paupertas subiectorum (La riqueza del rey, es la pobreza de sus súbditos).
Castillo Solórzano, aunque lo hace como una burla a los malos poetas, nos muestra un camino a seguir, tal como Gracián enseña con el apodo.
México se vio sumergido en la emblemática y géneros afines durante la colonia. No es de extrañar que en plena guerra de independencia, los arcos triunfales con los que recibieron la entrada a los héroes de la patria, contuviesen lemas, motes, jeroglificos y emblemas. Como una curiosidad, presento la descripción que hace Carlos María Bustamante, en su Cuadro Histórico(4). de unos poemas que se presentaron en Oaxaca en dos arcos triunfales para celebrar el juramento de obediencia a la junta suprema de Zitácuaro. Esto ocurre en noviembre de 1812, seis meses después de que Morelos rompiera el glorioso Sitio de Cuautla.
No pavet ad strepitus
Esa ave que festiva y magestuosa
A quien ni el mismo fuego atemoriza
Corta el aire ligera y ambiciosa
Sin poder renacer de su ceniza:
Soberana se juzga, y no reposa
Hasta tanto su intento no le avisa,
Que está cerca del sol, y allí resuelve
Que al sol verá el semblante, o que no vuelve.
Un cazador tirando a una águila amarrada con unos cordeles en un nopal
Pro morte libertas
Octava
Detén, ¡O cazador! inadvertido
El dardo de tu flecha disparada
Que haz de quedar sin duda muy corrido
Como tu presa quede libertada;
No rompas el cordel, porque a su nido
El ave ha de volar precipitada,
Y allí repetirá, viendo su suerte,
Me diste libertad por darme muerte.
Un águila enseñando a volar a sus polluelos
Quintilla
Te remontas con anhelo
y aun dudamos lo que vemos:
es muy rápido tu vuelo,
pero de ti aprenderemos
para volar hasta el cielo.
Un águila con una culebra en los pies apretándole el cuello.
No te aprieto porque quiero
sino por reflexionar,
que en un apuro tan fiero,
o he de morir o apretar:
¿quieres que hagalo primero?
Un águila defendiéndose de un dragón.
Décima
Hacerte entender quisiera
Lo inútil de tu desvelo
Que eres fiera; mas del sielo,
Y yo lo soy de otra esfera:
Ya verás como ligera
De ti me voy alaejando,
Tu te quedarás llorando
Y entre tus ayes prolijos
Se reirán de ti mis hijos,
Su libertad celebrando.
Un águila picandose el pecho y dando a sus hijos de su sangre para alimentarlos y un dragón en ademán de querer devorarlos.
Decima
Tan tirana pretención
No podrás lograr tus iras,
Pues los polluelos que miras
Tienen alta protección.
Aun conserva el corazón
Raudaes de sangre activos,
Que aunque fueran fugitivos
Sería su sed bien saciada,
Pues si quedo inanimada
Mis hijos volarán vivos.

Referencias

(1) Lorenzo Gracián. Arte de Ingenio, tratado de agudeza, Ibidem Discurso XIII. pp. 37—38
(2) Otto Vaenius, Amoris divini emblemata, ANTVERPIÆ, Ex officina Martini Nuti & Ioannis Meursi, cum Gratia & Priuilegio, ANNO MDCXV, p.32
(3) Alonso del Castillo Solórzano. EL culto graduado en Tardes entretenidas
Colección selecta de Antiguas Novelas Españolas, Tomo IX  Madrid 1908, 333—335
(4) Carlos María Bustamante. Cuadro Histórico de la Revolución de la América Mexicana Segunda Época, pp. Carta Diecinueve, pp. 2—4, México, 1823

§ 12. Ensalada de las adivinanzas

Poco sabemos de la vida del poeta novohispano fray Fernán González de Eslava, autor del precioso libro Coloquios Espirituales y Sacramentales y poesías sagradas(1) que se publicó postmortem en 1610 gracias al empeño del fraile agustino Fernando Vello de Bustamante, amigo suyo. Una segunda edición, bajo el cuidado de don Joaquín García Icazbalceta, apareció en 1877, conforme a la primera edición. En la larga introducción que hace don Joaquín, no aporta más datos sobre González de Eslava, sino que se centra a referir lo teatresco en la obra de evangelización que en esos años llevaban a cabo los misioneros. Esto en virtud de que los dieciséis coloquios que contiene el libro, son propiamente obras del teatro doctrinal que, al lado de los autos sacramentales, se representaba entonces. Con el tiempo se han rescatado muchos datos de nuestro autor y existe una edición de su obra preparada por Margrit Frenk con su enorme sapiencia. Se cree que nació en España, dónde, no hay certeza absoluta. El caso es que González de Eslava es uno de nuestros poetas novohispanos, su obra es mexicana ya en esa época.
La segunda parte del libro, tal como se insinúaen el título, comprende parte de su obra poética, compuesta por "Canciones, Chanzonetas, Ensaladas, Adivinanzas y Villancicos". Suyas son La Ensalada del Cachopìn y La Ensalada de las Adivinanzas. Las ensaladas son un género literario para cantarse y decirse en las fiestas religiosas. Se componen de una variedad de formas poéticas para cantarse a varias voces. Las adivinanzas de la presente ensalada son a lo divino, que es un género en el que se plantea un enigma muy conocido, se espera a que se de la respuesta sabida y en seguida se contradice con otra de carácter religioso, la cual se explica.
Por ejemplo, nuestro autor presenta las siguientes adivinanzas muy conocidas desde entonces y cuya respuesta era por decirlo así del dominio público.
¿Qué es cosa y cosa,
Entra en el mar y no se moja?
—El sol (otras veces, la luna)

¿Qué es aquel que anda y anda
Y jamás nunca traspone?
—El molino

¿Qué es lo que en el puño cabe
Y nunca cabe en el arca?
—La lanza.
Qué es y qué es y qué es
Que te da y tu no lo ves?
—El viento

¿Qué es cosa y cosa,
Tres piés y una corona?
—Las trébedes.

¿Una vieja con un diente
Y llama a toda la gente?
—La campana.
Lo curioso aquí, que ya he resaltado en el apartado VIII, es que las adivinanzas primera y tercera, aparecen publicadas también a lo divino en el libro de Alonso de Ledesma de manera simultánea a los Coloquios. Los Coloquios en 1610 y los Juegos de Nochebuena, el año de 1611. La simultaneidad se da porque la obra de Ledesma ya se encontraba en España en manos de los censores en septiembre de 1609, al tiempo que Vello Bustamante preparaba la edición en México. Algo retrasó algunos meses la aprobación de los Juegos, ya que esta se dio hasta mayo de 1611, mientras que la licencia ya estaba desde junio de 1609. No hay duda pues de que ambas publicaciones coinciden en el tiempo a ambos lados del Atlántico.
Más curioso todavía es que Ledesma las presenta no como uno o dos de los cien enigmas que se tomó el gusto de escribir, sino como parte de los juegos que juegan los niños, el Juego de que es cosa y cosa, que es, como apunté, el juego de adivinanzas, que es precisamente el juego que presenta Fernán González. Divina coincidencia que viene a corroborar lo dicho sobre las ideas que están en el aire.
La ensalada que sigue tenía el propósito, otra coincidencia con Ledesma, de celebrar alegremente la Navidad, esta vez con canciones y algo de teatresco(2).
ENSALADA DE LAS ADIVINANZAS
–Generosa compañía,
Al qué es, qué es y qué es juguemos,
Porque todos nos holguemos
Pues es noche de alegría.
Comenzá,
Si quisierdes preguntá,
Que todos estos señores
Monacillos y cantores
Cada cuál responderá.
¿Qué es cosa y cosa,
Entra en el mar y no se moja?
—Es el sol, pienso yo.
Es la Vírgen celestial
Que en el mar del mundo entró,
Y culpa no la mojó
De pecado original.
¡Oh Regina!
Que la persona divina
Esta noche nació della;
El Sol nació de la Estrella
Viéndola ser la más digna.
Menina, dá mantellina
Como sois tan bonetina.
 
Otra cuestión se os propone,
Responded á mi demanda:
¿Qué es aquel que anda y anda
Y jamás nunca traspone?
—Es el molino.
No es sino el Verbo Divino
Que vino andar en el suelo,
Y sin trasponer del cielo
Allá queda y acá vino.
Pues tiene de andar contino
De nuestra banda,
Anda, niño, anda,
Que Dios te lo manda
Y la Vírgen María,
Que andes aina.
 
Vuestro seso mucho abarca,
Responda, pues tanto sabe:
¿Qué es lo que en el puño cabe
Y nunca cabe en el arca?
—Es la lanza.
Es Dios que con su pujanza
En cielo y mar no cabía,
Y cupo dentro en María
Por darme eterna holganza.
Pues la Virgen tanto alcanza,
Digámosle los del suelo:
Grande sois, Reina del Cielo,
Pues que siendo mayor Dios
Pudo bien caber en vos.
 
No acertareis en un mes  
Lo que quiero preguntaros:
No presumáis de alabaros
Que yo os diré, aqueste es,
Qué es y qué es y qué es
Que te da y tu no lo ves?
–El viento
Es Dios en el Sacramento
Que tu vista no lo ve,
Y veráslo con la fe
Y con sano entendimiento.
La razón dice sin tiento
En misterio tan subtil:
Alúmbrame ese candil,
Que no veo nada;
Que ni sé si es alguacil,
Si cabo de escuadra.
 
Preguntar quiero otra cosa,
Para ver si la sabeis;
Sea, ya que pregunteis
Cosa subtil y graciosa:
¿Qué es cosa y cosa,
Tres piés y una corona?
Tené atención,
—Esas las trébedes son.
No puede acertar ninguno.
Es nuestro Dios Trino y Uno,
Tres personas y un Dios son.
Digamos una canción
A la santa Trinidad:
¡Oh gran Potestad!
¡Oh supremo amor!
Tres en Trinidad
Ser solo un Señor.
Él lo aclaró fácilmente.
 
¿Quién torna agora argüir?
Diga, pues ha de decir
Cada uno lo que siente.
¿Una vieja con un diente
Y llama a toda la gente?
—La campana.
Es nuestra Natura humana
Que es verse con Dios unida,
Dice al mundo en voz subida:
Ya subo a ser soberana.
¡Qué compuesta está y galana!
Cantando con Dios retoza:
Que de vieja me torno moza;
Ande la loza.
 Desposado.
Esta nuestro Dios sagrado
Con nuestra naturaleza;
Vedola en tan gran alteza
Que tiene a Dios abrazado:
¡Quién os puso en tanto estado
La de lo verdugado!
 Púsome el Verbo eternal
Tomando carne mortal.
Y con mi tosco sayal
Cubrió su fino brocado,
La de lo verdugado.
Quia Verbum cari factum est
Et habitabit in nobis.
(Y la palabra se hizo carne
y habitó entre nosotros)
Para José Joaquín Blanco los siglos XVI y XVII se caracterizan en el México colonial por la preciosa producción de villancicos "la más alta realización poética colectiva de la Colonia", cita Arnulfo Uriel de Santiago en su Letra Niña(3). Y precisamente, González Eslava es autor de algunos hermosos villancicos que convendría conocer por su valor poético y por tratarse de uno de los autores mexicanos del Siglo de Oro. La Enciclopedia de la Literatura en México dice que "Su lengua es repertorio del provincialismo mexicano y del nahuatlismo, hijos precoces de la colonia. Abundan en él alusiones circunstanciales de interés histórico, que enmarcan la obra en su época. Y a veces se le nota el esfuerzo por convertir las actualidades en alegorías. Se advierte la tendencia mexicana de hacer del "bobo" el "prudente", como se verá en Juan Ruiz de Alarcón".
El Entremés entre dos rufianes, inserto entre los coloquios, es la única obra profana, con algunas cuantas poesías, que pudo rescatarse. Podría ser la delicia de los muchachos leer tantas majaderías en tan pocas letras, pues tal como dijo Cátulo, el poeta debe ser honesto y decente, pero sus versos desvergonzados.
Otras canciones de gran calidad, en forma de villancicos, compuso Fernán González de Eslava, vaya un ejemplo(4):
Al nacimiento
¿Viste Pascual un chiquillo
en un portal derribado?
Vilo y vengo enamorado/
de tan lindo pastorcillo./
Aunque puesto en pobres paños,
¿Qué te parece el zagal?
 Que sin duda es mayoral
de los celestes rebaños
 Di, ¿no viste allí servillo
todo el cielo arrodillado?
Vilo, y vengo enamorado
de tan lindo pastorcillo.
Dándote el corazón saltos
Di lo que viste por cierto.
Vi con mi sayal envuelto
Su brocado de tres altos.
¿Eso viste en el chiquillo?
Gran misterio has penetrado:
Vilo, y vengo enamorado
De tan lindo Pastorcillo,

§ 13. Enigmas en su jugo

Las muchas referencias que hasta ahora he hecho a distintas colecciones de enigmas, podrían dar la impresión de que los enigmas se encuentran siempre en colecciones que algún estudioso ha recopilado o algún creador se ha dedicado a escribir. No es así, a pesar de que los enigmas nos han llegado primordialmente en colecciones como las reunidas por Fernán Caballero, Rafael Boira, Antonio Machado Demòfilo, Luis de Escobar, Alonso de Ledesma, Cristóbal Pérez de Herrera, fray Bernardino de Sahagún, los libros mayas, por citar algunos de los que ya se nombraron en estos apuntes, los enigmas brotan en todas partes, en particular aparecen en las obras literarias ya sea como creaciones originales, v.g. en Alonso de Castillo, o referidas a otros autores o momentos como lo hace Plutarco en el Banquete de los siete sabios. Las colecciones se han conformado en ocasiones con creaciones propias, como las de Alonso de Ledesma, pero también algunas colecciones suelen atesorar de otras fuentes enigmas diversos rescatándolos del olvido.
Aparte de las colecciones de enigmas, como la de Cristóbal Pérez de Herrera, una fuente primaria de enigmas lo han sido los libros de Problemas o Cuestiones, con sus preguntas y respuestas, casi siempre sobre asuntos doctos y curiosos, que por la misma naturaleza preguntona del enigma, acaban por incorporar algunos de ellos. Tal Las cuatrocientas respuestas  de Luis de Escobar.
Encontramos enigmas solitarios en algunas obras poéticas, o reunidas en algún rincón que dispuso el autor entre sus poesías. Por ejemplo, Juan de Mena deja el más célebre de sus enigmas en los versos dedicados al rey don Juan, mientras que seis enigmas de Baltasar del Alcazar se juntan en un apartado especial, como podemos encontrarlos en la edición de sus poesías (1910) de la Real academia Española.
Muchos enigmas en verso proceden de la poesía de cancionero. En los cancioneros de Sebastián Horozco y en el Cancionero General de Hernando del Castillo, se aprecia en su esplendor lo que no logra cuajar en las Cuatrocientas respuestas de Luis de Escobar, que cada pregunta y respuesta deben formularse con el mismo arte de ingenio, lo cual veremos en el siguiente apartado.
Rengifo, en su Arte poética, contaba que se daban enigmas a los poetas para que los adivinaran(1)
"y conjuntamente compongan un poema explicando su significación, como esta de la Cuarta Academia de Federico: Cuál es la cosa, que representando sin lisonja todas las perfecciones, y defectos de cada uno, no solo hace juicio de lo bueno y de lo malo, pero aun sin hablar persuade, y aconseja siempre mejor. A que respondió don Rodrigo de Silva ser el espejo, probándolo en una prosa, y confirmando lo mismo en una Lyra que hallarás en el citado libro. Don Manuel de Cárdenas probó ser el Amigo fiel, así mismo en una prosa, y por conclusión es una Lyra. Y don Luis de Lara, que dio más en el blanco, que los dos primeros, arguyó con todo acierto ser el Entendimiento, probándolo en una oración suelta y la Lyra. Que está en el capítulo 67 de las Lyras".
Además de formar parte de colecciones de enigmas o encontrarse mezclado en obra poética, el enigma suele aparecer en la comedia, la tragedia y en toda clase de historias con una función bien determinada, muy aparte de que constituía una práctica social, un entretenimiento de corte, y un juego mental que se practicaba en todas las capas de la sociedad. No falta la novela o la comedia que incluya como parte del argumento o como simple distracción de los personajes algún enigma curioso y digno de llegar a los jóvenes lectores. Alonso de Castillo o Lope de Vega son nombres que acuden de inmediato al llamado.
El enigma puede aparecer cumpliendo distintos papeles en el desarrollo de la historia, por ejemplo:

El enigma como una competencia de agudezas.
Es la función propia del enigma, pero esta puede revestir la forma de un juego de entretenimiento, como ocurre tanto en la Diana enamorada, como en la Galatea, y, de modo contrario, el enigma se vuelve un reto de suma importancia, de vida o muerte, para el protagonista. Lo vemos con la Esfinge y Edipo y en el Libro de Apolonio. Un ejemplo que pudieran tener en mente jóvenes lectores, se encuentra en la novela de Tolkien, El Hobito, cuando el señor Bilbo se las ve con Gollum quien lo desafía a resolver enigmas para salvar su vida. A pesar que esta historia no debería entrar en nuestras consideraciones, me permito extender un comentario sobre la misma ya que podemos ilustrar algunas de las ideas que expresamos en estos apuntes, en otra literatura. 
Caímos en el libro de Joseph Pearce, El viaje de Bilbo: Descubriendo el significado oculto en "El Hobbit"(2), precisamente en el capítulo 5 titulado "Gollum y el anillo". Veamos lo que dice Pearce:
Este episodio, la guerra de ingenio en la que participan Bilbo y Gollum, es una de las partes más memorables, emocionantes y apasionantes de El Hobbit. Se basa en gran medida en el conocimiento que Tolkien poseía de las viejas adivinanzas en inglés… Las adivinanzas eran un pasatiempo muy popular entre los anglosajones, especialmente en los monasterios., Existen colecciones de acertijos compuestos en latín por tres santos católicos: san Aldhelmo, Obispo de Sherborne, San Tatwin, Arzobispo de  Canterbury, y san Hwaetberht, abad de Wearmouth y amigo de san Beda. También se conserva una colección de 95 adivinanzas recogidas en el Libro de Exeter, escritas en inglés antiguo y que eran bien conocidas por Tolkien.
Recordará el amable lector que Bilbo se encontraba en una caverna sin aparente salida, en la cual moraba una pavorosa criatura, Gollum quien ofrece mostrar la salida si Bilbo lo vence en un juego de acertijos, pero si falla, si Gollum resulta vencedor, se lo comería. Entonces se cruzan diversos acertijos que uno y otro van resolviendo, hasta llegar al desenlace casi casual en el que Bilbo gana y logra escapar de la bestia.
Sigo la enumeración:
 
El enigma como el elemento fundamental de la historia.
El enigma adquiere una gran importancia en desencadenar la acción y desanudarla y en resolver la historia final, tal como ocurre en el Libro de Apolonio. Podíamos catalogar algunas novelas de Julio Verne en esta categoría, como Viaje al centro de la tierra, donde la aventura parte de un mensaje cifrado, o Los hijos del capitán Grant, que dan la vuelta al mundo para ir descifrando un mensaje semiborrado, pero esta y otras novelas escapan del marco referido a estos apuntes. En cambio valdría la pena mencionar la Vida de Esopo, la cual se desenvuelve entre enigma y enigma formulado al fabulista. Otro ejemplo lo es la Primera noche, de la Navidad en Zaragoza de Matias de Aguirre del Pozo.
 
El enigma como una referencia en la obra literaria.
Esto puede darse de dos maneras, como una simple cita, tal como ocurre en El banquete de los siete sabios, de Plutarco, o puede ser tema o aludirse en varios pasajes, como lo hace Sófocles con Edipo rey o Lope de Vega en Los Pastores de Belén, una de las obras más bellas de Lope en donde unos pastores se han reunido en las cercanías de Belén, unas semanas antes del Nacimiento de Jesús.
 
El enigma como elemento en la acción de la obra literaria.
En algunas obras aparece el enigma y juega su papel de manera brillante sin ser parte fundamental de la historia. Esto lo podemos decir de las Tardes entretenidas, de Alonso del Castillo en donde los enigmas son parte estructural de la obra, y también lo diríamos cuando el enigma aparece casi de manera incidental, como en México en 1554, de Francisco Cervantes de Salazar, andando por las calles de México, o inserto por Lope de Vega en la comedia El villano en su rincón,  con estos versos:
¿Qué es, Costanza, cosi cosa
que llaman en corte enima,
un alto, que un bajo estima
sin fuerza más poderosa,
y un bajo que al alto aspira?.
De ninguna manera se agotan aquí las variantes que asume el enigma en el desarrollo de una obra dramática o literaria. La intención de hacer esta breve exploración, tiene el objetivo de ilustrar que las colecciones de enigmas no son las únicas fuentes de enigmas, si bien son las colecciones donde se reunieron muchos enigmas de diversas fuentes.

Referencias

Juan Díaz Rengifo, Op. Cit., Cap. CXII, p.177
Joseph Pearce, El viaje de Bilbo: Descubriendo el significado oculto en "El Hobbit", Editorial Palabra, Madrid, 2012, p. 51

§ 14. Hojas volantes y almanaques

Fuera de sitio en el apunte anterior quedó un importante medio de creación, recopilación y difusión de enigmas, las publicaciones ocasionales o periódicas que, como almanaques y hojas volantes tuvieron muchísima popularidad y a las cuales haría falta dedicar algunas palabras. Estos medios llevaron el enigma a todas las categorías sociales, difundiéndolos entre esa masa anónima que vestimos de popular.
Ya mencioné lo dicho por Rengifo sobre la costumbre de enviarse unos a otros, poetas y escritores, enigmas ingeniosos, tal como se enviaban preguntas en verso para responderse en los preguntarios como el de don Luis de Escobar. De igual forma he mencionado que era costumbre en las academias literarias dedicar algunas horas o momentos a la presentación y resolución de enigmas, tal como en los banquetes de la antigüedad clásica. Y he señalado que el resolver enigmas era el entretenimiento principal en las reuniones sociales de pobres y ricos, de nobles y plebeyos, de cultos e incultos, tanto así que, Castillo Solórzano menciona en Tardes entretenidas, que algunas damas  contrataban poetas para que hicieran el enigma que ellas presentarían como suyo.  Estas costumbres desde edades remotas hasta el siglo XIX inclusive. Y una manera de conocer enigmas y adivinanzas los diferentes grupos sociales para competir en esas reuniones, lo eran las hojas escritas que se llegaban a pegar en algunas partes aún antes de la imprenta y después de ella, las hojas impresas que se publicaban sin ton ni son después de la popularización de la imprenta y las publicaciones del tipo de los almanaques que Villarroel popularizó en el siglo XVIII y los libros de chistes y cuentos de Boira en el siglo XIX.
Un curioso testimonio de esa clase de publicaciones lo es Sueño Seri Jocoso(1750) firmado como Patán de Caravanchel(1) un libro o folleto dedicado exclusivamente a presentar un par de enigmas para lo cual se gasta 42 páginas entre la portada, censura oficial, las licencias respectivas, la fe de erratas, elogios al autor, dedicatoria y prólogo al lector, sonetos al autor y algo siempre en verso, con la excepción de unas palabras al lector, que no se sabe qué es, como el mismo autor declara, y que constituye el cuerpo de la publicación. La portada ilustra perfectamente lo que hemos de encontrar en este librito publicado en octavo de folio.
SUEÑO SERI JOCOSO
DISCURSO PEREZOSO
MONTANTE QUE ECHA APOLO
NADA ESCASO
DESDE EL MONTE PARNASO
SOBRE DISCURSOS, DARES Y TOMARES
DE LOS ENIGMAS QUE HAN SALIDO A PARES
TAN RECTO, QUE SIN SATYRAS, NI APODOS
HACE JUSTICIA A TODOS
DE OCHAGAVIA DA AQUÍ CIFRADA
LA ENIGMA PUBLICADA:
TRAYENDO DESCIFRADAS,
SIN ESTA, DOS ENIGMAS, Y GLOSADAS
SU AUTOR ES EL
PATAN DE CARAVANCHEL.
El asunto a tratar es un tanto enredado a propósito por el autor que da noticia de la publicación de un par de enigmas que él se propuso resolver. Advierte que este es el segundo papel que publica con enigmas y escribe "la primera Enigma, en este papel, no solo te la repito glosada, sino también descifrada la Enigma, que en dos décimas dio al público Don Matheo Ochagavia, o al menos salió en su nombre; como también hallaras descifrada la segunda, que apareció puesta en la Puerta del Sol, diciendo ser un Cavallero de Burgos el que la mandaba fijar, ofreciendo cierta cantidad, o el premio al que la descifrase".
El autor da curiosos detalles sobre el ambiente que predominaba a mediados del siglo XVIII sobre el enigma. Tal vez exagere diciendo que había tumultos para comprar una hoja volante con el enigma de ocasión, pero el hecho de que publica por segunda ocasión un "papel" sobre lo mismo tratando exclusivamente de un par de enigmas que salieron a la luz pública, seguramente tiene razón en cuanto dice:
Voy a dar forma y modo
de otro Enigma descifrar,
que hay tantos, que este lugar
Enigmas se vuelve todo.
Y en seguida confiese que el primer papel ha sido bien recibido.
el otro, que se ha vendido,
que ha sido cuento de cuentos…
Y muy adelante, al hablar del enigma de Ochagavia, registra para nosotros otro curioso suceso que viene bien comentar: cómo un enigma de autor, que es puesto a la venta, se reproduce en los pliegos de cordel que vendían los ciegos, sin crédito alguno y en beneficio de otros, a lo que llama "gran picardía/ estafa, robo, hurto, simonía". La historia es esta:
Y otro enigma que dicen ha salido,
que al público se ha dado, y se ha vendido,
de dos décimas hecha, y se decía
ser su autor Don Matheo Ochagavía.
¿no ha habido algún curioso aficionado,
donde hay tantos, que la haya descifrado?...
...es el caso, que el pobre no ha sabido
lo que le ha sucedido
mientras se fue a Toledo,
que aquí hicieron con él un fuerte enredo,
pues su Papel del Nombre y Apellido
por las calles los ciegos lo han vendido,
sin dar orden su autor a ningún ciego,
y es que lo echaba otro en su talego
y así le han usurpado
lo que muchas pisadas le ha costado;
y es una gran picardía,
estafa, robo, hurto y simonía.…
Otra cuestión que destaca en la lectura del Sueño Seri Jocoso, son los detalles que el autor va tejiendo para alargar la presentación de los enigmas y, finalmente glosar verso tras verso con una décima, o sea que explica el enigma en veinte décimas, todo lo cual hace el librito más atractivo al público de aquellos años. Se trata de verdadera literatura popular, un fenómeno social y literario. Viene a la memoria la Navidad en Zaragoza, donde el enigma (o la enigma) se examina en detalle, aunque en prosa, verso tras verso apoyándose en citas de los clásicos. El enigma de Ochagavía es el siguiente:
Soy una dama guardada,
Que estoy sin querer rendida,
De Marte soy pretendida,
Y de Minerva gozada:
Los brutos temen mi entrada,
El Rey pide mi favor,
Doy al cobarde valor,
A el valiente, miedo, y
Me suelen salir a mi
Las faltas de un gran señor.
 
No como, y gasto infinito;
Soy justa y vendo lo ajeno;
Y como duermo al sereno,
Cumplo a muchos su apetito.
De doncella me acredito,
Mujer tan infame siendo,
Que por dinero me vendo;
Y tanta mi fama ha sido,
Que he metido mucho ruido,
Y yo misma no me entiendo.
El amable lector disculpara que me abstenga de transcribir la glosa y simplemente señale que la respuesta es la Justicia.
Sigue el curioso documento dando cuenta ahora del enigma que un caballero de Burgos puso en la calle de Carteras, ofreciendo al que supiera descifrarla un premio. Dice el Patán de Caravanchel:
Lo mejor que ha venido a esta gran Villa
es este Enigma en una Redondilla;
y pues también quien la descifre ha avido,
(dijo Apolo) este es su contenido:
Nací sin tener aliento
Mi niñez no fue importuna
tuve dos años de cuna
Y viví solo un momento.
De acuerdo a nuestro autor se trata de La nave, o sea un barco que se construye en largo tiempo y apenas sale a la mar es destruido por una tormenta. Es la clase de enigmas con cierta trampa, como lo es el clásico de Sansón que nadie mas que él puede saber cuanto que se basa en experiencias no implícitas u ocultas en la presentación del enigma. De cualquier forma, esto ilustra el ambiente que había alrededor de los retos enigmáticos, expresado por el Patán en la presentación que hace de su propio enigma, en donde promete presentar al año otro papel con la solución.
ENIGMA
Soy la cosa más presente
que tiene la criatura,
Y en el Cielo es mi hermosura
Mas que el Sol resplandeciente.
El cobarde y el valiente,
el pastor y el potentado
me han tenido y estimado,
pues generalmente ha sido
mi ser muy bien admitido
del justo y el renegado.

Vuelvo a repetir queda nombrado en el Enigma lo que es su definición, y porque no parezca voluntariedad esto, ofrezco descifrarlo (aunque estoy cierto que a vuelta y media lo hallarás) en otro Papel, que para el año que viene próximo pienso dar a la luz pública, que aunque ha de ser diferente asunto escrito (despidiéndome con este de los Enigmas y por ribete, o añadidura te lo daré descifrado con la ayuda de Dios que te guarde, y a mi no me olvide, hasta que todos logremos un dichoso fin, que es lo que VALE.
Otro caso igualmente ilustrativo del furor que había en siglos pasados en torno de la enigmática, lo son los almanaques de Diego de Torres y Villarroel (1693—1770), que ejercicio el periodismo popular con mucha fortuna e ingenio. Entre los pronósticos del tiempo, intercalaba en una edición coplas, en otra seguidillas o refranes o enigmas y, cosa extraña, nombra en masculino la enigma que tanto escriben los demás en femenino. Tocó en la edición de 1766 llenarlo de enigmas(2). Estos, cuenta, los juntó en una noche con un par de amigos y "al día siguiente saqué los papelones de Enigmas y empecé a clavar disparates en las estaciones y despropósitos en las lunas, y en poco tiempo creció el embrión del Pronóstico…" Así plantea el primero de sus enigmas, al calor de lo que escribe sobre la primavera:
"El mundo político padece en esta primavera de varias mudanzas…todo lo lograrán si prosiguen su solicitud con lo abierto del significado del  Enigma siguiente(3):
Noble, entre toda criatura
soy, mi fama orbicular,
luz tengo para alumbrar
de rayos, y de hermosura:
Sin mí una máquina obscura
es el prado, soto y monte,
porque uno, y otro orizonte,
y cuanto su espacio encierra
registro, sin que en la tierra
cosa alguna se remonte.
En seguida habla de las conferencias de los Gabinetes y cuatro renglones adelante, advierte: "Saldrán algunos proyectos, para lo cual están prontos los significados del siguiente Enigma:"
Cinco bueyes aran
con sola una reja,
el barbecho es blanco,
la simiente negra.
(4)
Y de la misma forma, va engarzando pronósticos políticos con los enigmas. Así es que lanza el tercero de sus enigmas: "se disponen regocijos y fiestas en una Corte, a cuyo fin llegan varios avisos por el significado de el Enigma":
Todo meten por mi boca
sus secretos y noticias,
y las vuelvo a vomitar,
sin quedar nada en las tripas
(5).
Villarroel nunca da la solución, sino algunos indicios en la introducción, lo cual se presta a que sus enigmas se discutan mucho entre su público, a menos que se reconozcan algunos de ellos tomados de otros autores principalmente las quintillas de Herrera. Como pronosticador nuestro autor tuvo aciertos que acrecentaron su fama. Veamos el estilo de sus pronósticos, en este caso para la primera luna nueva del mes de enero de ese 1766:
"En esta luna suceden algunos casos y historias ridículas. Los soldados y escolares hablan mucho sobre sus ascensos, y entre unos y otros hay reyertas, y se enseñan los unos a los otros con alguna rabia, el significado de el Enigma":
Varones y hembras nacimos,
y en una comunidad
puros y castos vivimos,
blancas estolas vestimos
símbolo de castidad.
Todos guardamos clausura;
estrecha celda habitamos;
nada se hace cosa dura,
pues cuando presos estamos
es mayor nuestra ventura
(6).
¿Y cómo no iba a acertar con pronósticos como el que sigue? "Un ministro es cogido en fraude, y de vergüenza de haber sido descubierto, quisiera meterse en el significado de el acertijo:
Toda la noche esperando
estoy con la boca abierta;
pero por puntos mi amo
de mañana me la cierra
(7).
O este otro pronóstico en donde solio y dosel se refiere a trono: "Un poderoso de cierta corte vive en trabajos y persecuciones, de los que se hubiera librado, si hubiera sabido gobernar el significado del enigma:
Entre su solio, y dosel
está siempre cierta dama,
y que llueva, que no llueva,
siempre la hallarás mojada
(8).
Villarroel reproduce lo que encuentra en cualquier parte, ya sea escrito o de oídas, y así llegó a él un viejo enigma muy diseminado en Europa. Lo presenta con uno de sus pronósticos: "Prisiones por mar y tierra de diferentes malhechores y piratas. Para expresar las de la tierra no se pone enigma; para las del mar es el siguiente:
En casa me estaba yo,
y me fueron a prender;
yo quedé preso, y la casa
por la ventana se fue
(9).
Las soluciones a los enigmas del almanaque son, a mi parecer pues no cuento con Villarroel para confirmarlas: El ojo, el lápiz, la carta, los dientes, el zapato, la lengua y un pescado.

Referencias

(1) Sebastian Sánchez Manzano. Sueño seri—jocoso, discurso perezoso, montante que echa Apolo, nada escaso, desde el monte Parnaso, sobre discursos, dares y tomares de los enigmas, que han salido a pares: tan recto, que sin satyras, ni apodos hace justicia a todos: de ochagavia da aqui descifrada la enigma publicada; trayendo descifradas, sin esta, dos enigmas, y glossadas su autor es el Patan de Carabanchel, Madrid, 1750, pp. 4—34
(2) Diego de Torres y Villaroel. El santero de majalahonda y el Sofista Perdulario, Pronóstico Y Diario de Quartos de Luna, Barcelona, Thomas Piferrer, 1765, p8.
(3) Ibidem p.10
(4) Ibidem p. 10—11
(5) Ibidem p.11
(6) Ibidem p.20
(7) Ibidem p.36
(8) Ibidem p.24
(9) Ibidem p.39

§ 15. México en 1554

Francisco Cervantes de Salazar (1514—1575) llegó a México en 1551 para hacerse cargo de la Universidad, el primer rector de la misma. Murió en nuestro suelo como muchos notables que llegaron de España a entregar lo mejor de si mismos al Nuevo Mundo.
México en 1554 es una obra construida en tres diálogos, el primero dedicado a la Universidad y el segundo, que es el que nos interesa en esta ocasión, dedicado a la Ciudad de México. Finge nuestro autor en este Diálogo que los dos vecinos Zuazo y Zamora, tratan de obsequiar al, forastero Alfaro, llevándole á recorrer la principal parte de la ciudad de México.
Al efecto, los tres interlocutores salen de la calle de Santa Clara, y tomando la de Tacuba, siguen por el Empedradillo, Portal de Mercaderes, Diputación, Portal de las Flores, frente de Palacio, Seminario, primera y segunda calles del Reloj, Santa Catalina de Sena, Perpetua, Cerca de Santo Domingo, segunda y primera calle de San Lorenzo, la Concepción, Santa Isabel, San Juan de Letran, Hospital Real, primera y segunda de de San Juan, Vizcaínas, Portal de Tejada, segunda de Mesones, Alfaro, Arco de San Agustín, y Jesús, hasta el Hospital del mismo nombre, en la entonces famosa calle de Ixtapalapa y de allí se van para la casa de Zuazo, donde se quedan á comer, para volver á salir en la tarde, yendo á Chapultepec, cuyo paseo da asunto al Diálogo tercero.
Es un paseo por lo que es ahora el centro de la ciudad de México y algunos de sus alrededores. Los nombres de calles reconocidos dan idea del recorrido, pese a los nombres de calles que han cambiado. Al topar los caminantes con uno de los grandes canales que aún existían en el centro de la ciudad, Alfaro suelta un enigma "digno de Edipo", al que Zamora responde con prontitud.  Los tres hombres se encuentran en ese momento en lo que era la calle Real de Santa Ana (Cinco de Febrero y República de Chile), que es la que lleva a Santo Domingo(1).       
ZUAZO. 
¡Qué ancha es esta calle que va á Santo Domingo, hermosa  también por sus buenas fábricas!
ALFARO
Al frente hay una plaza, y la calle acaba por ambos lados en casas magníficas.
ZUAZO.
Detente aquí algo, y de una mirada abraza estas dos calles: una que va á la plaza, y tiene el nombre del convento, ocupada por artesanos de todas clases, y esta otra que va al convento de las monjas.
ALFARO
Todo México es ciudad, es decir, que no tiene arrabales, y toda es bella y famosa. Mas ahora solo quiero examinar atentamente la extensión y asiento del monasterio. Está en plano, y un poco mas alto que la calle, por cuya causa el templo parece mucho más elevado de lo que en realidad es.
ZUAZO.
Ayuda á ello la configuración del terreno, que desde aquí va siempre en descenso, tanto hacia la plaza, como hacia el convento de las monjas.
ALFARO
El monasterio es de grande extensión, y delante de la iglesia hay una grandísima plaza cuadrada, rodeada de tapias, y con capillas ú oratorios en las esquinas, cuyo uso no comprendo bien.
ZAMORA
Tienen uno muy importante, á saber, que en las fiestas solemnes, como Natividad de nuestro Señor Jesucristo, su Muerte, Resurrección y Ascensión, Concepción de la Virgen María, su Natividad, dias de los Apóstoles y de Santo Domingo, por no ser el claustro bastante grande para que quepan tantos vecinos, salen rezando ellos y los religiosos, precedidos de la cruz y delante de las imágenes, y van dando vuelta para detenerse á orar en cada capilla.
ZUAZO.
Iguales elogios harías de la huerta y del convento si fuera posible verlos 
ALFARO.
También corre el agua por caño descubierto en esta calle que va al convento de las monjas.
ZAMORA.
Mucha más recibe el convento por otras cañerías ocultas y subterráneas, para que llegue clara y limpia.
ALFARO
¿Y cuál es la fuente que produce tanta agua?
ZUAZO.
La de Chapultepec, lugar célebre por las historias de los indios, y por su abundancia de aguas. Si te pareciere, iremos allá después de comer, para que desde un cerro que está inmediato veamos perfectamente.
ALFARO.
¡ Cómo sobresalen en su fábrica estas dos casas cercanas, una enfrente de otra!
ZUAZO.
Son tan bellas como sólidas.
ALFARO.
Estas son siempre las mas estimadas; pero hacen mejor vista las del otro lado de la acequia por sus jardines y sus techos pintados. ¿ Pero cómo es eso que caminan sobre el agua unas canoas llenas también de agua? Enigma es digno de Edipo.
ZAMORA.
Davo le adivinará, que no es necesario Edipo. El agua en que navegan las canoas no es potable: la que ellas llevan sale de la fuente, y por una gran canal de madera, como pronto vas á verlo, cae de alto con gran estruendo sobre las canoas que se ponen debajo.
ALFARO.
Ahora lo entiendo, y veo en efecto lo que dices. Dios mió! qué multitud de canoas! ¿Y quién habita este barrio en que entramos, tan notable todo él por sus grandes y elevadas casas, tan extenso, y que disfruta de dos aguas, una para regar, y otra buena para beber?
ZUAZO.
Le ocupan vecinos nobles, y entre ellos algunos de los que sujetaron al dominio del Emperador es tas regiones desconocidas á los  historiadores: Cervantes, Águilares, Villanuevas, Andrades, Jaramillos, Castañedas, Juárez, otros Avilas, y los demás que seria largo enumerar.
ALFARO.
¡Qué linda plaza se sigue, y cómo embellece las casas no menos lindas! i Qué alegre vista de la campiña se descubre por esta calle empedrada!
 ZAMORA.
Antes bien, y no te causará menos placer, dirige la vista á esta otra calle que va á la plaza: es notable por sus altos y hermosos edificios, y corre también el agua por medio de ella. Llámase de S. Francisco, á causa del convento del mismo nombre.
ALFARO.
Nada hay en México que no sea digno de grandes elogios; pero me agrada sobre todo esta calle por lo mucho que se parece á la de Tacuba, y aun le lleva ventaja, porque como tiene mayor declive, no se hacen lodazales en tiempo de lluvias. 
ZUAZO.
Demos vuelta aquí para ver mejor el convento desde la otra puerta.
ALFARO.
¿De quién es esta casa que se ve ala derecha, labrada á toda costa, y cuyos elevados pisos miran á la calle y á la acequia?
ZUAZO.
De Castañeda, uno de los conquistadores de esta tierra.
ALFARO.
No sería fácil entrarla por fuerza, con ese foso que la ciñe.
ZUAZO.
De esta acequia se conduce agua muy limpia para el convento y su huerta, por medio de cañerías subterráneas, y á través de una coladera de hierro. Pero detengámonos, para que, bien sea desde á caballo y mirando por las puertas abiertas, ó bien apeándote, si mejor te parece, puedas contemplar la grandeza del atrio de San Francisco, y lo que tiene de notable.
En la edición de Icazbalceta se agrega una nota respecto al enigma que viene a enriquecer nuestras referencias(2):
"Davo era nombre común de esclavos, en la comedia latina. Edipo como todos saben, adivinó el enigma de la Esfinge, cuya fácil hazaña, le ha creado una reputación de agudeza. Por eso se contraponían los nombres de ambos personajes en el dicho, vulgar que trae Cervantes. En Terencio, el esclavo Davo dice al viejo Simón: "En verdad que no te entiendo", y Simón le pregunta: "¿Que no? Eh!" "No, replica el esclavo, "que soy Davo y no Edipo." —En cuanto al modo de conducir el agua en las canoas, hállase referido también en la Segunda Carta de Cortés,"
El enigma fuera de su contexto original perdería todo su "chiste", pero dentro del recorrido que hacen por la vieja ciudad, cobra sentido. Y el lector, niño, joven, adulto, aspira por momentos el mismo paisaje que contemplaba Cervantes en esos años en que la ciudad de México se levantaba ya orgullosa de ser una de las capitales del mundo, tal como se mira en la Grandeza Mexicana de Balbuena.

Referencias

(1) Francisco Cervantes Salazar. México en 1554, Tres diálogos latinos, Ediciòn y Traducción castellana de Joaquín García Icazbalceta, México, 1875
Antigua Librería de Andrade y Morales, pp. 121—131.
(2) Ibidem, Nota 50, p. 213

§ 16. Ensalada de poetas enigmáticos

Muchos escritores y poetas navegaron en el mar de las agudezas enigmáticas, y dejaron preciosas joyas como enigmas ya fuere porque se dedicaron con entusiasmo al género enigmático o porque lo hicieran  ocasionalmente. El mejor ejemplo lo es Juan de Mena, que, en los diálogos con el rey Juan, regala uno de los acertijos más celebrados de las letras españolas(1) y luego al lado del Marqués de Santillana, impulsa en juego de preguntas y respuestas como forma poética. Otros autores siguieron de cerca el género enigmático y nos dejaron algunas piezas deliciosas como es el caso de Sebastián Horozco.
De ahí se hace nuestra ensalada de poetas enigmáticos.
El Siglo de Oro de la lengua española comienza en 1492 y dura dos siglos. Juan de Mena es uno de los autores clásicos, referentes de la literatura, que no pudo alcanzar el momento de esplendor de la lengua a la que tanto hizo brillar por su cuenta. Vive entre 1411 y 1456. De él recordamos unos versos que le dedica Cristóbal de Castillejos en defensa de la tradicional copla española y "contra los poetas españoles que escriben en verso italiano", una polémica interesante que se dio al irrumpir Boscán y Garcilaso con las nuevas formas métricas. No es una polémica tan fuerte como la que en pleno Siglo de Oro ocurre entre conceptistas y culteranistas, pero es algo trascendente en las letras castellanas..
Juan de Mena, como oyó
la nueva trova polida,
contentamiento mostró,
caso que se sonrió
como de cosa sabida,
y dijo: «Según la prueba,
once sílabas por pie
no hallo causa por qué
se tenga por cosa nueva,
pues yo mismo las usé.
Juan de Mena tuvo gran amistad con don Iñigo Lòpez de Mendoza, Marqués de Santillana y uno y otro se dedican preguntas y respuestas entablando un duelo de agudezas en verso, las cuales recoge el Cancionero General de Hernando del Castillo. Según la costumbre de esa clase de duelos de ingenio, la respuesta se ha de hacer en igual número de versos y consonantes. Es la forma en que Mena plantea al marqués el célebre enigma de la Esfinge, en cuatro octavas en versos endecasílabos, que el marqués responde de modo idéntico.
Los enigmas de Juan de Mena se volvieron clásicos. Sebastián de Horozco, queriendo emular los juegos de ingenio que Mena y Santillana solían practicar, reproduce de "Juan de Mena al rey don Juan", dos enigmas para jugar con ellos de aquella manera a cien años de distancia. Esto lo hace en su Cancionero(2).

JUAN DE MENA
Decidme, quál es la cosa
milagrosa
que de bocas tres alcanza,
y es en sí tan tenebrosa
y espantosa
que por todas fuego lanza?
Una boca desta alhaja
come paja,
y no bebe por ninguna:
otra tiene tal ventaja
que trabaja
y con pan se desayuna.
 
SEBASTIAN DE HOROZCO
Aunque parece ser cosa
espantosa
y que su ser no se alcanza
quedará sin ser dudosa
ni escabrosa,
y sin ninguna dudanza.
Tres bocas tiene esta alhaja
que con paja
se calienta por la una,
y es padilla do se quaja
lo que ataja
a toda hambre importuna.
(—El horno.)
JUAN DE MENA
¿Qué es el cuerpo sin sentido,
que concierta nuestras vidas
sin vivir?
Muévese sin ser movido,
hace cosas muy sentidas
sin sentir.
Éste nunca está dormido,
mas siempre mide medidas
sin medir.
Tiene el seso tan perdido
que él mismo se da heridas
sin herir.
SEBASTIAN DE HOROZCO
La grande contrariedad
que de la copla proviene,
toda junta
parece gran novedad
aquesta qie en si contiene
la pregunta.
E aunque parece escabrosa,
si su propiedad notamos
se declara,
ser el reloj esta cosa
por donde nos gobernamos
a la clara.
Las coplas de pie quebrado que puso Juan de Mena en boga, sirvieron a Horozco, después de ensayar sus respuestas a los enigmas del cordobés, para armar un enigma un tanto escatológico en dos sextillas manriqueñas(3):

PREGUNTA DEL AUCTOR, DEL PEDO
¿Dezidme, quien es aquel
de los mas aborrecidos,
que sin velle
huyen siempre todos del,
y consiste en dos sentidos
conocelle?
Es cosa tan general
que del ninguno se escapa,
quando viene;
y no ay cámara Real,
ni de Emperador ni Papa
do no suene.
RESPUESTA DEL AUCTOR.
Puédese oir y oler
esa cosa singular
y cortés,
pero no palpar ni ver,
aunque le podáis gustar
si querés.
La duda que preguntáis
con aquesta mi respuesta
se desata,
que aquese de quien dudáis
es lo que de Pedro resta,
R ablata.
Sebastián de Horozco vive en pleno Siglo de Oro, entre 1510 y 1580. Es padre de Sebastian de Covarrubias autor del Tesoro de la lengua castellana y de Juan de Horozco, autor de muy celebrados Emblemas morales. Poeta y dramaturgo, cultiva el género de Preguntas en su Cancionero. En este género se trata de contestar en versos ingeniosos preguntas hechas de igual modo, imitando unas a otras, como se puede apreciar comparando el enigma de Juan de Mena con la respuesta de Horozco. Es común encontrar en el título de la respuesta "Síguese la respuesta por los mismos consonantes". Un ejemplo precioso de este género es la pregunta enigma que el mismo Horozco plantea a un amigo para que responda verso por verso de igual manera(4):

PREGUNTA DEL AUCTOR a Diego de Argame.
¿Quien es el que fue nascido
por servicio de las gentes
y después de haber perdido
la esperanza en que se vido
sufre penas diferentes;
y sin lo aver merecido
viene a ser preso y atado,
apaleado, abatido,
remesado y escupido
y también crucificado?
 
De este tormento depuesto
en agua ferviente echado,
donde le hazen de presto
mudar su color y gesto
siendo tan atormentado;
su cuerpo despedazado
luego tornado a juntar,
y a la coluna amarrado
con la lanza es traspasado
muchas veces sin parar.
 
Y mientras mas le acocean
los que le traen entre manos
le aporrean y alancean,
mas presto hazen que sean
sus miembros juntos y sanos.
Y quando de allí se escapa
cúrale la buena gente,
y al Emperador y al Papa,
y aun al que no tiene capa,
va a servir obediente,
 
Esta pregunta se envía
al señor Diego de Argame
qu' es la flor y primacía
de la troba y poesía,
y es justo que así se llame.
Y tiene que responder
por los mismos consonantes,
por qu' en esto se han de ver
y se dan a conocer
los poetas elegantes.
No hay duda alguna: tal como se puede uno imaginar, y dice Carballo en su Cisne de Apolo, el enigma representa una ocasión que ni pintiparada para que muestren su ingenio los poetas, ya que para estar bien planteado exige una expresión deliberadamente ambigua destinada a llevar la atención del receptor por caminos equivocados, a fin de que este, tras salvar las dificultades, disfrute de haber llegado a la solución. Los Problemas tienen el doble atractivo de plantearse y resolverse de igual forma. A continuación podemos comparar versos a verso la pregunta anterior con la respuesta(5).

RESPUESTA de Diego de Argame
Vuestra merced me ha pedido
por sus versos escelentes
que le diga quien ha sido
aquel que tanto ha sufrido
por pasados y presentes.
Digo qu' es tan parecido
en ser tan martirizado
al que nos ha redimido
que antes de ser conocido
fue mi mí muy estimado.
 
Perdió su verdoso gesto
porqu' el Phebo le ha tocado,
y en aqueste estado puesto
el que tiene en él su resto
procura que sea arrancado.
Y en cerros muy bien ligado
después de e apelear,
y a las viejas entregado
para hazer buen hilado
por fuerza han de rastrillar.
 
Y por ver lo que desean
sus dedos hazen livianos,
hilan, aspan, devanean,
y a sus hijas atarean
los inviernos y veranos.
Del tejedor no se escapa
porque dello se sustente,
úrdelo, teje, y atapa
las carnes del Rey y el Papa,
las del pobre y del potente.
 
Conozco ser demasía,
por mas que yo a mi me ame
la loa que a mi se envía,
y en vuestra merced cabía
y no es bien que se derrame.
Y bien lo dan a entender
mis versillos disonantes,
ser de poco merecer,
que no se puede esconder
a todos los circunstantes.
Otro de los enigmas que recrea Horozco es el viejo de la hormiga; lo trae a cuento con el propósito de elaborar una respuesta ingeniosa(6):

PREGUNTA VIEJA
De la hormiga que no es del
auctor sino la respuesta.
 
¿Qué cosa es aquélla o cuál
que por su mal
le nace lo que no tiene
y con esto es hecho igual
al animal
que en los aires se mantiene?
Vive de ajeno sudor
y sin temor
hurta lo que bien le place
y nadie, que es lo mejor,
ha dolor
del gasto que ésta le hace.
Tanto la pregunta como la respuesta hablan de la hormiga de manera distinta, de tal modo que esta última podría resultar otro enigma tal como Horozco proclama(7):
RESPUESTA DEL AUCTOR
Que también podría ser
pregunta de la hormiga.
 
Este es aquel animal
terrenal
que su cueva honda tiene,
y le nacen a este tal
por su mal
alas que se sostiene.
En prudencia no es menor,
más mayor
según las obras que hace,
y en verano y su hervor
sin pavor
ensila cuanto le place.
Cuando Horozco afirma que se trata de enigma vieja debemos suponer que se refiere a un viejo autor anterior. No se tienta el corazón para reconocer que no hay nada nuevo bajo el sol y que las obras del pasado le inspiran. Lo mismo reconoce, a su manera, Luis de Escobar, con algunos de los viejos enigmas que le envía el Almirante, tal como veremos después. Por cierto, en el enigma de la hormiga, las alas que "le nacen por su mal" pertenecen a una generación diferente, a hormigas hembras, las cuales al salir del hormiguero revoloteando atraen a sus depredadores.
El enigma de Cleóbulo sobre el año, es recreado por Horozco de esta forma(8):

ENIGMA DEL AÑO
Doze hijos quasi ¡guales
vi á un padre que tenía
y cada qual destos tales,
legítimas, naturales
sus treynta hijas había.
La mitad de aquestas era
de clara y blanca color,
y por contraria manera
la otra mitad saliera
de turbio y triste negror.
 
Y vi qu' estas hijas tales
de tal suerte procedían
que todas eran mortales,
también eran inmortales
según que se sucedían.
Y trataban comunmente
con los hombres como amigas,
pero después de repente
en el tpo. mas urgente
huyan como enemigas.
Para cerrar con Horozco, vale la pena transcribir del mismo Cancionero un enigma compuesto en base al acróstico enunciado en el título(9):

AGENAS.
PREGUNTA HECHA A UNA DAMA LLAMADA ROMANA, CUYAS PRIMERAS LETRAS DICEN: di, Romana, esto que es cosa y cosa?
De acerca mirando la puerta del cielo
Iustar vi animales en forma de guerra,
Rompiendo la via que cerca la tierra
Oras algunos andaban en vuelo.
Mirándolos ove muy grande consuelo,
A algunos de aquestos vi parda librea
Ninguno resuena por dó se rodea,
Antes van mudos sin dar en el suelo.
 
En breve los vi desaparecer
Sin brazos ni pies que les ayudasen,
Tornar vi alguno por ver si hallasen
Orillas del sumo lugar de plazer:
Quien serán estos si quieres saber
Vete al tesoro de gran cantidad,
Este dirá con cierta verdad
Ser los que á muchos dieron de comer.
 
Cabalga en aquestos el verde tritón
Opuesto á las ninfas por juso divino,
Siguiendo por ellas su leve camino
Iuntarlas costriñe con su dulce son.
Cierto se alía por vera lection
Obra que á muchos oyo espantado
So el concavo destos aver habitado
Aquel varón sabio de clara nación,

ESTOS SON LOS PECES EN LA MAR
Aclaro que la puerta del cielo a la que alude en la primera línea es "el agua que por el bautismo abre la puerta del cielo", mientras que la vía que cerca la tierra, es el mar, y lo es también el tesoro de gran cantidad. Con estas pistas era más sencillo resolver el enigma. El varón sabio al que se hace referencia en los últimos versos, es Ulises.

La Silva Curiosa de Julián de Medrano (o Julio Iñiguez de Medrano), publicada en 1585, contiene algunos pequeños enigmas en latín, como el siguiente(10):

Vidi hominem, non hominem, qui percussit, et nonpercussit, avem, non avem, in arbore, non arbore, lapide, non lapide.
El cual podemos traducir trabajosamente de esta manera: Vi a un hombre que no era hombre, que mato y no mató, a un ave que no era ave, en un árbol que no era árbol, con una piedra que no era piedra.

La respuesta, la explica Medrano de esta manera:

"Quiere decir, un eunuco que hirió á un murciélago que estaba sobre un sambuco, con una tosca. Y da á entender, que el murciélago, es y no es ave; el sambuco, árbol y no árbol; la tosca, piedra y no piedra."
Percussit, se traduce lo mismo como matar, herir o golpear, y aquí Medrano utiliza la palabra con la acepción que él mismo señala. La solución que da merece, por lo menos, otro par de aclaraciones sobre el sambuco y la tosca. El sambuco es propiamente un arbusto, no un árbol, conocido como saúco, pero también es el nombre de un instrumento musical de cuerdas; mientras que la piedra tosca, es una toba calcárea muy porosa que se puede deshacer con facilidad. Nosotros sabemos que el murciélago no es ave, sino mamífero, pero en ese tiempo se le confundía, de ahí la adivinanza 363 del folclorista Francisco Rodríguez Marín(11), en Cantos Populares Españoles (1882):
Estudiantes de letra menúa.
¿Cuál es el abe que buela sin plumas?
Con semejante ejemplo, comprenderá el amable lector la desconfianza que me dan sus enigmas en latín. Tiene uno sobre la castaña, la cereza, el laúd y el vino… Sin embargo, la razón de incluirlo en esta ensalada de enigmáticos, se debe a la enorme pérdida de uno de sus libros, hasta ahora no hallado en ningún amontonamiento de papeles viejos. Pérdida muy sensible si nos atenemos a lo que Medrano dice(12):
Basten por ahora estos enigmas, porque si yo me alargo más en el discurso de ellos, sería apartarme demasiado del sendero y sujeto principiado; pero si eres muy curioso de ver los más lindos y sutiles enigmas que hayan sido compuestos en lengua española, tú leerás mi "Vergel curioso", en el cual, entre otras cosas apacibles, hallarás ciento veinte enigmas harto buenos, los setenta de los cuales yo he compuesto , y los otros el Ermitaño de Salamanca.
La Silva curiosa, de donde proceden estas palabras, es un libro extravagante, calificado como marginal y disparatado. Buena parte de la obra está dedicada a curiosos epitafios que Medrano cosechó paseando por los panteones del mundo.
Juan de Timoneda (1518—1583) escribe un conjunto de relatos que titula El Patrañuelo (1567), a los cuales llama Patrañas. En la Patraña once refiere la historia de Apolonio, sin presentar los enigmas, mientras que en la Patraña Catorcena, presenta tres de los enigmas tipo que es posible encontrar en las historias antiguas. A diferencia de los otros enigmatistas de este apartado, lo hace en prosa. Es una historia muy corta construida para el lucimiento del cocinero de un abad. Los siguientes enigmas los plantea el rey al abad con el objeto de removerlo de su puesto si no demostraba su sapiencia(13).
—Pues, ¡sus! —dijo el Rey—. La primera que quiero que me declaréis es que me digáis yo cuánto valgo; y la segunda, que adónde está el medio del mundo; y la tercera, qué es lo que yo pienso. Y porque no penséis que os quiero apremiar que me las declaréis de improviso, andad, que un mes os doy de tiempo para pensar en ello.
El cocinero del abad, para ayudar a su amo, toma los hábitos del abad y disfrazado se presenta ante el rey. Su respuesta complace al rey y el abad conserva el puesto. Es toda la historia. Veamos lo que dice el suplente:
—Primeramente, a lo que me preguntó Vuestra Alteza que cuánto valía, digo que vale veintinueve dineros, porque Cristo valió treinta. Lo segundo, que dónde está el medio del mundo, es a donde tiene su Alteza los pies; la causa que como sea redondo como bola, adonde pusieren el pie es el medio de él; y esto no se me puede negar. Lo tercero, que dice Vuestra Alteza que diga qué es lo que piensa, es que cree hablar con el abad, y está hablando con su cocinero.
Un poeta no del todo valorado en su tiempo y en el nuestro lo es Baltasar del Alcázar (1530–1606), excelente epigramista y autor contracorriente, crítico mordaz del petrarquismo de moda. Sus composiciones se mueven sobre lo burlesco. De los seis enigmas suyos que aparecen en el libro que recoge su obra publicado en 1910 por la Real Academia Española, presentó dos con la numeración original. El primero está dedicado a nuestra inseparable compañera, el segundo a una sensación que a veces sufrimos o gozamos(14):
II
Yo traigo en mi compañía,
No sé por qué, una doncella
Como se cuenta de aquella
Que á su Narciso seguía.
Asáltala cada día
Mil veces un su enemigo :
Yo soy ocular testigo,
Porque me hallo al debate,
Y ella, porque no la mate,
Suele ampararse conmigo.
En esto la pobre dama
Se ejercita y entretiene.
Hasta que la noche viene.
Que se me acuesta en la cama.
Hasta que el día nos llama,
Que, vuelto al oficio viejo.
Suelo pedille consejo,
Y ella me lo suele dar;
Y así, me vengo á mirar
En ella como en espejo.
—La sombra
 
IV
¿Qué es lo que á veces gustamos
De terrible sinsabor,
Y cuanto lo da mayor,
Mayor contento mostramos?
La causa dello ignoramos,
Y el efeto es necesario
Casi en todos, de ordinario,
Y así, venimos á ver
En un supuesto el placer
Con el pesar, su contrario.
—Las cosquillas
Jorge Montemayor (1520—1561) es uno de los portugueses, tal como Gil Vicente, que escribiendo en idioma español contribuyeron a la misma fundación de las letras castellanas. Gil Vicente es uno de los padres del teatro español; mientras que la Diana de Montemayor es la primera novela pastoril en lengua castellana (1559). Tuvo un éxito enorme, lo que dio pie, tras el fallecimiento de Montemayor, a que Gaspar Gil Polo, un poeta español (1530—1584), escribiera la continuación, La Diana enamorada, cuyo éxito fue aún mayor. De esta curiosa joya (1564), tomamos algunos enigmas muy sabrosos que en la historia sirven de entretenimiento a los pastores. El argumento es esencial para explicar el contexto en que se da ese juego y hacer más interesante el cuadro bucólico. Comparto aquí un fragmento narrativo que ilustra esa especie de torneo de enigmas que se daba entonces(15). En el fragmento que escogí, el juego ya ha comenzado y se va a pronunciar un enigma sospechosamente parecido al CCCLXIX de Escobar.
"Muchas hay más delicadas, dijo Belisa, y una dellas es la que yo diré ahora. Por eso apercíbete, Diana, que desta vez no escapas de vencida. Ella dice de este modo:

PREGUNTA
¿Cuál es el ave ligera,
que está siempre en un lugar
y anda siempre caminando,
penetra y entra do quiera,
de un vuelo pasa la mar,
las nubes sobrepujando ?
Ansí vella no podemos,
y quien la está descubriendo,
sabio queda en sola un hora;
mas tal vez la conocemos,
las paredes solas viendo
de la casa donde mora.

Más desdichada, dijo Diana, ha sido tu pregunta que las pasadas, Belisa, pues no declarara ninguna dellas, si no las hubiera otras veces oído, y la que dijiste, en ser por mí escuchada, luego fué entendida. Hácelo, creo yo, ser ella tan clara, que á cualquier ingenio se manifestará. Porque harto es evidente, que por el ave, que tú dices, se entiende el pensamiento, que vuela con tanta ligereza, y no es visto de nadie, sino conocido y conjeturado por las señales del gesto y cuerpo donde habita. Yo me doy por vencida, dijo Belisa, y no tengo más que decir, sino que me rindo á tu discreción, y me someto á tu voluntad. Yo te vengaré, dijo Ismenia, que sé un enigma que á los más avisados pastores ha puesto en trabajo: yo quiero decirle, y verás cómo haré que no sea Diana tan venturosa con él como con los otros; y vuelta á Diana dijo:

PREGUNTA
Decí, ¿cuál es el maestro,
que su dueño le es criado,
está como loco atado,
sin habilidades diestro,
y sin doctrina letrado ?
Cuando cerca le tenía,
sin oíle le entendía,
y tan sabio se mostraba,
que palabra no me hablaba,
y mil cosas me decía.

Yo me tuviera por dichosa, dijo Diana, de quedar vencida de ti, amada Ismenia; mas pues lo soy en la hermosura y en las demás perfecciones, no me dará agora mucha alabanza vencer el propósito que tuviste de enlazarme con tu pregunta. Dos años habrá que un médico de la ciudad de León vino á curar á mi padre de cierta enfermedad, y como un día tuviese en las manos un libro, tómesele yo, y páseme á leerle. Y viniéndome á la memoria los provechos que sacan de los libros, le dije que me parecían maestros mudos, que sin hablar eran entendidos. Y él á este propósito me dijo esta pregunta, donde algunas extrañezas y excelencias de los libros están particularmente notadas. Con toda verdad, dijo Ismenia, no hav quien pueda vencerte; á lo menos las pastoras no tendremos ánimo para pasar más adelante en la pelea: no sé yo estas damas, si tendrán armas que puedan derribarte".
Tal como se ilustra en estos diálogos, las adivinanzas llegaron a ser el principal entretenimiento social de nuestros antepasados y no sólo de ingenuos pastores, que también se ven en Gil Vicente y en la propia Galatea, sino de los más sofisticados y elevados miembros de la sociedad. Otras enigmas, como dicen ellos, de la Diana enamorada, son las siguientes:
PREGUNTA
Junto á un pastor estaba una doncella,
tan flaca como un palo al sol secado,
su cuerpo de ojos muchos rodeado,
con lengua que jamás pudo movella.
A lo alto y bajo el viento vi traella,
mas de una parte nunca se ha mudado;
vino á besarla el triste enamorado,
y ella movió tristísima querella.
Cuanto más le atapó el pastor la boca,
más voces da, porque la gente acuda,
y abriendo está sus ojos y cerrando.
Ved qué costó forzar zagala muda,
que a! punto que el pastor la besa ó toca,
él queda enmudecido y ella hablando.
—La zampoña o flauta tañida por un pastor.

PREGUNTA
Vide un soto levantado
sobre los aires un día,
el cual con sangre regado,
con gran ansia cultivado,
muchas hierbas producía.
De allí un manojo arrancando,
y solo con él tocando
una sabia y cuerda gente,
la dejé cabe una puente
sin dolores lamentando.
La respuesta la dejamos esta vez a Diana:
Pues yo, dijo Diana, tengo dello memoria: decía que el soto es la cola del caballo, de donde se sacan las cerdas con que las cuerdas del rabel tocadas dan voces, aunque ningunos dolores padescen.
Por último esta enigma que nos recuerda una de las metáforas de Virgilio, (dar riendas a las naves):
PREGUNTA
¿Quién jamás caballo vido,
que por extraña manera,
sin jamás haber comido,
con el viento sostenido,
se le iguale en la carrera ?
Obra muy grandes hazañas,
y en sus corridas extrañas
va arrastrando el duro pecho
sus riendas, por más provecho,
metidas en sus entrañas.
—La nave.
El estudioso José Luis Agúndez García(16), trae una anécdota que refiere Diego Villarroel editor de almanaques en el siglo XVIII, quien entremezclaba los pronósticos con enigmas y adivinanzas, hasta dos por página. Cuenta Villarroel que cierto día acudió con un acompañante al barrio de las Visillas, donde observó un corro de gente al que se aproximan y se acomodan para ver cómo se divertían "holgando y divirtiendo a adivinar aquellos enigmas que vulgarmente se llaman acertijos".  Prestó mucha atención para memorizar los que pudiera a fin de reproducirlos en su almanaque. Y confiesa que pasaron horas riendo por las disparatadas respuestas que se proponían y que siguieron divirtiéndose buscando las soluciones en el paseo de vuelta.
 Una de las muchas anécdotas jocosas que se dicen de Quevedo, refiere que retirado a un pueblo en la estación de verano, frecuentaba una tertulia en la cual constituía uno de los principales entretenimientos el resolver enigmas. Queriendo Quevedo hacer una de sus bromas pesadas a los inocentes provincianos, propuso el enigma siguiente:
Yo soy el ornamento
de la cabeza del hombre;
es el sombrero mi nombre:
adivínalo, jumento.
Todos se echaron a reír, pero uno que permanecía como abismado en la meditación, exclamó de pronto con aire de triunfo:
Señores, ya lo acerté: es la peluca.

Referencias

(1) Las obras del famoso poeta Juan de Mena, Corregidas y declaradas por el Maestro Francisco Sánchez de la Universidad de Salamanca, Madird 1804, pp. 199—200
(2) Cancionero de Sebastián de Horozco. Sociedad de bibliófilos andaluces
Sevilla, 1874 p. 120—121
(3) Ibidem p. 122
(4) Ibidem p 112
(5) Ibidem p. 112—113
(6) Ibibem p.119
(7) Ibidem p. 119—120
(8) Idibem p. 247
(9) Ibidem p. 233
(10) Julián Iñiguez de Medrano. La Silva Curiosa de Julián de Medrano, Madrid, 1878, pp.50—51
(11) Francisco Rodríguez Marín. Cantos Populares Españoles, Recogidos, ordenados e ilustrados por Francisco Rodríguez Marín, Sevilla, 1882, p. 208
(12) Julián Iñiguez de Medrano. Op. Cit.p.52
(13) Juan Timoneda, El Patrañuelo, Biblioteca Virtual Cervantes, Patraña Catorcena.
(14) Baltasar de Alcazar, Poesías de Baltasar del Alcazar, Edición de la Real Academia Española, Madrid 1910 p. 217, 218
(15) Gaspar Gil Polo. La Diana enamorada, Biblioteca Clásica Española, Barcelona, 1886, pp. 349—355
(16) José Luis Agúndez García. Los enigmas en El libro de los cuentos de Rafael Boira Olivar,2012, vol. 13 no. 18, Universidad de La Plata, p.371, Versión digital.

§ 17. Miguel de Cervantes Saavedra

Uno de los enigmas de la Galatea de Cervantes lo he visto repetido en muchas partes al lado de otras adivinanzas de igual o menor valor. Resalta entre las del mismo Cervantes porque explica perfectamente lo que es un enigma, tal como lo hace Herrera en la primera de sus 300 y tantas adivinanzas. Y cada vez que veo tal enigma aparecer en esas circunstancias lo miro como a un niño de la calle, abandonado a su suerte, sin hogar. Es un niño listísimo, cierto, que se vale por si mismo, un Gavroche cualquiera, que puede abogar por las agudezas de su verso, pero al aislar el enigma de su contexto por más que se defienda solo, se escatima el paisaje, el ambiente moral e intelectual, el escenario que escogió el autor para su obra. Sería muy fácil hacer una colección de enigmas cultos y presentar un enigmaton con quinientos ingenios de la lengua, pero la propuesta de estos apuntes es encontrar el contexto, buscarlo inclusive, o inventarlo con las referencias oportunas, que nos permitan acceder al paisaje, a la vida del autor, a los personajes entrañables, a las circunstancias, a las referencias, a los artificios que envuelven los enigmas y dan un valor particular a las palabras.
Miguel de Cervantes publica la Galatea en 1585. No tiene el éxito de las Dianas, pero sí una profundidad mayor porque no se queda en los juegos alegóricos y los amores de pastorcillos, sino que hace un verdadero estudio del amor y crea todo un personaje femenino.
Al igual que en la Diana enamorada, el fragmento que presento muestra a los pastores jugando a las adivinanzas. Mis comentarios entre adivinanza y adivinanza sobran ante los del narrador que lo explica  mejor(1).
AURELIO
¿Cuál es aquel poderoso 
que desde oriente a occidente, 
es conocido y famoso?
A veces, fuerte y valiente;
otras, flaco y temeroso;
quita y pone la salud,
muestra y cubre la virtud
en muchos más de una vez,
es más fuerte en la vejez
que en la alegre joventud.
 
Múdase en quien no se muda
por extraña preeminencia;
hace temblar al que suda,
y a la más rara elocuencia
suele tomar torpe y muda.
Con diferentes medidas
anchas, cortas y extendidas,
mide su ser y su nombre,
y suele tomar renombre
de mil tierras conocidas.
 
Sin armas vence al armado,
y es forzoso que le venza,
y, aquel que más le ha tratado,
mostrando tener vergüenza,
es el más desvergonzado.
Y es cosa de maravilla
que, en el campo y en la villa,
a capitán de tal prueba
cualquier hombre se le atreva,
aunque pierda en la rencilla.

Tocó la respuesta de esta pregunta al anciano Arsindo, que junto a Aurelio estaba; y, habiendo un poco considerado lo que  significar podía, al fin le dijo:
—Paréceme, Aurelio, que la edad nuestra nos fuerza a andar más  enamorados de lo que significa tu pregunta que no de la más gallarda pastora que se nos pueda ofrecer, porque, si no me engaño, el  poderoso y conocido que dices es el vino, y en él cuadran todos los  atributos que le has dado. —Verdad dices, Arsindo —respondió Aurelio—, y estoy para decir  que me pesa de haber propuesto pregunta que con tanta facilidad haya  sido declarada; mas di tú la tuya, que al lado tienes quien te la  sabrá desatar, por más añudada que venga.
—Que me place —dijo Arsindo.  Luego propuso la siguiente:

ARSINDO
¿Quién es quien pierde el color
donde se suele avivar,
y luego toma a cobrar
otro más vivo y mejor?
Es pardo en su nacimiento,
y después negro atezado,
y al cabo, tan colorado,
que su vista da contento.
 
No guarda fueros ni leyes,
tiene amistad con las llamas,
visita a tiempo las camas
de señores y de reyes.
Muerto, se llama varón,
y vivo, hembra se nombra;
tiene el aspecto de sombra;
de fuego la condición.

Era Damón el que al lado de Arsindo estaba, el cual, apenas  había acabado Arsindo su pregunta, cuando le dijo:
—Paréceme, Arsindo, que no es tan escura tu demanda como lo que significa, porque, si mal no estoy en ella, el carbón es por quien dices que muerto se llama varón, y encendido y vivo brasa, que es  nombre de hembra, y todas las demás partes le convienen en todo como  esta; y si quedas con la mesma pena que Aurelio, por la facilidad con que tu pregunta ha sido entendida, yo os quiero tener compañía en ella, pues Tirsi, a quien toca responderme, nos hará iguales. Y luego dijo la suya:

DAMÓN
¿Cuál es la dama polida,
 aseada y bien compuesta,
 temerosa y atrevida,
vergonzosa y deshonesta,
y gustosa y desabrida?
Si son muchas, porque asombre,
mudan de mujer el nombre
en varón; y es cierta ley
que va con ellas el rey
y las lleva cualquier hombre.

—Bien es, amigo Damón —dijo luego Tirsi—, que salga verdadera tu porfía, y que quedes con a pena de Aurelio y Arsindo, si alguna tienen, por que te hago saber que sé que lo que encubre tu pregunta es la carta y el pliego de cartas. Concedió Damón lo que Tirsi dijo, y luego Tirsi propuso de esta manera:

TIRSI
¿Quién es la que es toda ojos
de la cabeza a los pies,
y a veces, sin su interés,
causa amorosos enojos?
También suele aplacar riñas,
y no le va ni le viene.
Y, aunque tantos ojos tiene,
se descubren pocas niñas.
Tiene nombre de un dolor
que se tiene por mortal,
hace bien y hace mal,
enciende y tiempla el amor.

En confusión puso a Elicio la pregunta de Tirsi, porque a  él tocaba responder a ella, y casi estuvo por darse, como dicen, por vencido; pero, a cabo de poco, vino a decir que era la celosía; y, concediéndolo Tirsi, luego Elicio preguntó lo siguiente:

ELICIO
Es muy escura y es clara;
tiene mil contrariedades,
encúbrenos las verdades,
y al cabo nos las declara.
Nace a veces de donaire;
otras, de altas fantasías,
y suele engendrar porfías,
aunque trate cosas de aire.
Sabe su nombre cualquiera,
hasta los niños pequeños;
son muchas y tienen dueños
de diferente manera.
No hay vieja que no se abrace
con una de estas señoras;
son de gusto algunas horas:
cuál cansa, cuál satisface.
Sabios hay que se desvelan
por sacarles los sentidos,
y algunos quedan corridos
cuanto más sobre ello velan.
Cuál es nescia, cuál curiosa,
cuál fácil, cuál intricada,
pero sea o no sea nada,
decidme qué es cosa y cosa.

No podía Timbrio atinar con lo que significaba la pregunta de Elicio y casi comenzó a correrse de ver que más que otro alguno se tardaba en la respuesta, mas ni aun por eso venía en el sentido de ella; y tanto se detuvo, que Galatea, que estaba después de Nísida,  dijo: —Si vale a romper la orden que está dada, y puede responder el que primero supiere, yo por mí digo que sé lo que significa la propuesta enigma, y estoy por declararla, si el señor Timbrio me da licencia. —Por cierto, hermosa Galatea —respondió Timbrio—, que conozco yo que, así como a mí me falta, os sobra a vos ingenio para aclarar  mayores dificultades; pero, con todo eso, quiero que tengáis paciencia hasta que Elicio la tome a decir; y, si de esta vez no la acertare, confirmarse ha con más veras la opinión que de mi ingenio y del vuestro tengo. Tomó Elicio a decir su pregunta, y luego Timbrio declaró lo que  era, diciendo: —Con lo mesmo que yo pensé que tu demanda, Elicio, se escurecía, con eso mesmo me parece que se declara, pues el último  verso dice que te digan qué es cosa y cosa; y así yo te respondo a  lo que me dices, y digo que tu pregunta es el qué es cosa y cosa. Y no te maravilles haberme tardado en la respuesta, porque más me maravillara yo de mi ingenio si más presto respondiera…

Referencias

(1) Miguel de Cervantes Saavedra. La Galatea, Tomo II, Lib. VI, Edición de Rodolfo Schevill y Adolfo Bonilla, Madrid, 1914, pp. 255—260

§ 18. Tardes entretenidas

Alonso de Castillo /(1584—1647), vivió el Siglo de Oro de las letras españolas a las que contribuye siendo uno de los iniciadores en España de la novela corta en forma de colecciones, y el inventor de la comedia de figurón, muy aparte de la gracia e ingenio de su poesía de burlas.
Se distingue como epigramistas y creador de enigmas y jeroglíficos, los cuales deja entremezclados en las Tardes entretenidas, Los donaires del Parnaso y en La garduña de Sevilla y anzuelo de las bolsas. La primera es una obra que comprende seis novelas cortas, mientras que la segunda incluye principalmente obra poética jocosa.
Me voy a referir a las Tardes entretenidas(1) en este apartado, una obra en la que Alonso del Castillo sigue el ejemplo de la novela italiana, y de modo particular al Decameron de Boccaccio y al Heptameron de Margarita de Angulema, pero, como él mismo alega, "ninguna cosa de las que en este libro te presento es traducción italiana, sino todas hijas de mi entendimiento". El caso es que los enigmas son parte estructural de las tardes que han de pasar dos viudas, sus cuatro hijas, la servidumbre de estas señoras y Octavio, un bufón que se encargará de divertirles durante seis tardes. Algo muy importante hay que destacar de la narración: todos los enigmas se presentan por escrito, aparte se acompañan con un dibujo equivalente a las pinturas que menciona Ledesma. Si escucháramos tan sólo alguno de estos enigmas, digamos el último de La Galatea, sería difícil retener tantos versos. Se deduce que, por lo menos en las Academias a las que asistía Alonso de Castillo y en los banquetes de sabios, los enigmas se presentaban por escrito. Algunos los leerían, otros sólo los escucharían repetidas veces. En cambio tanto Luis de Escobar como Sebastián de Horozco, y es de suponer que otros autores, recibían por carta sus enigmas y respondían de la misma manera. El público podía encontrar algunos enigmas en los pliegos de ciego, en almanaques o el manuscrito pegado en algunos sitios. Veamos cómo divertirá el bufón a las damas en las propias palabras de Octavio:
En un macho andador vendré á este jardin á esta hora, donde estaré más asistente en él que los mármoles de sus fuentes, cerca de la que más gustáredes, pues hay tantas en que escoger, dispongo de entreteneros las tardes hasta la noche, y ha de ser desta manera. Que á la persona que le tocare, ó por suerte ó mandato, cuente á todos una novela con la mejor prosa que de su cosecha tuviere, y luego que se acabe, lleve dos remates con dos ingeniosos enigmas, que digan asi mismo otras dos personas que para esto sean señaladas por sus turnos mientras durase este gustoso ejercicio, sazonando yo todo esto antes y después, cantando alguna letra ó romance hecho á algún gracioso suceso, ó repentinamente al asunto que se me señalare, que con eso y con cantar á tres y cuatro voces algunos tonos que yo he enseñado á estas señoras, pienso que podremos dar á esta conversación el título de las "Tardes entretenidas", y espero de los agudos ingenios de todas estas damas que han de novelar muy á imitación de lo de Italia donde tanto se han preciado desto.
Los enigmas, como se observa en esta explicación, no tienen relación alguna con la novela que se contará, lo cual nos permitirá entresacarlos de la obra sin pecado alguno, si bien, he de transcribir algunos de los comentarios que se vierten en la tertulia sobre los propios enigmas. Estos se componen de un grabado impreso, el enunciado en verso y la solución dada por los personajes. Es el único libro de novelas cortas con pinturas de los enigmas. Tal como lo vimos con Alonso de Ledesma, muchos enigmas eran dibujados, pero las pinturas rara vez pasaron a imprimirse en los libros.
La obra contiene seis momentos, seis novelas, con sus intermedios, compuestos estos, como lo anuncia Octavio, por dos enigmas y algunas canciones o chancetas. De los doce enigmas, voy a tomar uno por los tres primeros momentos a fin de no hacer demasiado largo este apartado, y los nueve enigmas restantes los remito al Enigmaton, que es la segunda parte de estos apuntes.
El amor en la vengaza es el título de la primera novela, al final de la cual, aparecen los dos primeros. Las ilustraciones provienen de la edición de Patrizia Campana (1992)
Gustosísimas quedaron aquellas damas y Octavio, así de la artificiosa novela con que doña Angela les había entretenido aquella tarde, como de la gracia con que se la refirió; y por darle buen remate pidieron á doña Laura, que era á quien había tocado la suerte del primer enigma, que se les dijese; y ella, obedeciendo, sacó un papel en que le traía pintado, pechos de ave, y en lugar de brazos, alas extendidas y los muslos y pies de cabra:

ENIGMA

01.jpg

Universal hacedor
de los cielos y la tierra
soy, y se hallan en mí
tres sujetos y una esencia.
Forma perfecta les di
á las deidades excelsas,
á los cielos cristalinos,
á la luna, sol y estrellas.
Forjó los cuatro elementos,
dándole al fuego su esfera,
su región al aire vago,
su centro al agua y la tierra.
Di á la tierra alegre ornato
con ríos que la atraviesan,
con flores que la matizan]
con plantas que la hermosean.
En su dilatado espacio
hacer puede aves diversas,
que girando por los aires
sus varios colores muestran.
Formó en los montes y valles,
anímalejos y fieras,
desde la pequeña hormiga
hasta la sierpe soberbia.
Yo hice cuantos pescados
encubren las hondas crespas
del imperio que Neptuno
con su tridente gobierna.
Y para gozar de todo
el resto de mi potencia,
eché, dando forma al hombre,
criatura más perfecta.
Dile amada compañía;
dilató su descendencia,
formando con variedad
sin ser la Naturaleza.
Al mismo Dios hice humano,
manifestando mi ciencia
de su excelsiva pasión
los tormentos y las penas.
Artífice general
soy, docto en todas materias;
no soy Dios, mas hago santos,
que pongo en la gloriosa excelsa.
Los contertulianos quedaron tan confusos como lo podría estar el amable lector, al grado que, tras un largo rato de maquinar posibles soluciones, Octavio se declaró por vencido y lo mismo hicieron las otras damas, a lo que la señora Laura repuso:
—Mi enigma, hermosas señoras, no es otra cosa que el pincel, y así conviene con lo que contiene la pintura que habéis visto, pues consta del palillo, que es la cabeza; de un cañón de ave que se forma el cuerpo que veis, y últimamente los pies, que es con lo que se pinta de .pelos de cabra, y así los tiene en la forma deste animal: es el que universalmente forma todo lo referido, y al mismo Dios humanado, y con haberos dicho su declaración cumplo con lo que me toca.
"De la fantasma de Valencia" se titula la segunda novela, la cual tocó contar a la señora Laura y, dice Castillo, gustó mucho a los oyentes, que "pidieron a doña Constanza que dijese su enigma", el cual traía pintada en una tarjeta una mujer con sola una túnica blanca vestida. Sus versos decían:

ENIGMA

02.jpg

La tierra me produció
con infinidad de partos,
gozando florida edad
en mis pueriles años.
Pero la industria del hombre,
no gocé mi infancia, cuando
mil inauditos martirios
previno por darme estado.
Llegué á verme ya en la tela,
después que sufrí en el campo
del aire las inclemencias,
del sol los fogosos rayos
.Mil cuchilladas me dieron,
y el cuerpo me penetraron
con unas buidas puntas
de puñales acerados
Al fin salí destas penas,
cansada destos trabajos,
para servir á los hombres
de cotidiano regalo.
Y soy tan amiga dellos,
que le tienen por descalzo
al que no me trae consigo
en cualquier forzoso caso.
Con ellos asisto siempre,
y aunque me bautizan tantos,
al dar á alguno el bautismo
continuamente me aparto.
Enfado á las Religiones,
aborrécenme los Santos,
que con causa, y causa justa
me han dado destierro largo.
Es mi condición tan buena,
que por costumbre he tomado
ser con villanos grosera
y sencilla con hidalgos.
Por si no me conocieren,
digo (con que me declaro),
que la mitad de mi nombre
La respuesta al enigma, según doña Lucrecia, hermana de doña Constanza, no podía ser más sencillo: la camisa. Siguió el juego muy entretenido y tras la tercera novela, que era El Proteo de Madrid, se hicieron algunos comentarios curiosos sobre el enigma que seguía, el cual tocaba decir a doña Laura. El que habla primero es el animador de la tertulia:
Que mi señora doña Laura nos diga su enigma, que de su buen ingenio podemos esperar una gran cosa, si no ha pedido los versos de limosna, como muchos, que socorridos desta caridad se hacen poetas.
La inventiva, dijo doña Laura, es mía, mas los versos no, porque me he valido de lo que estas señoras, buscando quien me los hiciese.
—¿Y cuánto se le pagó al tal poeta por su trabajo? Dijo Octavio.
—Téngole concertado por año, respondió doña Laura, y por sus tercios le acudo con el salario.
—Poeta aprovechado me parece, dijo Octavio; aunque más envidio á su espíritu que á su cuerpo, pues, que no duda que vuestros gajes serán más favores que dineros.
—Sea lo que fuera, dijo doña Laura, mi enigma es este.
Aquí sacó un papel donde, traía una bien colorida tarjeta, y en su blanco pintada una mujer vestida de pluma, y con alas extendidas, los pies negros y muy juntos, y decían los versos:

ENIGMA

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Del solar que ensalza á muchos
hasta el frígido elemento
nací para ser del mundo
intérprete de conceptos.
Para tener nueva traza
pasé insufribles tormentos,
y aunque entonces los sentí
lloro cuando no los siento.
Casáronme con un hombre
etiope por lo negro,
y si no es negro de allá,
al menos parece dellos.
Llegóme á buenos y malos,
reveíanme sus secretos,
sus voluntades declaro,
publico sus pensamientos.
Tal vez soy de enamorados
la tercera en sus martelos,
tal vez soy descomedida,
tal virtuosa me muestro.
Simbolizo con las nubes
los vapores recogiendo,
y en diferentes lugares
lo que he recogido vierto.
A cuántos he remediado;
¿cuántos quito el remedio!,
que con aquello que amparo
con aquello mismo ofendo.
Favorécenme monarcas,
títulos y caballeros,
que no lo fuesen sin mí,
tan grande valor encierro.
Y con esto me declaro
al confuso entendimiento,
que soy mala con el malo,
y soy buena con el bueno.
—Mi enigma, dudosas y confusas señoras, es la pluma, y para que veáis que sus propiedades concuerdan bien con su pintura y versos, la vuelvo á referir.
Hízolo asi, y vieron todas ser lo que les había dicho, y que estaba dispuesto con grande agudeza de ingenio.
Nos quedan nueve enigmas para rematar, ya sin comentarios ni propios ni de los autores, en la segunda parte de estos apuntes. Sacrificamos en esa parte algo de su contexto original, pero queda este apartado como ejemplo de lo que envuelve cada enigma. No sólo los comentarios al final de novela, sino el ambiente social, la época, el autor, el Siglo de Oro, etc. Uno de tales enigmas tiene la particularidad de ser respondido por una mujer de la servidumbre. Lo interesante de la presentación de los enigmas es que Castillo no da la respuesta de antemano, sino que deja que el lector vaya descubriendo al mismo tiempo que los personajes. La obra, por cierto, se encuentra muy a la mano en archivos de Internet.

Referencias

(1) Alonso del Castillo Solórzano. Tardes entretenidas, Colección selecta de Antiguas Novelas Españolas, Tomo IX  Madrid 1908

§ 19. Navidad de Zaragoza

Este parece ser un verdadero enigma: ¿Quién escribió Navidad de Zaragoza repartida en quatro noches? Lo tengo como obra de don Matías de Aguirre del Pozo y Felices, hijo de don Matías Aguirre y Sebastián, pero precisamente en el Catálogo Bibliográfico de don Cayetano De La Barrera y Leirado, aparece como obra del padre y el comentario de que por un error se atribuye al hijo. Apunta don Cayetano que se imprimió en 1634 (¿edición fantasma?), mientras que en otra fuente aparece que se publicó en 1654. El caso es que ambos son autores de poco renombre y existen pocos datos suyos; sin embargo, la Primera Noche de Navidad de Zaragoza, es sumamente atractiva por la presentación de sus enigmas y, lejos de la polémica, aquí veremos cómo se da un juego muy entretenido entre los contertulianos que fallan una y otra vez en sus respuestas y por ello han de pagar su equívoco complaciendo a las damas con canciones y versos. Matías Aguirre, sea cual fuera de los dos, desarrolla un esquema muy repetible en toda clase de historias. La idea de pasar las cuatro noches entretenidas es de cuatro caballeros, Solardo, Justino, Terencio y Marcelo que disponen de un palacio para este solaz, con espacios para la representación de una comedia y atender a sus invitados. Entre estos se encuentran cuatro damas, Diabella, Aurora, Aminta y Lizarda, quienes han de presentar a los caballeros sus enigmas. Luego de que la fiesta comenzara con algunas canciones  Diabella, a quien Solardo, el rey de esa noche, concede el honor, pronuncia el primer enigma;
ENIGMA(1).
Vizarro espiritu soi
I cuerpo también sustento,
Estoi donde bien me siento,
No me siento donde estoi:
Todos me llevan en si,
O por dezir como ando,
De si me están arrojando,
Y no están en si sin mi.
A diferencia de Gaspar Gil Polo, Cervantes y Castillo, nuestro enigmatista hace más divertido el juego castigando una y otra vez a los cuatro caballeros, por fallar en la respuesta, la cual es parte del juego literario como veremos. La primera equivocación corresponde a Lisardo que en castigo es mandado a decir una novela en verso o alguna relación:
Discurriendo con temor
el enigma bien pensado,
de mi discurso he sacado
que significa el amor.
El segundo castigado lo es Justino "sin haber discurrido mucho en el enigma", dijo así:
Para conseguir la palma
que al acierto se ha ofrecido,
yo el enigma he discurrido,
y oculto comprende al alma.
Uno tras otro los caballeros son castigados hasta que alguno acierta. Veamos la solución que da Nerencio:
Cosa de tal movimiento
y espíritu de tal ser,
yo me atrevo a defender,
que es el alterado viento.
Aquí entra un comentario propio de la narrativa cortesana en la que se inscribe esta obra: "le dio el premio Diabella, otorgándole el acierto (que es bastante premio el si de una Dama)". En seguida se desmenuza el acertijo, verso tras verso, para explicar que ha sido perfectamente inventado. Para ello se cita a los clásicos y a los poetas castellanos más renombrados. Cada verso merece más de una cuartilla de citas y referencia cultas para defender lo que expresa cada línea. Qué puede ser considerado "espíritu", que tiene "cuerpo", etc.
Veamos unos pequeños fragmentos de tal explicación que tiende a defender lo justo y apropiado del enigma a través de cada uno de sus versos:
Dice el primer verso: "Visarro espíritu soi", y en ello no desdice del viento, pues es tan sutil, y tan ligero, que le pueden dar nombre de espíritu, como lo dice Aurelio Prudencio: Sed aura suavis spiritus; oímos sus voces, y sus ruidosos movimientos, y nunca sabemos donde va, ni las causas que le mueven, para encaminarle desde la más alta fuerza, hasta el más escondido valle, y desde la mas altiva montaña, hasta la selva más reservada de sus furias… "Y cuerpo también sustento", dice el segundo verso porque el viento, según buena Filosofía, es de sustancia corpórea como se ve en Aristóteles, lib 6. de la Física, también en el celebre poeta don Luís de Góngora, lo conoce corpóreo, dice en sus soledades:  
Cuando salio bastante a dar Leonora
cuerpo a los vientos, y a las piedras alma.
 Al entrar al segundo enigma ya estamos perfectamente ilustrados por Ovidio, Aristóteles, Góngora y todos los clásicos. Es el turno de Aurora quien presenta el siguiente enigma:
ENIGMA(2).
Soi de sombras rei cautivo,
Uencer al hombre, es mi acierto,
En donde él está más muerto,
No dejo de estar más vivo:
Ñocivo mi engaño ya,
Ocasiona suaves dejos;
El que está de mi más lejos,
Siempre más cercano está.

A todos pareció difícil la enigma solamente a uno de la plebe, que por afuera de los asientos oía lo que se conversaba, y así dijo con muy levantada voz: que era el demonio, con lo que pensó haber conseguido el acierto... Pasado pues el alboroto que causó aquella respuesta volandera, dijo Marcelo:
Cosa de tanto rigor,
Causa de tanto pesar,
Y que gustos sabe dar,
Quién puede ser sino Amor?
Una a una van sucediéndose las respuestas incorrectas como la de Marcelo, y cada vez que falla el caballero es mandado a decir una manda. Aquí tenemos las respuestas equívocas y la correcta:
Aunque al peligro me entrego
Del acierto que procuro,
Yo en mi discurso asseguro,
Que explica el enigma, al fuego.
 
Si, para adquirir la suerte
algo se ha de aventurar;
Yo al riesgo me he de arrojar,
declarando, que es la muerte.
 
SOLUCIÓN
Recelado el desempeño,
llego turbado a decir,
que es agora en mi sentir
este enigma, el mismo sueño
Tal como en el primer enigma, Aguirre se solaza con explicar la justeza de verso tras verso con citas de los clásicos, a fin de convencer a la audiencia, por ejemplo, que el estar profundamente dormido, en el tercer verso, es semejante a la muerte; hasta que concede la palabra al siguiente enigmatista, que es Aminta;
ENIGMA(3).
Rijo a los hombre velando
En una prisión cautivo,
Llamo sin voz muerto, vivo,
Ordeno, y ando rodando;
Jarcias de yerros me alientan,
Soi galante sin pessar,
Oficio tengo que dar,
I aun lo que doy, me lo cuentan.
 
Si miro con atención
el enigma bien pensado
con temeroso cuidado,
diré que es el corazón,
 
Si el enigma considero
con lo qe passa en el mundo;
yo agora en decir me fundo,
que significa el dinero.
 
SOLUCIÓN
El que rige, y siempre da
entre yerros alentado,
de mi discurso he sacado,
que el Reloj solo será,
La explicación que hacen los contertulios a cada verso, señala, entre otras cosas, que los relojes en ese tiempo se encuentran "prisioneros" entre las torres de las iglesias y que se mueven gracias a las jarcias, o sea las cuerdas que enlazan los mecanismos que son de "yerro". Yerro, de acuerdo al Diccionario de autoridades, se dice "por metal", o sea por hierro. El último enigma lo presenta "la prudente Lizarda".
ENIGMA(4).
Del mundo me hice señor,
I por ello fui quemado;
No dejo la cruz de lado,
Espantado del ardor:
Rei poderoso nací,
Oi causo mal por mil modos
Estoi andando por todos
Si todos andan por mi.
 
La cruz al lado mirada,
y que ha passado por fuego;
juzgo en mi discurso ciego,
que significa la espada.
 
CASI ATINA
Aunque el equivoco ignoro,
en mi discurso me fundo,
que es señor de todo el mundo
por su estimación, el oro.
 
SOLUCIÓN
Yo de mi discurso infiero,
que cosa de tal poder
no puede en el mundo haber
sino que sea el dinero.
A esta hora estaba ya lista la comedia que se iba a representar, por lo que es el momento para terminar con el duelo de enigmas. Las siguientes noches transcurren entre relatos y comedias.

Referencias

(1) Matias de Aguirre del Pozo y Felices. Navidad de Zaragoza repartida en quatro noches, p.14, Juan de Ybar, Zaragoza 1654
(2) Ibidem p 28
(3) Ibidem. p 40
(4) Ibidem  p 50.

§ 20. Los pastores de Belén

Lope de Vega, el Fénix de los Ingenios, no podría dejar de destacarse como enigmatista en algunas de sus comedias. Los pastores de Belén, 1612, la estampa de un Nacimiento puesto en escena, estaba dedicada a su hijo, el niño Carlos Felix, que murió a la edad de siete años, por eso, seguramente, como dice Alonso Zamora Vicente,  "el Niño al que se canta en Los pastores es de veras un niño, un niño que muy bien podía estar en la calle de Francos, para el que Lope escribió, cantándosela luego, la más hermosa canción de cuna de la literatura española".
Lope ha de seguir el esquema de Gil Polo y Cervantes, entreteniendo a sus pastores con versos, historias, canciones, competencias y enigmas; pero, genial como es, no se conforma con hacer pasar el rato a sus pastores con unos cuantos enigmas, sino que con el pretexto de celebrar el nacimiento de Juan, primo de Jesús, promete una fiesta que asombre al mundo(1).
—Justo será —dijo Alfefibeo—, pastores, que para el alegre día que señaláredes a gloria deste santo niño hagamos alguna fiesta que asombre estas aldeas y que la puedan envidiar las más populosas ciudades.
En efecto, no tardan los pastores en acordar que habrá premios para el que trajese la mejor danza de cuatro, de seis o de más personas; para el que sacare mejor invención, para el que pusiere el mejor hieroglífico o preguntare mejor enigma, para el que mejor glosare ciertos versos, para el que mejor representare una égloga que "no pase de trescientos versos"; para el que mejor contase una historia, para el que hiciere el mejor juego, "y si quisiéredes saltar, correr, luchar y otros iguales ejercicios, a la disposición de vuestros votos".  No podía Lope ser de otro modo y antes de exhibir los enigmas, hace gala de sus hieroglíficos, uno de los cuales remití a otro apartado como ejemplo. Finalmente, digo para estas notas, trajeron los enigmas. "La primera decía ansí" (recuérdese que en esos tiempos dicen la enigma)(2):
Tengo en el cielo lugar,
aunque imaginario soi,
Bien o mal dicen que doy,
o que le puedo causar.
Soy hombre, león, cordero.
Agua, toro y virgen soy.
Flechas tiro, y, en fin, doy
por peso el tiempo que quiero.
Es mi nombre y calidad
de suerte que decir puedo
que con la mitad concedo
y niego con la mitad.
La solución a este enigma no tardó mucho en declararse, pues no faltó quien dijera que se trataba del Sino, es decir del Destino enmarcado por los signos astrológicos que se dibujan en el cielo. Sobre su nombre y calidad habría que decir que con la mitad de la palabra, si, concede, y con la otra, no, niega. Dejo a Lope continuar con los siguientes enigmas y los comentarios pastoriles, empezando con el segundo enigma:
¿Quién es aquel que contiene
la más perfeta figura,
fue prisión y es hermosura,
que varias colores tiene?
Encierra dentro de sí
al mesmo que le sustenta,
y aunque es precioso, aposenta
otro más precioso en sí.
Es señor de diez lugares,
y aunque se mueve y escribe,
impares números vive,
porque nunca vive en pares.
Es varon, y hembra tan vana,
aunque parto de la tierra,
que si su dueño le encierra
se sale por la ventana.

Varias cosas decían los pastores para definir por las partes el todo deste enigma, pero sólo Laureno dando en el blanco, dijo que era el Anillo, que por ser círculo es la figura más perfeta. Fue señal de prisión antiguamente, y después hermosura de la mano con las varias colores de los esmaltes o piedras. Encierra y ciñe dentro de sí al dedo, que es el que le sustenta y trae; y aunque es precioso, por ser de oro, aposenta otro más precioso, que es el rubí o el diamante que engasta. Es señor de diez lugares porque en cualquiera de los diez dedos tiene señorío. Muévese y escribe porque va con los dedos que tienen la pluma cuando está en ellos. Vive en los cinco, que es número impar; porque a un mismo tiempo no puede estar en las dos manos. Es varon por el oro, hembra por la piedra; parto de la tierra porque nace en sus minas. Si su dueño le encierra con el guante, es muy ordinario salir la piedra, por lo que con cuidado rompen dél para que se vea. Dieron a Laureno por premio un libro de pergamino en que estaba escrito el Pentateuco de curiosa letra. Las cubiertas eran de tablas de cedro, y las manillas de plata
. El tercero enigma decía ansí:

Sin cesar, porque me fundo,
cual nave, en madera y lino,
al modo del Sol camino
todo lo que alcanza el mundo.
Y como metida estoy
siempre entre tantas marañas,
voy dejando las entrañas
por dondequiera que voy.
Como una caña delgada
es débil mi corazón,
hilos mis entrañas son;
que hasta el alma tengo hilada.
Mi música es canto llano.
Sé contar, pintar, vestir.
Finalmente, hasta morir
voy siempre de mano en mano.

Hubo sobre este enigma tantas voces entre Eliud y Carmelino que fue menester que la autoridad de Glicerio se descompusiese, porque Carmelino quería que fuese la moneda, porque decía que sin cesar andaba el mundo y que siempre estaba metida entre marañas de pleitos; y que con ella se vestían los hombres y que se contaba por números; y su música era el sonido del dinero; que pintaba las medallas, armas y impresas de los Príncipes, y que, últimamente, hasta que se deshacía andaba de mano en mano. Pero Eliud, que había dado en lo más cierto, dijo que era la lanzadera de los tejedores, porque era como nave de madera y lino, que es de lo que va compuesta, a la traza de un barco o galera; y que anda sin cesar todo lo que alcanza el mundo, porque el hombre es llamado pequeño mundo y la lanzadera anda todo lo que un hombre alcanza de brazo a brazo; y que estaba metida entre las marañas siempre de la tela, por donde iba dejando las entrañas, que era el hilo que en todos aquellos caminos va gastando; que tenía el corazón como una caña por la canilla que lleva en medio; que eran hilo sus entrañas y que tenía hilada el alma por el lino o seda que se devana en ella; que su música es canto llano porque siempre hace un mismo son; que cuenta porque toda es cuenta; que pinta por las labores que hace; que viste porque la seda y el lienzo nos viste, y que hasta morir anda de mano en mano, porque hasta que se acaban los hilos o la tela siempre anda de la una a la otra en los telares. Esto pareció lo cierto desta alegoría, y ansí, mandaron callar a Carmelino y dieron a Eliud un sombrero de paja, tan curiosamente labrado que parecía de oro rizo: el aforro era de seda y el cordon de seda y oro, con dos borlas de aljófar. Con esto se propuso el cuarto enigma, que decía ansí:

¿Quién es aquel liberal,
que es pródigo y no lo siente,
porque sabe claramente
que le ha de sobrar caudal.
Promete indicios tan ciertos,
que todos los cumple bien,
sino es que ocasión le den
para decir desconciertos.
Es descubridor de engaños
y quien más llama y advierte,
embajador de la muerte
y medida de los años.
Es necio en sus condiciones,
con ser harto bachiller,
porque habla sin saber
en todas las ocasiones.
Y aunque callando ni hablando
no peca, es muy de notar
que mientras no puede hablar
está siempre murmurando.

Vieron los pastores que se levantaba a declarar este enigma Griselda, pastora celebrada en aquellos valles por su hermosura y entendimiento, y en quien no había otra falta que su misma confianza (que en mujeres no suele ser pequeña), y ansí, le dieron aplauso. Y ella acertó en su pensamiento, porque dijo que era el reloj, que es tan liberal y pródigo que siempre está dando, sin sentir lo que da ni tener miedo que el caudal pueda acabársele. Las señales que promete por la saeta o índice que muestra las horas, cumple con darlas a su tiempo, si no es que por desconcierto de las ruedas no sea posible. Dice que es descubridor de engaños y que llama y avisa: efetos todos de las horas que pasan por nuestra vida tan apriesa. Llámale embajador de la muerte con razón, porque siempre esta tratando su venida. Que sea medida del tiempo es cosa clara, pues le divide. Habla como necio porque es mucho y siempre, y sin saber lo que dice; y que cuando deja de hablar murmura, porque mientras no da siempre está haciendo ruido con el movimiento de las ruedas. Dieron a Griselda un rebociño56 de palmilla verde con unos vivos de raso encarnado, y un aforro de pieles blancas y pardas a labores. De otras enigmas pudiera hacer memoria, pero no es justo cansaros tanto tiempo con un manjar mismo
Esta fiesta se cuenta en el segundo libro de la obra que consta de cuatro libros. En el tercero se festeja ya el nacimiento del niño Jesús y se entona la canción de cuna que al decir de Zamora Vicente es la más hermosa de la literatura española. En el cuarto libro, los pastores acompañan a la sagrada familia hasta el momento en que se ponen a salvo de Herodes. Lope termina la obra con este párrafo(3):
No dieron lugar los egipcios a que pasase adelante la triste profecía de Marandra en tiempo de tanto regocijo, y ansí, llevándole entre todos a una casa que les pareció conveniente y que estaba desocupada (¡dichosa ella, que mereció tales huéspedes!), decendió la Virgen, José sacó la ropa, al Niño dieron dátiles, los Ángeles hicieron cuerpo de guarda, y mis pastores fin a su discurso.
De los enigmas de Los Pastores de Belén, el primero de ellos, que aparece antes del anterior torneo de enigmas, es el más conocido y merece un tratamiento aparte de los presentados anteriormente por tratarse de una cantaleta en contra de las mujeres muy repetida en esos años y en los nuestros. Generalmente se publica sin la aclaración que hace el propio Lope de Vega y que aquí me permito transcribir con la disculpa correspondiente del pastor(4):
—Si se ha de tratar dellas —dijo Ergasto—, declárame tú un enigma, hermosa Cloris.
—Si supiere —respondió humilde Cloris discreta—. Y si no, perdonarás, Ergasto, mi ignorancia.

El pastor, satisfaciendo a su desconfianza, propuso estos versos:
Decid, pastores, cómo se apellida
aquella que entre montes fue nacida,
con siete letras entre espinas fieras,
de la cual, si quitáis las dos postreras,
en mil no hallaréis una:
tanto se estima cuando se halla alguna.

Rindiose Cloris, perezosa de afligir su entendimiento, más presto de lo que pensó Ergasto, y él dijo:
—Aquel castaño lleva la declaración de aquesta enigma, entre cuyos erizos lo dice el fruto; de quien si quitas las dos postreras letras, queda la virtud que en la mujer resplandece más, que es el ser casta.
—Pues ¿por qué dices —replicó Niseida— que en mil no se hallará una? Agravio es ése a las mujeres. Mejor hubieras dicho que en mil no hay una que no lo sea.
—Mira, Niseida —dijo Ergasto—, cuando una cosa se quiere encarecer, con hacerla rara al mundo parece que lo queda en todo rigor... Pésame, honestísimas serranas, de haberlo dicho: así aprendí el enigma, así le dije. Mas yo os doy la palabra de quitarle, si se me ofrece otra ocasión, los dos postreros versos.

Referencias

(1) Lope de Vega. Los pastores de Belén, Prosas y Versos Divinos de Lope de Vega Carpio Dirigidos a Carlos Félix su hijo. Texto preparado por Enrique Suárez Figaredo. Barcelona 2011 pp.  114
(2) Ibidem p. 121—125
(3) Ibidem p. 243
(4) Ibidem p. 89—90

§ 21. ¿Un zazanile con Lope de Vega?

Menudo enigma. En la adición que hice en el apartado IV señalaba que la obra magna de fray Bernardino de Sahagún, la Historia General de las Cosas de la Nueva España, anduvo desde que se la arrebató de sus manos, rodando de un lado a otro. Esto ocurre en 1570, cuando el provincial fray Alonso de Escalona recogió "todos sus libros, que se dispersaron por toda la provincia"(1). No tiene caso detallar los avatares de la obra que se repartió entre los censores y fue aprovechada por diversos autores para nutrir sus historias de Indias. En 1575 Sahagún volvió a trabajar en su obra, pero entre esos años, una copia de su trabajo llegó a Francisco Hernández(2), protomédico de Felipe II y uno de los más extraordinarios naturalistas de ese que también fue el Siglo de Oro de la medicina española. Aquí en México se habló del "robo" que hizo Hernández a Sahagún. Francisco Hernández llegó a México precisamente en 1570 en compañía de su hijo mayor Juan como secretario de la expedición, y regresó a España en 1577. Falleció un año después dejando sus libros y documentos en manos de su hijo Juan Fernandez de Sotomayor.
Francisco Hernández de Toledo, nació en la Puebla de Montealban, lugar donde se cuenta solía llegar Lope de Vega al Mesón Mayor. Hernández trabajó en Toledo hasta 1568 o 1569, fecha en que pasó al servicio del rey, o mejor dicho a preparar la expedición científica a México. Francisco del Paso y Troncoso afirma, y documenta para probarlo(3), que "el doctor Hernández fue, sin duda alguna, quien hizo mayor uso de los Memoriales de Sahagún; pues tomó de ellos, a manos llenas, todo lo que le convino para sus obras históricas, y entiendo que también para las de su Historia Natural como que fue él por otra parte, quien retuvo por más tiempo en su poder esos papeles, según parece, y quien dispuso de mayor número de ellos. Y no sólo vio los escritos del misionero, sino también las pinturas con que éste ilustró su obra".
Hay muchos años de distancia entre Francisco Hernández y Lope de Vega. Lope llega a Toledo en 1590, cuando ya había muerto Hernández, pero en donde vivía su hijo mayor que fue el secretario de la expedición. Juan Fernández de Montemayor y Lope de Vega pudieron coincidir en Toledo lo mismo que en la Puebla de Montealbán donde la familia tenía propiedades. Al morir Juan Fernández en 1597, hereda los libros y documentos de su padre al convento de carmelitas descalzos de Toledo en donde se conservan hasta el año de 1611.
Si la obra de Sahagún, como documenta Francisco del Paso y Troncoso, llegó a manos del doctor Francisco Hernández, es probable que algún documento de esta quedase con su hijo Juan, heredero suyo, sobre todo las preciosas pinturas de los indios. Juan Fernández, como secretario de la expedición, no podía ser ignorante de los papeles y trabajos de su padre y conoció de seguro contenidos de la obra de Sahagún.
Ubicamos a Lope de Vega en Toledo, su ciudad adoptiva, en 1590 y posteriormente entre 1604 y 1610, periodos en los que toda la documentación del protomédico estuvo guardada mal que bien por los carmelitas.
. De los doce libros de que consta la obra magna de Sahagún, el sexto es el de más amena lectura, el que cualquiera puede entender sin estar enterado de las demás cuestiones de los indios de México. El doctor Hernández aprendió nahuatl y se valió de la obra de Sahagún para la traducción de su propia obra al idioma mexicano.
Imaginemos un encuentro entre el joven Lope de Vega, ávido de conocer noticias de las Indias, y Juan Fernández que tenía fama de haber estado en la mayor expedición científica de la época. El interés de Lope por el Nuevo Mundo ha sido ampliamente documentado y hasta jugando en lo que era en esa época el principal entretenimiento en las reuniones sociales, resolver enigmas, pudo conocer el cosa y cosa mexicano. O si no tuvo relación con Fernández, la pudo tener con alguno de los personajes relacionados con él o que con diversos fines examinaron la obra del doctor Hernández antes de que esta saliese del convento y quedara en manos de Felipe II. Por otro lado no se puede saber si va ahí parte de la obra de Sahagún, pero hay un dato interesante que hace sospechar que algo había: cuando Juan Batista Muñoz es nombrado en 1779 historiógrafo de las Indias, se pone tras el paradero de los manuscritos de Sahagún y en lugar de dirigirse a Tolosa, donde para entonces se guardaba uno de los códices, los busca en los archivos de Sevilla y Simancas(4). ¿Por qué en Simancas? Ahí se encuentra el testamento del doctor Francisco Hernández de Toledo.
Conociendo el genio, Lope tomaba de aquí o de allá cualquier cosa que nutriera su inspiración. Ya vimos en un apartado anterior cómo retoma estribillos del Cancionero General. Al genio no le basta escuchar a las musas, sino al igual que Quevedo que vive en conversación con los difuntos, necesita allegarse de mundo de todas las maneras posibles. No es descabellado suponer que el ilustre zazanile de la aguja que llegó a Galicia y luego a Perú (Qué cosa y cosa, que va por un valle, y lleva las tripas arrastrando)(5), pudo pasar por sus manos u oídos y sugerirle el enigma de la lanzadera que incluido está en Los Pastores de Belén, escrita en 1611, cuando los documentos de Hernández andaban a la deriva. Lope no iba a repetirlo tal cual, sino tomando la esencia, hacer algo más elaborado, trasladando la solución a la lanzadera para tejer:
Y como metida estoy
siempre entre tantas marañas,
voy dejando las entrañas
por dondequiera que voy.
Entre tantos enigmas, acertijos y adivinanzas que se han recopilado sobre la aguja y la antigua lanzadera, es el único que, aparte de los consignados en el apartado mencionado, hace referencia al hilo visto como tripas o entrañas.

Referencias

(1) Joaquín Garcia Izcabalceta, Obras, Tomo III. Biblioteca de Autores Mexicanos, México, 1896., p.200
(2) Ibidem p. 216
(3) Bernal Ignacio, Vida y obra de fray Barnardino de Sahagún, tema de dos cartas inéditas de Francisco del Paso y Troncoso a Don Joaquñin García Icazbalceta, Revista de Estudios de Cultura Nahuatl,, Vol.15, UNAM, versión digital, p. 273, 281.
(4) García Izcabalceta, Ob. Cit. 218—219
(5) Fray Bernardino de Sahagún Historia General de las Cosas de la Nueva España, Edición y notas de Carlos María Bustamante, 1829, Tomo II.Libro VI,Capìtulo XLIII, p. 236

§ 22. Formas literarias del enigma

Quintiliano es un buen referente para situarnos en este apartado. Dice él que "Hay dos especies de tropos: Unos sirven para la significación, como la metáfora, sinécdoque, metonimia, antonomasia, onomatopeya y catacresis, y otros para adorno, como el epíteto, alegoría, enigma, ironía, perífrasis, hipérbaton e hipérbole". 
Un tropo, recordemos al mismo Quintiliano, "es la mutación del significado de una palabra a otro, pero con gracia"(1).  Nuestro autor es muy quisquilloso en esto y reprueba el mal uso de los recursos poéticos. Es poco afecto a las obscuridades del idioma y por ello, tras definir a la metáfora como el más bello recurso, señala: "Mas así como el moderado y oportuno uso de este tropo hace clara la oración, así el frecuente no sólo la obscurece, sino que la hace enteramente fastidiosa, y continuado viene a dar en alegoría y enigmas"(2). Más adelante habla de las hermosas posibilidades de la alegoría, y terminan sentencioso: "La alegoría que es obscura se llama enigma"(3). Lo único a favor del enigma que sacamos con Quintiliano es su inclusión como uno de las figuras retóricas de significación o sea un tropo, pese a que él lo considera "adorno".
Al contrario de Quintiliano, Baltasar Gracián demuestra su entusiasmo por las agudezas enigmáticas del tipo al que podíamos considerarlas tropos. Un ejemplo del enigma como figura retórica es el poema de Sor Juana Inés de la Cruz, dedicado a San José(4), el cual aparece en Inundación Castólida.
Romance a San José.
Escuchen qué cosa y  cosa
tan maravillosa aquesta:
un marido sin mujer,
y una casada doncella.
Un padre que no ha engendrado
a un hijo, a quien Otro engendra;
un Hijo mayor que el padre,
y un casado con pureza.
Un hombre que da alimentos
al mismo que lo alimenta;
cría al que lo crió, y al mismo
que lo sustenta, sustenta.
Manda a su propio Señor,
y a su hijo Dios respeta;
tiene por Ama una Esclava,
y por Esposa una Reina.
Celos tuvo y confianza,
seguridad y sospechas,
riesgos y seguridades,
necesidad y riquezas.
Tuvo, en fin, todas las cosas
que pueden pensarse buenas;
y es, en fin, de María esposo,
y de Dios, padre en la tierra.
Otro poema que, al igual que el anterior enigma, no espera respuesta, es este de Diego Hurtado de Mendoza(5)(1503—1575) al que Francisco Rodríguez Marín llama "su lindo enigma de los celos"(6):
Definición de los celos
Dama de gran perfección,
valor y merecimiento,
aquí, Señora, os presento
aquesta definición
de celos y su tormento.
 
Y aunque no sea mi oficio
ni toque a mi profesión,
con entrañable afición
de haceros algún servicio,
diré que son y no son.
 
No es padre, suegro, ni yerno,
ni es hijo, hermano, ni tío,
ni el mar, arroyo, ni río,
no es verano, ni es invierno,
ni es otoño, ni estío.
 
No es ave ni es animal,
ni es luna, sombra ni sol,
becuadro, ni bemol,
piedra, planta, ni metal,
ni pece, ni caracol.
 
Tampoco es noche ni día,
ni hora, ni mes, ni año,
ni es lienzo, seda, ni paño,
ni es latín ni algarabía,
ni es ogaño ni fue antaño.
 
Y por más no ir dilatando,
ni proceder a infinito,
mil cosas de decir quito,
y ahora iré declarando
lo que de ellos hallo escrito.
 
Son celos exhalaciones
que nacen del corazón,
sofística presunción,
que pare imaginaciones
de muy pequeña ocasión.
 
Es envidia conocida,
que no sabe contentarse,
una paz interrumpida,
yerba en el alma nacida,
muy difícil de arrancarse.
 
Es jara en yerba tocada,
aljaba que pare flechas,
una traición embozada,
de contrarios rodeada,
cárcel de dos mil sospechas.
 
Sello, que donde se sella,
tarde o nunca se desprende,
purga que mata bebella,
y es un fuego que se enciende
de muy pequeña centella.
 
Es una fuente de enojos,
río de muchas corrientes,
camisa hecha de abrojos,
rejalgar para los ojos,
neguijón para los dientes.
 
Es una fiera muy brava,
que allá en las entrañas mora,
casa do siempre se llora,
y la verdad es esclava,
y la sospecha señora.
 
Manjar de ruin digestión,
que mandan que no se coma,
es un pasquín que hay en Roma,
un doméstico ladrón,
de las entrañas carcoma.
 
Dice un devoto señor,
a quien esta plaga alcanza,
que celos nacen de amor;
y respóndele un doctor:
"No hay amor sin confianza."
 
Ellos son que es cosa, y cosa
que no se deja entender,
un querer y no querer;
no es rosa ni mariposa,
ni son comer ni beber.
 
Pero si pensar queréis
más de lo que digo yo,
veréis que no es si ni no,
ni cosa que hallaréis,
porque sola se crió.
 
No le puso su nombre Adán,
ni ellos tienen haz ni envés;
pero si hallarlos queréis,
sabed, Señora, que están
donde vos tenéis los pies.
Diego Hurtado de Mendoza fue muy amigo de Boscán y Garcilaso de la Vega, quienes dan a la poesía castellana un vuelco maravilloso con la introducción de las formas italianizantes, de las que Diego Hurtado de Mendoza es uno de los continuadores de aquella tendencia sin abandonar la métrica tradicional, como se mira en el anterior enigma compuesto por coplas de cinco versos de ocho sílabas, las cuales Díaz Rengifo llama redondillas, de una larga tradición poética.
 En este enigma, Mendoza arma sus versos de dos formas: ABBAB y ABAAB, pero también las quintillas siguen otras rimas: AABBA, ABBAA, ABABA.
Las redondillas de cinco versos fueron muy populares en el Siglo de Oro, si bien luego se les ha llamado quintillas dejando el nombre original al conocidísimo cuarteto de arte menor. Los 321 enigmas de Cristóbal Pérez de Herrera, siguen esta forma popular, que en lo que se refiere a enigmas, él popularizó. Veamos uno de sus enigmas:

ENIGMA CXV.
¿Cuál es la casa formada
de vestidos de animales?
Cinco hermanos desiguales
hacen dentro su morada
para librarse de males.
Aquí el enigmatista sigue la estructura ABBAB, misma de la mayoría de los versos de Hurtado de Mendoza. Al juntarse dos de estas redondillas se creo la décima, que llevó el nombre de copla real. En apartados previos aparecen enigmas en décimas de Cervantes y de Horozco en redondillas castellanas, dos quintillas que asumían cualquier estructura posible. Más tarde Vicente Espinel propuso una estructura perfecta, ABBAACCDDC que a la postre se hizo muy popular y se convirtió en la estrofa octosilábica más practicada; lo que en el verso largo fue el soneto, lo fue en el verso corto la décima espinela. Y, junto al soneto, fue la estrofa que se usa con igual eficacia lo mismo como poema acabado que como estrofa en serie. Una obra de teatro cargada de tropos enigmáticos como La vida es sueño a lo largo de sus tres actos, nos regala algunas de las décimas espinelas encadenadas más primorosas del Siglo de Oro. La última décima del soliloquio de Segismundo resume así las aprehensiones del prisionero:
En llegando a esta pasión,
un volcán, un Etna hecho,
quisiera sacar del pecho
pedazos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón
negar a los hombres sabe
privilegios tan suave
excepción tan principal,
que Dios le ha dado a un cristal,
a un pez, a un bruto y a un ave?
De la misma manera que en La vida es sueño, Calderón utiliza el enigma como recurso dramático así, en La Aurora en Copacabana, obsequia esta perla en verso libre que el indio, asombrado de ver del barco del conquistador español salir una barca, pronuncia(7):
¿Qué generación es ésta.
Que una bestia grande pare
Otra pequeñita,
Y esta bestia pequeñita
Un hombre?
Las muchas posibilidades que ofrece la poesía, condujo a otros creadores de enigmas, como Alonso de Ledesma o Castillo Solórzano, a hacer a un lado la quintilla y a la décima y utilizar diferentes coplas castellanas. Por cierto, si no se halló, la solución al enigma CXV de Herrera, esta es el zapato.
El enigma VI que ensarta Alonso Castillo en sus Donaires del parnaso(8) sigue las pautas del romance, el cual se caracteriza por constituir una serie indefinida de versos octosílabos, en la cual los pares presentan rima asonante y los impares quedan sueltos, mismo que trabaja Ledesma en sus Juegos de Nochebuena.

ENIGMA VI
Aunque no me veis robusta,
tengo tan duras entrañas,
que aquel que a tocar las llega,
viene a perder en tocarlas.
Diome la Naturaleza
esta librea encarnada,
porque tenga en mí recreo
la primavera bizarra.
Nací de padre sin madre,
con tan gran copia de hermanas,
que con parecernos todas,
no le imitamos su traza.
Suspensas nos tiene a todas,
hasta que el tiempo y su hermana
la ocasión nos separaron
de suspensiones tan largas.
Humillámonos al gusto
del que de estado nos baja,
y dámosle bien por mal,
como Christo nos lo manda.
Si quieren saber mi nombre,
sepan que el principio entabla
en aquella última letra
que el alfabeto señala.
La letra es Z por supuesto; la solución a este enigma es la Cereza que Castillo escribe con z.
A las coplas tradicionales, no tardaron en sumarse las nuevas formas poéticas creadas entonces, y Garcilaso de la Vega, se aparece con un soneto, para decirnos, con Baltasar Gracián(9), que "también los enigmas sirven para ponderar un hecho, o un sentimiento grande como se ve en este:"
Dentro de mi alma fue de mí engendrado
un dulce amor, y de mi sentimiento
tan aprobado fue su nacimiento
como de un solo hijo deseado;
mas luego del nació quien ha estragado
del todo el amoroso pensamiento;
que en áspero rigor y en gran tormento
los primeros deleites ha trocado.
¡Oh crudo nieto, que das vida al padre
y matas al abuelo! ¿por qué creces
tan disconforme a aquel de que has nacido?
¡Oh celoso temor!, ¿a quién pareces?
¡Qué la envidia, tu propia y fiera madre,
se espanta en ver el monstruo que ha parido!
"Extremada definición de lo celos", apunta Gracián..
Garcilaso abre el camino a las formas italianizantes de la poesía para repuntar el Siglo de Oro, pero la Arte Poética española seguiría evolucionando. La silva con versos consonantes daría origen a la silva de rima irregular que se supone la composición más moderna de la clásica española, por constituir una forma de transición hacia el verso libre. Un enigma casi obsceno que se atribuye a Quevedo con silva consonante esta dedicado a… Bueno, la respuesta se da en una redondilla al final(10):

ENIGMA
Las dos somos hermanas producidas
de un parto y por extremo parecidas,
no hay vida cual la nuestra penitente;
siempre andamos de embozo entre la gente,
que a indecencia juzgara
vernos un ojo, cuanto más la cara.
Necesidad precisa
nos tiene muchas veces sin camisa;
gormamos siempre lo que no comemos;
y otro mayor trabajo padecemos:
que por culpas ajenas
somos el dedo malo de las penas.
Un eco es nuestra voz, de que, ofendidos
y con razón, se muestran dos sentidos;
y así la urbanidad, aunque forzadas,
nos tiene a soliloquios condenadas;
es al fin, nuestra vida,
por recoleta, menos desabrida.
 
Explicación:
Si no quieres trabajar
el ingenio, bella Clori,
orinal somos sin ori.
y Vargas, quitado el var
Una muestra muy antigua de enigmas en cuartetos alejandrinos, o cuaderna vía,  se encuentran en el Libro de Apolonio(11), del que transcribo el enigma del espejo, que reaparece en otros autores. La primera estrofa habla Tarsiana, planteando uno más de los enigmas con que entretiene a Apolonio, sin saber que es su padre. La segunda estrofa es la respuesta de Apolonio:
—Nin sé negro nin blanco, nin he color certero,
Sin lengua con que fable un proverbio señero,
Mas se rendar a todos, siempre sé refertero,
Valo en el mercado, apenas un dinero.
 
—Dalo por poco precio el bufón el espejo:
Nin es rubio nin negro, nin blanco nin bermejo:
El que en el se cata, veye su mismo cejo,
A altos e a bajos riéndelos en parejo.
En la cuaderna vía, una estrofa de cuatro versos consonantes uniformes, se insinúan los versos pareados que dan lugar a adivinanzas menos elaboradas que, con el tiempo, son tenidas como populares, como este dístico que se puede derivar de un cuarteto del Libro de Apolonio.
Los huéspedes son mudos, da voces la posada
¿Cuál será la casa?, preguntó la criada.
O esta otra `pequeña adivinanza que entresacamos del enigma número diecinueve de Ledesma y recreamos para darle esa apariencia popular a la que suele devenir el enigma original.
Dos casas en el camino
andan con cinco vecinos.
Para rematar este apartado con broche de oro, va una adivinanza en verso libre, si bien de mediados del siglo XX, escrita por Federico García Lorca(12).

ADIVINANZA DE LA GUITARRA
En la redonda
encrucijada
seis doncellas 
bailan.
Tres de carne 
y tres de plata.
Los sueños de ayer las buscan, 
pero la tiene abrazadas  
un Polifemo de oro. 
¡La guitarra!
La solución de un enigma se comprueba revisando verso tras verso, como lo hacen los personajes de Matías de Aguirre en Navidad de Zaragoza, revisión que salté por demasiado extensa con sus citas clásicas y mitológicas; cuando la solución del enigma no queda claro, conviene realizar este ejercicio. En la adivinanza de la guitarra, quien no esté familiarizado con el instrumento musical, irá descubriendo en la revisión que las seis doncellas que bailan, son las seis cuerdas. Bailan en la redonda encrucijada, en referencia al cruce de las cuerdas con la boca de la guitarra. Tres de carne son las cuerdas delgadas, de tripa; las tres de plata, son de acero y de tonos bajos. Las tiene prendidas en el cuerpo de la guitarra el cíclope con un solo ojo, que es la boca de la guitarra. El oro es el color de la guitarra. Los personajes de Montemayor, Cervantes, Aguirre y Lope de Vega nos muestran cuál es el camino para interpretar correctamente un enigma.

Referencias

(1) M. Fabio Quintiliano. Ob. Cit. p.68
(2) Ibidem p. 70—71
(3) Ibidem p. 78
(4) Sor Juana Inés de la Cruz. La Inundación Castálida, Sor Juana Ines de la Cruz, Barcelona, Linkgua Ed.2009, p. 229
(5) Diego Hurtado de Mendoza. Colección de libros raros o curiosos, Tomo XI, Obras poéticas de D. Diego Hurtado de Mendoza, Primera edición completa, Madrid, 1877, pp. 379—383
(6) Baltasar de Alcazar. Poesías de Baltasar del Alcazar, Edición de la Reañl Academia Española, Madrid 1910 p. LXXVII;  El estudio de la obra lo hace Francisco Rodríguez Marín quien trae a cuento la glosa que hace el poeta al "verso muchas veces glosado Donde vos tenéis los pies".
(7) Pedro Calderón de la Barca. La aurora en Copacabana, Red ediciones S.L.
Barcelona 2011, p. 28—29
(8) Alonso del Castillo Solórzano. Donaires del Parnaso, Edición, estudio y notas de Luciano López Gutiérrez, Memoria para optar al grado de doctor, Facultad de Filología, Universidad Complutense de Madrid, Madrid, 2003, Segunda Parte, p. 629. Versión digital.
(9) Cita Baltasar Gracián. Agudeza, y arte de ingenio, pp. 227—228
(10) Francisco de Quevedo. Antología poética comentada, Edición de Fernando Gómez Redondo, Madrid EDAF, 2004, pp.321—322
(11) Libro de Apolonio. an old spanish poem, Parte I, versos 520, 521. p, 61, Baltimore, Johns Hopkins Press
(12) Federico García Lorca. Romancero Gitano, Poema del cante jondo, Madrid, Espasa Calpe, 1977,  p.183

Parte II
Enigmaton

Introducción

Pérez de Herrera abre el segundo libro de sus Proverbios, con un emblema alusivo al género enigmático(1), una alegoría que va al fondo de todo concepto enigmático, cuya interpretación hace el propio Herrera para que no queden dudas del significado. El emblema, tal como lo hemos comentado se compone de una imagen y de un texto que en esta ocasión, el enigmatista divide en dos partes, arriba y debajo de la imagen, para simular un diálogo entre los dos personajes que aperecen uno con el nombre de ENIGMA y el otro con el nombre de INGENIO. La mujer lleva una venda en los ojos y grilletes en los pies, el hombre camina atrás de ella. El epigrama dice:
Con gran cuidado te sigo
que yendo vendada, y presa,
de no alcanzarte me pesa.
 
Si atentamente me sigues
alguna vez podrá ser
acabarme de coger
La explicación que nos da Herrera de esta ilustración hace hincapié en aquello que destacan Matías Aguirre, Luis de Escobar y otros enigmistas sobre lo acertado que debe ser cada uno de los versos que componen el acertijo para contener un enigma sin tacha, para aprisionarlo. Por otra parte insiste en la oscuridad propia del género. Esa es la esencia del engima y lo que trasluce el emblema.
Ponese en el principio dc estas Enigmas Filosoficas el Geroglifico, o Emblema antecedente, significando en la muger, que lleva vendados los ojos, y grillos en los pies la misma Enigma, que por ser tan escura, camina con un velo en ellos, y por ir atada al verso de las Quintillas, con prisiones en los pies, y tan fiada en su escuridad, que le parece casi imposiblc, que nadie sin el comento la acierte. Y asi el ingenio humano significado en el hombre que la sigue, le dice, que va con gran cuidado, corrido de no alcanzarla, viéndola ciega, y con impedimento para poder huir; y ella responde, que si con cuidado se pone á especular, será posible acertar alguna.
En griego moderno el conjunto de enigmas y adivinanzas, se llama ainigmaton, tal como vemos en el Thēsauros neoellēnikōn ainigmatōn de Chrysula Chatzētakē—Kapsōmenu(Tesoro de modernas adivinanzas griegas). De igual manera puede llamarse la preciosa colección de 323 enigmas que compone Cristóbal Pérez de Herrera y si a esas adivinanzas sumamos las 100 de Alonso de Ledesma y algunas más de Alonso del Castillo y otros autores, el término quedaría perfectamente para una colección de enigmas.
No es la intención de estas notas recopilar quinientas o más adivinanzas cultas para el disfrute del lector. En cambio, considero importante dejar aquí una pequeña colección de enigmas de aquellos años en que la lengua castellana inscribió su Siglo de Oro. No dejaré de hacer ocasionalmente algunos comentarios esclarecedores del enigma o sobre el contexto, su creador o algún detalle que sea pertinente.
En unos pocos apartados daré cuenta de una selección de enigmas de don Cristóbal Pérez de Herrera, de fray Alonso de Ledesma, Alonso del Castillo, Luis de Escobar y Sor Juana Inés de la Cruz, selección a la que hay que sumar los enigmas de los insignes enigmatistas que he mencionado en esta obra.
El docente puede aprovechar las fuentes para diversas actividades recreativas en los talleres de redacción, en las clases de literatura y de lengua española y hacer popular los juegos y concursos de enigmas entre los niños y jóvenes. Enigmas hay que se prestan para explotar una amplia gama de posibilidades referenciales, sobre el autor, sobre las agudezas del idioma y los juegos de palabras, sobre la  época, hechos mitólogos, otras culturas, sobre la rima, los conceptos y hasta sobre objetos cuyo uso ha pasado de moda y fueron relevantes para la cultura humana, como el pedernal y el eslabón que en el Siglo de Oro eran los instrumentos para obtener fuego o la salvadera con arenilla secante, indispensable para la escritura.

§ 23. El príncipe de los enigmas

Así, cuenta, Demófilo, padre de los poetas Manuel y Antonio Machado, se llamó a don Cristóbal Pérez de Herrera, con toda razón, pues su colección de enigmas no sólo es la mayor del Siglo de Oro, sino la más popular y trascendente, cuanto que sus enigmas se derramaron por todo el mundo de habla española, alcanzándonos en el espacio y en el tiempo. En esta sección comenzaremos con los doce últimos enigmas que el doctor dejó sin comentarios y con su respuesta pendiente. Para enfrentar estas adivinanzas quisiera poner al atento lector en algunos antecedentes sobre la obra de Pérez de Herrera(1).
Don Cristóbal construyó sus enigmas a partir de un método aleatorio (sin método propiamente dicho, a base de puras ocurrencias y puro trabajo, como se trasluce en un examen de su obra) a partir de comparaciones, semejanzas, juegos de palabras y asociaciones de toda clase. No hay verdadera malicia ni enredos en sus adivinanzas, razón por la cual se hicieron populares y muchas de ellas siguen vigentes. Una vista rápida a su forma de reparar en los rasgos y facetas más propias y salientes de un objeto para volverlo un enigma nos muestra cuestiones como las siguientes:
Hace sencillas comparaciones: el zapato con una casa y a los dedos de los pies con los huéspedes. Menciona las cualidades particulares: Negra soi (sobre la tinta); Armado de azero fino (sobre el cuchillo). Establece relaciones masculino—femenino y viceversa; La montera es la mujer del montero. La puerta y el puerto. Disocia palabras: Ventana se parte en venta (mesón) y Ana. Avellana en ave y en llana. Toma parte de una palabra: La chirimía, es mía. Juega con palabras homónimas. La sierra (herramieta) con la sierra geográfica; la sortija (anillo) con un juego así llamado. Relaciona seres vivos con verbos: El topo (animal), topo (de topar). Objetos con acciones: El torno (maquina), tornó (de tornar), El vino (bebida), con el que ha llegado. Revela la solución del enigma en sus versos: la pera, espera, el suelo, suelo tener sed. Emplea sinónimos: perro dado, por can dado; suele humanizar a los objetos y hacerlos hablar en primera persona como damas o como caballeros y parecer personas o seres vivos que nacen y mueren  etc., etc.
Algunas de las adivinanzas que siguen se pueden resolver con los anteriores párrafos, otras requieren de mayor atención. Corrijo la ortografía en lo posible, respetando las palabras que son necesarias en el verso (grillo rima con distinguillo, por ejemplo).
Para comenzar, presento los doce enigmas finales de la obra de Herrera. Son un reto que hace al lector, pues la respuesta va encubierta en una redondilla al final.
DOCE ENIGMAS
sin comento, cuyos nombres irán al fin de ellas, escritos en una quintilla, y por la dificultad con que se acertarán á distinguir, se echará de ver quan difícil fuera sin comento declarar algunas.
ENIGMA I
Mal me hallan en el mar,
soy de Poetas buscado,
y en los huertos trasplantado;
y no fácil de acertar
con estar a ti pegado.
ENIGMA II.
Peso mas de mil quintales,
soy con esto tan liviano,
que me tienes con la mano:
enfermo causo mil males,
y mil bienes si estoy sano.
ENIGMA III,
Caballeros suelen ser,
y dan remedio a un sentido,
que va perdiendo el poder:
y han por ellos fenecido
muchos antes de nacer.
ENIGMA IV.
Hecho cuartos siempre muero,
y suelo enfermar al hombre,
y a este mismo refrigero:
de un gran Rey conservo el nombre,
y castigo al hechicero.
ENIGMA V.
Soy blanda, cuadrada, y yerta,
y es muy cierto que mi ser
consiste en estar bien muerta,
que viviendo es cosa cierta
ser fácil de fenecer.
ENIGMA VI.
Esme el mundo buen testigo
de que dividido en partes,
aunque junto nada digo,
enseño al hombre las artes
si trata mucho conmigo.
ENIGMA VII.
Mi oficio es casi de un barco,
soy fuerte, hermosa, y querida,
tengo las cejas en arco,
y por mis ojos sin vida
de lagrimas corre un charco.
ENIGMA VIII.
Mándanme echar en remojo,
aunque no para comerme,
el deshacerme es hacerme,
y suele causar enojo
en muchos el no tenerme.
ENIGMA IX.
Bruto en el nombre parezco,
y soy un cierto puntal,
que sustento, y favorezco
la falta del animal
por quien fui plantado y crezco.
ENIGMA X
A un animalejo imito
en el nombre y en el canto,
y con una acción que evito
a1 hombre le daño tanto,
que a veces la vida quito.
ENIGMA XI
¿Cual es la sierra, ó montaña,
sin fruta, yerba, y corrientes,
que con gran colera, y saña
los árboles con los dientes
rompe, quiebra, muerde, araña?
ENIGMA XII.
Tiene dientes. y no boca,
suele despeñar vivientes
desde una encumbrada roca,
hermosea, limpia, toca,
y da salud a las gentes.
LOS NOMBRES DE ESTAS
doce Enigmas que van sin comentos, son los siguientes:
Hacha, Barba, Peine y Pie,
Muleta, Pepino, y Grillo,
Puente, Sierra y A,B,C.
Antojos, y Pelo fue:
Procura tu distinguillo.
Posible solución. Mi respuesta podría ser o no la correcta: 1 Pie. 2 Peso. 3 Antojos. 4, Pepino (el rey Pepino el breve). 5. Hacha. 6. ABC. 7. Puente. 8. Barba. 9. Muleta 10. Grillo (grilletes). 11 Sierra. 12 Peine (había muchos piojos en esa época).
En seguida voy a incluir algunas de las enigmas más populares de Herrera y algunas otras menos llevadas de un lugar a otro. Van en los primeros enigmas los comentarios del doctor Herrera, una explicación siempre curiosa que permite penetrar un poco más en la esencia del enigma y los pensamientos del autor.. Los comentarios, además, nos entrenan tanto para resolver enigmas parecidos a la vez que nos sugieren caminos para la creación propia de enigmas.
ENIGMA II
¿Quién es el engendrador
que en esto acompaña al hombre
y fue adorado su nombre,
que en tiempo de gran calor
gusta el hombre que se asombre?
ENIGMA III
Quien es la mudable madre,
que ser le da, y le dio
otro que es de todos padre,
y por medio de otra madre
a tiempos se le escondió?
ENIGMA IV.
¿Quien es quien dos veces moja
al que de él valerse quiere?
Quien saberlo pretendiere
en volviendo cualquier hoja
hallará lo que quisiere.
ENIGMA II: EL SOL
Es el Sol universal padre, y engendrador de todos los vivientes, porque como dice Aristóteles: El sol, y el hombre engendran al hombre. Tuviéronle, y tiénenle algunos idolatras por Dios, llamándole Apolo, á quien dedicaron famosos Templos; y cuando en el Estío arden mucho sus rayos, desean los hombres que se le pongan nubes delante con que se les haga sombra.
ENIGMA III: LA LUNA.
Puede llamarse la Luna madre, por ser fuera del Sol el Planeta que más predomina sobre los vivientes mudable por sus varias influencias y movimientos. No tiene mas luz de la que le comunica el Sol, como a las demás Estrellas y Planetas, por ser semejantes á los nudos de la tabla; y poniéndose la tierra en medio (a quien también llaman madre) se le esconde por algún espacio de tiempo la luz, de donde procede el eclipse de Luna.
ENIGMA IV: EL ÁRBOL.
Quien se pone debajo de la hoja, dos veces se moja. (dice el refrán castellano) porque el agua que llueve, acanalándose en las hojas del árbol, con mas fuerza y en mayor cantidad cae sobre el que se puso debajo de él, y queda goteando por buen rato, como acontece en los tejados. La misma Enigma tiene otra curiosidad, y advierte que en volviendo cualquiera hoja del libro, le hallara la declaración y comento de cada una.
ENIGMA V.
¿Cual es de unas cabras bellas
el rebaño y Labrador,
que asiste muy cerca de ellas?
que quisiera yo mas vellas^
que ser del mundo señor.
ENIGMA VI
No há mucho que tuve vida,
y aunque ahora muerta estoy
vivo y sirvo en tu comida
y cual hombre resumida
me vuelvo cuanto me voy
 
ENIGMA VIII
En horca para mi suerte
nazco debajo del suelo;
mi fábrica imita al cielo;
lágrimas causo al mas fuerte,
no teniendo desconsuelo
ENIGMA V: LAS SIETE CABRILLAS.
Llaman los Astrólogos a las síete Cabrillas las Pléyades, que á cierta hora de la noche parecen en el Cielo, y a otra junta de estrellas llaman el Labrador que por sus efectos, o figura tiene este nombre, y los griegos le llaman Bootes, y otros Arturo, ó el Carretero. Todo lo cual dice el Autor, que quisiera ver, y gozar, mas que ser señor del mundo y con mucha razón, porque estuviera en el Cielo.
ENIGMA VI: LA LEÑA.
Todos los árboles tienen vida vegetativa, con que se aumentan y crecen; y por ello dice la Enigma, que ha poco que la tuvo la leña, aunque después hecha brasa torna a vivir, y no vegetable, sino accidentalmente. Sirve el fuego de ella para aderezar de comer. Conviértese en ceniza cuando se acaba, como acontece al hombre; y así se lo trae a la memoria la Santa Iglesia el Miércoles de Ceniza.
ENIGMA VIII: LA CEBOLLA.
Nace y criase la cebolla debaxo de tierra, como se ve, y para venderse juntas las tejen los Hortelanos por las hojas, poniéndolas en la forma que el vulgo llama horcas, y por esto dice, que viene á parar en ella. Está compuesta de cascos, que la probida naturaleza crió, con tal orden que con razón dice que imita al Cielo en estar unos superiores a otros. Hace llorar algunas veces á quien la come con demasia; y por esto dice, que sin tener ocasión  para llorar, causa lágrimas al mas fuerte.
ENIGMA XII.
¿Quién te causa ser viviente
siendo origen de tu ser,
y te da brío y poder,
hacerte flaco o valiente
estar triste o con placer?
ENIGMA XIII
Mis brazos, y un elemento
me procuran tal caída,
que ganándome el sustento
no me dejan un momento
hada quitarme la vida.
ENIGMA XIV.
Buena será tu cabeza,
si aciertas que cosa es
la que tiene en si estas tres,
pensamiento, sutileza,
y el acordarse después,
ENIGMA XII: EL CORAZÓN.
Es el corazón (según afirman muchos autores) la primera parte principal, que en el animal tiene vida, y la última que se muere, por residir en él la facultad vital, y los hombres que le tienen dilatado, estos son los más valientes y animosos; y al contrarío, si bien no falta quien diga, que los mas valientes, y fuertes tienen los corazones más pequeños. Por algunos vapores de humor melancólico, y otros accidentes, suele afligir al sujeto muchas veces, manifestándolo con suspiros; y otras le hace estar alegre, por tener descanso, salud, y buenos sucesos de sus negocios.
ENIGMA XIII: EL CANDÍL DE BRAZOS.
Dice la Enigma, que con sus brazos, que son por donde se le ponen las mechas, y el fuego, le procuran quitar la vida, gastándole su sustento, porque mientras le tiene, va la lumbre consumiéndosele, hasta que quedando sin aceite (que podemos decir es alimento del candil, aunque el fuego solo se ceba de él) viene a morir, y quedar sin luz,
ENIGMA XIV: LA CABEZA HUMANA.
Las tres potencias internas, y sensitivas del alma residen en el cerebro, como parte mas dispuesta para mayor perfección del ejercicio de ellas. La imaginativa, en la parte anterior, y la cogitativa, ó estimativa, á quien llama la Enigma sutileza, en medio de él; y la memoria, que es en dos maneras, aprehensiva y retentiva, ó reminiscencia (común a racionales y brutos) en la posterior parte. Y dice la Enigma, que tendrá muy buena cabeza, esto es, entendimiento muy agudo el que la acertare, porque estando estas tres en su perfección, subministrarán buenas especies al entendimiento posible y agente, que no es potencia orgánica.
ENIGMA XV
No soy ave, cosa es llana,
aunque estar en alto suelo,
porque ni corro ni vuelo:
soy una simple serrana
hija de un hijo del suelo.
—La avellana
ENIGMA XIX
¿Quién es un viejo ligero
Que es de cuatro movimientos
Puestos en doce cimientos,
Que a cualquiera pasajero
Da más penas que contentos?
ENIGMA XXIV.
Un juego de Caballeros
doy con mi nombre á entender,
que muestran valor, y aceros,
de metales es mi ser,
doy honra, y valgo dineros,
ENIGMA XV: LA AVELLANA.
El nombre de Avellana contiene en si estas dos dicciones, ave y llana. Dice que no es ave, pues no vuela, ni corre; es hija de un árbol, que con razón se puede llamar hijo del suelo, pues le produjo; llamase serrana, por criarse mas comúnmente en partes ásperas, y sierras frías.
ENIGMA XIX: EL AÑO.
Por la velocidad con que corre el tiempo, y ser tan antiguo, llama al año la Enigma viejo ligero: tiene cuatro tiempos, que corresponden a los cuatro humores, y á los cuatro elementos, y aun á las cuatro voces de la música; y por esto son tan diferentes en su temperamento, pues la Primavera es caliente, y húmida y el Estío caliente y seco; el Otoño frío, y seco y el Invierno frío y húmido, y llama a los doce meses cimientos, por estar el año compuesto de ellos.
ENIGMA XXIV: LA SORTIJA.
El juego de sortija es un entretenimiento, y ejercicio muy conocido de caballeros, y personas nobles, e ilustres: también se llaman sortijas los anillos que se traen en los dedos, que son de oro casi siempre, y con piedras de valor, y a veces insignia de dignidad y honor, como lo vemos en las de los patriarcas, arzobispos, obispos y prelados, con que se diferencian de los que no tienen semejantes dignidades.
ENIGMA XXV
¿Quién es una hembra triste,
Muy secreta y reposada,
De cuerpo y alma privada,
Que de negro trage viste
Y de malos es amada?
ENIGMA XXXII.
Yo fui un serrano grosero
que enterrado fin razón,
pasé afán en fuego fiero,
salí negro, y sin facción,
consérvolo, y en el muero.
ENIGMA XXXIV
¿Cuál es una torre fuerte,
que guarnece gente armada¿
de un mismo color y fuerte,
que rendida y asaltada,
en llamas le dan la muerte?
ENIGMA XXV: LA NOCHE.
Por el gran silencio que hay en las tinieblas, y oscuridad de la noche, la llama la Enigma hembra triste, reposada y secreta, porque en estando una mujer, o qualquier persona triste, calla mucho, tiene mas reposo, y guarda mas secreto: y porque aborrece la luz el que vive mal, dice también la Enigma, que es amada de malos: el ser sin cuerpo, y desalmada, es cosa sin duda, pues carece de ambas cosas.
ENIGMA XXXII: EL CARBON
Llámanlos al carbón serrano grosero, porque nació en las sierras y montañas la leña, de que se hace, la cual dentro de el fuego pasa mil trabajos, y la queman y apuran, hasta que sale hecha carbón, tan negro como sabemos, el cual en reconocimiento fácilmente admite el fuego, y le conserva, hasta que él le acaba.
ENIGMA XXXIV: LA PIÑA (DEL PIÑON).
Por la mucha resistencia, y fortaleza de la piña, a quien con tanta industria naturaleza apiño y pertrechó con su corteza, que con mucha dificultad se quiebra y parte; la llamamos torre fuerte, cuyos piñones armados de su cáscara y cubierta, son los soldados que la guarnecen, la cual hendida, o rendida, suele parar en un hogar o chimenea ,que en muchas partes las queman, muy de ordinario en Castilla la Vieja.
ENIGMA XLVI
Más de cien hijas hermosas
Vi de dos machos nacer
Encendidas como rosas,
Y al instante fenecer
Haciendo vueltas vistosas.
ENIGMA LIV
¿Cuál es la cosa del mundo
que nadie la puede ver?
y da tormento o placer
camina al cielo y profúndo?
¿esto, cómo puede ser?
ENIGMA LV
Fui yerba, perdí mi ser,
porque serví de ordinario,
y tuve suceso vario,
volviéronme a deshacer,
y sirvo de secretario.
ENIGMA XLVI: EL PEDERNAL Y ESLABÓN.
Las centellas que de los golpes del pedernal y eslabón proceden y salen, son las hijas coloradas, y hermosas, nacidas de dos machos, sin que cometan pecado, y que en naciendo fenecen, haciendo muy galanas vistas: cosa muy importante el pedernal y eslabón, acompañados de la yesca, para el uso de la vida.
ENIGMA LIV: EL PENSAMIENTO.
Es el pensamiento tan ligero, veloz e invisible, como se puede imaginar, y así no para, ni tiene quietud en alguna parte: sube al cielo, baja al profundo, y con su velocidad todo lo penetra: da disgusto, o placer, conforme el estado, y buenos ó malos sucesos del dueño. Dios permita, que siempre le tengamos puesto en su divina majestad, acordándonos de su misericordia, y justicia, y de nuestros pecados.
ENIGMA LV_ EL PAPEL.
El papel se hace de trapos de lino o cáñamo, el cual en sus principios fue hierba, y por haber andado por diversas partes hecho lienzo, dice la Enigma, que tuvo suceso vario, y lo hicieran de trapos gachas, y de ellas papel, y después sirve de secretario, pues los secretos y pensamientos de los hombres con las cartas se declaran y comunican.
ENIGMA LVI
Que se alegra da a entender
el que pronuncia mi nombre;
suélenle dar de comer
mis hijos mudos al hombre,
y yo dóile de beber.
ENIGMA LIX
¿Cuál es una fortaleza
Que está llena de soldados
De vestidos colorados,
Con huesos y sin cabeza.
De Eeal insignia adornados?
ENIGMA LVIIÍ.
Soy tan notable escribano.
que a todas horas enseño.
teniendo sola una mano,
dame pesares mi dueño,
con que tiemblo, si estoy sano.
ENIGMA LVI: EL RÍO
El que pronuncia río, da entender que se ríe. Dice de si, que si sus hijos mudos, que son los peces que cría, dan al hombre que comer, pues los comen a ellos mismos, y que el río le da que beba, que son sus aguas, que tan delgadas y sabrosas las da el Tormes a Salamanca, el Tajo a Toledo, Henares a Alcalá, Pisuegra a Valladolid, y otros; y Manzanares (aunque menos grande que había de ser) a los curiosos de Madrid, que cogen el agua á sus tiempos y la guardan, por ser muy delgada y excelente.

ENIGMA LVII: LA GRANADA
Llama a la granada fortaleza, por críar sus granos con tanto orden puestos, a los cuales da nombre de Soldados vestidos de colorado, porque parece guardar orden de ejercito; y aunque tienen huesos, les faltan cabezas, y aun sin ellas se puede decir que están coronados, pues la granada tiene corona como reina que es de las frutas.
ENIGMA LVIII: EL RELOJ.
Parece que el reloj escribe cuando señala, lo cual hace a todas horas, porque nos las muestra su mano. Dice que le da su dueño pesares, porque le ponen pesas para que ande, que es el temblar que la Enigma ha dicho; y esto cuando está sano, que es estar concertado, y sin descomponerse las ruedas; y es una de las cosas mas admirables, y de invención muy ingeniosa. Hay otra del reloj.
ENIGMA XCL
¿Quál es la cosa insensible
que es su oficio dar tormento
y muy triste sentimiento,
y en el viviente sensible
es siempre su alojamiento?
ENIGMA XCVIL
Soy veloz de tal manera,
que mis fuerzas van creciendo
al paso que yo corriendo,
y con ocasión ligera
por muchas partes me extiendo.
ENIGMA CXXXIX,
Por si alguno me adivina;
sabrá que soy muy cruel,
de traviesos medicina,
tengo el nombre de doctrina,
encierro dulzura y hiel.
ENIGMA XCL: E L DOLOR.
Es la definición de el dolor, según los autores médicos y filósofos naturales, tristis sensasio, sentimiento triste. Es invisible, como dice la Enigma. Infesta los nervios, a quien llama también viviente sensible, por serlo tanto.
ENIGMA XCVIL: LA FAMA
Es la fama tan ligera como el viento, según dijo el poeta que volaba, Fama volat, va creciendo mas cada hora, y aunque caiga sobre cosa falsa y sin fundamento, suele hacer gran ruido, que es dar estallido  horrendo, como la Enigma dice; y por esto es justo vivir bien, con buen zelo, e intentos del servicio de Dios: Quia melius edt nomen bonum, quam divitia multa. Mejor es la buena fama y nombre, que las muchas riquezas.
ENIGMA CXXXIX: LA DISCÍPLINA.
1a disciplina es instrumento de castigar, y por esto dice que es cruel, y medicina para curar a los traviesos. Tiene nombre de doctrina, porque disciplina en latín lo significa. Encierra dulzura y hiel; hiel, por lo que le duele al castigado; dulzura, por el efecto que causa, que es la virtud, por lo cual la llama Isaías disciplina de paz.
ENIGMA CLXVL
Ruego te acuerdes qué es
lo que tienen racionales,
que aumenta ó alivia males.
Que si haces memoria, es
lo que he dicho en versos tales.
ENIGMA CCLIX.
Triste soy y pensativa,
de colorada estoy negra,
y sin mi no hallo quien viva,
ni el tiempo bueno me alegra;
ni del mal humor me priva,
ENIGMA CCCV.
¿Quien da tormento o solaces,
siendo mudable señora,
y nos derriba, o mejora?
Es muy amiga de audaces,
pues su suerte no empeora.
ENIGMA CLXV: LA MEMORIA.
LA misma Enigma nombra a la memoria en dos partes, y con la que de reminiscencia tiene, alivia, o aumenta los males á los hombres, acordándole dellos. Pusola naturaleza en la posterior parte de la cabeza, para que la imaginativa y el entendimiento que están antes della, la entreguen sus operaciones: y los remedios tópicos, para acrecentalla cuando hay falta de memoria, se aplican en aquella parte del celebro
ENIGMA CCLIX : LA MELANCOLIA.
Su efecto propio es hacer estar tristes e imaginativos á los que la tienen en demasía. Llámale melancolía, nombre griego, que quiere decir sangre negra. No hay hombre que se escape de alguna melancolía, ni pueda estar sin ella, siendo como es cuarto humor, que sin él no se vive: con cuya abundancia lo pasan muy mal los melancólicos hipocondríacos, que si la prudencia no los gobernase, no se podrían escapar de ser muy importunos y desabridos de condición.
ENIGMA CCCV: LA FORTUNA.
La fortuna es tan mudable, que a unos da tormentos, y a otros grandes gustos, y a estos mismos les trueca y muda la suerte: dice un poeta que menosprecia a los tímidos, y favorece a los atrevidos, y valerosos la fortuna: si bien en nuestra Santa Fe Catholica no atribuimos las cosas a la fortuna, sino a la voluntad o permisión divina.
ENIGMA CX
Sin cabezas, pies, ni manos,
cuerpos, y brazos tenemos;
y bocas, mas no comemos,
y ojos, q aunque estén mui sanos
maldita la cosa vemos.
ENIGMA CCXII.
A una pared arrimado
estoy siempre hecho un Atlante;
no voy atrás, ni adelante,
de muchos cuerpos cargado,
parezco en fuerza un gigante
ENIGMA CCXVI
De fuego, de plata, de oro,
de cristal, de vidrio soy,
si de hilo y seda, me voy
deshaciendo sin decoro
de mirar adonde estoy.
ENIGMA CX: LOS JUBONES.
Tienen los jubones cuerpos y brazos, como se ve, y bocas mangas. No tienen cabeza, manos, ni pies, aunque muchos ojales, y ojetes, á quien la Enigma llama ojos , sin que le sirvan á la vista, y por ello dice que no ven cosa alguna, ni comen, aunque tienen bocas.
ENIGMA CCXII: EL ESTANTE DE LIBROS.
Bien se ve que le ponen arrimado á una pared , para que sustente los libros. Llámale Atlante, por la fuerza que ha menester para ello: y quien se carga de tantos cuerpos, esto es de libros, fuerzas parece que tiene como de gigante y nunca se mueve de el lugar donde le ponen, y está firme, y bien lavado.  
  ENIGMA CCXVI: EL BOTÓN,  
De todas las cosas que la Enigma dice se hace cl botón , y de hilo  y seda , y si es de estas dos , se va deshaciendo, sin guardar decoro, si está en ropilla, ó Jubón, u donde quiera que le pongan. Es el botón muy necesario, y usado, hacense muy ricos y lucidos de oro, y de diamantes, y otras piedras muy preciosas, como son rubíes, y esmeraldas; y sin ellos, el mascurioso venido no tiene perfección cumplida; como la experiencia muestra.
ENIGMA CCXVII
De bueno el nombre mantengo,
aunque de malo los hechos,
de hombres celosos me vengo;
en la Iglesia a parar vengo,
y suelo estudiar derechos.
ENIGMA CCXVIII
¿Que animal hay en la tierra,
que en algo al hombre parece,
que el que a imitallc se ofrece
la virtud de si destierra,
y infame nombre merece?
ENIGMA CCXXVI.
Tengo en todo tiempo frío,
mas no frío sin calor;
quémanme al fuego en Estío,
y ve nadar mi señor
peces en mi sin ser río.
ENIGMA CCXVII: EL BONETE.
Tiene nombre de bueno, pues se llama bonete; malos hechos, porque lo son los cuatro cuernos que tiene, No creo que hay á quien mas prestose los pongan que al muy celoso, y que lo da á sentir con demasía, donde conviene tanta cordura, y secreto, para prevenir el debido remedio. El bonete de ordinario va a la Igleíia, porque es trage de Eclesiásticos: dice que suele estudiar derechos por los estudiantes que le traen.
ENIGMA CCXVIII: LA MONA.
Parece mucho la mona, o simia al hombre, en el rostro, pies, manos, meneos, y afectos y por ser muy amiga de vino, con que se emborracha luego, llaman al borracho mona, vicio tan infame, y detestable como se vé, y se ha dicho también de la zorra en su Enigma.
ENIGMA CCXXVI: LA SARTÉN.
La equivocación de la Enigma está en que dos veces repite frio; la primera es nombre, y la segunda verbo. Dice que en todo tiempo tiene frio, por tener el hierro esta naturaleza. Pónenla en Estío al fuego por fuerza, para hacer su oficio con que dice que la queman, y sin ser río ve su señor nadar en el aceite peces, ó sardinas que fríen dentro.
OTROS ENIGMAS, SIN COMENTO, PERO CON SU SOLUCIÓN.
Luego de haber andado en las explicaciones de Herrera sobre sus enigmas, el amable lector tiene idea de cómo entender las adivinanzas sin sus comentarios. Muchos de los enigmas de Herrera se publican así, en lo cual no estoy de acuerdo si no hay amplias referencias del autor y su colección y las referencias propias a cada caso. Aquí, como un ensayo para procurarse uno mismo el contexto y las referencias a modo, supongo que se tiene amplia documentación al respecto
ENIGMA LXXI
¿Cuál es la cosa que habla
Y de sentido carece,
Con fuego ó agua perece,
Su forma es pequeña tabla
Y sin vergüenza parece?
—La carta.
ENIGMA LXXXV.
¿Cuál es el bruto lozano,
de corta, y flaca memoria,
nombrado en divina historia,
cantor arrogante y vano,
con qué gana la victoria?
—El gallo.
ENIGMA LXXXVIII
¿Quien son dos doncellas bellas,
que se mueven en naciendo,
y aunque ellas no se están viendo,
nos miran y juzgan ellas,
sentido a todos poniendo?
—Las niñas de los ojos.
ENIGMA LXXXIX
Una que salió de un huevo
mi negra sangre me saca,
y con ser de cuerpo flaca,
no toma para si el cebo,
que lo vierte la bellaca.
—El tintero que se queja de la pluma.
ENIGMA XCII
¿Quien es la hembra golosa,
que come á quien la formó?
Fuego y agua la engendró,
fue su voz siempre enfadosa
á cualquiera que la oyó
—La lima de acero.
ENIGMA XCIV
¿Cuál es la cosa peor
Que en el mundo puede haber,
Que ella misma es la mejor.
Pues mala da el merecer,
Y buena, vida y honor?
—La lengua humana.
ENIGMA CI
Doncella soy y también
tengo hermosura sin tasa,
y con no haber hombre a quien
no le parezca muy bien,
nadie me quiere en su casa.
—La justicia.
ENIGMA CXV
¿Cuál es la casa formada,
de vestidos de animales?
Cinco hermanos desiguales
hacen dentro su murada,
para, librarse de males.
—Los zapatos.
ENIGMA CXXIL
Si el puerto fuera casado,
yo había de ser su mujer,
con ser fácil de mover
no me gana un desdichado,
con que viene á perecer,
—La puerta
ENIGMA CXXIII
Nombre de cierta mujer
Son mis letras las postreras,
y de mesón las primeras,
nunca me puedo esconder,
porque estoy en las fronteras;
—La ventana.
Una venta era lo mismo que un mesón y Ana es el nombre de mujer. Juntos componen la palabra ventana.
ENIGMA CXXXI
Soy de Francia natural,
tengo oficio de alguacil,
es mi precio y cuerpo vil,
y lo pasaras muy mal
sin mi, con ser tan civil.
—El alfiler.
ENIGMA CXXXII
Aunque de negro vestido,
muy resplandeciente estoy,
y aunque sordo y mudo soy,
al que a mirarme ha venido,
todas las señas le doi.
—El espejo.
ENIGMA CXLIX.
Que yerro me dicen todos,
mas es falsedad muy clara,
y alguno me ve en su cara,
pues mi acierto por mil modos
su hacienda y su casa ampara.
El hierro: Aquí, yerro es del verbo errar y al mismo tiempo "yerro" es hierro. Aparte de candados, clavos, rejas, cerraduras, los hierros suele estar en la cara de los esclavos y cautivos, porque así se llaman las S y clavos que los marcan.
ENIGMA CLXXXVIII
De árbol, cuello y ballesta,
soy de los hombres nombrada,
suelo estar encarcelada,
do piernas estoy compuesta,
muero siempre quebrantada.
—La nuez (las piernas de la nuez se refieren a las cuatro partes en que está dividida su pulpa).

ENIGMA CCXX
Corona está en mi cabeza,
calzo espuela pavonada,
tengo barba colorada,
mi sueño muy presto empieza,
y madrugo a la alborada.
—El gallo.
ENIGMA CCXXVII
En Francia suelo nacer,
Y en España estoy vendido,
Y sirvo al hombre y mujer.
Mi propio oficio es prender,
Y si suelto soy perdido.
—El alfiler,
ENIGMA CCXLIV
Agudos dientes me han hecho,
y al mas alto Emperador
sirvo, y quito en su provecho
el ganado a mi señor,
muero quebrado, y deshecho
—El peine
ENIGMA CCLXXII
Soy tan grande como el mundo,
Y con todo no me ves,
Tiénenme por vagabundo,
Cercote de ancho y profundo
Todo de cabeza a pie.
—El aire elemental.
ENIGMA CCLXXIX
Siempre me tienen atado,
ya estoy ya lleno, ya vacío,
y aun a veces ahogado,
y en lo alto levantado
de una rueda en que me fío.
—El arcaduz de la noria. (Véase la explicación en el enigma 9 de las Tardes entretenidas de Castillo Solórzano.).
ENIGMA CCCII.
Mas piernas tengo que vos,
y fui hija de un viviente:
Soy verde en el accidente,
y caliente como dos,
teniendo gusto excelente.
—La nuez .

Referencias

(1) Cristobal Pérez de Herrera. Proverbíos morales,y consejos christianos, muy provechosos para concierto, y espejo de vida, adornados de Lugares, y Textos de las Divinas, y Humanas Letras. y Enigmas Philosoficas, Naturales; y Morales con sus comentos. Adornadas con trece Emblemas y sus estampas mui curiosas, apropiadas a sus asuntos. Libro segundo. Trescientas Enigmas Filosoficas, Naturales y Morales. Madrid, 1733, pp. 89—310
(2) Ibidem p. 89—90

§ 24. Selección de Enigmas hechas para honesta recreación.

 

«Al pie sentado de una antigua encina
vi a Alonso de Ledesma componiendo
una canción angélica y divina.
Conocíle y a él me fui corriendo
con los brazos abiertos como amigo
pero no se movió con el estruendo.
¿No ves — me dixo Apolo  — que consigo
no está Ledesma ahora? ¿No ves claro
que está fuera de sí y está conmigo?»

Miguel Cervantes de Saavedra
Alonso de Ledesma, llamado el divino no sólo por la temática de su obra, sino por los elevados vuelos de su arte poético, hace a un lado lo divino para refugiarse en lo profano en los enigmas que nos ofrece en la segunda parte de los Juegos de Nochebuena(1). Poeta conceptista, rey de las oscuridades y luz de la poesía, crea sus enigmas en base a los juegos de artificio poético que conoce mejor que nadie, haciéndolos claros, en base de graciosos equívocos y contrariedades manifiestas, resultando más elaborados que los enigmas de Pérez de Herrera, razón por la cual no se han dispersado por la geografía como lo han hecho los del doctor Herrera. En su época, en cambio, fueron muy populares y gozaron de la estima de las grandes personalidades del Siglo de Oro. Siendo un poeta a lo divino, Ledesma no se muerde la lengua y nombra a las cosas con su nombre, y hace juegos de palabras y de conceptos tales que pudieran ser considerados escandalosos, de tal suerte que los Juegos de Nochebuena llegaron a ser prohibidos por la Santa Inquisición. En una nota anterior, referida a nuestro Fernán González, comentaba cómo se atrasaba la publicación de este libro, ahí la explicación; a pesar de que logró pasar la censura la primera edición, ya en 1632 los Juegos de Nochebuena se prohíben y en 1790 siguen estando en la lista de libros prohibidos en cualquier idioma.
Algunos de sus enigmas pudieran sernos de mal gusto, como el enigma 79 del potro de tormento bajo la metáfora de un confesor, el enigma 55 del sanbenito, que era la prenda de los penitentes y de los sentenciados por la Inquisición, o en las metáforas que hablan de una mujer condenada al tormento, en el enigma 65 del calentador o en el enigma 70 de los morillos, cuya metáfora son unos condenados a la quema; pero es la época la que manda, y así era España y sus Colonias en esos tiempos. Lo vemos igualmente en otros autores que hablan de horca, de ajusticiados, de galeotes condenados a las galeras y hacen enigmas hasta de las orejas cortadas por la justicia a un reo; Ledesma no se queda ahí, es más audaz y juega con ideas que ponían nerviosa a la Inquisición. Sin embargo, lo que nos importa en la selección de enigmas que siguen es destacar la dulzura, la gracia, la alegría de los conceptos y equívocos vertidos en las redondillas y romances que deparan siempre una sorpresa y una sonrisa. Enigmas cultos, cierto, retos a la inteligencia que requieren de un esfuerzo de cinco voltios, no más, para encender el propio ingenio y proyectarlo más lejos. Vienen bien una palabras introductorias del autor(2):
"Este libro, es como colación de noche buena donde te sirvo a la mesa con conservas, y confituras dulces y olorosas, y frutas verdes y secas, alcanza con moderación de uno, y de otro que en tal noche todo se permite.
Y porque los libros de recreación, y juegos de naipes, en tanto son buenos, en tanto no cansan la memoria, ni fatigan el entendimiento. Procuré hacer estas enigmas claras, atendiendo mas a la dulzura de los equívocos, que a la oscuridad de significación, esta la dejé de poner al principio de cada una pareciéndome gustarían más de saber por tu ingenio que significa, que no hallarlo escrito de antemano, y si no  acertares alguna ve a la tabla, donde hallaras por numero cada enigma, junto con la significación que tiene. Recibe pues esta limpia voluntad, que ha sido meramente de agradarte y de servirte.
Vale"
Cada cinco enigmas doy la solución que en el libro de Ledesma se amontonan al final. Es muy interesante releer el enigma una vez que se conoce la respuesta, pues entonces los juegos de palabras, los equívocos y contrariedades, las agudezas del ingenio de este escritor extraordinario saltan a la vista y se aprecian mejor. A propósito he seleccionado enigmas de los mismos objetos que encontramos en otros autores, un tanto para adentrarnos en su tiempo y en su manera de ver el mundo. Incluyo con esa intención, enigmas de objetos rarísimos para nosotros, como la salvadera o "el molde para hacer cuellos", los cuales tienen referencias literarias de los grandes autores.

1. ENIGMA TERCERA
en metáfora de un hombre de cuenta, y razón.
Pintóse un hombre, y un Ángel
de las manos,
Redondillas.
Cuanto en el mundo se cría,
para bien de los humanos
todo pasa por mis manos,
o por una hermana mía.
 
Mas mulato soy que rojo,
de mi color natural,
y en mi vida tuve mal,
que no fuese mal de ojo.
 
Vivo con cuenta y razón, .
mas si miro mi bajeza,
yerro por naturaleza,
y acierto por discreción.
 
Justicia, y verdad mantengo .
en la cosa mas indina,
y si trato en medicina
muchos escrúpulos tengo.
 
A titulo de ser fiel
tengo una cosa gallarda,
que es el Ángel de mi guarda
el Arcángel san Miguel.
 
Y como verdad profeso,
estoy tan calificado,
que todo el Reino me ha dado
los negocios de mas peso.
 
Mas no me puedo alegrar,
aunque me tratan así,
porque no ay cosa que a mí,
no se me vuelva en pesar.
2. ENIGMA QUINTA
en metáfora de una mujer en figura
de monstruo. Pintóse una dama
de blanco vestida, sobre
las almenas de un
castillo
Redondillas
Yo soy sola por mi mal
a quien fortuna consiente
que viva sin ser viviente,
y muera sin ser mortal.
 
Soy Portuguesa en donaire,
pues donde quiera que habito
hallarán que me derrito
por cualquiera de buen aire.
 
Y esme tan natural cosa
esta condición humana,
que suelo ser Castellana,
y tenerme por sebosa.
 
Hermosa dicen que soy,
y vese de conocido,
pues entre mil he lucido
por donde quiera que voy.
 
Muero al fin, mas es de suerte,
que a veces el homicida
suele volverme la vida
con lo que me dio la muerte.
 
Cualquiera cuerpo mortal
no huele mal cuando muere;
pero si se detuviere,
es fuerza que huela mal.
 
Al revés desos soy yo,
que el tiempo va corrompiendo,
yo huelo mal en muriendo,
y si pasa tiempo no.
 
Haciendo estoy centinela,
que como es cosa sabida
ser un soplo nuestra vida,
todo el día estoy en vela.
3. ENIGMA SEXTA
en metáfora de un mozo muy agudo
y solicito, y que es para mucho. Pintose
un gentil hombre hecho
maestre sala trinchando
en una mesa.
Romance.
Soy un ministro de corte,
y nótanme de tan grave,
que al tratar cosas conmigo,
mil dellos suelen cortarse.
 
Serví damas de menino,
y a fe que pude preciarme
que tenia mas aceros,
que el mejor de sus galanes.
 
No traigo pluma en sombrero,
ni entro en la esgrima arrogante
aunque un tiempo a lo bizarro,
di tajos, y plumas traje.
 
Nadie me enseñó a contar,
mas yo aprendí por ser hábil
hasta partir por entero
en menos de media tarde.
 
Jamás estudie en mi vida,
y en las Universidades
mil dellos me han hecho voto
como si fuera estudiante.
 
Soy Maestre sala del Papa
sin tener favor de nadie,
que soy único en el mundo
en materia de trinchante.
 
No siento ningún dolor,
ni enfermedad que me agrave,
solo en lo que es mal de muelas
paso lo que Dios se sabe.
4. ENIGMA NOVENA
en metáfora de un esclavo. Pintóse un
hombre de blanco, puesta la
mano en el pecho, y descubierto
el corazón.
Redondillas.
De mí me puedo preciar,
y no de quien me dio el ser,
pues cual Job se vino a ver
echado en un muladar.
 
Anduvo hecho pedazos,
pobre, sucio, y asqueroso,
yo salí limpió, y hermoso,
mas costóme mil porrazos.
 
Aunque tan bello nací,
como a esclavo me han vendido;
y de puro haber servido,
así negro me volví.
  
No me venden por cautela,
Ni por beber demasiado,
que antes he sido reglado
desde que andaba a la escuela.
 
Soy de valor tan indigno
que a veces no dan por mi
tan solo un maravedí,
y a veces tengo buen signo.
 
No soy hombre de razón,
ni tango forma de humano,
mas tal vez nací con mano,
y tal vez con corazón.
 
Yo jamás mi patria niego
y aunque en Genova me ves
la opinión mas cierta es,
que soy natural de Pliego.
5. ENIGMA DÉCIMA
en metáfora de una mujer enamorada
vestida de blanco y negro.
Pintóse lo mismo.
 
Soy una mujer del mundo,
mirad vos quien puedo ser,
pues me doy a cuatro cuartos
en cualquier lugar que esté.
 
Si queréis ver do me apeo,
la casa pública es,
que en la frente traigo escrito
ser a medio real mujer,
 
Con andar en mi trato
de Roma a Jerusalén,
soy la mujer mas cerrada,
que con arte puede haber.
 
Mas aunque soy tan común,
y de tan bajo interés
muchas veces tengo partes
para que me estime el Rey,
 
Ricas mujeres preñadas
en este oficio se ven,
y yo menos que ninguna,
pues siempre estoy con el mes.
 
Como es propio de tales
por lo que les está bien
encubrir su nombre, y tierra,
hablo siempre con doblez.
 
Yo suelo firmar doña Ana
de la ciudad de Jaén,
y allá fuera digo en Burgos,
y el nombre doña Isabel.
 
Temed a veces mi lengua
por que a fe que suelo ser,
carta de descomunión,
y tercera alguna vez.
La solución se encuentra por el número de enigma, según la numeración original de Ledesma:
3. Peso. 
5. Vela. 
6. Cuchillo. Maestresala del papa, era un criado de la casa real que se ocupaba de la distribución de la comida y de probarla para prevenir envenenamientos, El mal de muelas: le vendría de la amoladora, o muela, para afilar.
9. Papel. Job, personaje de la Biblia, sufre muchas adversidades para probar su lealtad a Dios. Génova era el lugar de origen del papel.
10. Carta.

ENIGMA ONCE
en metáfora de una mujer humilde,
liberal. Pintose una mujer con
muchos ojos sembrados
por el vestido,
Redondillas
Al hacedor gracias doy,
que tantos ojos me da,
porque reconozca ya
lo que valgo, y 1o que soy.
 
Qué valor en mi se encierra,
aunque goce mas despojos,
si a penas bajo los ojos
cuando veo que soy tierra.
 
Ya por experiencia toco,
que mi vida larga, o buena,
es como reloj de arena,
que se acaba poco a poco.
 
Desto que el mundo produce
nada para mi atesoro,
porque sepan que no es oro
todo aquello que reluce.
 
Tan desengañada estoy
desta su falsa riqueza,
que con notable franqueza
si alguien la quiere la doy.
 
Con hacer esto así,
no me tengo de salvar,
pero se que se han de hallar
muchos salvados por mi.
ENIGMA TRECE
en metáfora de un enfermo. Pintose
un mancebo hermoso dentro
de un pabellón de cama.
 Redondillas.
Soy mozo tan delicado,
que siempre en la cama estoy
y aunque no muy rico soy,
mil dotores me han mirado.
 
En extranjero algebrista
lo primero me bizmó,
y todo el cerro me untó
para conservar la vista.
 
Con mucha solicitud
me ven damas de mil casas,
y tras ofrecer me pasas,
me prometen la salud.
 
Lloro y río con algunas,
y como mujer me tocó,
que no hay en el mundo loco
como yo de tantas lunas.
 
Pero no por esto dejo
de dar consejo a do voy,
que aunque lunático soy,
muchos toman mi consejo.
 
Soy libre, si se repara,
pues desde el Rey al vasallo
la falta que en ellos hallo
les doy con ella en la cara.
 
Quiérenme de mozo y viejo
no tanto por mi beldad,
cuanto por hablar verdad,
con claridad y despejo.
ENIGMA QUINCE
en metáfora de un cazador, con muchos pies
y manos en medio de un monte.
Pintóse esto mismo.
Redondillas
Yo soy aquel cazador,
que todo este monte espeso
muchas veces atravieso
por dar caza a mi señor.
 
Bien el matarla le importa,
que a trueco de la cazar
muchas veces suele dar
en aqueste monte corta.
 
Cuando mas holgarme ves
sus malezas desenredo,
y la caza que yo puedo
hago venir a sus pies.
 
Hay fieras ds varios nombres
y dicen los naturales,
que son estos animales
los que comen a los hombres.
 
En aquesta selva veo
a diez monteros cazar,
los dos andan a matar,
y los ocho van a ojeo.
 
Hartas veces he cazado
allá en los montes del Rey,
porque para mi no ay ley,
ni monte que esté vedado.
 
Mil damas de rostros bellos
me pretenden por amigo,
mas es tenerme consigo,
llevarme de los cabellos.
ENIGMA DIECISEIS
En metáfora de una casa de damas cortesanas.
Pintóse un Alcázar con su puente
levadiza, y cinco damas
a una reja dorada.
Romance.
Hay una casa portátil,
que solo tiene una reja,
cual 1ocutorio de monjas,
menuda, obscura y estrecha.
 
Tiene puente levadizo,
mas está fija en la puerta,
que era dar con todo al traste,
si levantarla quisieran.
 
Y aunque de tablas delgadas
cuatro paredes la cercan,
el menor clavo que tiene,
es una clavija gruesa.
 
Es casa de cortesanas,
y que se pican de cuerdas,
pero no de muy hermosas,
que antes son flacas y feas.
 
Y con ser de aqueste modo,
no ha faltado quien las quiera, '
que mas de cuatro galanes,
les han echado terceras.
 
Son damas muy de palacio
de las que tocar se dejan
aunque en actos deshonestos
yo confieso que se templan.
 
Ninguno juegue de manos,
sin mirar a la que llega,
porque le quiero advertir
qué tiene una prima entre ellas.
 
Y el que no sabe su trato,
no las tiente de paciencia,
porque el quedará por necio
y ellas quedarán por cuerdas.
ENIGMA DIECIOCHO
En metáfora de una dama enamorada.
Pintóse una dama ricamente vestida
a quien lleva de la mano un Obispo.
Romance
Soy una dama bizarra,
rica de oro y pedrería
aunque muchas veces traigo
joyas de vidrio y alquimia.
 
Devoción de galanes
saco al cuello obscuras cifra
y mas de dos tienen uñas,
si atentamente se miran.
 
No soy nada escrupulosa
en materia de visitas,
ni en tocamiento de manos
hago melindre a fe mía.
 
Diez hermanos conozco
no solamente de vista,
sino a todos carnalmente,
y nadie se escandaliza.
 
Antes el Obispo mismo,
con su báculo, y su mitra
gusta de darme la mano,
aunque vaya a decir misa.
 
En sortijas y torneos,
es particular mi dicha,
pues ningún galán me trae,
que no lleve la sortija.
11 La salvadera.  Se trata de una especie de salero lleno de arenilla muy fina que se espolvoreaba en los textos recién escritos para acelerar el secado de la tinta. La arenilla volvía al recipiente y se usaba una y otra vez. Por lo general venía en un juego llamado escribanía, compuesto por el tintero, la salvadera, las plumas de ave, una campana y la vinagera.
13 El espejo
15 El peine.
16 La vigüela
18 La sortija. El juego de la sortija: a caballo, se trataba de ensartar con una vara o lanza corta una argolla o aro pendiente de una cinta.

ENIGMA DIECINUEVE
en metáfora de dos barquillos. Pintóse
dos casas, o barcos, cada uno con
cinco hombres dentro.
Redondillas.
Entre casos peregrinos,
que en el nuevo mundo hallé,
a dos casas encontré
con cada cinco vecinos.    
 
Galeras de tierra son,
porque los que dentro están
marchando con ellas van,
con mucha cuenta y razón.
 
Y por si acaso se topa
algún agua en la jornada,
cada cual anda breada .
con su pez, y con su estopa.
 
Estos por la delantera
llevan vistosas labores,
que son como aduladores,
nada dentro, y todo fuera.
 
Las verás maltratadas,
por las goteras que tienen,'
mas no del techo les vienen,
sino de estar desoladas.
 
Los cinco que viven juntos,
son muy amigos y humanos,
aunque son mas que hermanos
se que miran en puntos.
ENIGMA VEINTE
metáfora de un presidio de soldados
pintóse un castillo muy fuerte,
a quien dan batería muchos
tiros de artillería.
Romance
Soy un castillo roquero,
que labró naturaleza,
con cien soldados, y más,
naturales desta tierra.
Siempre me veréis cerrado
sin postigo, ni tronera,
que pide gran prevencion,
semejante fortaleza.
Las mas naciones del mundo,
me procuran mover guerra,
mayormente los Pigmeos,
de quien mis soldados tiemblan.
Jamás aqueste escuadrón
hace los Inviernos treguas,
que antes es por Navidad
cuando más tiros me asestan.
Vía maquinas de fuego
a fin de que abra las puertas
por comerse mis soldados,
mirad que gente tan fiera.
Sin duda que son cobardes,
pues teniendo fuerte cerca,
entre paveses doblados
desde pequeños se encierran.
Y con que de todos ciento,
es como un pino cualquiera,
temen venir a las manos,
con un Pigmeo que sea.
No hay entre ellos Capitán,
y por no tener cabeza,
uno con otro se apiña
para tener mas defensa.
ENIGMA VEINTIDOS
en metáfora de una sierra,o montaña
muy alta. Pintóse el puerto de los
siete picos
Romance.
No soy la sierra morena
ni soy la sierra nevada,
aunque a entrambas me parezco
en lo que es morena y blanca.
La de Segovia y Cuenca
tengo por mis tributarias,
pues cuantos pinos las nacen,
los parten conmigo entrambas.
Soy fría, aunque soy sierra,
puesto que me veis tan alta,
antes sudan por enero
los que cerca de mi andan.
Mas no me pase ninguno
el titulo de templada,
que un Profeta y un Apóstol
dieron al pasar el alma.
Aunque requiere gran fe
el mudar una montaña,
a mi sin ser milagro
de un monte a un valle me pasa;
los temblores de otras sierras
derriban templos y casas,
los míos los edifican,
o a lo menos dan la causa.
Y finalmente la sierra
en cuyos confines se hallan,
hierro, cáñamo, madera,
y todo en poca distancia.
ENIGMA VEINTICINCO
en metáfora de un monstruo. Pintóse
una cueva, y a la puerta della un
monstruo con un ojo y un pie.
Redondillas.
Que monstruo cual yo se ve,
desde un Polo al otro Polo,'
con un ojo y un pie solo
y con dientes en el pie.
Hembra soy, y cada día
muchas hermanas nos vemos 
pero no nos parecemos
en lo que es fisonomía.
Cada cual vive en su casa
sin entrar en otra ajena,
que por traición se condena
cuando a la ajena se pasa.
Una cueva he descubierto,
con dos sendas encontradas,
tan obscuras y intricadas
que sola yo las acierto.
Harta estoy de las andar,
y mil veces me he turbado,
porque el echar por buen lado,
está el errar o acertar.
En esta cueva me encierro
y aunque piensa quien me roba
que soy especie de Loba,
Plinio lo tiene por yerro.
Y así es la opinión mas cierta,
que un hombre humano me hizo
y como a monstruo mestizo,
procuro echarme a tu puerta.
ENIGMA VEINTISEIS
en metáfora de un demonio metido
entre unas llamas de fuego,
Pintóse eso mismo.
Romance
Consideradme mortales
lo que soy, y lo que he sido
que estoy condenado al fuego,
y me vi en el paraíso.
Vime con rayos de luz,
negro y tiznado me miro;
ved que mudanza de estado
con tan dichosos principios
cortaron mi dulce vida,
y pienso que fue martirio,
pues me quemaron la estatua
sin cometer yo delito.
Son ser este fuego solo,
fuera templado castigo,
mas hasta la fin del mundo
me he de ver en fuego vivo.
Y tu juez riguroso,
que pareces cocodrillo,
pues que me mandas quemar,
y a veces llorar conmigo.
Acuérdate que eres hombre,
y que el Miércoles corvillo,
nos dicen a mí y a ti
en lo que nos convertimos.
19 Los zapatos
20 La piña de piñones. En invierno son tradicionales. Pigmeos, los niños.
22 La sierra. La fe mueve las montañas.
25 Las llaves
26 El carbón. Quemar en estatua, en ausencia del condenado por la Inquisición. Miércoles corvillo, es el de ceniza.

ENIGMA VEINTISIETE
en metáfora de una guarda del Rey.
Pintóse un hombre con una coraza
toda tachonada.
Redondillas.
Por guarda me han señalado,
y soy en este ejercicio
tan bueno para mi oficio,
que ando todo el tiempo armado.
 
Siempre me pongo en celada,
y calada la visera,
donde me verá cualquiera
mi coraza tachonada.
 
Y tan cuidado soy,
que tengo mas de un vestido,
de las prendas que he cogido
en el lugar donde estoy.
 
Por mozo de buena ley,
secreto, fiel y legal,
estoy en la casa Real,
por guardas joyas del Rey.
 
Mas no quiero que se entienda»
que me ensancho yo por eso,
porque de nadie intereso,
mas que guardalle su hacienda.
 
Y aunque es plaza muy honrada,
mejor oficio he tenido,
pues de su cámara he sido,
y de la llave dorada.
ENIGMA VEINTIOCHO
en metáfora de cuatro mujeres de un nombre
de diferentes condiciones. Pintóse cuatro
damas: la una con un árbol en la mano,
La segunda, en habito de Indiana,
La tercera en habito de muerte,
La cuarta con habito de dama.
Romance.
Y cuatro de un propio nombre
y si miráis bien sus partos
todas cuatro se difieren,
en oficios y linajes.
La primera fue frutera,
y aunque la trajo su madre
toda vestida de verde,
ya está seca y anda en carnes,
Solo trae un verdugado
porque las piernas la tape,
que en esto de recogida,
no hay doncella que la iguale.
Tuvo una hermana pequeña,
la cual para mártir nace,
pues la arrancaron tiranos
de los pechos de la madre.
O venturoso martirio,
pues lo que es amargo cáliz
en todos, fue para ella
almíbar dulce y suave.
Y de otra hermana se cuenta,
que sin hacer mal a nadie,
vivió siempre encarcelada,
y la causa Dios lo sabe.
La segunda es una Indiana,
diferente es cara y traje
bien especial en sus cosas,
y en el gusto harto picante.
Casó con un cocinero
con quien fue la pobre mártir,
pues la costó mil porrazos,
hacer los guisados que hace.
La tercera está en los huesos,
tanto que puede llamarse,
esqueleto propiamente,
por ser tan falta de carnea.
Es cazadora que gusta
a gente cuerda juntarse,
pero no será discreta
por mas que con cuerdas ande.
Cuarta es de muy buen gusto,
y tanto, que por amable,
no saben vivir sin ella,
hombres, peces y animales.
Más no es amiga de cuerdas,
como esotra, aunque ignorante,
que ser á darla garrote
hacer que con cuerdas trate.
TREINTAIUNA
en metáfora de una República bien
gobernada. Pintóse una ciudad
fuerte y cercada.
Redondillas.
Un pueblo de casas soy,
sin techo, puerta o ventana,
y aunque no es de gente humana,
muy bien gobernado estoy,
Es mi República tal,
que viven con grande tasa,
pues tiene tan poca casa
el Rey como el oficial.
Ninguno espera a San Juan ,
a mudar casa y asiento,
que los mas en un momento,
a vivir fuera se van.
Solo el Rey es el casado
con una dama sin ley,
pues a veces deja el Rey,
por el mas triste soldado.
Mas pues Reina no se llama
y tal la consiente hacer,
no debe de ser mujer,
sino solamente dama.
A la gran Sevilla puedo
compararme en los rebatos,
pues, de blancos y mulatos,
hay pendencias cada credo.
Y aunque en cualquiera combate
anda cada cual bien ciego,
es cosa de risa y juego,
pensar que nadie se mate.
ENIGMA TREINTAIDOS
en metáfora de una mujer presa.
Pintóse una mujer dentro
dé una cueva, y cercada
de soldados.
Romance
En una cueva famosa
que labró naturaleza,
de do sale el primer eco;
y donde mejor resuena.
Un escuadrón de soldados
repartidos dos hileras
hacen guarda a una mujer,
que está por su pico presa.
En forma de medias lunas
estos soldados la cercan,
y no todos son varones,
que los más fuertes son hembras.
Cada cual guarda su puesto,
y si alguno se menea,
le tienen por mal soldado
y por inútil lo dejan.
Pero con gran sentimiento,
le despiden o se ausenta,
y aun es menester maromas,
para echarle de la guerra.
A1 principio los bisoños
ocupan las plazas muertas,
pero ya si alguno falta
la plaza vaca se queda.
Cada día traen batallas .
y si alguna vez hay tregua
es perecer los moldados,
y morir de hambre la tierra.
Cuanto Dios tiene criado,
de fruta, de carne y pesca,
todo se registra y pasa,
por la boca desta cueva
ENIGMA TREINTAITRES
en metáfora de una mona y muchachos
y hombres que andan tras ella
con palos en las manos.
Pintóse eso mismo.
Redondillas
Soy mujer artificial,
y aunque no se me divisa
siempre me visten camisa,
como a mujer natural.
 
El cuero con que he nacido,
era un tiempo de viviente,
mas ya ni crece, ni siente,
que está en trabajos curtido.
 
A la persona que es necia,
de una pieza dicen que es,
mas a mi si bien me ves,
no soy toda de una pieza.
 
En el andar soy saltón,
en el respirar persona,
en la ligereza mona,
y en comer camaleón.
 
Tengo gran ventosidad,
y aunque este mal entorpece,
mientras que más en mi crece,
siento más agilidad.
 
Yo sirvo a buenos y a malos,
de diferentes almas,
unos me tienen en palmas,
y otros me mandan a palos.
 
Y aunque llanamente sé,
que de mi naturaleza
es serviros con presteza
algunas faltas haré.
 
Soy liviana, si se nota,
y con hombre he de topar,
que no sólo me he de dar,
sino dejarme en pelota.
27 El cofre
28 La nuez
31 El ajedrez
32 La boca
33 La pelota.

ENIGMA CINCUENTA Y UNA
en metáfora de una ciudad. Pintóse
una Provincia dentro de
una gran floresta,
y deleitosa.
Redondillas
Hay un Reyno el mas florido,
que en todo el mundo se ve,
do no hay lugar que no esté,
entre arboledas metido.
Su gobierno universal,
tiene el Rey nuestro Señor,
que estos pueblos en rigor
son de la corona Real.
Todos son circunvecinos,
y es tanta su población,
que por los muchos que son,
nadie cuenta sus vecinos.
Miré sus calles un día,
y aunque las mas son hermosas,
llana, alegres, vistosas,
algunas agrias había.
Es gente muy encerrada,
y la que fuera vi yo,
hermosa me pareció,
por ser blanca y colorada
Tienen sus puertas abiertas,
porque les mire quien pasa,
y aunque no salen de casa,
muchos están a las puertas.
Qualquier villa está cercada,
y tiene tanto poblado,
que es la menor que he topado
tan grande como Granada.
ENIGMA CINCUENTA Y OCHO
en metáfora de un soldado. Pintóse
un soldado sentado a la lumbre.
Romance.
Yo soy aquel organista,
que a tocar órganos muestro,
y no como los antiguos,
que los tañen con los dedos.
Más no me den ese nombre,
que de lo que más me precio,
es de tirar una pieza,
con artificio de fuego.
Soy un soldado de Flándes,
que en Ólanda puse cerco,
y quemé a Cambray un día,
á pesar del artillero.
No quiero dezir bravatas,
que sí en cólera me meto,
se me calienta la boca,
y en gran rato no me templo.
Todos me pueden temer,
según rajo, rompo y hiendo,
pues jamás di cuchillada
a quien no abriese hasta el cuello.
Fulano del Hierro soy,
y este apellidó que tengo,
á mi me viene de molde
aunque me lo dan por hierro.
ENIGMA SESENTA Y CUATRO
metáfora de dos casados. Pintóse
una mujer grande y un hombre
chico debajo de un yugo.
Romance.
Se llaman al matrimonio
vinculo y carga pesada,
cuanto más lo será el nuestro,
por el lazo y por la carga,
Quien hizo este casamiento,
no se cómo no repara,
que fue desigual en todo,
y pues puede nos descasa.
Que aunque el nudo conyugal,
solo la muerte desata,
este mi lazo aunque estrecho,
a rompelle el hombre basta,
Yo soy lo primero chico,
y mi mujer es muy alta,
yo estoy hilando algodón,
y ella se ciñe las armas.
Yo como lo que me dan,
ella si come vianda
ha de ser cosa de pluma,
y me deja de la agalla.
Hasta las mozas que tiene
en su cuarto retiradas,
deja salir y consiente,
que me roben las entrañas.
Si digo de mi limpieza,
con una camisa me hallan,
tan negra y tan percudida,
que es justo acuerdo taparla,
Como soy chico y es grande,
no la oso hablar palabra,
que temo algún tapaboca;
de los que con ella tratan.
Tras aquellas libertades,
dicen que es muy buena caja,
tanto que toda la gente,
el cornudillo me llama.
ENIGMA NOVENTA Y UNA
en metáfora de las Amazonas.
Pintóse una procesión
de mugeres con una
cruz delante.
Redondillas
A las Amazonas vi,
todas juntas y apartadas,
puestas en pie y asentadas,
y en sus escuelas oí.
Todas a la guerra vienen,
que de por si cada una
no tiene fuerza ninguna
y muchas juntas la tienen.
Cinco matronas hay puestas,
gobernando de tal arte,
que no me daréis vos parte,
donde no este alguna destas.
Bien es que a todas abone,
mas alguna que yo sé,
hecha una X topé,
si miento, Dios me perdone.
Un escritor ignorante,
dice que gentiles son,
mas yo las vi en procesión,
y con una cruz delante.
Si bien su ser penetras,
como fueron las pasadas
por las armas señaladas,
estas lo son por las letras.
ENIGMA NOVENTA Y TRES
en metáfora de un predicador.
Pintóse un clérigo en un
púlpito rodeado de
doce personas.
Redondillas
Soy un gran predicador,
y siempre mi tema ha sido,
reprender tiempo perdido,
que esta es la falta mayor,
Nuestra vida se mejora,
si mi sermón escucháis,
mas no me oigáis ni creáis,
en pasando de la hora,
puesto que hay pobres hartos,
yo más que nadie lo he sido,
pues en mi vida he tenido
arriba de cuatro cuartos.
Procuro ser ejemplar,
y velar de noche y día,
porque cualquier falta mía
suena mas que de seglar.
A muchos he predicado,
y la vez que al Sol me voy
allí me veréis que estoy
de mas de diez rodeado.
No se como no escarmienta,
con mi reprehensión el malo,
pues con el dedo señalo,
al de más y menos cuenta.
Soy enfermo de la orina,
y aunque las arenas que he hecho,
todas proceden del pecho,
nunca os alta mi doctrina.
Y con ser mal recibido
esto de decir verdad,
no hay en toda la ciudad
predicador más oido.
51. La granada
58. El molde para abrir cuellos
64. Cajas y tintero
91 abc
93 reloj

Referencias

(1) Alonso de Ledesma. Juegos de Nochebuena moralizados a la vida de Christo, martyrio de Santos, y reformación de costumbres, con unas enigmas hechas para honesta recreación, Barcelona, 1611 pp. 88—181
(2) Ibidem 89—90

§ 25. Ratos entretenidos con Alonso del Castillo

Alonso del Castillo gustó mucho de los enigmas los cuales llevó repetidas veces a las academias y reuniones de autores donde se hacían competencias muy entretenidas. Alatorre señala que "El juego de los enigmas era pasatiempo obligatorio de las academias" y como tal Castillo fue uno de los principales impulsores. En esta sección incluyo las seis enigmas pendientes de las Tardes entretenidas(1) y una selección de las enigmas que aparecen en los Donaires del Parnaso(2).

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1. ENIGMA
Desciendo de dos solares
más antiguos que los godos,
que por ser quien soy fue fuerza
descender del uno y otro.
El uno tan principal
que por esa parte gozo
tanta agudeza de ingenio.
que en mil partes soy asombro.
Pero del que no es tan noble
he salido necio y boto
tan inútil, sin provecho,
que yo mismo lo conozco.
En costa le pongo al mundo
cuando quiere darme adorno,
pues para ser ordinario
rinden sus vidas los toros.
Pero cuando la riqueza
me viene a ofrecer el oro,
no hay elefante seguro
en todo el terrestre globo.
Yo soy liberal, ya escaso,
ya bien partido con todos,
alegre si me ejercito,
triste si me busca el ocio.
Siempre he tenido dos caras
aunque no como alevoso,
soy de la una aguileño
y de la otra soy romo.
Si quieren saber quien soy,
mi rigor temió aquel mozo,
que ofrecía en sacrificio
su padre al cielo piadoso.
—El cuchillo.
Los últimos versos se refieren a Isaac, hijo de Abraham a quien su padre iba a sacrificar por orden de Dios.
Con esto sacó su papel la hermosa doña Angela, y en él traía pintada una mujer muy flaca con un ojo en la frente y solo un pie, y decían los versos:

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2. ENIGMA
De un riguroso solar,
que ha hecho homicidas fieros,
ó al menos los ha causado,
por línea recta desciendo.
Fui ciega á nativitate,
que quien me dio el ser primero
produce los hijos monstruos
hasta que los pule el tiempo.
Con él y la industria fui
imitación del soberbio
Cíclope que maltrató
á aquel astuto griego.
Al pecado y la manzana
mi segundo ser les debo,
porque si Adán no pecara,
no me forjaran sus nietos.
Para abrigo de los hombres
(que siempre en esto me empleo)
me aplico á todos colores
y camaleón parezco.
De una hermana de familia
soy perseguida en extremo,
cuyo pariente mayor
armado me está oprimiendo.
Las buenas obras que hago
no son á fuerza de ruegos,
fuerza de brazos me inclina
á ejecutar sus deseos.
Si quieren saber mi nombre,
sepan todos que es el mesmo,
que dan al sepulcro insigne,
que encierra al Cesar primero.
—La aguja de coser.
El supuesto sepulcro de Julio César es la llamada Aguja de San Pedro, un obelisco egipcio en Roma.
Sacó doña Lucrecia su papel, donde en otra no menos lucida tarjeta traía pintado un monstruoso hombre, con las orejas de asno y la nariz de excesiva grandeza; estaba vestido como labrador y con un azadón en la mano

3. ENIGMA
Monstruo parezco á la vista
compuesto de dos metales,
el uno dellos es fuerte
el otro débil y frágil.
Y es tanta mi fortaleza
que abrazado con mi madre
para poderme mover
es con fuerza de animales.
Mi oficio es sepulturero,
y este vengo á ejercitarle,
haciendo más sepulturas
que en años de peste ó hambre.
A los que entierro oprimidos,
forzando sus voluntades,
ellos mismos resucitan,
aumentando su linaje.
A varias gentes sepulto
sin pompa ni acompañantes,
y en sepulcros y en exequias
á todos les hago iguales.
Es poca mi caridad,
pues siempre para enterrarles
(con ser aqueste mi oficio)
con fuerzas dobles me traen.
Y aunque mi ejercicio luce
por los que mueren y nacen,
jamás escapar podré
de que arrastrado no ande.
Si quieren saber quien soy
los discretos ó ignorantes,
sobre el medio nombre mío
se hace un sacrificio grande.
—El arado.

Tocábale á Octavio el siguiente enigma y sacando un papel traía en él pintados unos frailes con hábitos blancos todos de una edad ó iguales de cuerpo, formaban trabados por las manos un pequeño cerco, enmedio del cual estaba otro fraile de hábitos negros y así mismo lo era el rostro; los versos eran estos:

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4. ENIGMA
Para darnos nuevo ser
que por república sirva
es muy cierto que perecen
mil vidas vegetativas.
Y al fin de martirios largos
que dieron aquestas vidas
en la forma de convento
nos ponemos á la vista.
Somos una unión de hermanos
iguales en la familia,
con el hábito y costumbres,
y de una prosopia misma.
Estamos subordinados
con la facción que nos miran,
al rigor del que nos manda,
nos gobierna y nos castiga.
Y aunque los cuerpos aflige
con penitencia excesiva,
su intención va enderezada
á que la unión no desdiga.
Etíope es el prelado,
según su color lo afirma;
mirad quién podrá sufrir
otro de nación distinta.
Solas pluvias nos defienden,
que su cólera no oprima,
y el que dellas no se vale
al fuego se precipita.
En forma de galeotes
unos á otros nos liga,
hasta darnos libertad
la que gracia comunica.
Nuestro nombre antiguo toma
un solar y casa antigua,
en la noble Lusitania
con que honora su familia

y cuando todos querían dar las veces al mismo autor para que manifestase a todos lo que era, una criada de aquellas señoras, dijo ser el cuello abierto con molde, dándole la declaración por los versos que volvió Octavio á referir.
La respuesta se refería a una moda pasada del traje cortesano. En el reinado de Felipe III, 1598 a 1621. la ostentación en el vestir alcanzó la máxima exageración sobre todo en los cuellos de lechuguilla. Estos requerían grandes cantidades de un encaje importado y costoso y polvos importados para colorearse de azul; se almidonaban y se abrían con un molde calentado al fuego. Hubo el oficio de abridor de cuellos. Felipe IV, apenas ocupó el trono, ordenó el uso de un traje menos ostentoso y ridículo. No faltan referencias burlonas a esa moda entre los autores de la época.
Doña Angela traía un papel en él pintada una mujer con el rostro de mulata lleno de muchas señales al modo de las que dejan las viruelas, estaba vestida de negro, los versos eran estos:

5. ENIGMA
El animal que en el cielo
le colocaron por signo
me vino a rendir sus armas
porque tuviese principio.
Mas para hacerme perfecta
a fuerza de mil martirios,
di más vueltas que Ixión
en los Tártaros abismos.
Y estando puesta en facción,
para atormentarme vino
a darme mal de viruelas,
que es ordinario en los niños.
Rasquéme, y en todo el cuerpo
del rascancio y los pellizcos
quedé con estas señales
con que de hermosa desdigo.
Con ellas sirvo á los hombres
que para cierto ejercicio
dicen que soy importante,
y desta manera sirvo.
Estado quisieron darme
y buscáronme un marido
del solar de mi linaje,
si bien más negro y curtido.
Ayúdele en cuanto puedo,
porque le importo a su oficio,
con que cubro sus borrones
que suele hacer infinitos.
Mucho trabajo me cuesta;
que el sustento que recibo
para servirle de veras
de mi propio cuerpo quito.
Tengo tal atrevimiento,
que sin ser el rubio Cuitio,
ni tener carro dorado
ando buscando los signos.
A la gloria me parezco,
si no en los efectos mismos,
en que encierro los que tienen
el hombre que me da el mío.
"Poco dudaron en este enigma" pues respondieron que es la salvadera, un objeto que en nuestro siglo sería inimaginable. Véase nota en el enigma 11 de Ledesma. Ixión pertenece a los mitos griegos y se hallaba atado en un rueda en el Tártaro condenado a dar vueltas sin descanso. La misma alusión la repite Castillo en el enigma de la campana.
Doña Lucrecia, sacó un papel, y en él pintada una dueña con tocas largas, manto y mongil, herrada en el rostro como esclava, y consoló un pie encima de un chapín que se descubría todo  Los versos decían:

6. ENIGMA
La tierra le dio principio
á mi humilde nacimiento
para llegar al estado
que agora gozo y poseo.
Y luego la industria humana
por darme el cargo que tengo
forjó para mi martirio
exquisitos instrumentos.
Hizo el mundo confianza
de mi persona poniendo
sus tesoros en mi guarda,
y su hacienda en mi gobierno.
Hasta fiarme sus vidas
todos los hombres quisieron, ^
y de sus mujeres é hijas
el casto recogimiento.
Pero todas estas honras
no las estimo ni precio,
si cual fugitiva esclava
me ponen hierros primero.
Y como me veo herrada
de tal manera obedezco,
que no tengo libertad
más de cuando quieran ellos.
Con todo he dado en su vicio
sin que del saque provecho,
que soy amparo de amantes,
y se gozan por mis medios.
Muchas honras se han quitado
por mí, y es la causa de esto,
ser abierta de conciencia
siempre por falsos terceros.
Que si aquellos que me rigen
me ponen en fuertes hierros,
muy pocos son los que hago,
pues en la prisión me quieto.
Mas, tras todas estas faltas,
una preeminencia tengo,
que a las monjas les confirmo
el tercer voto que han hecho.
—La puerta

Doña Laura sacó otro papel juntado un cofre con dos cerraduras encima del cual estaban pintados un bonete, una tiara, y una mitra, y los versos eran éstos:

7. ENIGMA
Soy un preciado tesoro
que debajo de dos llaves
vengo a presentarme al mundo
para que me goce y trate.
Tan perenne que jamás
aunque entero me llevasen,
dejo de quedarme entero
colmado de bienes grandes.
Yo tengo principio y fin
y es cosa rara y notable,
que á los hombres hago ricos
sin que puedan acabarme.
Por mí se animan los hombres
a pretender dignidades,
y dándoles mis riquezas
(sin dejarlas) ricos se hacen.
Todas las ciencias del mundo
hago que por mí se alcancen
porque un tesoro infinito
para todos es bastante.
La inclinación al provecho
es un remedio admirable,
para que de mí conozcan
los estimados quilates.
Hablo á todos siendo mudo,
ando el mundo sin mudarme,
todos vicios reprehendo
para que todos me alaben.
Aquestas dos cerraduras
que en este mi cuerpo yacen,
todos las pueden abrir
porque á todos quiero darme.
Mas hay un impedimento,
á mi defensa importante,
para que no gocen todos
de mí, si á verme llegaren.
Que defiendo mis riquezas
al rudo, y al ignorante,
y el docto, cuerdo y discreto
halla la entrada muy fácil.
—El libro.

Sacó un papel, y en una curiosa tarjeta, mostró pintados cinco niños desnudos, uno menor que otro, presos en una cadena como galeotes, los versos decían desta suerte:

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8. ENIGMA
Dos vidas tuvieron fin
con que mi ser acreditan
mirad si soy de importancia
pues soy de dos vidas ruina.
Apenas me vi con forma
cuando en primera conquista
siendo ayudado de diez
cinco hermanos se me humillan.
Á todos puse en prisión
cogiéndoles en cuadrilla,
tan desnudos, que forzoso
me fue darles dos camisas.
Y con ser dos, y ellos cinco
para no ver las divisas,
con fraternal hermandad
las vistieron individuas.
Como están acomodados
dentro de mi casa misma,
ciérroles de día las puertas
con lazos que los opriman.
Pero con toda mi guarda
apenas la noche fría
cuelga sus nocturnos velos,
cuando mi piedad los libra.
Gustan de estar encerrados,
en mí, y si estrechos habitan
á la senectud les vienen
aflicciones y desdichas.
A veces porque se ensanchen
cuando se afligen peligra
mi persona, pues por ellos
en pendencias me acuchillan.
Y es tan poca mi defensa
que aquellos que a darme tiran
aunque no van a matarme
me dan millones de heridas.
Si quieren saber quien soy
sepan que aquella familia
que algo de mi nombre toma,
al escribano da insignias.
—El zapato y los dedos de los pies.

Octavio sacó luego su papel, en el cual traía pintada una horca, adonde estaban colgados dos hombres, el uno por la garganta, como suelen comúnmente a los que merecen este suplicio, y el otro por los pies; estaban los dos vestidos de unas ropas coloradas y decían los versos desta suerte:

9. ENIGMA
De todos cuatro elementos
somos hechos y formados,
aunque al fuego le debemos
las fuerzas de nuestro estado.
Para venir á tenerle
muy cierto que imitamos
á los niños que Nabuco
pensó castigar airado.
Vestidos deste color
estamos siempre colgados,
unas veces boca arriba
y otras veces boca abajo.
Con el húmedo elemento
lo más del tiempo tratamos,
y apenas nos alimenta,
cuando nos hacen trocarlo.
Lo que los cielos no quieren
las más veces remediamos,
mas esto es sin voluntad
á fuerza de pies y brazos.
Somos república necia,
pues siempre nos gobernamos
por quien de cierto sabemos
que es en el ingenio un macho.
Este ciego, viejo, y ruin,
y de todos miembros manco,
hasta ahorcados nos quiere
que seamos para el trabajo.
La mitad de nuestro nombre
es la mansión de aquel santo
Patriarca que en las olas
anduvo un tiempo surcando.

Logrósele á Octavio el estudio do su ingenioso enigma, porque no hubo quien se le declarase, hasta que él dijo ser los arcaduces de la noria, que con los versos y la pintura conformaba ser así.
Otro enigma referido a objetos poco comunes. El arcaduz es un recipiente que sirve para recoger agua de un pozo o depósito, gracias a un ingenio mecánico, la noria, que lo eleva. En cambio los enigmas que siguen de los Donaires del Parnaso, están dedicado a  objetos bastante comunes en nuestro días.

ENIGMA III
Salí tan robusta al mundo,
y con fortaleza tanta,
como si fueran de piedra
mis obstinadas entrañas.
Y aunque sin vista, bien puedo
deciros que me acompañan
tantas oculares formas
como al que guardó la vaca..
Viendo mi robustidad,
los hombres al punto tratan
que sea humilde y piadosa
por verme mortificada.
Y como para dos cosas
tan aceptas me señalan,
procuro darles contento,
haciendo lo que me mandan.
Postrada siempre en la tierra,
toda en lágrimas bañada,
procuro la salvación
de los que de mí se amparan.
Martirios sufro estupendos,
que tras ser supeditada
de los hombres, ellos mismos
con su ingenio me maltratan.
Pensando que me rebelo,
para verme más postrada,
hacen que animales mansos,
solo a atropellarme vayan.
Y yo los ojos en tierra,
sufro en llorar ocupada,
con el llanto que me envía
el que es de mi vida causa.
Si quieren saber mi nombre,
pues les soy tan de importancia,
sepan que tienen mis copias
las vihuelas y guitarras.
—El puente
ENIGMA V
Para servir a los hombres
nos crió naturaleza
en nuestro bajo principio
de las más fuertes materias.
Dionos la industria facción,
y anduvo tan avarienta,
que con ser para el trabajo,
con solo un ojo nos deja.
Y es nuestro ingenio tan torpe,
que con ser dos compañeras,
no podemos gobernarnos,
si alguno no nos gobierna.
Este es un menor hermano,
de nuestra materia mesma,
que tres nacimos de un parto,
y a tres damos obediencia.
Con los tres, y el que nos rige,
a mil naciones diversas
damos el uso a sus trajes,
perfección a las libreas.
Fue nuestra patria Vizcaya,
el solar la antigua tierra,
y para más calidad
nos confirman en Bruselas.
—Las tijeras
ENIGMA VII
Para nacer en el mundo,
yerbas me dieron principio,
que estuvo en filos mi vida,
pues son mis entrañas filos.
Y para hacerles durables,
pasé notables martirios,
cubriéndolas de materia
blanda, o de esmalte amarillo.
Con esto he salido a plaza,
lucida,y con tanto brío,
que a las escuras tinieblas
las destierro si las miro.
Soy tan dadivosa y franca,
que dando aquello que es mío,
aunque otros lucen con ello,
ninguna falta me hizo.
Y en tener esta virtud,
simbolizo con los libros,
que lo que tienen reparten
quedándose con lo mismo.
Al granjear de la gracia,
siempre acompaño a los niños,
y también a los enfermos
en el postrer paroxismo.
Mi medio nombre da a un paño
calidad para ser fino,
y todo entero le toman
los que guardan los presidios.
—La vela
ENIGMA X
Para ponerme en facción
que sirva a naciones varias,
inclinando sus cervices,
me dio un animal sus armas.
Y dando infinitas vueltas,
por filos que me maltratan,
quedé con la perfección,
que para servir me basta.
Es mi dureza infrangible,
aunque blandas mis entrañas,
y revelan pensamientos
envueltos en tristes lágrimas.
Puntas agudas me pican,
sacándome la sustancia,
que imita a los moradores
del Zape y de Nicaragua.
Doy consuelo en las ausencias,
y ved si soy de importancia,
que enciendo pechos de nieve,
y hielo pechos de brasa.
Quiero declararme a todos,
si alguna duda les causa,
que la mitad de mi nombre
tuvo una dama ahogada.
—El tintero.
Hero, el medio nombre del tintero, se refiere al mito griego de Hero y Leandro.

ENIGMA XIV
Soy de diversas materias,
nacido en este hemisferio,
para dar traza y medida
a las cosas sin concierto.
Conmigo han salido a luz
mil provechosos ingenios,
dando morada a los hombres
debajo de dobles techos.
Parézcome a la figura
que vio de lucido aspecto
allá en la desierta Pathmos
el hijo del Zebedeo;
que tenía un pie en el mar,
y otro en el terreno asiento,
siendo colinas sus piernas,
sus pies basas y cimientos.
Yo tengo el un pie en la tierra
fijo, y el otro moviendo
por el aire doy mil trazas,
con que a los hombres sustento.
Mi nombre es bien conocido,
con que estimación merezco,
que en los bailes y en la solfa
suele importar mi gobierno.
—El compás.
El hijo de Zabedeo, Juan el Evangelista arrojado a la isla de Pathmos.

ENIGMA XV
De varias partes deciendo,
y para principio darme,
fue preciso convenirse
ciertos distintos solares.
Ya me toca del Pirú
un jirón de mi linaje,
ya de Vizcaya la noble,
ya de Inglaterra y Flandes.
Y antes que me viese el mundo,
adonde soy importante,
imité al padre primero
en el modo de formarme.
Con la fama simbolizo,
que si ella por todas partes
publica varios sucesos,
yo hago lo que ella hace.
Colgada por los cabellos,
con gritos rompo los aires,
dando más vueltas que Ixión,
que atado a la rueda yace.
Y aunque es uno el movimiento
y las voces son iguales,
con palabras diferentes
publico bienes y males
En las casas donde estoy,
en vez que secretos guarde,
me fuerzan a que publique
todo lo que en ellas se hace.
Declárome con que tiene
mi alma un nombre bastante
a dar afrenta con él
 a aquel que se le llamaren.
—La campana
Las campanas primero se hicieron de barro, como al padre primero (Adán), y luego de aleaciones de metales extraídos de diversas partes (Perú, Vizcaya, etc). En tanto que Ixión, en el Tártaro, se hallaba atado a una rueda que giraba sin cesar.

ENIGMA XVIII
Uno de cuatro elementos
fue de mi principio causa,
para que asistiese en mí
mezclado en materias varias.
Y para hacerme perfeto,
del centro de mil hornachas
salí para dar mas giros
que el sol da en sus doce casas.
Si rico dueño me goza,
es fino metal mi traza,
y si pobre me posee,
me adorna materia baja.
Y tanto me arrimo al fuego,
que su vivo efecto es causa
que yo padezca el castigo
que a los esclavos amansa.
Parézcome a aquel lebrel,
si en un modo, no en la traza,
que entre sueños vio la madre
del santo Guzmán de España.
Y para saber quién soy,
si lo dicho no les basta,
mi nombre es derivativo
de quien esta forma causa.
—El candelero
La madre de Domingo de Guzmán soñó en su embarazo con un cachorro de perro que llevaba una antorcha en la boca.

ENIGMA XX
Desde que al mundo nací
ando de hierro cargada,
penitencia que hacemos
las recogidas beatas.
Y apenas me vi con ser,
cuando destas cruces santas
me adorné, porque me tengan
todos por buena christiana.
En buena opinión estoy
con el mundo, pues me ampara,
haciendo siempre de mí
una honrosa confianza.
Las que profesan mi orden
tienen casas señaladas,
de tanto recogimiento
que por su defensa hay guardas;
Y aunque por propias se tienen,
antes parecen extrañas,
pues casi lo más del tiempo
no nos sirven de morada. 
De mi orden hay algunas
que siendo aleves engañan,
y aunque traen este vestido,
son siempre hipócritas falsas.
Si quieren saber quién soy,
conmigo dieron la plaza
del vicario, que por Dios
dejó las redes y barca.
—Las llaves.
Profesar una orden religiosa era común en esos años. Quien dejó el oficio de pescador, las redes y la barca, para seguir a Jesús fue San Pedro.
Incansable creador de enigmas, Castillo Solórzano dejó muchas otras vertidas aquí y allá. En La garduña de Sevilla y anzuelo de las bolsas, hija del bachiller Trapaza, editada en 1733 por don Pedro Josef Alonso y Padilla(3),  aparecen ocho enigmas, tal como se indica en la misma portada, luego del título de la obra, que "va añadido en esta impresión un catálogo de libros entretenidos y ocho enigmas curiosas", El amable lector recordará una de estas enigmas recogidas por Villarroel en su Almanaque del año de 1766, publicadas sin crédito alguno. La respuesta la da Castillo cifrada con las cinco vocales asociadas a los cinco primeros números, de tal modo que  1 es A, 2 es E, 3 es I, 4 es O y 5 es U.

ENIGMA PRIMERA
Noble entre toda criatura
soy; mi fama, orbicular;
luz tengo para alumbrar
de rayos y de hermosura.
Caos fuera o máquina obscura
sin mí el soto, el prado, el monte,
porque uno y otro horizonte
y cuanto su espacio encierra
registro, sin que en la tierra
cosa alguna se remonte.
— 2l 4j4
SEGUNDA ENIGMA
Son perfección en su modo,
aunque unidas desiguales,
mejor así me acomodo,
cinco partes principales
que perficionan mi todo.
Cuando procedo mejor
en estrecha cárcel vivo
y de un tirano señor
regalo y favor recibo
solo porque soy peor.
—2l p32
TERCERA ENIGMA
Varones y hembras nacimos
y en una comunidad
puros y castos vivimos.
Blancas estolas ceñimos,
símbolo de castidad.
Todos guardamos clausura,
estrecha cárcel habitamos;
nada se hace cosa dura,
pues cuando presos estamos
es mayor nuestra ventura.
—l1 d2nt1d5r1
CUARTA ENIGMA
Yo, yo mismo no te asombre:
ministro a los hombres pan
y aunque es temido mi nombre
doy en virtud de mi afán
con el pan la vida al hombre.
Es ingrato, es desleal;
soy impecable, soy justo
y con él muy desigual.
En breve forma me ajusto,
si me pierde es por su mal.
—2l d32nt2
QUINTA ENIGMA
Soy Luna por mi ventura,
que abraso en mi ancianidad;
doy, creciendo, autoridad;
menguando más hermosura.
Penosa soy y soy dura
al hacer o deshacer.
Breves días suelen ser
término de mi vivir,
que no me puede sufrir
el mesmo que me dio ser.
—l1 b1rb1
SEXTA ENIGMA
Tráele el hombre, aunque sin verle,
no sin embarazo a cuestas
y suele dar a entenderle,
sin preguntas, en respuestas
lo que suele sucederle.
Tirador tan diestro ha sido
desde su primer ensayo,
que al que está más prevenido
si hirió el trueno en el oído,
ofende otra parte el rayo.
—2l p2d4
SÉPTIMA ENIGMA
Huyo grosera e ingrata
si me busca mi señor
y si de dejarme trata
le solicita mi amor
menos esquiva y más grata.
Tal vez morena agraciada,
tal disforme y desigual,
tiénenme por desalmada
aunque ignoro, inmaculada,
la culpa más venial.
—2l p2d4
OCTAVA ENIGMA
Ya soy redondo, ya largo,
de breve y luenga estatura;
trágico en suerte y ventura,
pues que sin hacerme cargo
me previene sepultura.
Mi inocencia en roncas voces
clamorea y de la tumba
sale en acentos feroces.
Tanto mi queja retumba,
más va que no me conoces.
—2l n1b4
El enigma sexto no debe extrañar al amable lector. Los enigmas dedicados a esto mismo, abundan tanto en los enigmas cultos como en las adivinanzas populares, tal como aparecen enigmas de Castillo y de Horozco. Algunos viejos acertijos sobre el pedo, como el que sigue, recoge Rodríguez Marín(4) en su colección:
Triunfante salió der nido
Y á tus bentanas yegó,
Para decir qu' ha nacido
Er que sin alas boló.

Referencias

(1) Alonso del Castillo Solórzano. Tardes entretenidas.
(2) Alonso del Castillo Solórzano. Donaires del Parnaso, Segunda Parte, p. 626—644
(3) Alonso del Castillo Solórzano. La garduña de Sevilla y anzuelo de las bolsas, hija del bachiller Trapaza, Edición de Pedro Josef Alonso y Padilla, Madrid, 1733, pp. 1—3
(4) Francisco Rodríguez Marín. Op. Cit. p. 202

§ 26. Preguntas del Almirante

Luis de Escobar al lado de Juan González, uno con sus Cuatrocientas respuestas(1545) y el otro con sus Doscientas preguntas(1590), son continuadores de una larga tradición que viene de la antigüedad clásica, los enigmata, problemas y preguntas de diversa índole. En los preguntarios de aquellos siglos, aparecen de pronto entre otras preguntas doctas o de curioso interés, algunos enigmas formulados como enigmas o como quisicosas.
Luis de Escobar es muy celebrado por sus Cuatrocientas respuestas a otras tantas preguntas… del almirante don Fadrique (1545); un libro de Problemas de raro mérito; sin embargo, tratándose de los enigmas que nos interesan, él mismo se deslinda de ellos, se lamenta de tener que responder a tales niñerías faltas de profundidad filosófica y acaba por dar cuenta de 75 enigmas que en realidad podía haberse ahorrado de publicar si no eran de su agrado, pues no he visto en los autores españoles que lo preceden o van después de él, enigmas con menos gracia y más atiborrados de gratuitos consejos morales. Los publica, al decir de los estudiosos, por compromiso editorial, es decir de ventas, pero no deja de quejarse de principio a fin de que tales enigmas no tengan ningún provecho teológico, filosófico o moral. Los pocos enigmas que se salvan a nuestro entender son de origen antiguo y apenas les presta la atención de unos pocos versos al contrario de lo que sucede con otros "enigmas" de esa serie de 75, como aquel que llama enigma 345 al que dedica 32 estrofas, o sea más de 280 versos octosílabos, para hablar de la enfermedad de la gota. A pesar de sus lloriqueos, su obra tiene su lugar en cualquier estudio de la enigmática y es una referencia obligada. En ella se da una curiosa polémica entre don Fadrique y Luis de Escobar sobre la importancia o no de los cosa y cosa. De 75 enigmas que forman la parte quinta de Las Cuatrocientas respuestas, nos quedamos con algunas muestras que compartir con nuestro amable lector.
Van aquí sucesivamente los enigmas dedicados a la péñola (la pluma de ave con la se escribía entonces), al ajo y al pensamiento (solo la pregunta).

Pregunta CCCXCVII
¿Quién es aquella hija de bruto,
sin alma, sin vida; sin seso y pasiones,
que escribe secretos de los corazones,
y nos lo publica vestida de luto?
Esta camina, si el campo es enjuto;
y lleva el rocío como aquel vellón
que en medio la era puso Gedeón,
aquel que quitó del pueblo el tributo.
Respuesta del autor
La péñola es esa: que más no disputo,
que es hija de la ala de donde salió;
cubierta de tinta, con ella escribió
aquel que escribiendo sacó mucho fruto.
Pregunta CCCLIII
En los yermos enterrado,
la mayor parte sumido,
blanco es y muy barbado
y en olor muy conocido.
Tiene dientes y no boca,
tiene cabeza y no pies.
Dezidme qué cosa es.
Respuesta del autor
El cresce siempre al revés,
echando los pies al cielo
y su cabeza en el cielo,
según vos mejor sabés,
pues vemos que a él olés
y su olor os da consuelo.
Pregunta CCCLXIX
¿Cuál es la ave de tanto volar
que vuela en un punto más alta quel cielo,
la tierra y abismos traspasa de un buelo
y a do se aposenta no ocupa lugar?
Si tras buena presa la saben echar
puede a su dueño ser muy provechosa,
mas si la dejan dar vuelos ociosa
hace los tiempos en vano gastar.
Los enigmas siguientes, dos, son de la hormiga. El primer explica la metamorfosis del insecto y la segunda se enfoca más a sus atributos físicos y "morales".
 
Pregunta CCCXL: de la hormiga
Dize que vio una simiente
dentro de una calabaza
que le paresció mostaza
y después la vio serpiente.
Y que andándola buscando
para traer a su tierra
esta sierpe tras la sierra
desapareció bolando.
Respuesta del autor
Para cumplir vuestro mando
digo, pues mandáis que diga,
que es simiente de hormiga
aunque voy medio atentando.
Pregunta  CCCXLVIII de la hormiga. Es pregunta antigua.
Cual es la cosa muy baja
y en sus fuerzas muy valiente,
tiene boca de serpiente
y cuerpo de calabaza.
Esta vuela y corre y caza,
tiene pies en la cintura
y es tan sabia criatura
que su prudencia me enbaza.
Respuesta del autor
A mi también me embaraza
ver pregunta tan oscura,
mas según muestra su traza
es hormiga por natura.
Ver qué instinto y qué cordura
puso en ella Dios eterno,
que trabaja para invierno
mientras que el verano dura.
Los siguientes enigmas son del reloj, la sombra, el gallo, el reloj nuevamente, el triunfo (juego de cartas), el peine, el ajedrez, la lima, el dinero, las cosquillas, la mano del juego.

Pregunta CCCXXXIII
Y vio uno con pesar
estar vivo y con concierto
y también le vio quedar
en faltándole el pesar
en un mismo punto muerto.
Respuesta del autor
Ese creo yo de cierto
ser reloj, que es cosa alta
y si la pesa le falta
es muerto su desconcierto.
Los relojes en los siglos XVI y XVII se encontraban en altas torres y campanarios, sus mecanismos se ponían en acción con un peso colgado a una cuerda.

Pregunta  CCCXXXIV
Y vio una hembra enojosa
que contino le seguía,
ni era fea ni hermosa,
desgraciada ni graciosa,
no es caliente ni fría
y nunca andaba sin ella
cuando era alegre el día.
Más mirad que esta doncella
tal bondad había en ella
que a las noches se escondía.
 
Respuesta del autor
Lo que vuestra Señoría
en esta copla nombra
no puede ser sino sombra
según es mi fantasía.
Pregunta  CCCXXXXVI
Cuando el tiempo se nos troca
dice que vio en un lugar
a un animal cantar
sin tener dientes ni boca.
Respuesta del autor
Eso pienso y que toca
según lo que siento y hallo
a las voces que da el gallo
cuando la noche se apoca.
Pregunta CCCXLIX. Es antigua
Quién es aquel bien criado
y regido por razón
que está de contino armado
y tiene siempre cuidado
de nuestra consolación.
Sigue los altos lugares
por mejor manifestar
lo que quiere,
y no vive sin pesares,
y en faltándole el pesar
luego muere.
 
Respuesta del autor
Si el pesar le falleciere
bien decís que morirá,
más quien sanalle quisiere,
si dos pesares le diere,
la vida le tornara.
Él no cesará de andar,
su lenguaje bien le entienden
por el mundo,
no se mueve de un lugar,
mas sus pesares descienden
al profundo.
 
Si le tienen bien criado
nunca duerme ni descansa,
mas anda siempre ordenado,
y sus armas muy armado,
y sin descansar no cansa.
Él no tiene voluntad,
ni agradece el beneficio
ni le siente;
servido dice la verdad
y en faltándole el servicio
luego miente.
Pregunta CCCL
Acordé de os preguntar
cual fue la guerra nombrada
do se vio alguna vegada
cuatro reyes pelear
y el menor de aquel lugar
prendió a su propio rey,
que los reyes ni su grey
no le pudieron salvar.
Respuesta del autor
No sé de vos qué juzgar
que tal preguntáis a frayre,
si lo decís por donaire
o si me queréis tentar.
Yo sé poco de jugar
pero responderos luego,
mas barrunto que es un juego
que triunfo suelen llamar.
Pregunta CCCLIV
Quién es aquel que nos trata
lo mejor de la persona.
Por do va destierra y mata,
que a ninguno no perdona.
Tiene dientes y no come
y a muchos quita el comer.
Decidme quién debe ser.
Respuesta del autor
Del que decís, a mi ver,
vivo yo seguro y salvo,
que pues Dios me hizo calvo
ya no le habré menester.
De los que decís que mata,
en vos que tenéis cabello
podrá muy mejor hazello
pues que él los desbarata.
El lector curioso recordará otros enigmas del peine, que en esa época aparece como un gran matador de piojos.

Pregunta CCCLXII
En un campo raso vi mucha contienda
de gente vestida de muchas devisas,
sin sayos, sin capas, también sin camisas
y ser cada cual señor de su tienda
y todos cercados de mil cortapisas.
Ni gritan ni lloran, tampoco dan risas
y pues que lo vi bien puedo contallo
que a pie se combaten, también a caballo,
los muertos se sabe sin otras pesquisas.
Decidme respuesta, que yo no la hallo.
Respuesta del autor
Según que yo puedo sentillo y gustallo,
en esta conquista no soy buen juez.
Quitando, señor, la "z" de juzgallo
bien me entendéis, por eso lo callo,
que habéis seido en ello más de una vez.
Y aun es una ley en esto muy buena,
entre la gente do ay esa scisma,
que cargan y llevan al necio la pena
si no sabe más en la casa ajena
que el cuerdo y sabido en la suya misma.
Pregunta CCCLXX
Decid si sabéis quien es la golosa
que come a su padre del cual fue formada.
En fuego y en agua la hacer forzosa
de golpes a hierro muy acuchillada.
Respuesta del autor
Lo que decís yo respondería
que debe ser lima a mi parecer,
por cuanto en ella se suele hacer
eso que vuestra pregunta decía.
De hierro la hacen y el hierro comía,
en fuego encendida y en agua templada,
con golpes de hierro después bien picada
limando metales lucir los hacía.
Cristóbal Pérez de Herrera se inspiró en algunos de los enigmas de Escobar, como podemos constatar con este de la lima.

Pregunta CCCLXXX
Vi un gran señor nacido de tierra
que en tierra se trata y tierra se torna
y a muchos levanta y a muchos trastorna
y a unos da paz y a otros da guerra.
Quien mucho le quiere tanto más yerra,
que a los que le sirven los trata peor,
porque ellos le sirven, mas él los atierra,
Decidme quién es aqueste señor.
Respuesta del autor
Hacéis tal pregunta a frayre menor
que desee señor no entiende ni sabe,
ni en su monasterio no entra ni cabe,
lo cual vos sabéis mil veces mejor.
A mi me parece, notable doctor
que aquel gran señor se llama dinero,
que a los que le sirven trae el retortero.
Mandad perdonar si os doy sinsabor.
Pregunta CCCLXXXXIX
Decidme, señor, pues tanto primor
tenéis en aquello que más satisface,
cuál es la cosa que os pone dolor
y en vuestras señales mostráis que os aplaza.
Y tiene esta pena que, cuando queréis
defenderos della, la fuerza se os mengua
y nunca por quejas que deis con la lengua
mostráis en vos mismo que la padecéis,
Respuesta del autor
A la pregunta que vos posponéis
respondo que deben ser las cosquillas,
porque las carnes que suelen sentillas
se ríen con pena, según que sabéis.
Pregunta CCCXCIII
Quien es el hombre que tiene una mano
sin carne, ni huesos, ni dedo, ni uña,
y a su compañero con ella rascuña
aunque sea amigo, vecino y hermano.
Respuesta del autor
Aquel que la tiene está muy ufano
pensando por ella tener mayor dicha,
aunque a las veces sucede desdicha
y su pensamiento le sale muy vano.
No es miembro ni parte de su cuerpo humano,
ni tiene otro efecto ni otro valor,
salvo que tiene el que es jugador
por mucha ventaja jugar más temprano.

Referencias

(1) José A, Sánchez Paso. Tesis doctoral sobre Las quatrocientas respuestas de fray  Luis de Escobar. La literatura de problemas en el siglo XVI, Departamento de Literatura Española e Hispanoamericana, Facultad de Filología, Universidad de Salamanca, 1998. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2012, pp. 992—1045

§ 27. Grifos o gripismas en La Casa del Placer

¿Quién dice que pasó de moda resolver enigmas? Estos algunas veces no se plantean en verso, ni como adivinanzas, sino como profundos misterios a resolver por la filosofía y la ciencia.  Algunos de los enigmas de nuestra época se refieren a Sor Juana Inés de la Cruz, por ejemplo, uno relacionado con nuestros apuntes: ¿es la monja autora de El oráculo de los preguntones?, y otro más: ¿tienen solución los veinte enigmas planteados por Sor Juana a La Casa del Placer?. Alrededor de estas preguntas se han escrito en los últimos años muchos artículos, ensayos y libros.
De Sor Juana ha dicho Octavio Paz, "es un ejemplo más de una de las enfermedades intelectuales de su siglo: la egiptomanía", como bien se mira en el Neptuno Alegórico, escrito para el arco triunfal con el que la Nueva España celebró el arribo del virrey de La Laguna y su esposa, todo él cargado de jeroglíficos, emblemas y cultas referencias desenvueltas como preciosos enigmas finamente resueltos: "La razón de haber los antiguos venerado a Neptuno por dios del Silencio, confieso no haberla visto en autor alguno de los pocos que yo he manejado; pero si se permite a mi conjetura, dijera que por ser dios de las Aguas, cuyos hijos los peces son mudos, como los llamó Horacio"(1)
Sor Juana se retira del mundo de las letras hacia 1693, luego de enfrentar valientemente a sus poderosos críticos de la iglesia, y uno de sus últimos escritos, ya que fallece en 1695, es el pequeño libro Enigmas ofrecidos a La Casa del Placer, una academia de literatura de monjas en Portugal escrito probablemente entre 1691 y 1693 (2).
El libro, en manuscrito, apareció en años recientes y causó enorme interés entre los estudiosos y el público lector. Compuesto por las monjas portuguesas, circuló ampliamente entre los conventos de monjas, pero no se encuentran ni la solución pensada por Sor Juana, ni la solución propuesta por las monjas. Existe sin embargo un índice en el librito de las monjas que señala que cada respuesta debería seguir cierta formula poética, como lo vimos con Juan de Mena y Sebastián de Horozco, pero diferente cada vez: romances, madrigales, silvas, canciones... Por ejemplo, un soneto para la primera adivinanza, un madrigal para la cuarta… pero esto parece ser idea de las monjas y no indicación de Sor Juana. Alatorre resolvió el primer enigma al encontrar precisamente un soneto de Sor Juana con la respuesta sugerida en él, de donde se piensa que el índice pudiera señalar dónde buscar la respuesta que las monjas encontraron. Pero esto son suposiciones, porque, como apunta Alatorre, aunque es posible encontrar las respuestas verdaderas que pensaba Sor Juana, lo importante ahora es que las respuestas sean múltiples y variadas.
Los veinte enigmas se presentan en redondillas y cada redondilla es un verdadero misterio, y más que enigmas estamos ante auténticos gripismas, esos monstruos fabulosos y mutables compuestos por muchas formas de variada procedencia conceptual. Es decir, podrían tener distintas soluciones válidas, cuanto que tratan de figuras, imágenes o conceptos inaprensibles, como lo es el propio animal compuesto por partes de otros cuerpos que lo hacen un monstruo fabuloso.
Gripisma, como apunta Covarrubias, es una red insoluble, una telaraña, el monstruo o portento de la adivinatoria que nos atrapa en su red. Monstruo, ya sea en sentido negativo o positivo, portento que merece verse o ser interpretado como señal de algo; es lo digno de contemplarse por excepcional, raro o profético. Así lo define ya Enrique de Villena en el siglo XV: "monstro, cosa vista no acostumbrada de ver"(3). El gripisma, es el enigma más elaborado, más serio, una categoría arriba del enigma; el nombre, sin embargo, no es afortunado y por lo mismo no se utiliza y acabará por desaparecer.
Clearco de Soli (siglo III a.c.), en su Peri Griphon, define griphoi (γρίφος) del siguiente modo: "es un problema entretenido, cuyo sentido debe hallarse mediante una búsqueda, usando la reflexión, a cambio de un premio o castigo"(4). Aunque a menudo el término griego se traduce como enigma o adivinanza, el término tiene un sentido mucho más amplio, que abarca otras formas de oscuridad verbal. Pólux distinguía ya claramente entre griphoi γρίφος y aenigma αίνιγμα, ya que el primero era más serio.
Covarrubias, tal como apunté en el primer apartado, lo cita de esta manera: "Clearco filosofo peripatético, definiendo el termino Grípho, dice ser una cuestión jocosa, aguda, y artificiosa, propuesta por entretenimiento para probar los ingenios".
Stefano Bartezzaghi, en su Indovinelli e enigmi(5), explica: "La primera evidencia del griego Grîphos (literalmente "red de pesca") en el sentido del enigma dirigido a la astucia, más que a la sabiduría se encuentra en Aristófanes (Las avispas). Conocemos el título de una obra de Clearco de Solos (siglo III ac.) Dedicado a estos enigmas: Peri Griphon".
Y advierte: "La forma de las griphos no siempre se distinguen claramente de la forma del  enigma.  "Aulo Gelio habla de griphos, que también llamó scirpus (plantas usadas para construir nazas, trampas, Noches áticas XII, 6), y menciona un grifo "compuesto por tres versos, que han quedado sin respuesta", un enigma del nombre del dios Terminus, que según el mito "impidió el movimiento de un altar en el Capitolio para dar paso al templo de Júpiter". El grifos o gripisma es el siguiente:
Semel minusne an bis minus sit nescio,
an utrumque eorum; ut quondam audivi dicier,
Iovi ipsi regi noluit concedere
Cuya traducción sería: Yo no sé si es menos una vez o dos veces. O si es una cosa más la otra, por lo que una vez escuché, que él no iba a ceder su lugar al mismo Júpiter.
Tras los tres versos de que consta el grifos, Aulo Gelio añade irónico: "Quien no quiera resolver por si mismo el enigma encontrará la respuesta en el segundo libro de Varro ".
Bartezzaghi sigue a Aulo Gelio y apunta que "el Scirpo se soluciona mediante un ingenioso juego de palabras (Terminus: ter minus tres veces más pequeño que Júpiter)", pero en realidad se dice que es un problema perenne con muchas posibilidades de solución. Y esto lo reitera Varro "qué viejo y extremadamente elegante enigma compuesto por tres versos, que han quedado sin respuesta, para mandar a los lectores a especular sobre dichos versos".
Aparte de scirpus; griphus y nodus son términos casi sinónimos (nodus significa «nudo, lazo» y la palabra griega grifo significa en realidad «red de juncos» y, de ahí, «cosa compleja, enmarañada", una red de pesca para el Brocense. En el inglés arcaico tiene equivalencia con which, un calco del latín scirpus, que significando un trenzado de hilos llegó a tener la acepción de enigma.
Los gripismas oscilan siempre entre el juego y la erudición, dice Guichard (6) a propósito de Ateneo y de Clearco de Solos. La mayoría de los autores de esta clase de textos presenta sus obras de forma que sólo puede ser apreciada por unos cuantos.
El peripatético griego define el griphos del siguiente modo: "es un problema entretenido, cuyo sentido debe hallarse mediante una búsqueda, usando la reflexión, a cambio de un premio o castigo".
Recordemos la pista que poco antes nos mostró Covarrubias: "El nombre griego griphus, es otra quimera o esfinge, y assí γρίπισμα (gripisma) est quaestio aut sermo implicitus in symposiis poni solita". De donde Alatorre, con suma clarividencia, establece la ecuación "Esfinge es a enigma, como Grifo a Gripisma".
El poema de Ausenio Griphus ternarii numeri, Gripisma número tres (7), es clásico en todos sentidos. Se trata de un "extraño experimento" compuesto por un opúsculo dirigido a su amigo Simaco y el poema propiamente dicho dedicado al número tres en 90 hexametros, múltiplo de 3. Para estudiosos como Dunstan Lowe (8), el título enuncia no un acertijo ("no es un enigma en el sentido convencional"), sino que se trata de una metáfora de la complejidad del poema, cuyas claves, asegura, se encuentran en el prefacio. El aludir al griphus en el título, su autor está señalando claramente que no se trata de un aenigma o problema, sino de un verdadero griphus como lo señala Sandra Ramos Maldonado (9), concebido "mientras estaba bebiendo y antes de haber bebido" tres brindis en un banquete, "característica esta original y definitoria del grifo, según Clearco de Solis"
Griphos número tres sigue siendo un enigma sin resolver. Tiene la "virtud" de ser apenas entendido, inclusive en su tiempo. Y así lo presume Ausenio en el opúsculo que dirige a su amigo Simaco, a quien dedica el Griphus ternari numeri: "Finalmente si también te resultó oscuro a ti, para quien nada hay que no hayas leído y no entendido, entonces me sentiré feliz porque me propuse, y así lo voy a conseguir, que tú me investigues, me desees, pienses sobre mí."(10) Algo muy semejante ocurre con los grifos o gripismas de Sor Juana cuyo reto a la Casa del Placer ha conducido a releer su obra, a desearla y pensar en ella.
Algunos notables sorjuanistas han abordado esta clase de enigmas y dado alguna respuesta o respuestas. Gabriel Zaid fue el primero en ofrecer una solución recién aparecido el librito, esto al gripisma 4, cosa que hizo con una décima a lo que Alatorre explicó que tendría que haber sido con un madrigal. De cualquier forma la respuesta de Zaid se considera correcta, pese a que otros actores han ofrecido soluciones diferentes. A partir de entonces Alatorre y otros estudiosos han sugerido una o varias o todas las  soluciones. Rocío Sánchez enfrentó los gripismas como el Grifo mismo sugiere y presentó una respuesta kilométrica para cada redondilla. La estudiosa sorjuanista Georgina Sabat de Rivers da soluciones distintas y no faltan sugerencias de diletantes o no especialistas que, como el periodista Alfonso Diez, acepte el reto; pero la cuestión es que todas las gripismas y cada una de ellas, continúan vivas, esperando una respuesta del lector. (11)
1.
¿Quál es aquella homicida
que, piadosamente ingrata,
siempre en cuanto vive mata
y muere quando da vida?
2.
¿Quál será aquella aflicción
que es, con igual tiranía,
el callarla cobardía,
dezirla desatención?
3.
¿Quál puede ser el dolor
de efecto tan desigual
que, siendo en sí el mayor mal,
remedia otro mal mayor?
4.
¿Quál es la sirena atroz
que en dulces ecos velozes
muestra el seguro en sus vozes,
guarda el peligro en su voz?
5.
¿Quál es aquella deidad
que con tan ciega ambición,
cautivando la razón,
toda se haze libertad?
6.
¿Quál puede ser el cuidado
que, libremente imperioso,
se haze a sí mismo dichoso
y a sí mismo desdichado?
7.
¿Quál será aquella passión
que no merece piedad
pues peligra en necedad
por ser toda obstinación?
8.
¿Quál puede ser el contento
que, con hipócrita acción,
por sendas de recreación
va caminando al tormento?
9.
Quál será la idolatría
De tan alta potestad
que haze el ruego indignidad,
la esperanza grosería?
10.
¿Quál será aquella expressión
que quando el dolor provoca,
antes de voz en la boca
haze eco en el corazón?
11.
¿Quáles serán los despojos
que, al sentir algún despecho,
siendo tormento en el pecho
es desahogo en los ojos?
12.
¿Quál puede ser el favor
que, por oculta virtud,
si se logra es inquietud
y si se espera es temor?
13.
¿Quál es la temeridad
de tan alta presunción
que, pudiendo ser razón,
pretende ser necedad?
14.
¿Quál el dolor puede ser
que, en repetido llorar,
es su remedio cegar
siendo su achaque el no ver?
15.
¿Quál es aquella atención
que, con humilde denuedo
defendido con el miedo,
da esfuerzos a la razón?
16.
¿Quál es aquél arrebol
de jurisdicción tan bella
que, inclinando como estrella,
desalumbra como sol?
17.
¿Quál es aquél atrevido
que, indecentemente osado,
fuera respeto callado
y es agravio proferido?
18.
¿Quál podrá ser el portento
de tan noble calidad
que es, con ojos, ceguedad,
y sin vista entendimiento?
19.
¿Quál es aquella deidad
que, con medrosa quietud,
no conserva la virtud
sin favor de la maldad?
20.
¿Quál es el desasosiego
que, traidoramente aleve,
siendo su origen la nieve
es su descendencia el fuego?
Algunas respuestas:
Georgina Sabat :
1. La esperanza (da como válida la solución propuesta por Alatorre);
2. Celos tiranos;
3 La ausencia;
4. La fama (igual, la solución de Zaid);
5. Pasiòn;
6. Amor afectivo;
7. Amor errado;
9. Puro amor cortés;
10. El silencio en el amor;
11 lágrimas de amor;
14 El dolor de los celos;
16. El engaño del amor forzado;
17. El favor recibido;
18. Amor racional;
19. la fidelidad en el amor;
20. el desden o el despecho. (12)
Gabriel Zaid al gripisma 4 (13):
Entre Caribdis y Escila
está la voz de la fama,
que por sus ecos derrama
los dulces nombres de pila.
Espejos donde titila
la  seguridad  de ser,
donde, al fin, llegas a ver
que te hace ojos la sirena
que existes, que te pepena
y que te puede perder.

Referencias

(1) Sor Juana Inés de la Cruz. La Inundación Castálida, p.298
(2) Sor Juana Inés de la Cruz. Enigmas ofrecidos a la Casa del Placer. Edición y estudio Antonio Alatorre. México, El Colegio de México, 1994
(3) Alatorre, Antonio. Los 1001 años de la lengua española. México: FCE, 2001.
(4) Luis Arturo Guichard. Acerca del tratado Peri Grifon de Clearco de Solos, En DIC MIHI, MVSA, VIRVM : Homenaje al profesor Antonio López Eire. Edición de Francisco Cortés Gabaudan. Universidad de Salamanca, 2010, pp. 285—291
(5) Stefano Bartezzaghi. Indovinelli e enigmi. Enciclopedia dell' Italiano, 2010. Versión virtual. Consulta jumio de 2014.
(6) Luis Arturo Guichard. Ob. Cit. pp 285—291
(7) Décimo Magno Ausonio. Grifo del número tres Obras II. Traducción y notas de Antonio Alvar Ezquerra, Editorial Gredos, 1990, pp 21—38
(8) Dustan Lowe. Triple Tipple: Ausonius' Griphus Ternarii Numeri. En The Muse at Play: Riddles and Wordplay in Greek and Latin Poetry, Jan Kwapisz, David Petrain, Mikolaj Szymanski Eds., Walter de Gruyter, Berlin, 2012 p.335. The first of my two main arguments is that the preface is an integral part of the poem and the key to its interpretation, revealing its didactic intent as a compilation of classical cultural heritage. The second is that Ausonius’ label griphus does not mean a riddle in the conventional sense – indeed, only one of four proposed "solutions" is viable – but is instead a metaphor for the poem’s intricacy.
(9) Sandra Ramos Maldonado. Ausonio en el epigrama latino humanista y su influencia en el murciano Francisco Cascales, Myrtia, Revista de Fulologia Clásica, No 11, 1996, Universidad de Murcia, p. 101
(10) Décimo Magno Ausonio. Ob. Cit. p.28—29
(11) Sor Juana Inés de la Cruz. Enigmas ofrecidos a la Casa del Placer. Edición y estudio Antonio Alatorre. México, El Colegio de México, 1994, pp. 107—145
(12) Georgina Sabat—Rivers. Sor Juana Inés de la Cruz: los Enigmas y sus ediciones. Revista Iberoamericana, Vol. LXI, Núm. 172—173, 1995, pp. 677—684, Edición digital.
(13) Gabriel Zaid. Un enigma de Sor Juana. Revista Proceso 9—II—91. México, D.F. "En respuesta a la invitación de Antonio Alatorre (Proceso 4—II—91), propongo una explicación para el cuarto enigma de Sor Juana..."

§ 28. Recursos enigmáticos

La vieja enigmática es uno de los géneros literarios propios para los jóvenes lectores. Entre más extraña, lejana o dificultosa que parezca de inicio, es más cercana al espíritu de nuestra época, tan llena de innovaciones y altas exigencias intelectuales, las cuales se pueden enfrentar solo con una mente abierta, acostumbrada a descubrir, crear y pensar realmente. Se dice que "para hallar la sustancia de cada enigma y encerrarla en unos pocos versos era menester una agilidad mental, una rápida y certera comprensión de los rasgos y facetas más propias y salientes de cada caso", de modo que el lector enfrenta un reto de igual magnitud, pero la enigmática de los siglos pasados no sólo plantea retos a la inteligencia, sino que exige que esa inteligencia sea más aguda, penetre en las sutilezas del lenguaje y al hacerlo, como diría Frank Smith, siguiendo palabra tras palabra, verso tras verso, concepto tras concepto, el lector se apropia del enigma, hace suyo los juegos de palabras, las agudezas del ingenio, las sutilezas conceptuales, la belleza de nuestro idioma. Se apropia de la palabra misma, acción que hoy más que nunca necesitan las jóvenes generaciones. Y las viejas.
No olvidemos, sin embargo, que la enigmática no se agota con los enigmas, sino que existen otros géneros cargados de conceptos, agudezas del ingenio y sutiles oscuridades, cargadas de la gracia y belleza del idioma, desde los motes, adagios y jeroglíficos hasta las empresas, apólogos y emblemas y, de igual manera, los enigmatistas no se acaban con sus enigmas, sino que ellos se continúan en su obra poética o en su prosa como claro es con Cervantes y Fernán Gonzáles Eslava.
El enigma culto reserva un sin número de sorpresas, algunas de ellas más ocultas aún bajo algún artificio, agudeza o figura literaria, pues como apunta Rengifo(1), "el enigma es una sentencia por una semejanza de cosas encubiertas. Es una de las cosas en que los poetas muestran su ingenio entre muchas, porque consta de semejanzas, comparaciones, vocablos alegóricos, equívocos, o encubiertos, procurando que se entienda con mucha dificultad, y que se convenga todo lo que de él se dijere". Razón por la cual se volvió un juego, un ejercicio, una práctica social y cultural en todas las capas sociales. Alvarez de Cienfuegos diría: "se ejercitaban los talentos de mis amigas en resolver enigmas misteriosos"(2).
Me es imposible referirme en cada enigma a tales sutilezas, tampoco es lo ideal que hablemos de enseñar con los enigmas cultos figuras, tropos o agudezas conceptuosas, como pensamos no se puede recomendar enseñar gramática con un cuento infantil, cuanto que lo más valioso del cuento y del enigma es el placer de disfrutarlo y sucumbir al encanto de su lectura e interpretación. Sin embargo, la presentación de un enigma debería tratarse con todas las referencias posibles. Algunas de ellas podrían ser de índole externa, como un acercamiento al autor, a la época, a su obra, al tema… O una glosa de índole interna. Un ejemplo del primer caso lo mencioné tratando de la sabia mujer Cleobulina. También los enigmas de La Galatea dan para armar un contexto extraordinariamente enriquecedor alrededor de la pastora o de Cervantes o de ambos; veamos un ejemplo de tratamiento del propio enigma, con uno de los creados por Ledesma, el enigma número catorce, sobre el cual haremos una breve glosa de cada cuarteto.

ENIGMA CATORCE
En metáfora de un parto monstruo.
Pintase un hombre de amarillo cubierto  de velos blancos.
Un parto monstruo, de acuerdo al Diccionario de Autoridades es aquel parto o producción contra el orden regular de la naturaleza. Así considera el autor la puesta del huevo. La pintura es una indicación precisa del enigma.
Hijo soy de padres vivos,
puesto que salí del parto,
falto de todas tres vidas,
de hombre, de bestia, de árbol.
Quien habla es el enigma (o la enigma), una dilogía o sea una palabra con dos significados en la misma frase o concepto, el huevo que es el enigma encubierto y el enigma en si. Se compara la puesta del huevo con el parto, cuanto que salió de la gallina, pero a la vez, aunque sabemos que el embrión contenido en el huevo tiene vida, aún no nace y se dice aquí que no tiene vida alguna. Así se piensa, de suerte que una adivinanza popular repite la creencia:
María Guiñapo
Parió un muchacho,
Ni muerto ni vivo,
Ni hembra ni macho.
La gallina y el huevo, en la adivinanza 371 de Francisco Rodríguez Marín (3). Continúa el enigma de Ledesma diciendo:
Salí de velos cubierto,
de do se colige claro,
que en el color, y en la forma
me dejó mi padre en blanco.
Dejar en blanco se refiere a algo que no se hizo o hace, pero a la vez se dan las claves del enigma, pues la yema del huevo esta cubierta de una especie de telilla o velos y por la clara que se vuelve blanca en cualquier cocimiento.
Una cosa tengo de hombre,
y es que sin ser bautizado,
compran bula para mi,
como si fuera Christiano.
Las bulas son ordenanzas de la iglesia sobre distintas cuestiones; en este caso se compraban bulas para tener permiso de ciertos alimentos en los días de vigilia. Comprar bulas para poder comer huevos y leche era todavía una costumbre popular en la España de 1950—60, más aún en el siglo XVII.
Suele mí madre subirse
a parirme en lo mas alto,
y temo hazerme tortilla,
si por mi desdicha caygo.
La gallina se acomoda en cualquier lugar para hacer su puesta, cuando lo hace en lo alto, caer y estrellarse en el suelo es un peligro latente. La tortilla se hace con los huevos estrellados.
Muchos me llaman por tierra
a las jornadas que marcho,
aunque el pasarme por agua
suele ser muy de ordinario.
Van los hombres a la faena andando por tierra pero a la vez los huevos los pasan por agua. El juego tierra—agua.  Huevos "pasados por agua" es alimento de llevar.
Cuando no temía perder
la vida que Dios me ha dado,
me estrellaba con qualquiera
aunque fuera Viernes santo.
Estrellarse contra una persona es chocar con ella, enfrentársele, cosa que se atrevía a hacer inclusive en días santos cuando no se debería buscar pleito; la idea oculta aquí se refiere a que, en esos días de vigilia, con la famosa bula, se estrellaba en la cocina.
Metí paz en mil pendencias
y era tan desatinado,
que con el que estaba herido
iva a romperme los cascos.
Romperse los cascos, es romperse la cabeza pensando, de ahí que en el siguiente verso continúe la idea y diga que ya tiene seso; el casco es, por supuesto, el cascaron.
Pero ya que tengo seso,
préciome de tan humano,
que me dan nombre de Pío,
y yo mismo me lo llamo,
El pollo claro, no el huevo, llama diciendo pio.
Muchos juzgarán por clara
esta enigma de que trato,
ya se, que no es clara toda
como lo verá el mas sabio.
La enigma, que es el propio huevo, dice que no toda ella es clara a pesar de lo claro que han sido los datos exhibidos para adivinar.
Tras la connotación de cada cuarteto o frases, el enigma se hace totalmente comprensible y resaltan las agudezas y juegos de palabras.
De aquí mismo, como parte de esa revisión, se puede obtener alguna adivinanza con tintes populares. Por ejemplo, tomaríamos las siguientes ideas primarias:
Me dan nombre de Pío,
Y yo mismo me lo llamo.
 
Muchos juzgarán por clara
Pero no es clara toda.
 
Temo hacerme tortilla,
Si por mi desdicha caigo.
De aquí podría componerse sencillas adivinanzas mejorando las frases y la idea. Cuestión que dejo como sugerencia. La hechura de adivinanzas tras un enigma similar sería un ejercicio enriquecedor para los jóvenes en una clase o taller, no necesariamente como lo sugiero, a partir del propio enigma, sino también con las ideas personales que el propio enigma despierte o sugiera al lector.
El valor de la adivinanza en el aula supera las expectativas que pudiéramos fijarnos en un principio. Jerome Bruner en su libro On Knowing: Essays for the left hand(4), hablando de la creatividad y el descubrimiento, al llegar a la enseñanza de las matemáticas, escribe: Tomo como punto de partida una noción del filósofo inglés Weldon, cuando afirma que una persona distingue claramente lo que es una dificultad, una adivinanzas y un problema, de modo que se prepara mentalmente de forma diferente para cada caso. Un problema causa tensión nerviosa, y una adivinanza se toma como un juego que mantiene la mente abierta y alerta. De ahí el filósofo inglés, describe la forma de resolver problemas transformando las dificultades en forma de adivinanza, lo cual discute Bruner ampliamente en el capítulo Enseñanza de las matemáticas.
Esto mismo ya ha sido observado otras veces, y lo señala José Antonio Marina, "el ingenio goza en la resolución de problemas, cuanto más complicados mejor, sobre todo si para esa resolución no se ve atosigado por la angustia y el nerviosismo de que, generalmente, se acompañan éstos en la vida real, y puede desplegar su actividad de manera gratificante y gratuita: Juega a resolver problemas que no son verdaderos problemas, sino simulacros. Es una esgrima que finge lo aventurado sin arriesgarse, como el toreo de salón. Conserva el placer de solucionar, la euforia del propio poderío, y pierde la zozobra y la angustia. Este placer que proporciona la resolución de problemas simulados explica la gran afición que ha habido a las adivinanzas, acertijos y enigmas en todas las civilizaciones y culturas…"(5) El docente con experiencia apreciará estos comentarios sin duda alguna.
Una adivinanza, lo vimos en algunos pasajes, se construye a partir de una metáfora. La metáfora es la figura más atractiva del lenguaje y ella permite realizar asociaciones de ideas, objetos y conceptos, para expresar aquello que pudiera ser incomprensible sin la metáfora. Las asociaciones y comparaciones se hacen al observar las cualidades o esencia del objeto de nuestro interés. 
Por ejemplo: Se detiene nuestra atención en la campana. Su forma característica, el metal, el color, la función que tiene, el lugar que ocupa, etc. Castillo Solórzano nos dirá que está compuesta de una aleación de metales, que también se hicieron de barro y demás cosas, pero nosotros nos fijamos en lo más simple: la campana cuelga y suena, con poco esfuerzo hacemos dos comparaciones, que nos dan las siguientes metáforas,
Colgada por los cabellos,
con gritos rompo los aires
Un procedimiento diferente sigue Castillo en el largo enigma XIV, dedicado al compás, simplemente describe las cualidades del objeto. El compás permite jugar con sus varias acepciones, principalmente como instrumento de geometría y de unidad métrica de sonido. En el primer caso, una punta del compás va fija y la otra hace los trazos.
Tengo un pie en la tierra fijo
y el otro moviendo mil trazas.
En el segundo caso, el compás marca el ritmo en los bailes y el canto, es decir los gobierna.
En los bailes y en la solfa
suele importar mi gobierno.
Un procedimiento similar al anterior, pero que parte de metáforas muy gastadas, muy conocidas, para sentar contrariedades, ocurre en el acertijo que nos refiere Fernán Caballero:
Apellídanme Rey, y no tengo reinos
Dicen que soy rubio , y no tengo pelo,
afirman que ando, y no me meneo,
relojes arreglo, sin ser relojero.
Otro ejemplo similar, el ajo, proviene igualmente de metáforas antiquísimas que, como dijera Quintiliano, se hacen sin saber, cosa que el enigmatista aprovecha para fijar las contrariedades a los dientes y la cabeza del ajo. Viene del enigma CCCLIII de Escobar:
Tiene dientes y no boca,
tiene cabeza y no pies.
Dezidme qué cosa es.
De acuerdo a Quintiliano hay cuatro modos de metáforas, las cuales mencionamos en otro apartado, habría en consecuencia cuatro modos de enigmas siguiendo tales formas.
—Una cosa animada en otra animada: enigma 39 de Ledesma, en el que considera al conejo un mártir inocente, siempre sacrificado para servirse a la mesa: "Soy un mártir sin pecado", comienza diciendo.
—Una cosa inanimada por otra inanimada: El enigma CXV de Herrera: El zapato como casa: "¿Cuál es la casa formada/ de vestidos de animales?"
—Una cosa inanimada por una animada: esta clase de metáforas son las más comunes. Recordará el amable lector el enigma octavo de Ledesma, sobre el salero:
Soy un gracioso truhán
y desde niño fui siempre
el muchacho más salado
que naturaleza tiene.
—Las cosas animadas por inanimadas: las metáforas de esta clase son comunes, no así los enigmas y adivinanzas, que prefieren animar objetos antes que dejarlos quietos. Un ejemplo de esta clase de metáforas hechas enigmas y adivinanzas son los ojos convertidos en cofres:
Dos arquitas de cristal,
que abren y cierran sin rechinar.
Podemos partir también de las parejas disparejas, como diría David Chericián, foco y foca, libro y libra, puerto y puerta, son parejas que no son parejas, pero al hacerse metáfora permiten jugar con esa posibilidad.
Si el puerto fuera casado,
yo había de ser su mujer.
O esta otra del mismo Cristóbal de Herrera:
Del Montero o Cazador
soy mujer y bien nombrada.
Son construcciones muy sencillas que se pueden imitar sin problema, excepto que una vez establecido el lazo, hay que enmascarar más el enigma. Cervantes enmascara de otro modo la naturaleza del enigma, lo hace enredado y confunde a los pastores explicando cualidades, hasta que uno cae en la cuenta de que la respuesta la da el propio enigma: "decidme qué es cosa y cosa".
Cuál es nescia, cuál curiosa,
cuál fácil, cuál intricada,
pero sea o no sea nada,
decidme qué es cosa y cosa.
Es el procedimiento que utiliza Herrera con la pera (¿Quién es aquella que espera…?)  y en el enigma de la memoria, cuyos últimos versos dicen:
Que si haces memoria, es
lo que he dicho en versos tales.
Lo mismo hace Ledesma en su enigma dieciocho, de la sortija, en la cual, tras enredar el asunto, concluye con estos versos:
En sortijas y torneos,
es particular mi dicha,
pues ningún galán me trae,
que no lleve la sortija.
Otras veces el enigma se presenta como acróstico tal como vimos con Matías de Aguirre, Sebastián de Horozco y el primer enigma de Herrera, procedimiento que luce por escrito.
Los métodos para construir una sencilla adivinanza o un intrincado enigma son diversos, pues variado es el pensamiento creativo; sin embargo, todos se basan en lo anunciado previamente: primero se establece una comparación que deviene en metáfora la cual se oscurece siguiendo cualquier procedimiento de nuestro agrado. Sin mucho esfuerzo obtenemos un sencillo enigma que podemos ir enmascarando con otras asociaciones, disfrazando, enredando para hacerlo más sutil, más complicado, gracioso o interesante.
Los zapatos vistos como casa por Herrera, son tratados de igual forma por Castillo. En primera instancia ambos obtuvieron la misma metáfora: los zapatos son una casa para los pies. Y la misma metáfora establece Ledesma en su enigma diecinueve, que anuncia así: en metáfora de dos barquillos. Pintóse dos casas, o barcos, cada uno con cinco hombres dentro.
La idea inicial es la misma. Herrera circunscribe sus enigmas a una quintilla, de suerte que se encuentra limitado a los cinco versos octosílabos. Como bien dice Francisco Cascales en sus Tablas poéticas(1617), "no hay sitio en ella para el ornato ya que como es tan breve una quintilla, apenas hay en ella lugar para el concepto, cuanto mas para los epítetos, y flores"(6). De ahí que su enigma del zapato se queda en la casa que tiene cinco hermanos como huéspedes. Siendo una idea primaria tiene correspondencia con algunas adivinanzas populares como se las quiere llamar. Los números corresponden a la clasificación de Rodríguez Marín(7):
640
En un cuartito oscuro
Meten y sacan á Juan desnudo.
—El zapato y el pié.
641
En un cuartito oscurito
Duermen cinco pobrecitos.
—El zapato y los dedos del pié.
Ledesma sigue el mismo juego de una casa que anda por el camino con cinco vecinos, mientras que Castillo llega al extremo, nada raro tratándose de los pies, de considerar al zapato prisión y sitio de tortura y a los dedos prisioneros. A nuestros enigmatistas no les basta hacer la comparación primaria, sino que abundan al respecto, o, como apunte en otra parte, llevan la idea uno o dos escalones arriba.
Castillo dice: "Apenas me vi con forma… cinco hermanos se me humillan", describe la situación de los prisioneros, a los que libera de noche, y acaba por confesar que es la causa de que peligre su persona y acabe cosido a cuchilladas.
El enigma de Castillo agota las posibilidades que le ofrece el camino que ha seguido y una de las ideas primarias que enuncia tiene correspondencia con adivinanzas populares como esta:

639
De dia llenos de carne
Y por la noche con la boca al aire.
O esta otra que conocimos en el almanaque de Villarroel:
Toda la noche esperando
estoy con la boca abierta;
pero por puntos mi amo
de mañana me la cierra.
Ledesma por su cuenta se sigue con la idea de que los zapatos, son casas o barquitos. "Galeras de tierra son" y al andar en el camino, no salen bien libradas del agua, un clásico juego de Ledesma de unir opuestos, contrariedades y equívocos, pues mientras las goteras que sufren estas casas hechas barco son de abajo y no del techo. Igualmente elabora su enigma buscando agotar la vía que inició. Una adivinanza popular se le empareja:

638.
El mismo camino andamos
Y ni nos vemos ni nos encontramos.
Tres distintas maneras de construir un enigma por tres distintos enigmatistas. A veces el mismo autor crea sus enigmas siguiendo distintos caminos, por lo que ilustrarlos sería infinito.
No podrían faltar ejemplos de Juan Dïaz Rengifo y su Arte Poética(8), a quien recurrimos una vez más para entrever cómo se compone un enigma desde un punto de vista de esa época de oro. Recordemos las anteriores palabras de Rengifo sobre el enigma "Es una de las cosas en que los poetas muestran su ingenio entre muchas, porque consta de semejanzas, comparaciones, vocablos alegóricos, equívocos, o encubiertos, procurando que se entienda con mucha dificultad, y que se convenga todo lo que de él se dijere".
Y añade: El que primero dijo con este género de Poesía, siente el Cisne de Apolo, fue Clevonia Poetisa de Caria. Hablan a veces los poetas en los enigmas, preguntando, qual es la cosa, que proponen; y otras veces la misma cosa que en aquellos se contiene, como en los dos ejemplos que verás. Pueden constar de qualquier género de Poesías, singularmente de los más breves, como:

Enigma
¿Qual es el uno, que es tres,
Y estos tres si los contares,
Aunque son nones, son pares?
Lo que significa este Enigma, es Dios; porque en solo Dios se halla una Essencia Divina, y tres personas, las quales por ser tres, se dicen nones; y por la igualdad, que entre sí tienen, se dicen pares.
El siguiente es sacado de Thesoro de la Lengua Española donde se habla la misma cosa que el Enigma significa.
Todos sin ser ordenada,
ordenes decís que tengo,
pero aunque soy entonada,
y de tanta orden cercada,
de ellas, ni de Iglesia vengo.
Por este enigma se significa la viguela; porque ésta tiene muchas ordenes de cuerdas, es entonada por la consonancia, y armonía; y no viene de las ordenes, ni de la Iglesia.
Recordemos que el Siglo de Oro, y los que le siguieron, es tiempo del auge y predominio de las ordenes religiosas.
La referencia que hace Rengifo es del Tesoro de Covarrubias, un enigma que reaparece con el número CCXXXVIII en Cristóbal Pérez de Herrera. ¿Es el Tesoro que reproduce muchos de los enigmas de Herrera sin mencionar la fuente o es Herrera quien es deudor del Tesoro de la lengua?
Para redondear este apartado veamos las posibilidades que ofrece la quintilla para construir nuevos enigmas.
Se trata de cinco versos octosílabos, un metro que una vez conocido y practicado se sigue solo, como lo dicen algunos versos:
Comenzad con el sujeto,
persona, animal u objeto,
pintad cómo es; y qué hace 
en dos versos; y si os place
rematad con lo faceto.
Tal vez siguiendo esta quintilla se obtenga una descripción en lugar de un enigma, a pesar que nos marca una pauta. La seguimos con un enigma antiguo como ejemplo, el de la tinta:
Primero se enuncia el sujeto del enigma, de forma encubierta: "Negra soy, bien estimada".
En el segundo verso se indica alguna característica: "y no esclava sino exenta", aclaración pertinente porque en esa época existía la esclavitud, en particular para la gente de color.
En el tercero y cuarto, se dice qué hace el sujeto: "y aunque suelo ser comprada,/ ayudo a cualquiera cuenta".
El quinto verso se reserva para la conclusión, un epíteto final o el cierre de la idea: "por que sin mi será errada".
Negra soy, bien estimada,
y no esclava sino exenta
y aunque suelo ser comprada
ayudo á cualquiera cuenta,
porque sin mi será errada.
Otro ejemplo, el de la Noria, ese aparato o máquina para regar y sacar agua, que consiste en una rueda de tracción animal (en esa época). Al animal se le tapaban los ojos mientras movía la noria. Es el enigma CLXXVII de Herrera:
Primero se enuncia el sujeto del enigma de forma encubierta: "Doy a yerbas de beber".
En el segundo verso se indica alguna característica: "como reloj tengo ruedas".
En el tercero y cuarto, se dice que hace el sujeto: "háceme un ciego mover,/ y si aquestas están quedas". Se refiere a las ruedas.
El quinto verso se reserva para la conclusión, un epíteto final o el cierre de la idea: "mal podrán reverdecer". Alude a las hierbas que riega.
Doy a yerbas de beber,
como reloj tengo ruedas;
háceme un ciego mover,
y si aquestas están quedas
mal podrán reverdecer.
No es la única fórmula a seguir, sino un ejemplo de las múltiples formas de abordar un enigma como quintilla, sin olvidar que otros lo hacen con redondillas, romance y otras formas poéticas.

Referencias

(1) Juan Díaz Rengifo. Op. Cit. 176—177.
(2) Poesias de Don Nicasio Alvarez de Cienfuegos. en la imprenta de Sancha, Madrid, 1821 p.158
Al son de los acordes caramillos
Danzando entre las ágiles pastoras
Gocé largo placer en breves horas.
Tal vez en ancho corro
En medio a mis amigas refería
Mil divertidos cuentos,
Y reían conmigo y yo reía.
Tal vez se ejercitaban los talentos
En resolver enigmas misteriosos,
Y aquella que acertaba
Mil parabienes y una flor ganaba.
(3) Francisco Rodríguez Marín. Op. Cit. p. 209
(4) Jerome Bruner. On Knowing: Essays for the left hand, Belkmap Press of Harvard Universitu Press, Cambridge, Massachusetts, Octava impresión, 1997, p.97
(5) Cita Luciano López Gutiérrez. Donaires del Parnaso, p.84
(6) Francisco Cascales, Tablas poéticas, Centro Virtual Cervantes, 2003, p. 99
(7) Francisco Rodríguez Marín. Op. Cit. p. 251
(8) Juan Díaz Rengifo. Op. Cit. 176—177.

Apéndice
Adivinas entre el General Morelos y un  niño emulante.

Un año después de haber escrito este libro aún inédito, afronté la escritura de una novela histórica sobre la Compañía de Niños Emulantes que participaron en el Sitio de Cuautla (1812) en donde en varios capítulos sigo las recomendaciones que hago sobre la enigmática de los siglos pasados en la literatura que escribimos para niños y jóvenes. En seguida copio parte del capítulo 32, cuando ocurre un duelo de adivinanzas entre el Generalísimo y uno de los niños emulantes que cumplía un arresto ante el propio Morelos.
Felipe se levantó, el cura Morelos le puso la mano en el hombro y lo hizo sentar de nuevo.
—¿Sabe leer? —dijo en lo que daba la vuelta a la mesa y tomaba asiento enfrente del niño. Como este asintiera, agregó:— Bien, le voy a prestar un libro para que se entretengas. ¿Y escribir?
—En pizarra, bien, señor; con pluma apenas ensayé un par de veces con el padre Joaquín.
—Ah, con el coronel don Joaquín Díaz, brillante persona.
—Mi maestro.
—Así que sabe leer y escribir, eso es un plus en estos tiempos. Lástima que usted no maneje la pluma, para que entretenga el arresto haciendo copias de la carta.
Felipe no quitaba la vista de la escribanía y en lo que Morelos rebuscaba en su librería un libro. Comentó que el padre Díaz tenía una escribanía parecida.
—No encuentro mi libro de oraciones, ese capitán vuestro revuelve todo.
El cura siguió buscando hasta que desistió. Mostró las manos vacías y dijo:
—Bueno, no es hora de oraciones—y mientras le brillaban los ojos, agregó—: ¿qué tan bueno es usted en adivinas?
—Creo que soy el mejor, señor.
—¿Sí? Pues a ver si se sabes esta:
Una que salió de un huevo
mi negra sangre me saca,
y con ser de cuerpo flaca,
no toma para si el cebo,
que lo vierte la bellaca.
—Piénselo, tiene hasta el toque de retreta para responder.
—¿Y si la adivino, le digo una a ver qué tan bueno es usted para los enigmas?
—Me parece justo, acepto.
El general volcó entonces su atención al escrito que acababa de hacer y pensó desatenderse del chamaco por algunas horas.
Felipe no conocía la adivinanza, pero la forma, en quintilla, le hizo recordar los enigmas que don Hilario el Chueco tomaba de un viejo libro de un tal Cristóbal Pérez de Herrera, todos en cinco versos consonantes, los cuales solía presentar a sus alumnos o a cualquier muchacho que se encontrara con él. Eran adivinanzas difíciles de resolver, pero una vez que el Chueco las glosaba, se comprendía que realmente no eran complicadas. Felipe aprendió a desglosar enigmas, adivinas y cosicosas siguiendo la clase de razonamientos del Chueco, y así lo hizo esta vez.
¿Una que salió de un huevo?, empezó a razonar. Tendría que ser un ave. ¿Negra sangre? ¡Tinta! Ya la tenía, parecía difícil, pero era bien sencilla. Se refiere a la pluma para escribir, que es flaca, y vierte en el escrito lo que saca del tintero. No tardó ni cinco minutos en responder que era el tintero, que hablaba de la pluma de ave.
El cura Morelos apenas lo podía creer cuando ya el chamaco clamaba:
—Ahora, a ver si usted se sabe esta:
¿Cuál es la casa formada,
de vestidos de animales?
Cinco hermanos desiguales
hacen dentro su morada,
para librarse de males.
Y así comenzó un duelo de adivinanzas y enigmas que uno y otro fueron resolviendo acertadamente, a ratos devanándose los sesos y tardándose un rato en adivinar, pero encontrando siempre la respuesta. A la séptima u octava ronda, la oficina ya estaba llena de  soldados que llegaron a rendir algún informe o a solicitar algún permiso o a recibir órdenes o se acercaron de curiosos, y se quedaron a escuchar, el caso es que de pronto la oficina contaba con unas veinte personas entre soldados, oficiales y unas muchachas que solían bailar en los festejos, todos atentos al duelo de adivinanzas que se prolongó mucho más de una hora. Para entonces el general lanzó una vieja adivinanza que decía:
En casa me estaba yo,
y me fueron a prender;
yo quedé preso, y la casa
por la ventana se fue
La tensión creció en los presentes, algunos boquearon como si fueran a decir algo o se estiraron y removieron. Morelos comprendió que conocían el enigma y advirtió:
—No se vale soplar.
Dos o tres minutos pasaron antes de que Felipe pensando pensando pescara una respuesta. Parecía estar a punto de darse por vencido cuando comprendió que era el pescado, cuya casa, el agua, se va cuando lo prenden. Resonó un suspiro colectivo de alivio que hizo sonreír a muchos. Seguían parejos.
Felipe en su turno planteó un enigma en idioma mexicano. Tal vez lo hizo sin darse cuenta del idioma que hablaba, o quizás lo hizo con toda intención de que su oponente fallara. Algunas frases de mexicano conocía Morelos, pero no lo bastante para comprender la adivinanza que decía:
—Za zan tleino Icuitlaxcol quihuilana tepetozcatl quitota.
—No esperaba algo tan sucio de su parte, emulante —gruñó Morelos divertido.
—Señor general —intervino en su auxilio Villagrán, uno de los indios defensores de las trincheras—, la traducción de esa adivinanza es: ¿Qué cosa y cosa, que va por un valle, y lleva las tripas arrastrando?
No tardó el cura Morelos en responder que se trataba de la aguja que lleva el hilo arrastrando cuando cosen con ella. Hubo risas y hasta alguien pretendió aplaudir con la respuesta.
—En lengua decimos huitzmallotl, a la aguja —aclaró Villagrán.
Y ya que el niño había roto las reglas de la caballerosidad, su adversario planteó a la vez una nueva adivinanza en idioma extranjero:
—Qui est—ce qui court plus qu' un cheval, est en l' eau et ne se mouille point?
Hubo voces de desaliento, el mismo Felipe se sintió perdido, cuando una voz se alzó en su auxilio:
—Si mi francés no me traiciona dice: ¿Quién es el que corre más que un caballo, entra al agua y sale sin mancha de humedad?
Era el padre Mares en auxilio de su doctrinado.
—Oh, es un enigma de párvulos —respondió Felipe—: Es igual a este: Qué es cosa y cosa que pasa por el mar y no se moja. Respondo que es el sol, a veces se dice que es la luna.
Rióse mucho Morelos, las risas se prolongaron en todos los presentes cuando el general dio la mano al emulante y declaró que habían empatado, ni vencedor uno ni vencido el otro.
Al poco rato se dispersó la reunión y los soldados, los oficiales y las muchachas, se fueron recordando las adivinanzas de su infancia o repitiendo algunas de las que habían escuchado, hasta que los enigmas y acertijos llegaron a las trincheras y se volvieron el entretenimiento de esa tarde noche.

F I N